Charla
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𝑀𝑦 𝑏𝑒𝑠𝑡 𝑝𝑙𝑎𝑦𝑒𝑟
"𝐶𝒉𝑎𝑟𝑙𝑎"
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- ¡Idiota! - Five se sobresaltó un poco al escuchar aquella voz iracunda que parecía provenir de un lugar no muy lejano de su propia ubicación.
Se encontraba en uno de los numerosos pasillos del área exclusiva de los techs, justo donde quedaban los sanitarios.
El castaño estaba a unos pasos de llegar a los baños. Supuso que la voz provenía de ahí.
Al acercarse más escucho claramente un molesto quejido, no le quedó ninguna duda. Llegó hasta la puerta, la cual pudo haber abierto si no hubiese sido interrumpido por unas palabras que lo congelaron en su lugar.
- ¿¡Por qué?!, ¿Por qué de todas tenía que ser ella?, preferiría perder puntos o cualquier cosa antes que tener sentimientos por esa... ¡Agh!
Lo que lo sorprendió no sólo fueron las palabras, sino el haber reconocido al propietario de esa voz. "¿Mitch?" Five se quedó junto a la puerta sin abrirla por unos segundos hasta que la curiosidad le ganó y la abrió sólo unos milímetros, lo que le dio suficiente visibilidad.
Observo al moreno, que estaba de pie frente al lavabo, con una mano masajeando su sien, como si estuviera muy enojado por algo (cosa que realmente era muy usual) e intentara relajarse. No le habría dado mucha importancia de no ser por un pequeño detalle: el chico mencionó las palabras "ella" y "sentimientos", con esto el joven Nieves sacó una conclusión.
"Alguien le gusta" pensó "no, es posible que no. Por favor, estamos hablando de Mitch Williams, ¡el mismo tipo que cree que nadie es digno de ni siquiera tocarle el hombro! , no podría estar enamorado de... "
- ¿Por qué? ¿Simplemente por qué?, ¿no pudo ser alguien más normal que esa niña hiperactiva y loca?. ¡Estoy tan demente como ella por sentir esto!
Se quedó en shock, sabía perfectamente de lo que estaba hablando. Más bien, de quién estaban hablando y eso sólo lo confundió más. Pero después de la sorpresa inicial, pudo pensar con más claridad.
Desde que él y Miko llegaron (hacía poco más de un año) se vieron obligados a convivir con Mitch, teniendo conflictos entre ellos en más de una ocasión, algo que fue disminuyendo con el paso del tiempo, hasta que llegaron a una amistad (o algo parecido). A partir de ese punto, notó la creciente cercanía entre sus dos compañeros poco a poco.
Tenía una pizca de sentido después de todo, pero aún así no lograba concebirlo.
Su mente quedó en blanco, lo cual se convirtió en un problema pues, cuando intentó mirar por la rendija de nuevo, fue golpeado abrumptamente por la puerta.
Cayó al piso, sobre su trasero. Mitch lo miró, iracundo al principio, pero sus ojos se fueron suavizando en cuestión de segundos. Bufo y luego le dio la espalda, alejándose por el pasillo.
Five se dejo caer completamente al suelo, tratando de calmar su agitado pulso. Luego las preguntas invadieron su mente: ¿Por qué no le habría dicho nada?¿Será que lo descubrió?, y si fue así ¿no pudo al menos borrarle la memoria?.
No dispuso de mucho tiempo para pensarlo ya que escuchó la voz de Zahra llamándolo. Se levantó para dirigirse al centro del cuartel, donde se encontró con ella.
- ¿Qué sucede, Za?
- Miko quería hablar contigo. Te está esperando en la puerta de entrada de la tienda.
- Okay, Gracias por decírmelo. Iré a verla.
- De nada - Respondió.
- Oye, por cierto ¿Has visto a Mitch?
- Sí. Phil lo llamó a su oficina, creo que para arreglar eso de las horas extras. ¿Tanto quiere aumentar su XP ese chico ambicioso?
