Capítulo 28
Jungkook se deleitaba con la imagen a varios metros de él. Pues desde su oficina en la mansión, observaba a su hermoso rubio, agachado entre los arbustos, repleto de rosas tan rojas como sus labios.
Bebió su café pausadamente, intentando ver, que habían entre las manos de Jimin, para que dibujara esa sonrisa tan hermosa y llena de vida en sus labios.
Un peludito blanco y esponjoso de repente salió de entre los arbustos, mientras era sostenido por sus pequeñas manos. Entonces recordó que él, era amante de los conejos, por lo que para darle más vida a su jardín, ordenó a llenarlo de estos hermoso animales.
Simplemente que no se había acordado de aquel pequeño detalle. Prácticamente no vivía allí.
Jimin acariciaba delicadamente sus orejitas largas, mientras lo mantenía en sus brazos. Caminaba entre los arbustos lleno de felicidad. Sus mechones rubios eran removidos por el viento, mientras que sus mejillas blancas y redondas, brillaban gracias a la luz de Sol.
Al rubio le fascinaba el sol y la humedad mañanera. Amaba pasar sus dedos por las hojas verdes y llenas de rocío. Respirar el aire limpio y fresco. Sentirse libre y conectado con la naturaleza.
El pelinegro sonrió cuando el rubio liberó al pequeño animal e hizo el intento de agarrar otro peludito, pero al parecer el pequeño era rebelde y escurridizo, por lo que se escapó rápidamente de sus manos.
El conejito saltaba, mientras Jimin corría detrás sin dejar de reír a carcajadas. Los empleados y guardaespaldas no pudieron evitar contagiarse de la buena energía del rubio, por lo que sonreían de la misma manera.
A pesar de tener un carácter de mil demonios, ser un joven terco y caprichoso, desde que llegó a la mansión, no hizo más que llenarla de alegría y buenas vibras.
——¿Estás seguro que es aquí?——
——Sí. Mi contacto es de confianza. Además no hay un lugar en este país, para que esa rata se pueda ocultar.
——¿Su padre estaba enterado de esto?
——Pues al parecer no. Supuestamente no hablan desde hace meses.
——¿Y estás seguro?——
Taehyung bufó molesto——Si Jungkook estoy malditamente seguro. Deja de cuestionar mi trabajo. O es que alguna vez te he fallado.
Su hermano tenía razón. Desde el tiempo en que comenzaron a trabajar juntos TaeHyung no ha cometido ningún error. Sin embargo no podía evitar sentirse nervioso respecto a todo lo que estaba sucediendo. Tanto su hermana como Jimin estaban en peligro, y todo era culpa de la misma persona.
Hasta hoy sigue cuestionandose, cual es el maldito problema que tiene con él. Por qué causarle tanto daño. Jungkook netamente lo conocía a través de su padre que era un empresario más.
Además en que momento formo una banda tan grande, y porqué no estuvo enterado si prácticamente las calles en Corea son de los Jeon.
——Lo siento Tae, pero esta situación ya me tiene arto. No quiero perder a nadie más.
——Yo entiendo hermano. Pero debes mantener la calma. Sabes muy bien que en este mundo no se puede perder la cordura de ese modo. Jimin es fuerte y saldrá bien de esta. El imbécil de Min nos terminara diciendo donde está Somin y como fue que la encontró.
——Lo último me tiene de un hilo colgando. Nadie excepto tu y yo sabíamos esa información. Hay una rata traicionera entre nosotros y cuando la encuentre se arrepentirá de haberme traicionado.
El puño de Jungkook se cerró con tanta fuerza encima de su rodilla, que la piel se volvió blanca.
——Hyunjin——Habló mientras llevaba una de sus manos, al micrófono de su oído——¿Estás en posición?
——Si Jeon. Listo para disparar——
——Los demás están listos——
Un barrendero de la calle y lo que supuestamente era un simple anciano, miraron hacia el auto, ajustaron sus auriculares y asistieron.
