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Capítulo 35(Final)

Créditos del capítulo para: JKJMSHIP.

(Lean el anuncio al final del capítulo, gracias)

Los atardeceres en Londres son mágicos y únicos, pero verlo en el pintoresco barrio de Westminster era surrealista. Los colores más hermosos en el cielo se daban allí; rosado, naranja y hasta morado muchas veces.

Las tardes eran las favoritas de Min-Ki, el pequeño bebé de Jimin y Jungkook.

La brisa fresca y suave movía sus pequeñas hebras azabaches mientras le hacían cosquillas en su frente. Reía y se acurrucaba para dormir en el pecho de su padre, en donde descansaba cómodamente y sin ninguna preocupación.

Jimin por otra parte, se sentía pleno y feliz. Hace pocos meses que se habían mudado a esa casa, en dónde realmente se respiraba la paz.

El chico rubio finalmente había logrado dormir a su pequeño cuando de momento, escucha un auto acercarse. De inmediato su cuerpo se puso en alerta, pues nadie acostumbraba a visitarlo a esa hora. Se levantó protegiendo al bebé en su pecho sin moverse de su lugar.

La puerta trasera del auto se abrió, y de este sale un hombre con cabellos color azabache, alto, imponente y muy guapo, quien comenzó a caminar hacia el rubio en tanto este retrocedía.

—— Hey mi Mimi ¿Estás huyendo de mí? Soy yo, acércate — mencionó el pelinegro aproximándose a Jimin.

—Oh Kookie eres tú, regresaste —emocionado corre hacia él, cuidando el pequeño que llevaba entre sus brazos...

—Oh mi amor — lo agarra de la cintura e inmediatamente lo llena de besos suaves pero demandantes. Entre medio de ambos, su bebé ni siquiera se inmutó por el ligero escándalo— Ya estoy aquí y jamás nos vamos a alejar, te lo prometo.

—No te vayas más, por favor — Jimin abrazó a su pareja con fuerza, e inhalo aquel aroma tan exquisito que mágicamente lograba tranquilizarlo.

Un encuentro anhelado y lleno de amor, en donde luego de un par de besos y pasear por el jardín con el pequeño entre los brazos de Jungkook, culminaron en la habitación de ambos para acostar a su ya dormido primogénito. Todos los guardaespaldas y niñeras les dejaron su espacio.

Min-ki aún balbuceaba y se reía como todo un angelito, y JK sintió la necesidad de tatuarse en su piel la imagen de su niño, y no olvidarla nunca.

Llegaron a la habitación, acostaron a su pequeño en la cuna, quien siguió descansando tranquilamente.

Se abrazaron con más ganas que nunca, para luego continuar con besos traviesos y caer como dos chiquillos adolescentes en la cama.

Jungkook tenía planificado una sorpresa para Jimin, pero aquello podía esperar un poco más.

— Abre tus labios y déjame entrar precioso. Deja que sea yo quien sacie la sed de tu boca, que sean mis labios los que den abrigo a los tuyos, y que sea mi cuerpo el que se aproxime al tuyo para que el aire no pueda pasar — el pelinegro estaba cual Romeo, poético y seductor.

Jimin mantenía los ojos cerrados mientras se besaban, y Jungkook por su parte, no podía cerrar los suyos pensando en todas las semanas que anheló este momento.

Siquiera se permitía parpadear, pues sentía un gran temor de que todo fuera un dulce sueño en el que despertaría en cualquier momento.

No obstante está junto a él, y su calor corporal y besos candentes son suficientes para probar que se encuentra viviendo la más hermosa realidad.

Jimin entregándole su cuerpo a la vez que JK quiere entregarle el suyo. A través de su camisa nota como se marcan sus aureolas color chocolate, que pujan por ser liberadas. Su diminuto y provocativo short, que marca aún más las curvas de su maravilloso cuerpo escondido bajo la molesta ropa.

Jungkook desliza sus manos a través de la camisa de Jimin, dejando caricias sobre su espalda con la punta de sus dedos, mientras sus bocas siguen jugando para que su sed sea saciada. Remueve de inmediato la parte superior, y sus pezones duros y llenos de poder, solo desean ser atrapados por la boca del pelinegro, para recibir el calor de su aliento.