- Bueno... No lo sé. Ya me voy. Te veo luego Zazi - Dijo, dándole rápidamente un beso en la mejilla .
- Si, te veo luego. Mándale a saludos un Miko de mi parte... Adiós.
Zahra se alejo corriendo dejando a Five confundido aunque enternecido por el torpe comportamiento de su pareja.
Se dirigió hacia el lugar indicado por la chica y en cuanto llegó se topó con una Miko absorta en sus pensamientos.
Estaba allí de pie a unos pasos de la entrada de la tienda aún en su bicicleta, con un pie apoyado en el suelo y el otro en el pedal.
Ella no le dirigió la mirada ni emitió sonido alguno, salvo un leve suspiro. Sus ojos, clavados en el horizonte, reflejaban ternura, cómo si estuviera pensando en algo muy agradable, esto también se reflejaba en una boba sonrisa.
El chico la contempló unos momentos, sin entender nada al principio. Luego se hizo una idea de lo que podría estar pasando.
- Ahh... ¿Miko? - La llamó.
No le respondió
- Miko.
De nuevo, ni una palabra.
- Miko.
-...
- ¡Miko!
- ¿Qué, qué sucede? Oh, eres tú Five. Me alegra encontrarte aquí. Creí que te irías con tus abuelos hoy a visitar a tus tíos.
- Me iré mañana. Los convencí para que pudiera quedarme hoy y así despedirme, lo que no pude lograr es acompañarte a ti y a tu familia al aeropuerto. Ya sabes, queda algo lejos y debo cubrir 2 turnos el día de hoy junto con Bergy y Mitch - El castaño pudo notar que el brillo aumentó en los ojos de la pelimorada al momento de nombrar al rubio, en la misma medida en que comenzaba a incrementar el rubor de sus mejillas - Por cierto debo preguntar ¿en qué estabas pensando cuando llegué? Ni siquiera me viste venir o me hablaste - Inquirió arqueando una ceja.
- Si... respecto a eso, yo estaba - Trató de explicar, haciendo un gran espacio entre las palabras que decía - iiiimaginandome cómo habrá cambiado mi antigua ciudad. Sí, eso.
- Concluyó, con una sonrisa nerviosa.
- Hmm. Bien. Hablando del tema, espero que te vaya bien en Toyama. Dime ¿a que hora sale tu vuelo exactamente?.
- Oh, sale a las 8:00 PM. Aún faltan 2 horas y media, pero nos tomará más de una hora llegar al aeropuerto. Sólo ayudaré a empacar unas últimas cosas en casa y luego nos iremos. Como habrás imaginado, vine para despedirme. No sin antes advertirte que no estrenes esa nueva consola sin mí - Dijo mientras le daba un ligero golpe con el codo.
- Bien, bien. Te esperaré, aunque no se si pueda aguantar 3 semanas sin poder usarla - Su falsa cara triste hizo que Miko se echara a reír, Five la imitó.
Una vez que se acabaron las risas, la joven Kubota prosiguió - Bueno, te veo hasta el próximo mes, mi buen amigo - Dijo ella mientras lo rodeaba con sus brazos.
- Adiós. Te extrañare mucho. Espero que te diviertas, dile a tus abuelos que High Five les manda saludos.
- Lo haré.
- No olvides llamar cada noche, y conectarte los viernes para una partida online de Slaugher Race.
- Sin importar el lugar donde esté, te haré pedacitos.
- Ya veremos.
Ambos rompieron el abrazo, Miko miró la puerta de la tienda Hinobi. A continuación, le preguntó con algo de timidez:
- ¿Sabes dónde está Mitch?
- Creo que sigue en la oficia de Phil.
- Rayos. Quería hablar con él. - Su voz sonaba triste.
- ¿Hablar con él? ¿sobre qué?
La tech no tuvo que inventarse una excusa, pues su teléfono sonó en ese preciso instante. Era su hermana mayor Nica, quien le estaba pidiendo ayuda para elegir que ropa podría llevar. No se negó y agradeció poder escapar de aquella situación. Se despidió nuevamente de su amigo y se alejo lo más rápido que pudo en su bicicleta.
