Una noche llena de placer dejó a ambos cuerpos muy cansados. Lo único que pudo hacerlos despertar fueron los rayos de sol que entraban por el balcón de la habitación.

Primero fue Jimin quien poco a poco estaba abriendo sus pequeños e hinchados ojos para poder adaptarse a la claridad. Una vez ya podía ver todo sintió como algo le rodeaba la cintura, llevó su vista a ella y se dio cuenta que era el largo y tatuado brazo de su mafioso.

Inmediatamente se acordó de la noche de placer que este le brindó. Sus manos grande eran muy delicadas con su cuerpo, sus besos ardientes y apasionados. Se volteo cuidadosamente para no despertar al pelinegro y sonrió al ver el lunar tan hermoso en su mentón. Parecía un angel durmierdo, la respiración tranquila y su cara relajada, sin gestos de molestia o preocupación.

La cara de Jimin enseguida cambio a una de decepcion. ¿Qué estaba haciendo? El tenía novio, si volvía a ver a Yoongi no tendría cara para explicarle que le fue infiel, que se estaba enamorando de otro hombre.

La decepción lo hizo entrar en razón, así que con mucho cuidado movió el brazo de Jungkook para poder levantarse de la cama. Camino lo más despacio que pudo, se puso la misma ropa que traía la noche anterior y salió del cuarto dejando al azabache profundamente dormido.

De alguna manera tenía que dejar de caer en las manos de Jungkook, ya era la segunda vez que amanecía en su cama. El problema es que vivían juntos, como lo haría.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por su hermana 

—Hola Jimin, buenos días.

—Buenos días Chae.

—¿Y esa cara tan agustiada, todo está bien?

—Si tranquila. Estoy bien, no te preocupes. ¿A donde ibas?

—Me despertaron para ir a desayunar, vienés conmigo.

Jimin necesitaba pasar un tiempo a solas con su hermana. Quizás podía liberar el estrés que traía hace tiempo, con Hoseok no podía hacerlo ya que no los dejaban comunicarse mucho.

—Está bien.

La rubia envolvió su brazo en el codo de Jimin y se dirigieron a la cocina con cuatro guardaespaldas atrás de ellos.

—Joven Jimin, señorita Chaeyoung que desean desayunar hoy—Preguntó el chef.

—Un vaso de leche con tostadas estára bien. Gracias.

—Unas frutas para mi con un poco de jugó.—Dijo Chaeyoung.

Ambos se acomodaron en la mesa de la cocina y comenzaron a charlar.

—Y bien, tenemos una conversación que terminar—Dijo Jimin—Estoy muy molesto contigo, de que manera ese chico te enamoró para que te metieras en este mundo tan peligroso.

—Jimin no crees que es muy temprano para esta conversación tan incómoda.

—No, así que comienza hablar antes de que me enoje más.

—Bueno yo tampoco se como me enamoré tanto de él. Quizás fue su manera de tratarme, era muy detallista, apuesto, inteligente, muy caballeroso.

—Eso no es motivo para que te hayas convertido en traficante de armas Chae, que tienes en la cabeza.

—Jimin se que cometí un error está bien, pero quiero enmendarlo y poder rehacer mi vida.

La comida de ambos fue puesta en la mesa.

—Muchas gracias—Dijo Jimin mientras comenzaba a comer.

—¿Como se llama?

—¿Quien?

—El que te metió en este lio Chaeyoung.

—Su nombre es EunWoo.

—¿Quien es?

—Es el líder de la banda llamada astro, te lo dije ayer.

Jimin quedó pensativo con el nombre de la banda. ¿Donde había escuchado?

Sus pensamientos se vieron interrumpidos por Tae quien estaba entrando a la cocina.

—Buenos días Jimin, buen día Chaeyoung.

—Buenos días, dijo Chae mientras se paraba de la mesa.

—Tu eres el hermano menor de Jungkook cierto.

—El mismo.

—Mucho gusto, soy la hermana de Jimin.

—Lo acabo de notar, son casi iguales.

Jimin y Chaeyoung se miraron e inmediatamente y sonrieron.

—Jefe Tae, quiere algo en especial para desayunar.

—No tranquilo, tengo que hablar con Jimin.—Dijo mientras dirigía su vista al rubió quien sorprendidamente también lo miro.

—¿Conmigo?

—Puedes acompañarme al jardín.

—Claro, está bien dijo algo atónito.

—Termina de desayunar y te espero allá.

—Adiós Chae, un gusto conocerte, eres muy linda.

Chaeyoung sonrió ante el cumplido y tal como le pasaba a Jimin se le pusieron las mejillas rojas.

—Gracias Taehyung, igualmente un gusto.

Tae salió de la cocina sin nada más que decir y la rubia regresó a su lugar.

—Alguna de idea de lo que te dirá—Le preguntó a su hermano.

—No, ni la más mínima.

—Llevaré esto a mi habitación. Nos vemos después hermanito.

Rose le dio un cariñoso beso en la mejilla a su hermano, agradeció al chef por preparale el desayuno y se fue a sus cuarto.