Solo bastaron algunas horas para que el susodicho hombre, saliera de aquella casa. Ante los ojos del vecindario era una común y corriente, sencilla y algo desgastada. Pero allí se alojaba el hombre más buscado por la mafia coreana.
——HyunJin ¿Lo tienes? ——
——Positivo——el chico ajustó su mira, mientras mentalmente calculaba la velocidad y dirección del viento. Tenía permiso para disparar, pero solo en caso de que fuera necesario.
——Jhon, comienza——
——Si señor——
El supuesto barrendero dejó la escoba en su sitio y comenzó a caminar con pasos sigilosos pero muy rápidoa hacia el pelinegro con gorra.
——Es tu turno Minhoo——
El anciano se acercó desde adelante y a pasos lentos, mientras sostenía su cadera. En realidad era pura actuación, pues lo que en realidad mantenía en su mano, era el arma.
——Jennie, te encargo las cámaras.
El pelinegro escuchó el "si señor" a través de su auricular, mientras observaba con mucha atención lo que estaba a punto de suceder.
Yoongi seguía caminando sumergido en su mundo y preocupaciones. El miedo en su cuerpo estaba a flor de piel, y aunque demostrará lo contrario, lo que menos quería era que Jeon Jungkook lo encontrara.
Su cuerpo tembló al imaginarse lo que podía sucederle. Para su suerte y a la vez desgracia, saldría del país a primera hora de la mañana al lugar más apartado y recóndito del mundo. El papá de Jimin lo ayudó con algunos papeles, por lo que todo fue rápido.
Jimin, ese maldito lo había traicionado dándole un hijo a otro hombre. Park era solamente suyo, por lo que el hijo de ese vientre no debería de pertenecer al bastardo de Jeon, así que se encargó de, acabar con la existencia de ambos.
Si no eran de él, entonces de nadie, y mucho menos de un Jeon. Maldijo una y mil veces a ese hombre por meterse con algo de suyo. De por sí ya lo odiaba.
Detuvo sus pasos cuando sintió algo duro presionar el lateral de, su abdomen.
——Min Yoongi, camina en silencio hacia ese auto...——El hombre señaló una vagoneta negra al otro lado de la calle——Si intentas correr tu cabeza explotara de un disparo, así que no intentes nada estúpido.
El nombrado tembló de pies cabeza. Era más que obvio que esto se trataba de Jungkook.
Miro hacia adelante intentando buscar escapatoria, pero lo que anteriormente era un anciano que apenas y podía avanzar, ahora era un hombre con una postura derecha y caminando en dirección hacia ellos, mientras mostraba un arma por debajo de, su chaleco.
Sabía desde un principió como acabaría si sus planes se jodian. Estaba jugando con fuego y podía quemarse. Meterse con un mafioso tan poderoso, y él, un simple hijo adoptado de un empresario, no terminaría bien.
Debía al menos hacer el intento de escapar. Seguramente Jeon no lo querría muerto tan rápido. Ese hombre disfrutaba de hacer sufrir a sus víctimas, y estaba más que seguro, que con él se haría un festín.
Con un gran codazo en el abdomen de su opresor, salió corriendo a todo velocidad. Esos hombres se arriesgarían de disparar un arma en pleno vecindario, en donde en cualquier momento podía salir alguien.
No avanzó mucho al sentir un dolor punzante e intenso en su pierna izquierda y otro en su hombro. Decidió luchar hasta el último momento y seguir corriendo con el dolor, pero fue alcanzado por los hombres con disfraz, y llevado rápidamente al auto.
Obviamente en el camino pataleo e intentó liberarse. Todo hasta que lo lanzaron dentro del vehículo como un saco de papas, y su boca y nariz ser cubierta por un paño con algún líquido, que lo hizo caer rendido enseguida.
1/2
Omaiga, que pasará en el próximo capítulo con el gatito salvaje🙊
Pensaré si publicar otro. Vamos a ver cuanto me dura la inspiración para escribir. No prometo nada.
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