"En fin, no era muy importante lo que había para decirle, es... solo una tontería" pensó para sí misma mientras pedaleaba, aunque no se convencía con esta respuesta.
Five volvió a la tienda y se colocó detrás de uno de los mostradores que estaba vacío. Al transcurrir 10 minutos oyó la voz de BITT que los llamaba, acudió rápidamente cruzando el portal en los casilleros y se reunió con sus otros compañeros.
Su jefe llegó con Mitch a sus espaldas, en cuanto éste entrecruzó su mirada con la del joven Nieves, se formó un momento de tensión que se rompió en cuanto Phil habló, dándole la oportunidad a Five de desviar su mirada hacia otro lado y disimular.
En resumen, les explicó que un glitch muy peligroso, con la capacidad de arrojar bombas de gran alcance, estaba suelto por la ciudad y que debían trabajar en equipo para detenerlo más facilmente.
El robot asistente de Phil les dio unas cuantas indicaciones más antes de dejarlos partir. Todos salieron al estacionamiento, listos para abordar sus vehículos. Pero cuando el chico de cabellera alborotada se dirigía a su vehículo, escuchó el sonido de un claxon.
El auto de Williams se estacionó casi frente a él. Su conductor abrió la puerta de su lado izquierdo - Sube - Le indicó, con firmeza y seriedad en su voz - Hoy te llevaré yo.
Five no opuso resistencia. Subió, cerró la puerta y se puso el cinturón. Una vez realizado esto el auto arrancó. Estaba totalmente nervioso (visualizando en su mente lo que podría llegar a pasar) pero logró ocultarlo por un buen rato, hasta que Mitch rompió el silencio.
- ¿Y bien?¿No tienes nada que decir?
- ¿Algo como qué?
- No finjas. Sabes muy bien de lo que te estoy hablando. Escuchaste todo lo que dije, ¿no es verdad?
Un escalofrío recorrió su espalda. Estaba sucediendo lo que él imaginaba, ahora no podía escapar de esa situación. Lo mejor sería afrontarlo. Suspiró antes de dar su respuesta.
- Lo siento - Contestó mientras rascaba su nuca, avergonzado - Sí escuché todo lo que dijiste. Justamente me dirigía a los sanitarios cuando te oí. Lo que decías me pareció algo extraño así que me quedé ahí. Sé también por qué te estabas quejando, o al menos eso creo.
- ¿Y qué es lo que crees?
- Que estabas hablando de Miko - El contrario tragó saliva al escuchar aquel nombre.
Se formó otro silencio, aún más largo que el anterior.
- Bueno - Dijo por fin - De nada serviría negártelo. Al parecer ya dedujiste la situación en tu pequeño cerebro de novato, así que no hay nada que pueda hacer.
Five sintió el impulso de protestar, pero era consciente de que no era el momento adecuado. En lugar de eso le preguntó:
- Eso quiere decir que... ¿te gusta Miko? ¿Realmente sientes algo por ella?
Mitch asintió lentamente con la cabeza como con resignación, sin apartar la vista del camino.
- Wow, de todas las cosas está es la que creí que jamás podría suceder, ni siquiera en un universo alterno.
-¡Te lo advierto Nieves, no divulgues esto con nadie o lo lamentarás! - Lo amenazó con la mirada y apuntándole con el dedo.
- Está bien, está bien. No lo haré - Dijo, algo asustado por la furia con la que habló.
Five calló y miró a través de la ventana, tratando de digerir todo lo que escuchó. Se quedó así un rato, dudando acerca de sí debía o no hacer la pregunta que se estaba formulando en su mente. Al final decidió que sí, pero antes quiso decirle algo.