Seducidos por estos, Jungkook se encorva para poder llevárselos a la boca; primero uno y después el otro. Jimin aprovecha para retirar la camiseta de Jungkook y acariciar así su espalda.

JK por su lado, levanta la mirada y    observa al rubio con admiración y amor. Su chico es el más hermoso del universo, y ahora tiene la dicha de llamarlo suyo.

Desprotegido de la cintura para arriba y con una mirada ardiente, sus labios llaman a los suyos nuevamente, y de esa manera vuelven a protegerse del frío cuerpo con cuerpo.El calor que emanan hace que el resto de la ropa les esté sobrando.

Aquella noche hicieron el amor con necesidad, lujuria, y mucha pasión. Sin embargo la suavidad y delicadeza en sus toques, demostraba el amor y el deseo que jamás se acabaría.

Con una ducha larga juntos llena de besos y caricias inquietas, se durmieron esperando que el resto del día fuera mucho mejor.

Al despertar ambos Min-Ki no se hallaba en la habitación, pues seguramente se encontraba con Rosé cenando. Así que era hora de ellos irse también.

—Mi amor, quiero que vayamos a cenar a un lugar bonito al aire libre ¿Te alistas para ir? — Sonríe Jungkook dejando númerosos besos en las mejillas de Jimin.

—¿Vamos a llevar al bebé? — cuestiona Jimin— ¿Quieres que me ponga muy bonito, o solo casual, mi chico de ojos negros? —Sonríe.

—Siempre eres hermoso mi príncipe— Jungkook colocó ambas manos en la cadera de su pareja— pero esta noche deseo que estes completamente bonito mi amor, es nuestra primera noche juntos después de 4 semanas —Sonríe nuevamente— y no te preocupes, vamos a dejar al bebé con Rosé, pero protegido, te lo prometo — con un beso largo en aquel puchero tierno e hipnotizante, finalmente tranquiliza al pequeño rubio.

Horas después Jimin y Jungkook estaban listos para su velada romántica. Jungkook ya tenía todo bajo control, el lugar de la cena y el otro lugar especial para su amado rubio.

Se marcharon, pero el bebé Min-Ki quedó custodiado por Rosé, la niñera, diez guardaespaldas y tres perros guardianes. Aunque aquello no fue suficiente para que Jimin se quedara más tranquilo. No se sentía bien dejándolo solo, pero Jungkook le prometió que iba a estar muy bien, y el confiaba plenamente en la palabra de este.

Salieron rumbo al centro de Londres. Su primera parada “Sea Containers”, es uno de los restaurantes top de la ciudad gris. Con una decoración inspirada en la Edad de Oro de los viajes transatlánticos, ofrece lo mejor de la cocina estadounidense y británica en Southbank.

¿Lo que más le gustó a Jimin? Sus vistas al río Támesis.
La noche no acababa allí, así que después de una rica comida, tomados de la mano caminaron por las calles de Londres. Los guardaespaldas siempre en compañia, pero dejándoles su espacio.

Llegaron al famoso “London Eye”, Jimin estaba maravillado, pues era la primera vez que visitaba el lugar, ya que siempre lo veía desde el auto en sus incontables visitas a Inglaterra.

Jungkook reservó una cápsula privada, tenía un ambiente íntimo muy por encima del Támesis. Estaba nervioso porque a pesar de que su Mimi no es exigente, sorprenderlo no es nada fácil.

Unas vistas increíbles abrazados como la escena de Jack y Rose en la proa del Titanic, formaron una conversación tranquila de todo lo que hicieron mientras estuvieron lejos uno del otro, hasta que el momento llegó.

JK nunca sentía nervios por nada, no conocía el significado de miedo. Es un ex mafioso muy temido por su mismo círculo, y quien diría que cuando se enamorara iba a ser la persona más tímida y nerviosa del mundo.

Jamás se imaginó haciendo esto, es más, nunca pensó en casarse. Pero allí estaba, parado frente a Jimin, descansando una rodilla sobre el piso empezando a rebuscar entre sus bolsillos y tartamudeando antes de decir la gran pregunta.

En ese punto Jimin ya se encontraba llorando...

