MY BOY II
Yoongi acariciaba los rubios cabellos de su esposo que se encontraba con la cabeza recostada en su regazo mientras seguía derramando lágrimas.
-Si sigues llorando no te mostraré tu regalo -amenazó el peli negro pues Jimin parecía que jamás iba a dejar de llorar.
El menor murmuró lo que pareció un "lo siento" entrecortado por el nudo en su garganta que sólo logró intensificar su llanto.
Min había descubierto durante esos meses de matrimonio, que los señores Park influía demasiado en las decisiones que tomaba su hijo, siempre que el menor visitaba a sus padres o que estos a él, terminaba desanimado durante unos días y Yoongi se estaba comenzando a cansar de eso.
-Minnie, nunca tendrás contentos a tus padres, no importa cuánto cumplas sus caprichos, ellos seguirán presionandote, lo mejor sería que les pusieras un alto -recomendó el mayor.
-Solo quería que estuviesen orgullosos de mi -susurró.
-Y deberían de estarlo, vi tus calificaciones finales, no cualquiera puede tener un 10 general en todas sus materias a nivel profesional, lo lograste aún manteniendo una casa ordenada aunque no es tu obligación hacerlo y luciendo lindo y listo para salir a cenar cada que podemos. Eres un chico talentoso, paciente y ordenado, definitivamente serás un buen padre -Jimin se tenso y él siguió acariciando sus cabellos con suavidad- pero aún no es el momento de hijos, es el momento de ir a abrir los regalos con nuestros amigos.
-Esta bien Hyung -aceptó el menor riendo divertido, sus ojos estaban hinchados y junto con sus mejillas se encontraban rojos.
-Ese es mi chico, ahora dame un beso.
Jimin se levantó avergonzado y tímidamente dejó un beso en los delgados labios de su esposo que correspondió gustoso.
-Hola chicos, perdón por lo de hace rato -murmuró con algo de vergüenza mientras llegaba a la sala de su casa de la mano de su esposo, en donde sus ahora cinco amigos (Namjoon y Jin acababan de llegar) les esperaban.
-No pasa nada Minnie, es entendible, además está vez tuviste quien te defendiera -contestó Jungkook con la nariz arrugada por la sonrisa que se plantó en su rostro.
Jimin miró a su esposo cuestionando lo dicho por su amigo, sin embargo, Yoongi simplemente le dedicó una sonrisa y le guiñó un ojo mientras saludaban a los recién llegados.
-¿Qué tal si mejor continuamos con esta fiesta? -preguntó Taehyung muy animado y trayendo las botellas de la nevera comenzó a servirles a todos los presentes a excepción del más joven- Para ti no niño, te traje jugo de arándanos.
Jungkook aceptó con un puchero que provocó risas en los presentes.
El rato pasó divertido y feliz para todos, Jimin recibió muchos regalos, su suegra le había dejado una Cajita que contenia unos hermosos pendientes de zafiro, Hoseok le trajo una rosa que se encontraba dentro de una bola de cristal que parecía que contenia agua pero no era más que recina, Taehyung le dio una caja algo grande envuelta en papel de regalo y un bonito moño rojo que le pidió abriera en otro momento, Jungkook le dio un regalo a ambos: una bonita caja de madera que guardaba dentro un arreglo de una botella de vino y dos copas junto a una nota que decia "¿Quieren ser mis padrinos?" Yoongi Y Jimin respondieron en seguida que si mientras el último soltaba lágrimas de felicidad. Jin le dio una bolsa de una ropa de marca que también pidió que abriera en otro momento y por último Yoongi, que cuando fue su turno de darle su regalo, se levantó del sillón, dobló una de sus rodillas y sacó una Cajita de terciopelo rojo que al abrirla dejó ver un hermoso anillo de oro.
-Se que ya estamos casados, pero quiero hacerlo de nuevo, esta vez, como realmente debería de ser, quiero que te cases conmigo porque tu sabes y yo sé lo que sentimos, y estoy realmente agradecido con la vida por darme a un esposo tan hermoso, amable, confiable y fuerte como tu. Park Jimin -el mencionado soltó el primer sollozo mientras el resto los miraba con una gran sonrisa- ¿quieres casarte nuevamente conmigo?
Jimin sonrió tanto que sus mejillas se abultaron aún más dejando sus ojos como medias lunas y de donde salían gruesas lágrimas mientras asentia una y otra vez lanzándose a los brazos del hombre que tanto quería.
-¡Si quiero! -gritó por fin, todos sus amigos aplaudieron con emoción, Jungkook culpaba a sus hormonas alteradas cuando las lágrimas corrieron por su rostro y un par de manos se colgaron entre las de él, Hoseok y Taehyung le consolaban con cariño.
Después del emotivo momento, todos continuaron bebiendo hasta embriagarse, a excepción de Jungkook, que miraba divertido a todos los adultos con sonrisas somnolientas y rostros relajados. Jimin y Jin bailaban en el centro de la sala y el menor se preguntaba cómo es que podían lucir sensuales a pesar de estar sumamente alcoholizados.
Antes de que Jimin perdiera la consciencia, Jungkook lo apartó de todos, en la cocina, para hablar en privado con el mayor.
-Hyung -comenzó el chico nervioso- Hoseok hyung, Taehyung hyung y yo... Estamos juntos.
Jimin le miró, intentando comprender.
-¿juntos? ¿Los tres?
-Si, se que es dificil de entender, pero de algun manera lo estamos haciendo funcionar.
-Me alegro mucho por ti, Kookie - dijo despues de formular bien las palabras eb su mente.
-¿No piensas que es raro? - preguntó preocupado.
-Tal vez no sea común, pero siempre te han gustadoblos retos.
Ambos rieron antes de abrazarse y finalmente dirigirse con sus amigos de nuevo.
Cuándo Taehyung comenzó a restregar su entrepierna en el trasero de Hoseok como perra en celo, Yoongi creyó conveniente que todos se fueran a dormir, Jin y Nam se fueron a su casa pues vivían realmente cerca, Taehyung, Hoseok y Jungkook se quedarían en el cuarto que usaba Jimin antes y él se llevó a su ebrio esposo a su habitación.
-Hyung -le llamó Jimin mientras Yoongi preparaba la ducha que el menor necesitaba para bajar su estado- hace calor.
-El baño te hará bi... -Yoongi se quedó callado ante el rubio quien (no sabe en qué momento) se había desnudado y recostado en la mitad de la cama sin pudor alguno.
-Hyung, ¿puedes enfriarme? -preguntó el chico con voz provocativa, doblando sus rodillas y abriendo las piernas para que Yoongi pudiera ver su rosa y linda entrada.
-No tientes al diablo Jimin, el infierno puede ser tan frío que igual terminaras quemado -dijo desabrochando los botones de su camisa y yendo hasta las cortinas de su ventanal, quitó los lazos que las mantenían abiertas y cerrando bien se acercó a su esposo- ¿quieres jugar un juego, My boy?
-Si, Daddy -murmuró el menor antes de morderse el labio. Yoongi perdió completamente el juicio y se abalanzó sobre el menor.
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