- Mitch, ¿para qué me trajiste aquí exactamente? No creo que solamente haya sido para darme una advertencia - El tech de piel oscura se tensó en su lugar, cosa no pasó desapercibida por él, lo que lo motivo a seguir hablando - Creo... que lo hiciste porque quieres hablar sobre esto - Five lo miró. Pudo ver que su rostro intentaba reprimir alguna emoción. - Pudiste simplemente haber hablado conmigo. Somos amigos ahora, así te parezca o no. No importa que tanto nos hayamos odiado antes, puedes confiar en mí. Si algún día necesitas desahogarte, puedes hacerlo con Miko o conmigo. Deja de fingir que no necesitas de nadie.
Mitch miró la pantalla que indicaba que se aproximaban a su destino, estaban a tan sólo unos minutos de llegar. Masajeo su sien con una de sus manos, reuniendo el valor que necesitaba. Todo lo que le había dicho era verdad, lo sabía, pero aún no era muy bueno expresando sus emociones con otras personas.
- Es la primera vez... - Dijo en cuanto se detuvieron frente a un semáforo en rojo - que me enamoro de alguien.
Five se quedó callado, esperando a que prosiguiera.
- Cuando la conocí, creía que era una niña descerebrada, lo mismo pensaba de ti, pero siento admitir que ustedes fueron los primeros amigos que tuve, después de mis hermanos.
Hizo una pausa, posteriormente continuó.
- Luego de que nos volvimos "compañeros de equipo" fui conociéndola mejor. Pasamos muchas cosas juntos. Es tan alegre, bondadosa y entusiasta que yo... desearía que no cambiará jamás - Su mirada se suavizó bastante, e incluso estaba hablando con un tono diferente de voz, sonaba como si en realidad estuviera enamorado.
"¿¡Acaso estoy soñando?! ¿En serio puede sentir algo así por una persona?, esto es más increíble que llegar al nivel final de Elevator Action, incluso me da un poco de miedo" pensó.
-De cualquier forma, estoy seguro que no siente lo mismo y que nunca lo hará.
Five entonces se animó a hacer su pregunta.
- ¿Cómo lo sabes? ¿Acaso no vas a decírselo?
- No creo que quiera salir con un tipo tan "narcista e insoportable" como yo.
- No eres ninguna de esas cosas, o al menos ya no.
-...
- Mira, se que te parecerá extraño, pero he notado cambios en ella y también en ti desde hace algún tiempo. Miko se pone aún más alegre cuando tú estas cerca, habla sobre ti con frecuencia y cada vez que lo hace su mirada se pierde. ¡Incluso se puso de mal humor cuando te vio hablando con Nica en una ocasión!
Mitch lo reflexionó un instante. Tal vez podría tener razón.
- Al principio no lo entendía, pero ahora se que ambos tienen exactamente el mismo dilema. También sé que no saben cómo expresar sus sentimientos, créeme. A mí me costó mucho poder hablar con Zahra y de hecho creí que iba a rechazarme, pero no lo hizo y ahora es mi novia. Pude lograrlo porque lo intenté y no dejé que todo se quedara igual. Lo mismo te recomiendo a ti - Five le puso una mano en el hombro, con gentileza - Dile. No puedes rendirte sin intentarlo antes.
El rubio asintió ligeramente y por primera vez compartieron una pequeña sonrisa. Five bajó su mano y en ese momento la pantalla sonó, indicando que el glitch a combatir estaba a unos metros de ellos.
Activaron sus brazaletes, adquiriendo instantáneamente sus trajes techs. Estaban dispuestos a salir de la furgoneta cuando, de pronto, un pequeño hombrecito hecho de píxeles apareció a una distancia no muy lejana.
Ambos vieron cómo éste colocaba una esfera de tamaño regular y luego se alejaba rápidamente, fue entonces cuando reaccionaron.
Bajaron del vehículo y corrieron lo mas que pudieron a una velocidad supersónica. A los pocos segundos escucharon un fuerte estallido y vieron como el fuego se extendía por la carretera que habían dejado atrás, ignorando los edificios y las aceras. Para la suerte de ambos, las llamas no alcanzaron a quemar la furgoneta.
- Bomber Guy - Dijo Five, con un toque de suspicacia.
- Odio los clásicos - Afirmó con arrogancia el rubio, mientras sacaba una enorme arma para detener al glitch.