—Jimin, tú me has enseñado a vivir cada día como si fuese el último y a no tener miedo a soñar con un futuro mejor. Me has ayudado a cambiar mi mundo y a descubrir una realidad alegre y una vida llena de colores — limpió sus lágrimas con delicadeza— ¿Sabes? Cuando un pingüino conoce a su pareja lo hace para toda la vida, así que quiero preguntarte…¿Quieres ser mi pingüino? — Coloca un hermoso aro de oro, rodeado de diamantes color turquesa— ¿Te quieres casar conmigo? 

—Oh Dios mío Jungkook, claro que sí acepto — observó con ojos cristalinos su mano izquierda y se fundieron en un beso lleno de alegría, de amor y complicidad.

Terminaron su vuelta en el London Eye con un Jimin emocionado y ya planificando todo para su matrimonio con el amor de su vida.

Y así fue, Jimin estuvo por los próximos tres meses planificando su maravillosa boda, escogiendo meticulosamente el lugar de la cena preboda, la recepción de la boda, el catering, los trajes que iban a usar, los colores, sabor del pastel, la decoración y, miles de cosas.

Las invitaciones, Jimin estuvo dos meses escogiendo el diseño perfecto, pero le tomó tres, escoger esa frase de amor que iba a estar plasmada en el fino papel.

La lista estaba hecha y a pesar de lo poco que llevaban en Londres, la lista ascendió a trescientos invitados.

Jimin con Jungkook, estaban confeccionado sus trajes de boda a la medida y exclusividad, por el diseñador Sarah Burton at Alexander McQueen. El pequeño Min-Ki no se quedó atrás, ya que le mandaron a realizar su traje igual al de su papá Jungkook.

Todo ya estaba listo.

A dos días de la boda viajaron a Escocia, en donde jurarian su amor eterno, y un día antes ya estando en el bello país, hicieron el famoso “rehearsal dinner” de una forma muy escocesa al cual le llamaron “Afternoon Tea”, solo eran dieciocho invitados, entre la familia y amigos cercanos.

Se trató un compartir entre té blanco, rojo, verde o negro, pequeños sándwiches de sabores y un repertorio de dulces que tentarán hasta al menos goloso. Pasaron una grandiosa tarde juntos entre conversaciones, risas y ricos sabores.

¡Llegó el gran día, en Tierras Altas de Escocia!

La boda entre Jimin y Jungkook.
También solo imaginen intercambiar votos en medio de los impresionantes paisajes de las Tierras Altas escocesas, con sus escarpadas montañas, serenos lagos e históricos castillos, era exactamente lo que estaban experimentando la bella pareja.

Esta región ofrece un romántico escenario para la boda de ensueño que ellos querían.
La ceremonia fue emotiva, con unos votos increíbles, una felicidad deslumbrante y las campanas de boda llenando el cielo del atardecer, sonando desde el campanario de la catedral.

En el Castillo de Eilean Donan, el lugar de boda al aire libre fue el patio, con vistas al agua y a las montañas, un entorno idílico que nunca olvidarán. Tras la ceremonia este castillo ofreció una Sala de Acantonamiento para una recepción con champán, donde pudieron tomar copas en el exterior y disfrutar de la vista del sol que comenzaba a descender en el cielo sobre las tierras altas, mientras los novios se hacen fotos.

Una de las vistas más hermosas de toda Escocia se obtiene desde el puente que une Eilean Donan con tierra firme, razón más que suficiente para que Jimin escogiera celebrar aquí su boda.

Jimin y Jungkook dijeron el "Sí, acepto", bailaron toda la noche y se despidieron de sus invitados.

Ahora es el momento de disfrutar de un tiempo de calidad a solas como pareja, no sin antes dejar muchísimo más custodiado a su bebé Min-Ki, para que nada le pasase, aunque iba a ser una corta, pero maravillosa luna de miel.

Los recién casados lo que querían era: recorridos panorámicos por las montañas, sentarse a cenar a la luz de las velas en restaurantes de cinco estrellas, explorar algunos de los sitios más históricos del Caribe o simplemente disfrutar de un paseo por la playa al atardecer.

