Han pasado 3 años desde la ultima vez que escribí, y hoy es un día muy especial, para mí, para Jungkook y para nuestras familias.

Han sido unos años interesantes tanto con cosas buenas, así como con momentos malos.

Hace 1 año a Jungkook le dio pulmonía, fue feo... Realmente la pasamos mal, pero mi Kookie fue muy valiente y salió adelante después de 2 meses de estar en enfermo y con sus defensas bajas.

Agradezco todos los momentos que hemos pasado juntos.

Y si te contara todo no terminaríamos nunca.

Después de largos años de una relación estable, con peleas como cualquier relación, con momentos hermosos, y algunos momentos difíciles.

Hoy me voy a casar.

Ya tengo puesto mi precioso traje, decidimos que utilizaríamos la mitad blanco, y la mitad negro.

Yo llevo la parte de arriba blanca, y los pantalones negros.

Creíamos que así sería mejor en vez de que alguno de nosotros llevase blanco y el otro negro.

Tal vez y no es la mejor decisión, pero nos gustó esta idea.

Bueno, es hora de ir a casarme con el amor de mi vida.

¡Adiós!

Otra vez.

-¡Se casaron! – Gritó Jun saltando de la cama.

Jun estaba más emocionado que Sorn, ya que de tanto que habían leído juntos el diario; Jun se lo imaginaba todo, cada palabra, cada historia que contaba Jimin. Y al fin, se casaron, después de muchas hojas, después de llorar en algunas partes, después de cuestionarse por qué hacía las cosas Jungkook. Al fin se casaban.

-Sigo sin entender, si mis papás se casaron, ¿por qué yo no conocí a mi Papá Kook?, y ¿por qué no podía preguntar por él? – preguntó Sorn formando un puchero en sus labios.

-Hay que seguir leyendo amor, pero al fin – volvió a decir Jun con una sonrisa enorme en sus labios. – Se casaron – soltó un gran suspiro que hizo a Sorn reír.

-Amor, pensé que la ilusionada con todo esto era yo.

-Sí amor – se acercó a Sorn- pero después de tanto tiempo, es bonito ver, en este caso leer, que tus papás se casaron y que no quisieron que uno fuera de blanco que representa a la mujer o en este caso al pasivo, y el otro de negro, que sería lo contrario.

-¿Cómo sabes eso? – enarcó un ceja Sorn

-Es algo obvio amor, en las bodas siempre se maneja así, el ying y el yang. – abrazó a su esposa- pero ahí ambos son ying y yang, pueden estar separados y tendrán una parte de el otro. Están mezclados, son uno solo.

-Vaya Jun, no sabía que eras tan romántico

-Amor, nos queda muchísimo tiempo para conocer hasta los más oscuros secretos del otro.