-¿Kookie? -llamó su mejor amigo del otro lado de la puerta- ¿Ya viste los resultados? ¿Puedes abrirme?

Lo único que Jimin pudo escuchar fue el devastador llanto de su menor que sólo provocó que su corazón tambaleara ante la necesidad de apoyar a su amigo.

-Kook, abre la puerta -pidió en tono suplicante- no estás solo bebé, yo siempre voy a apoyarte.

El sonido del seguro siendo quitado logró relajar al rubio, al abrirse la puerta vislumbró a una masita de lágrimas y mocos con un enorme puchero.

-Salió negativo, Hyung -gimoteó el peli negro abrazándose a su amigo- nunca había estado tan feliz en mi vida, qué hermosa es, estoy agradecido con la existencia.

Yoongi, quien se encontraba en la sala, escuchó perfectamente los parloteos del menor, se abstuvo de soltar una fuerte carcajada y miró hacia el pasillo en donde estaba el baño de invitados.

-Oh mi bebé -Jimin abrazó al chico con cariño y dejaba besitos en su frente y mejillas- Estoy feliz por ti, sé que no quieres tener hijos por el momento, pero ya has aprendido algo, Kookie.

-¿Qué aprendí? -preguntó mirándolo como si tuviera un cuerno en la frente, con las mejillas sonrojadas y los ojos brillosos de felicidad.

-¿Cómo que qué? -el rubio lo miró con enojo- que deberías ser cuidadoso con lo que haces, bebé. Respeto tu libertad, pero ahora debes de comprender que todo puede acabar de un momento a otro.

-Solo tengo que mejorar mis cuidados anticonceptivos, solo usar condón es una burla con los dos sementales que me han estado follando -contestó con simpleza soltándose del abrazo y mirando sus perfectas uñas- ¿te imaginas que tuviese que hacerles estudios a ambos para saber de quién era el niño? -se carcajeó ante la idea- una locura.

-¿Dos sementales? -preguntó Jimin asustado.

-Así es, bebe. Dos. Doble pene, 20 dedos, cuatro manos, dos bocas, mucha libido, por lo tanto, mucho sexo. El doble de orgasmos -explicó, ignorando la cada vez más roja cara de su amigo- deberías de decirle a tu esposo que quieres intentarlo, no te arrepentirás.

Jimin lo miraba entre asustado y asombrado, jamás terminaría de acostumbrarse a la manera de ser de su amigo, sin embargo, ¿quién era él para juzgar?

-En fin, muchas gracias por ser mi apoyo, Minnie -agradeció, recogiendo sus cosas y tirando las pruebas en la basura- tengo una cita esta tarde, disculpa el patético show que hice frente a tu esposo, te llamo pronto.

Jungkook saltó encima de él en un fuerte abrazo. Jimin había sido el único amigo con el que podía contar para todo, a pesar de no compartir la misma opinión en muchas cosas, ambos se apoyaban incondicionalmente.

Una vez que el menor se fue, Yoongi se acercó a su esposo, quien se encontraba sentado en uno de los sillones dobles de la sala mirando hacia la nada, perdido en sus pensamientos y formando un ligero puchero que él se encargó de besar.

-Qué bonita amistad tienes con Jungkook, además de muy madura.

-Es el único amigo doncel que tengo. Bueno, mi único amigo en realidad -se rió con las mejillas encendidas mientras su Hyung lo jalaba hacia él y lo sentaba en su regazo con el pecho en su espalda- Kookie siempre me da buenos consejos, me regaña cuando estoy siendo muy estirado y me quiere tanto como yo a él.

-Me alegra que tengas a una persona así en tu vida -murmuró dejando besitos en la nuca del menor- ahora, ya que nuestro paseo fue interrumpido, ¿no sientes incomoda esa cosa dentro tuyo? Estuve caliente todo este rato pensando en que llevabas un plug puesto mientras te paseabas por toda la casa con tu amigo aquí -confesó en el oído ajeno provocando un cosquilleo en el bajo abdomen de Jimin.

Yoongi lo desnudó por completo comenzando a acariciar la aperlada piel, bajó sus manos hasta los muslos del menor y los apretó separando las piernas y colocándolas a los lados de las de él. Dirigió una pálida extremidad hasta el cuello de Jimin y lo jaló para voltear el bonito rostro y plantarle un beso que se volvió salvaje al igual que sus caricias.

Rozaba la piel desde el cuello hasta el ombligo. Volvió a subir una de sus manos y la posó con la palma abierta sobre uno de los bonitos pezones que se pusieron erectos ante el toque. La otra mano inició con el estímulo en el rosado pene, un lento vaivén de sube y baja que sacaba gemidos ahogados en el rubio.

Yoongi dirigió su boca a la curvatura del cuello del menor dejando besos y succiones que solo intensificaban el momento tan erótico. Jimin se sentía expuesto en la posición en la que se encontraba, el plug se encontraba atrapado entre sus paredes y la mano que lo masturbaba no había parado en ningún momento.

El rubio apretó sus manitas alrededor de los fuertes antebrazos de su esposo y comenzó a gemir con más fiereza. Chorros de semen se esparcieron por el abdomen del menor y el puño del mayor.

-Bien. Ahora a sacarte esta cosa -escuchó decir a su esposo.

Se encontraban dentro de la bañera, relajándose después de unos cuantos orgasmos, Yoongi estaba de espaldas entre las piernas del doncel, tratando de no quedarse dormido ante las suaves caricias del otro en su cabello.

Jimin había estado más callado de lo habitual, por lo que encontró una manera de mantenerse despierto.

-¿Sigues preocupado por Jungkook? -preguntó, acariciando las rodillas a lado de sus caderas con suavidad por debajo del agua.

-Si... -suspiró- Kookie suele meterse en problemas, le gusta demostrar que puede ser rebelde aun siendo un doncel. Pero ¿estar con dos personas a la vez? Me preocupa que quieran aprovecharse de él.

"Es más probable que ese enano se aproveche del idiota de Taehyung y el tranquilo de Hoseok".

-Bueno, cielo, Jungkook es muy joven todavía, pero ya es un adulto, tiene que tomar sus propias decisiones, y si se equivoca, estarás ahí para ayudarlo.

Jimin asintió, aunque el mayor no lo viera y se hizo hacia adelante para besar la espalda desnuda de su esposo.

-Solo espero que con quienes esté, no se aprovechen de sus actos impulsivos.

Yoongi tarareó, con sus propios pensamientos revoloteando en su cabeza.

No le gustaba ser un entrometido.

Pero parecía ser que debía tener una plática con su hermano.