Los dos esperaron a que se apagara el fuego y, una vez que sucedió, procedieron a buscar al glitch. Los brazaletes estaban fallando de nuevo, por lo que no lograban dar con su ubicación exacta.
- Será fácil encontrarlo, de todas formas no pasará mucho tiempo antes de que provoque otra explosión - Comentó Five. Al terminar la oración se escuchó una a la distancia - ¿Ves?
- Bueno, entonces hay que darnos prisa. ¡Vamos!
Se apresuraron a llegar a donde estaba el personaje, en el camino se encontraron con Zahra y Haneesh quienes acababan de llegar.
-¿Y ustedes dónde estaban? - Preguntó Mitch.
- Disculpa el retraso. Nuestra furgoneta tuvo problemas para teletransportarse otra vez - Dijo Haneesh mientras corría.
- Como sea. Lo importante ahora es capturarlo. Five, creo que tu conoces bien el juego ¿tienes un plan?
El nombrado se asombró ante las palabras del tech. Le estaba dando la oportunidad de participar diseñando un plan, cosa que no había sucedido antes. Lo miró y pudo ver que hablaba con sinceridad, sin alguna otra intención. Asintió con la cabeza y sonrió.
- Haneesh, una vez que nos acerquemos escanea al glitch para saber a qué nos estamos enfrentando.
- Desde luego - Respondió éste.
- Zahra, Mitch. En el juego, Bomber Guy tiene la habilidad de crear bombas para quemar a sus enemigos, pero no es inmune a estas. Si lo acorralamos no tendrá por donde escapar, no podrá atacarnos porque se pondría también en peligro y no tiene habilidades de teletransportación.
- Sólo hay que buscar un lugar donde podamos atraparlo - Dijo Zahra.
- Cómo un callejón - Agregó Mitch, mientras se detenían frente a la entrada de uno.
- Muy bien techs, ya tenemos un plan.
Otra explosión llenó de sonido el lugar. Las llamas casi habían llegado a ellos. Desde donde estaban pudieron ver al hombrecito, por lo que corrieron para alcanzarlo.
- Five, ya terminé de escanearlo. Es un tipo de glitch que convierte objetos comunes en cosas de su juego, como las bombas ¿has visto de donde las saca? - El joven negó con la cabeza - Pues seguramente recoge lo que encuentra y lo transforma.
- Bien, cambio de planes. Lo mejor no será acorralarlo, sino simplemente rodearlo. Una vez que ese pequeño tenga las manos vacías tendremos que bloquearle la salida. Sólo es cuestión de esperar.
Los Techs alcanzaron a acercarse más a su objetivo después de que las llamas se disiparon. Para poder tomarlo por sorpresa, se escondieron detrás de la pared de un edificio.
- Me pregunto por qué se limita a dañar la carretera. No he visto que incendie algún edificio - Dijo Zahra entre jadeos de cansancio.
- Posiblemente sea por su código de juego - Le respondió Mitch - Eso hará las cosas fáciles.
Five se asomó. Al ver que el glitch estaba cerca y sin ninguna munición les hizo una señal a su equipo para que avanzaran - Hay que dividirnos - Propuso - Zahra, Mitch ustedes le bloquearan el paso desde aquí, mientras Haneesh y yo nos dirigimos lentamente hacia el otro lado ¿De acuerdo?
Todos asintieron. Los dos techs se dirigieron del otro lado, para su suerte el personaje no se movió de su lugar, ya que estaba creando otra bomba con un trozo de papel de periódico. Actuaron rápido. Se acercaron a él por detrás, en medio de una carretera. El bomber quiso huir tomando una intersección, pero Zahra y Mitch le cerraron el paso. No había callejones o alguna posible salida cerca.
Le apuntaron con sus guantes y le dispararon. El glitch volvió a su forma de raíz. Con un ademán de cabeza el rubio le indicó a Five que lo tomara y así lo hizo, dirigiéndole una sonrisa como agradecimiento.