Por otro lado Jimin término de desayunar con gran velocidad ya que se sentía curioso por lo que le diría Tae.

Cuando salió al jardín se encontró al de melena rosada parado en medio de este y mirando a la nada.

—Hola Tae.

—Hola Jimin, perdón por interrumpir tu desayuno de está manera, pero me pareció un tema urgente.

—No te preocupes, de todas maneras no estoy acostumbrado a desayunar.

—Muy bien. Quería preguntarte, ¿Como te sientes aquí?

El rubio quedó asombrado por la pregunta.

—¿Por qué la pregunta?

—Bueno, dada las circunstancias. El secuestró, luego dejarte encerrado en la habitación, alejarte de tu amigo. Son muchas cosas por las que pasaste.

—Bueno... —Jimin suspiro y se quedó observando la hermosa fuente que estaba a unos centímetros de él—Debo admitir que me sentí muy mal al principio, incluso ahora estoy un poco incómodo, nunca escuche que un secuestrador le diera tanta comidad a su víctima.

El pelirrosa soltó una risa piadosa y dirigió la vista a donde mismo la tenía Jimin.

—Tu eres un caso especial.

—¿Por qué lo dices?

—Le gustas a mi hermano, desde el primer momento que vio tu foto.

Jimin miro a Tae con mucha confusión.

—¿A qué te refieres?

—¿Como te sientes con él? He notado que te gusta también.

El rubio enseguida intento negarse pero fue en vano ya que Tae sabía todo.

—Jimin tranquilo, eso no era lo que quería decirte de todas maneras.

—¿Y entonces?

—No sé si mi hermano se molestara conmigo por lo que haré pero ha pasado bastante tiempo y me parece que no mereces lo que tu novio está haciendo.

De su bolsillo sacó un sobre y se lo entregó a Jimin.

—Abrelo.

Cuando el rubio abrió el sobre y vio la foto que tenía adentro, sus ojos inmediatamente se llenaron de lágrimas.

—Este es mi novio, con una mujer.

—Lo siento por mostrartelo así Jimin, creí que necesitabas saberlo.

Entonces por eso era la actitud de su novio, tan distante. Ya no quería pasar tiempo con él, siempre estaba enojado, no quería contacto físico. Era por eso, por una mujer.

—Estas bien Jimin.

—¿Hace cuanto?

—Dos años.

Osea que en ese tiempo estuvo haciendo el papel de idiota, culpandose y creyendo que estaba haciendo las cosas mal. Jimin estaba tan decepcionado, los años de relación no le importaron para nada a su novio.

Limpio sus lágrimas y volvió a guardar la foto.

—Gracias TaeHyung. Creo que tengo mucho en que pensar.

Antes de irse el pelirrosa lo detuvo con el brazo.

—Seguro no quieres hablar.

—Si TaeHyung, gracias por mostrarme esto, pero necesito aclarar mis ideas.

Sin más que decir salió a paso rápido del jardín. Perdido en sus pensamientos no se dio cuenta con la rapidez que iba y por accidente chocó con Jungkook quien hace unos segundos le venía haciendo señas.

—Jimin estas bien.

Pregunto Jungkook ya que cuando el rubio alzó su mirada tenía los ojos rojos y lleno de lágrimas.

—Jimin, que te pasa, que tienes.

Dijo mientras agarraba ambas mejillas en sus manos.

—Lo siento Jungkook, pero necesito estar solo.

Soltó ambas manos de su cara y salió corriendo.

Jungkook solo pudo ver como Jimin huía hacia su cuarto.

—Fue mi culpa—Dijo Tae mientras terminaba de subir las escaleras.

—¿Por qué lo dices?

—Le mostré una foto de YoonGi con Lisa.

Jeon agarró su frente con mucha molestia.

—¿Por qué hiciste eso TaeHyung? Yo lo iba hacer.

—Porque no podía seguir permitiendo que te siga engañando. Además ahora estará contigo, no vas a estar con alguien que tenga novio. ¿O si?

—TaeHyung ese es mi problema. Yo le iba a contar a Jimin.

—Bueno lo siento. El pobre se veía muy confundido.

—Esta bien, ya veré como arreglar este problema.

—Suerte.

Jeon dio media vuelta y se dirigió hacia el cuarto de Jimin para poder enmendar el gran disparate de su hermano.
Cuando llegó, dio tres toques pero no sintió que nadie hablará.

—Jimin, precioso abre la puerta por favor.

Jeon no escuchaba respuesta.

—Yo sé como te sientes, pero necesitamos hablar.

Nada, ni una palabra.

—Muñeco si necesitas mi ayuda no dudes en contar conmigo. No estas solo.

Sin nada más que decir se retiró del lugar. Quizás Jimin necesitaba pensar las cosas a solas, le daría espacio.

Adentro de la habitación se encontraba Jimin en un mar de lágrimas. ¿Como es que su novio fue capaz de hacer eso?acaso no significa nada.
Y el que se sentía culpable por haberse acostado con Jungkook dos veces mientras su novio le fue infiel por dos años.

—Soy un idiota—Dijo Jimin mientras hacia pedazos la foto que tenía en la manos.

Continuará....