BAÑO.
Era el medio día de un sábado cuando Jimin tomaba un baño. Había salido temprano junto a Jungkook a su sesión de depilación con cera, se habían arreglado las uñas de pies y manos y el menor lo había acompañado a comprar lo necesario para la cena que tenía planeada hacer para su esposo.
Hoy cumplirían 6 meses de matrimonio y él quería prepararle algo bonito a su Hyung después de la pesada semana que el pálido había estado teniendo.
La relación había progresado increíblemente, Yoongi lo trataba con mucho respeto y cariño, aunque en la cama variaba entre tratarlo con fragilidad a lograr volverle loco con cada orgasmo que le provocaba.
Antes de casarse, Jimin pensaba que el sexo era simplemente para darle satisfacción a tu pareja, para desestresarlo y aliviar las tensiones de la semana laboral. Jamás imaginó que él podría disfrutar tanto del contacto sexual, incluso se avergonzaba del tremendo placer que sentía cada que su mayor lo tocaba.
Y es que el menor no lo sabía, pero Yoongi aún no le daba ni la mitad de placer que podría darle. El mayor creía que su esposo aún no estaba preparado para descubrir los actos tan sucios y desvergonzados que él quería probar.
Min salió enfurecido de su empresa, está semana había sido una mierda; no sólo se había estado quedando tiempo extra, también había tenido montones de papeleo que revisar, no tenía tiempo para dormir ni comer como se debía y el sexo había sido nulo pues en la mañana que él se iba Jimin seguía durmiendo como un bebé y cuando llegaba se encontraba tan cansado y harto que solo quería aprovechar las pocas horas de sueño.
Se desató la corbata y la lanzó a la parte trasera de su coche, manejó casi furioso hacia su casa y después de estacionarse entró a su hogar.
Aún era temprano, Jimin iba a salir con su amigo en la mañana por lo que creyó que el menor no se encontraba. Subió hasta su habitación y se quitó el saco mientras buscaba ropa cómoda.
Se dirigió al baño para hacer sus necesidades antes de irse a morir (dormir) por el resto del día. Entró y se topó con una escena caliente. Esa era Jimin dándose un baño.
El precioso chico se encontraba dentro de la bañera que se encontraba llena y con espuma, el agua le llegaba un poco por debajo de las clavículas y su cabeza se encontraba recostada en una toalla que hacía de almohada, se miraba precioso y relajado.
Yoongi se acercó sin hacer ruido y parado junto a la bañera, acarició una de sus mejillas.
-¿Hyung? -susurró el chico adormilado.
-No dormites en la bañera precioso, puedes tener un accidente.
-Lo siento, el agua está tibia y las sales relajantes cumplieron muy bien su función -explicó el chico enderezándose hasta sentarse, Yoongi no pudo pasar desapercibido los lindos botones que se asomaban por encima del agua- Llegas temprano.
-Estaba harto. -confesó con el ceño fruncido, de nuevo recordaba el día de mierda, pero no quiso preocupar a su menor- Creí que hoy ibas a salir con tu amigo.
-Terminamos temprano, Jungkook tenía deberes en casa así que regresé temprano. ¿Ya almorzaste Hyung?
-Estoy a punto de hacerlo -murmuró antes de acercarse a los labios del menor y comenzar una danza lenta en donde no habían integrado a sus lenguas y sólo mordisqueaban los labios del otro.
La manera en la que Yoongi sostenía su mentón le hacía temblar, los labios expertos del mayor se movían con una increíble confianza sobre los suyos y se avergonzaba de sentirse tan caliente tan solo por un beso.
Ambos se separaron cuando el aire hizo falta en sus pulmones y Yoongi se quitó los zaparos, metiéndose a la bañera aún con el traje puesto, provocando risas en el doncel ante su travesura.
-Hyung, ¿qué haces? -preguntó divertido, mientras el mayor continuaba repartiendo besos en su cuello.
-Eres tan hermoso que no puedo resistirme -explicó también divertido, acariciando la piel del doncel bajo el agua, soltándolo un momento para ponerse de rodillas entre las piernas del rubio y alzándose para mirarlo desde arriba, regalándole a Jimin la perfecta vista de su cuerpo enmarcado por las prendas mojadas que fueron retiradas una a una, dejándolas caer pesadamente sobre el piso del baño.
-Estas haciendo un desastre, Hyung -indicó sin poder apartar la mirada de la pálida piel ajena, sintiendo a su cuerpo despertar por ese atractivo hombre.
-¿Celoso? -preguntó, volviendo a inclinarse para poner un brazo alrededor de su cintura y su espalda alta con el otro, levantándolo hasta intercambiar posiciones dejando a Jimin arriba de él con las rodillas a cada lado de su cadera- puedo hacer un desastre de ti también.
Y a Jimin no le quedaba duda de que lo haría, pero se mantuvo en silencio, obsesionado con la piel de su mayor, memorizando los lunares y dejando caricias tímidas a su paso.
Yoongi también le miró desde abajo, disfrutando de tenerlo encima de él, desnudo y mojado, dispuesto a ceder en lo que estuviese a punto de darle.
El mayor no pudo evitar mostrarse sorprendido cuando sintió una dureza rozando su estómago, sabiendo de antemano que era la respuesta corporal de su esposo ante el momento tan grato.
Jimin se dejó guiar cuando Yoongi colocó una mano en su cuello y lo obligó a bajar más el rostro para comenzar a besarlo fuerte, la lengua de su Hyung invadió su boca y las manos ajenas fueron de inmediato a su trasero el cual fue apretado con dureza.
Gimió cuando un dedo se coló en su trasero, siendo incomodo por el agua, pero no importándole cuando Yoongi tomó su pene con la otra mano, comenzando a moverse al mismo tiempo, haciéndole romper el beso para tomar aire, completamente abrumado por el repentino toque.
-Vamos bebé, tócame -pidió, sintiendo su propio pene palpitar ante la vista y los sonidos del chico.
El doncel, obediente como siempre, metió una mano en el agua hasta agarrar el falo de su esposo, el cual se encontraba completamente duro, Yoongi gimió, acelerando el movimiento de sus manos, tratando de mantener sus caderas inmóviles, dejando que Jimin guiara su placer.
Y el menor no lo defraudó, con movimientos torpes, pero deliciosos, movió su mano arriba y abajo, coordinándose con lo que su esposo le hacía, tratando de mantener el ritmo a pesar del placer que amenazaba con cegarlo.
Para sorpresa de ambos, se corrieron al mismo tiempo en las manos ajenas, gimiendo y jadeando, disfrutando hasta el último segundo de placer.
Yoongi sacó sus manos del doncel cuando este se dejó caer en su regazo, sosegado por el exquisito orgasmo.
Oh, que buen remedio para su estrés laboral.
(30/06/21)
Hoy desperté con muchas ganas de actualizar por que vi que muchas agregaron mi historia a sus bibliotecas y me regalaron estrellitas✨
Además que los bebés subieron nuevas fotos conceptuales, estos hombres se están acabando los conceptos del año en un solo comeback JAJAJAJA, los amo🥴
Espero que el capitulo haya sido de su agrado, tengan un lindo día✨
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