Ambos iban a ser esa pareja aventurera que no habían tenido la oportunidad de ser. Les espera la emoción de las actividades llenas de adrenalina, como el buceo, la tirolesa y montar a caballo. Y como la relajación estaba en su agenda, iban a descansar en una silla de playa con los pies en la arena, antes de disfrutar de un masaje en pareja en uno de los spas de clase mundial.

Por eso dejaron que la pasión de Puerto Rico prepárese el escenario para su luna de miel romántica que ellos recordarán para siempre.

Después de un viaje largo y agotador, se dieron un baño, disfrutaron de una exquisita comida, un masaje en el spa y finalmente regresaron a su suite en el hotel para descansar, pues le esperaban unos días lleno de adrenalina y disfrute.

La noche se cernía entre ambos cuerpos y no tan solo la oscuridad era lo que rodeaba su piel, un ambiente cálido lleno de deseo y de un aroma de dos cuerpos que se buscaban. Ellos no esperaban que pasara nada aquella noche, pero no pudieron controlar el libido que de sus cuerpos emanaba.

Cansados iban a consumir el matrimonio con fervor y júbilo, mientras que sus corazones latian desenfrenados.

Los dedos de Jungkook acariciaban con ternura la espalda de Jimin desde los hombros hasta donde la espalda pierde su nombre y donde tropezaba con una diminuta prenda que se había resistido a la hora de desnudarla. Sus dientes marcaban en el cuello de Jimin el lugar donde las venas se inflamaban de pasión, su lengua inquieta jugaba con el lóbulo de su oreja.

Jimin tan solo se dejaba hacer.
El calor de la habitación iba en aumento y mientras Jungkook se deshacía de su ropa, Jimin acariciaba el torso desnudo de donde antes había estado su camisa. Sus lenguas enzarzadas en una disputa mientras las manos de Jimin ayudaban a dejar completamente desnudo a aquel ser al que amaba con locura.

En el momento en el que Jimin se desprendía de la última prenda de Jungkook, agachado y a la altura de sus ojos aparecía el imponente miembro que cabeceaba pidiendo consuelo de la soledad a la que se había visto abocado hasta entonces. Lo hizo suyo y con movimientos diestros empezó a masajear de arriba a abajo aquel músculo que solicitaba guerra a gritos.

Con un suave desliz quedó dentro de su boca, y con su lengua ágil lo recorrió en círculos haciendo que Jungkook gimiera por primera vez aquella noche. Jimin sabía muy bien lo que hacía y él lo agradecía con caricias a lo largo de su pelo.
El pelinegro se tumbó sobre la cama sin dejar de recibir placer y buscando la postura idónea que le permitiera dar lo que estaba recibiendo.

Ambos terminan de lado, con sus manos ocupadas y sus lenguas ayudando en aquel frenesí del que estaban siendo participes. Los dedos de Jungkook entraban y salían del apretado recto cada vez más húmedo de Jimin, y su lengua se aferraba al botón de placer que su rubio tenía entre las piernas.

Jimin soltó por un momento el miembro de Jungkook, para poder expresar el primer gemido de él en esa noche en la que el destino quería verlo gozar en manos de su hombre para enseguida volver a posar sus labios sobre el miembro hinchado y anhelante de calor.

Tras unos minutos de inconstantes jadeos Jimin rogó que lo penetrara, que no podía aguantar más y que deseaba tenerlo dentro.

En un ágil movimiento Jimin terminó encima de Jungkook, entre sus nalgas estaba el miembro que no había perdido ni un solo ápice de erección desde que había sido liberado, y sabiamente Jimin lo hacía resbalar entre sus nalgas sin poder más, y con otro ágil movimiento introdujo toda la grandeza del miembro dentro de sí.

Los movimientos circulares y sus idas y venidas provocaban que sus gemidos estuvieran acompasados. Jungkook miraba a los ojos de Jimin, y Jimin a los ojos de Jungkook. No eran capaces de reconocerse en aquel momento, no eran dueños de sí mismos y la lujuria y el placer se estaban apoderando de ellos, lo que hacía que sus movimientos fueran cada vez más rápidos.

Una pausa para recuperarse y Jungkook lo invitó a tumbarse delante, y mostrando poca clemencia lo penetro.