Restauraron todos los daños que habían quedado, le borraron la memoria a unas pocas personas que lo habían precensiado todo y finalmente subieron de nuevo a sus vehículos.
El castaño reviso la hora en su reloj y, de pronto, tuvo una idea.
- Vaya, son las 6:30 y la familia de Miko se irá a las 6:45.
- ¿Qué no te has despedido de ella?
- Claro que sí, pero al parecer tú no.
- No es como si quisiera despedirme - Dijo Williams, con un tono de tristeza en su voz apenas perceptible, aunque en el fondo el sentimiento era profundo - Es mejor...dejar las cosas así - Encendió el auto y se pusieron en marcha.
- ¿Ya te mencioné que quería hablar contigo?
Mitch frenó de golpe y le dirigió una intensa mirada a Five.
- ¡¿Qué ella qué?! ¿Es enserio? - La respuesta de su compañero fue afirmativa. Se quedó pensando. - Pues yo también tengo cosas que decile - Dijo con decisión. Después arrancó de nuevo la furgoneta, con más velocidad que antes.
- ¡No llegaremos a tiempo! - Exclamó el tech de cabello
esponjado - ¿Por qué no simplemente abres un portal y ya?
- Porque a Haneesh y a mí se nos averiaron un poco las furgonetas, es muy probable que si intento teletransportarla se quedará atorada.
- Pues es nuestra última opción, quedan 10 minutos y a este ritmo llegaremos en 20. Dime ¿te arriesgas?
Mitch bufó, pero le hizo caso. Activó un portal a unos pocos metros de él. Cerraron los ojos con la emoción al tope, preparándose para lo peor, pero lo que sucedió fue que aparecieron en una calle cercana a la residencia Kubota.
Five, quien ya conocía esas calles, le indicó por donde ir. Al cabo de un par de minutos ya se encontraban fuera de la casa.
Ellos aún estaban ahí, subiendo unas cajas a la parte trasera del auto. Sólo vieron a Nica y a Geoffrey en la parte de afuera ayudando en esa tarea. Lee y Lexi estaban dentro del auto junto con las mascotas. Las voces del par de adultos se escuchaba dentro de la casa. Ni rastro de Miko.
Ambos bajaron. Five le indicó a Mitch que lo esperara, éste asintió con la cabeza y recargo su espalda en el vehículo. El mejor amigo de la pelimorada se acercó a la mayor de los hermanos y le preguntó por ella.
- Debe estar en su habitación buscando no sé qué cosa - Le respondió - Ha estado retrasandonos toda la tarde. Debimos irnos hace media hora, pero puso excusa tras excusa para que no nos fuéramos. Supongo que esperaba que vinieras o algo así, pero no quiso decirnoslo.
- Creo que no es a mí a quien quiere ver.
- ¿Entonces a quién?
Él se quedó pensando un momento - Nica, ¿podrías ir a buscar a Miko? Tiene un asunto pendiente. Después de esto finalmente podrán irse.
La castaña asintió dirigiéndose a la entrada de la casa. Unos momentos después salió acompañada de su hermana.
- ¡Miko!
- ¿Five? ¿Qué estás haciendo aquí, no deberías estar en el trabajo?
- Hay alguien que quiere hablar contigo. Ven, sígueme.
La joven obedeció, un poco confundida. Fueron hacia el otro lado de la furgoneta, donde se encontraron con el tech que, al ver a la chica comenzó sonrojarse.
- ¿Mitch...?
- Los dejaré solos - Dijo Five, separándose del par.
Una vez que estuvo lo suficientemente lejos, Miko rompió el silencio.
- ¿Querías hablar conmigo?
- Tú también querías hacerlo.
- ¿Five te lo dijo? - El moreno asintió. Ella comenzó a jugar con su cabello, indecisa sobre lo que debería decir - Mira, no era nada importante, solamente... Ahh. Quería despedirme - Mintió, aunque no fue buena para disimularlo.
- Ya veo. ¿Sólo despedirte?
- Sí, aunque...
