*Aviso*

Si no te gusta el capítulo, no denuncies. Recuerda que todo es parte de nuestra imaginación.

❤Nadie es obligado a leer mis historias❤

Las manos temblorosas de Jimin sujetaban la prueba de embarazo, esperando el resultado.

Llevaba aproximadamente una semana entre mareos, vómitos, náuseas y muchos deseos. Fue entonces cuando apareció Jin para preguntarle si se estaba protegiendo.

El rubio quedó atónito por la pregunta y en ese instante recordó, que de todas las veces que tuvo relaciones con Jungkook jamás habían usado protección.

Con su cuerpo tembloroso, casi sudando, y con los ojos cerrados, sujetó la prueba de embarazo que había dejado en el lavamanos hace un momento. Los volvió abrir, para notar que efectivamente habían dos rayitas.

Inmediatamente su cara se tornó más pálida, sus ojos se comenzaron a llenar de lágrimas mientras sus manos seguían temblando. No supo que hacer, no podía moverse, no podía hablar.

Todo le comenzó a dar vueltas, intuitivamente se llevó una de sus manos a la cabeza y la otra dejó caer la prueba de embarazo al piso. Notó como todo se volvía negro, para luego sentir un fuerte golpe en la cabeza y no recordar más nada.

Jin y Hoseok se encontraban al lado del rubio, esperando que el chico despertará. Llevaba por lo menos dos horas durmiendo y ya estaban muy preocupados.

En la tarde Jimin le pidió el favor a su guardaespaldas, si discretamente podía comprarle una prueba de embarazo para salir de las dudas.

El chico sin objecion alguna fue a la farmacia a varios kilómetros de la casa y se la compró. Cuando regresó y entró al cuarto de Jimin, este lo esperaba sentado en la cama, con ambos brazos al lado de su cuerpo y las piernas inquietas.

Se la entregó e inmediatamente el rubio se metió al baño. A los pocos minutos sintió un golpe que lo hizo saltar del susto en su lugar. Fue hacia la puerta y le tocó varias veces pero al no tener respuesta intento abrirla. Por desgracia Jimin le había puesto seguro, así que no tuvo más alternativa que tumbar la puerta de una patada.

Cuando entró se dio cuenta que Jimin estaba desplomado en el piso sin moverse. Rápidamente lo alzó en peso y lo llevó a la cama para acostarlo.

Salió corriendo de la habitación para llamar a su jefe de seguridad quien al escuchar lo sucedido, llegó en segundos al cuarto. Enseguida intentó comunicarse con el mafioso y su hermano, pero al no tener respuesta a pesar de todas sus llamadas, se quedó sin opciones y llamó al médico de la familia.

Por el sobresalto Jin no se acordó de la prueba de embarazo, así que entró al baño nuevamente, y sus ojos se fueron directo al piso. Allí estaba, entre el lavamanos y el inodoro; la agarró con ambas manos para percatarse que tenía dos rayitas.

Como no sabía nada sobre el tema busco la caja en donde venía la explicación de los resultados y sorprendido quedó, al notar que era positiva.

Fue entonces cuando Hoseok llegó y al verlo en el baño se acercó para preguntarle que había, sucedido. Jin al no saber que decir, solo pudo darse vuelta y entregarle lo que hace un momento tenía en sus manos. La reacción de Hoseok fue la misma.

Cuando el médico apareció, a Jin no le quedó más remedio que contarle lo que había pasado dejando al jefe de seguridad perplejo y sin poder articular una sola palabra.

El doctor comenzó a examinarlo, tomarle el pulso y signos vitales. Efectivamente a Jimin le había bajado la presión, al parecer de la emoción tan fuerte que tuvo.

Le recetó unas pastillas y antes de irse le tomó una muestra de sangre para poder verificar que la prueba de embarazo no se había equivocado.

Le dijo a los guardia que lo mantuvieran en abosoluto reposo y sin provocarle ningún tipo de estrés.

El jefe de seguridad no sabía la razón, para que el mafioso no contestara sus llamadas, pero ni bien tuviera contacto con ellos, le diría de inmediato.

La noche ya estaba haciéndose presente. Los últimos rayos del sol se fueron ocultando para dejar ver las primeras estrellas del cielo.

Una ligera y fresca brisa movió los cabellos rubios de Jimin, quien se encontraba en el balcón de la habitación de su novio, recordando lo que había pasado hace meses.

Ambos brazos en el muro de cemento, con la mirada perdida, vacilando la hermosa vista que le daba la mansión.

Como es posible que tuviera un pequeño humano creándose en su vientre. Anteriormente había escuchado casos de hombres en embarazo, pero su mente jamás cayó en que el podía ser uno de ellos. Es decir las probabilidades eran mínimas.