Las uñas de Jimin se aferraban a su espalda y sus dientes a su cuello dándole más razones para no separarse de Jimin, Jungkook entraba y salía del recto húmedo y palpitante que Jimin le ofrecía y Jimin se aferraba al miembro de Jungkook con todos sus músculos en tensión.

La mano de Jungkook había encontrado la manera de llegar de nuevo al miembro de Jimin y con movimientos circulares lo hacía derrotarse ante él. El ambiente estaba cargado de calor y humedad de los cuerpos transpirando el sonido de los jadeos que cada vez era mayor. Hacía vislumbrar que el final estaba cerca. Los movimientos más acelerados proveían lo inevitable.

Jimin gritó sin poder contenerse mientras Jungkook hacía su última embestida. Quedaron en la cama uno al lado del otro con las miradas cruzadas:

—Te amo mi eterno mafioso —Sonríe y lo besa.

—Yo te amo más mi hermoso bailarín—

Al poco tiempo, se rindieron ante el sueño, se echaron a dormir en las manos de Morfeo, felices y muy contentos.

Una semana después Jimin y Jungkook disfrutaron de las bellas playas y lugares de Puerto Rico. Su hijo y su vida en Londres los esperaba, pero fueron unos días maravillosos que luego repetirían en otro lugar del mundo.

Ambos junto a su pequeño Min-Ki estaban viviendo una vida normal y tranquila en Inglaterra. Tenían sus preocupaciones, pero el bajo perfil de Jungkook y la seguridad ayudaban a que todo esté bien.

Jimin se dedica todo el tiempo a su pequeño bebé, ejerciendose como un maestro en casa para él y eso lo hacía sentir realizado como padre. Jeon por su lado, tenía una empresa desligada a la mafia, así que sus ingresos provenían de negocios legales y prósperos.

En el tiempo que estuvo en Corea, el ex mafioso logró fundir en la cárcel al papá de Jimin, sin fianza y sin derecho a salir bajo palabra. Una cadena perpetua fue lo que se ganó después de tanto daño.

Fue noticia internacional, en donde todo el mundo se enteró de las barbaridades que hacía ese antes respetado hombre, dueño de incontables fraudes y negocios ilegales. Todo cayó por su propio peso.

Ahora todos estaban felices, los enemigos desparecían, ya la familia de Jungkook poco a poco se iba desligando de la mafia y todo iba encajando muy bien.

La vida te da muchas enseñanzas. Muchas se ganan y muchas se pierden, pero más se obtiene cuando vas por el camino correcto. Y aunque a veces se que está a punto de perder un negocio, un ser querido, o la vida de uno mismo, hay que valorar el tiempo que estamos en este mundo terrenal por una razón. Que si tienes a quien amar, no arriesgues su vida por nada, solo amalo, cuídalo y aléjate de lo mal que estes haciendo.

Jungkook aprendió que el poder, el odio, el dinero, el narcicismo, la mafia y todo ese mundo de mierda en el que estaba no le daban la felicidad. Solo le bastó un acontecimiento. Enamorarse de un joven bailarín lleno de sueños que alguna vez corrió peligro junto a su hijo, para que él reflexionara a ser mejor persona.

Lo logró y ahora es feliz con ellos, y sin arrepentimientos.






FIN...



Finalmente llegamos al final de esta historia solecitos. Jamás pensé que lo lograría 😢🥺 Me da mucho sentimiento este suceso porque fue la segunda historia que publiqué, y la tengo en emisión desde 2021.

Le debemos un eterno agradecimiento a JKJMSHIP. Ella fue la encargada de escribir semejante arte. Si les soy sincera yo pasé por un suceso que me dejó completamente desanimada e incluso considere dejar de escribir😔pero como siempre recibí mucho apoyo, y sobre todo de ella.

Así que todos los créditos se los debo a ella. Yo solo edite y agregue numerosas partes.

Vayan a visitar su perfil. Es una excelente escritora❤y mi amiga.

Agradecer el apoyo de todas mis lectoras que me tuvieron demasiada paciencia, y jamás me abandonaron. Las amo un montón❤de verdad.

Les voy a regalar un extra muy pronto del VHope, porque yo cumplo mis promesas❤un abrazo psicológico para ustedes, y un beso enorme, se me cuidan.

Nos vemos muy pronto...




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