- Porque yo no he venido a eso exactamente - La interrumpió, luego inhalo profundamente antes de volver a hablar - He estado, queriendo decirte algo pero no sé por dónde empezar. Yo... hace tiempo que nos conocemos. Hemos trabajado, convivido juntos estos meses y... ¡Ahg! Comencé a sentir algo por ti ¿De acuerdo?
La chica pestañeo, mientras que el rubor invadía sus pómulos - ¿Te gusto? - preguntó torpemente.
- Sí, mucho - Admitió bajando un poco la cabeza.
Se quedaron callados un momento.
- Únicamente quisiera saber tu respuesta. No te molestare más si así me lo pides - Dijo Mitch.
- ¿Y... si no te lo pido?
Levantó nuevamente la vista, mirando los ojos de ella, llenos de fulgor y su amplia sonrisa.
Ambos se acercaron un poco más. Justo en ese momento se escuchó el sonido de un claxon.
-¡Miko!, ¿Dónde estás?. Ya es hora de irnos o perderemos el vuelo - Gritó el padre de la familia, desde el interior de su auto, por la ventanilla.
La tech dejó ver toda su frustración en su cara - ¡Ya voy! - Gritó desde donde estaba - Amm, me tengo que...
- Lo entiendo.
- Bueno, pero creo que esperarán un minuto más.
- ¿Qué? - Alcanzó a decir, antes de ser sujetado de la cara por Miko.
- Mitch Williams, me iré por tres semanas y esta será la última vez que nos veamos hasta entonces. ¿Crees que dejare las cosas de esta manera?
No tuvo oportunidad de responder.
La chica se armó de valor y lo besó. Él le correspondió y así permanecieron por unos segundos hasta que fueron nuevamente interrumpidos por el insistente sonido del claxon.
Ambos se separaron, Miko aún sostenía su rostro.
- Hasta luego Mitch - Dijo ella, soltandolo por fin - Te extrañare mucho.
- Yo también lo haré, Me-KO. Y cuando regreses, te estaré esperando en el arcarde para una tarde de juegos.
- Es una cita - Confirmó, para luego dirigirse hacia el vehículo familiar.
Five, quien estaba viendo la escena escondido en un arbusto, chillo de emoción.
- ¡Genial! -Dijo en tono triunfal.
- ¡Lo sabía! - Escucho una voz femenina, se asomó y vio que en el arbusto de al lado estaban asomados Zahra y Haneesh.
- ¿Y ustedes cómo llegaron aquí?
- Ah, Five. Pues, logramos arreglar la furgoneta y vinimos a despedirnos. Pero luego vimos a esos dos y queríamos... No sé ¿Saber que pasaría?. Oye, no es para nada espionaje.
El joven Héctor rodó los ojos, luego salió de los arbustos e invitó a los otros dos a salir también. Se acercaron disimuladamente a dónde estaban todos y se despidieron de Miko antes de que entrara en el auto.
En cuando entró fue atacada por Nica y Lexi, quienes le hicieron preguntas por sus mejillas sonrojadas. Ella solamente suspiro como repuesta y no dijo nada más.
El coche arrancó. Miko miró por la ventana trasera y vio a Mitch quien se despedía con un ademán de la mano.
Sonrió bobamente y no regresó a su lugar hasta que lo perdió de vista.
Los cuatro, una vez que todo quedó en silencio, se dispusieron a irse. Mitch se ofreció a llevar a Five y ambos subieron al vehículo.
- Tenías razón - Dijo Mitch.
- Entonces... ¿Ella te aceptó? - Preguntó, aunque claramente ya lo sabía todo.
- Algo así.
- Me alegro por ti amigo.
- La invité a una cita para cuando regresara, pero no estoy seguro de que hacer para impresionarla.
-Tienes suerte de que sea su mejor amigo, creo que podré darte unos cuantos consejos.
Mitch sonrió - Gracias, por todo.
- Aún no me agradezcas, pero de nada.
Ambos se abrocharon sus cinturones, y comenzaron el camino de vuelta a la tienda Hinobi.
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