Llevó una de sus manos al vientre y sonrió al imaginarse la pequeña vida, formándose en su interior. La sonrisa desaparicio al cuestionarae como sería la reacción de Jungkook.

¿Jungkook aceptaría su embarazo? ¿Aceptaria compartir la paternidad con él? ¿Que sería de ambos después de la discusión que tuvieron?

Días antes de que el pelinegro se fuera, para ser más precisos, él mismo día de, su viaje, visitó a Jimin tarde en la noche creyendo que dormía.

Se acercó a la cama y se sentó. Él rubio se encontraba de espaldas, por lo que no pudo ver él rostro del pelinegro mientras le hablaba.

El mafioso por primera vez le dijo que lo amaba, después de todo el tiempo que convivió con él, se había enamorado profundamente de Jimin. Que lo perdonará por ser un idiota y no saber manejar sus emociones al estar enojado. Nunca quizo golpearlo, se culpó por tener un cuerpo tan torpe. Esperaría a regresar de su viaje para pedirle perdón y recompensarlo de la mejor manera, mientras le daba la oportunidad de hablar.

Removió varios mechones de cabello que rozaban con sus párpados y le dio un castoso beso en la frente.

Cuando escucho la puerta cerrarse y los pasos ya estaban lejos, recién abrió los ojos. Un sentimiento de culpa llegó a su pecho y no pudo evitar soltar varias lágrimas mientras cubría su boca para silenciar los sollozos.

Ahora se arrepentía mil veces de no haber hablado con Jungkook antes de irse, de no haberse despidido. Y si a su mafioso le sucedía algo en el viaje, hace días no respondía sus llamadas y tampoco se había comunicado con ninguno de sus empleados.

Nuevamente la culpa invadió su cuerpo, lo extrañaba tanto, quería que estuviera a su lado, contándole sus pesimos chistes, encontrandole un doble sentido a lo que decía Jimin para hacerlo enojar. Añoraba sus abrazos, si aroma, sus besos, todo, lo quería de nuevo a su lado.

Comenzó a llorar por el recargo de emociones que tenía, y además de que sus hormonas últimamente estaban a flor de piel. Debe ser por eso que se enojaba tan seguido con Jungkook o lloraba por cualquier cosa insignificante.

Escucho la voz de su mejor amigo llamándolo y segundos después estar a su lado.

——¿Que pasa Jiminie? Desde que te despertaste no haz querido hablar con nadie.

——Siento preocuparte Hobie, pero necesitaba aclarar un poco mis pensamientos.

——Tiene que ver con mi pequeño sobrino——Dijo Hoseok mientras llevaba su mano al vientre plano de Jimin y le brindaba una sonrisa cálida.

Jimin no pudo evitar contagiarse y sonreir también——Si también tiene que ver con él.

——¿Que te preocupa?

Jimin se quedó en silencio por un momento y regresó su vista a la hermosa fuente que se veía desde el balcón. Le preocupaba todo; no saber de Jungkook era una de las cosas.

——Hobie, crees que Jungkook este bien.

——Claro, quien se atrevería hacerle daño al peor narcotráficante de Asia. Casi todos le tienen miedo.

Su mejor amigo tenía razón. Para que alguien se atreviera hacerle daño al mafioso, debía tener muchas pelotas.

——Tienes razón, creo que eso me tranquiliza un poco.

——Deberías dejar de pensar tanto, el doctor dijo que evitaras emociones fuertes——Dijo mientras con ambas manos limpiaba las lágrimas del rubio.

——Lo se Hobie, pero estoy nervioso, no se como reaccionará cuando le de la noticia.

Hoseok alejó sus manos nuevamente y apoyo uno de sus codos en el muro.

——No he tratado mucho con Jungkook, pero de algo estoy seguro. El te ama y también amará a ese bebé.

——¿De verdad lo crees?

——¡Claro que sí! Y sí no yo mismo le pateo las bolas por idiota.

Otra vez Jimin no pudo evitar reír, ese era el efecto Hoseok. En sus momentos más tensos y de estrés lograba sacarle una sonrisa.

——Gracias Hobie, por cuidarme, por ser el mejor amigo del mundo.

El chico iba a responder con una gran sonrisa pero su rostro inmediatamente se tensó al ver como un láser rojo apuntaba la cabeza de Jimin.

——¡Jimin abajo!

Hola solecitos, aquí les dejo otro capítulo de My Best Payment, nos vemos en el próximo que sin duda estará muy interesante😉Un beso y no olviden que las amo❤😊