⛧ chapter two. lavender haze.
،، · ࣪🧛🏻♀️𐇵 ❟ 𓄹⚰️ ࣪˖ ˖ ࣪
Capítulo Dos: Lavender Haze.
Talk your talk and go viral,
i just need this love spiral
get it of your chest.
○゚˖ ⊹ › ‹ 𖤐 ESA NOCHE EL INSOMNIO ATACÓ DE NUEVO A LA VAMPIRESA dejándola varada en los pasillos vacíos de Nevermore. A Cerise le costaba entender su sonambulismo, a pesar de lidiar con el durante años y casi toda su vida desde que fue convertida, no entendía de dónde provenía. Bastián solía decirle que era algo normal, al no poder conciliar el sueño cómo un humano durante la noche, solían ser sonámbulos. A su hermano Camilo le pasó durante mucho tiempo siendo humano, debía ser algo hereditario.
Al regresar a su dormitorio en medio de la nada observó el invernadero aún con las luces encendidas, eso le llamó la atención, aunque sabía que Marylin era una persona demasiado activa, probablemente seguía estudiando sus plantas raras.
No fue todo lo que llamó su atención. Mientras caminaba algo chocó con su pie haciendola llevar su mirada a la cosa, o animal que la golpeó, pero no era cualquier cosa, una mano. Cerise frunció el ceño observando a la mano caminar —casi correr— lejos de la Academia. ¿Había un Frankestein ahora? Cerise aún confundida decidió seguir su camino hasta llegar al dormitorio.
──¿Que hoy no es luna llena? ¿No deberías estar lamiendo tu trasero a la luz de la luna?──. Cerise bromeó adentrándose en su habitación encontrándose con su rommie.
Daisy Bones, una loba parte de la manada Bones, hasta donde Cerise sabía —porque ella sabía todo sobre todos— la manada Bones era bastante prestigiada, parte de las primeras manadas de lobos en Jericó, además de ser buenos amigos con los Sinclair, quizá eso explicaba el eterno enamoramiento de Daisy con Enid.
──Es mañana, colmillos podridos──. Daisy espetó tecleando su computadora frente a ella──, y no me lamó el trasero.
──Te he visto haciéndolo──. Cerise se burló sentándose en la cama. La mirada de Daisy se posó en su compañera de habitación con confusión.
──¿Dónde estabas? Hace una hora vine y parecías muerta en tu cama, después cuando regresé ya no estabas, y por las ramas en tu cabello supongo que sucedió de nuevo ¿no?──. Daisy habló nuevamente.
──Ya estoy muerta ¿recuerdas?──. la loba de tez morena rodó los ojos──. Si, pasó de nuevo, ahora desperté en el bosque.
──Nada nuevo, siempre apareces allí, pero nunca recuerdas nada──. Daisy añadió girando su silla para quedar frente a Cerise──. ¿Has hablado con Thornill sobre esto o con Weems?
──Weems no me aconsejará nada. Sigue viéndome como su amiga no cómo una alumna por la cuál preocuparse──. Cerise alzó sus hombros──, y Thornill sólo me da esas pastillas de mierda.
──Deberías ir con la psicóloga de Jericó, escuché que la nueva estudiante está yendo, no recuerdo su nombre…
──Merlina Addams──. Cerise concluyó. Daisy frunció el ceño levantando la comisura de sus labios.
──Es la rommie de Enid──. Daisy continuó sonriendo ante la mención de la loba rubia──. Las ví juntas está mañana.
──Solo querías sacar la conversación sobre Enid, ya deberías decirle lo que sientes y dejarte de tanto rodeo.
Daisy soltó un suspiro contrayendo su cara en una mueca.
──¿Y terminar como tú y Yoko?──. se burló la morena negando──. O peor aún, cómo tú y Bianca.
Cerise hizo una mueca de indignación lanzando un peluche en dirección a la morena.
──Bianca solo me gustó al inicio del semestre pasado antes de saber que es una loca cerebro de alga──. Cerise se defendió cruzándose de brazos──. Y Yoko, bueno ahí no puedo defenderme.
Daisy soltó una carcajada girando nuevamente su silla para seguir con lo suyo en la computadora.
──Deberías descansar para que mañana le patees el trasero a Bianca en esgrima──. Daisy añadió por último quedándose en silencio.
Cerise asintió cayendo de espaldas en su ataúd acolchonado. Las horas pasaron hasta que observó a Daisy dormir en su cama, había perdido la noción del tiempo y si seguía así jamás lograría dormir. Cerise se levantó del ataúd saliendo de la habitación con cuidado, le gustaba estar sola durante la madrugada, al menos cuando estaba consciente y no de sonámbula vagando por todo Nevermore.
La pelirroja había pasado tanto tiempo en esa Academia que la conocía a la perfección, cada rincón, cada pasadiso y oscuro secreto de Nevermore, ella los sabía. Le fue fácil escabullirse por los pasillos hasta llegar a la vacía, y abandonada habitación de utilidades viejas, dónde un piano yacía solo. Todo empolvado y con telarañas pero era mejor compañía que cualquier bicho raro de Nevermore.
Cerise no recordaba mucho sobre su antigua vida mortal, solo pequeños fragmentos que venían con flashes y la aturdían, entre ellos aquella pasión por las teclas. Bastián solía enseñarle melodías en el viejo piano que tenían, en especial de Beethoven, un amigo de la familia. Quizá por la eso Cerise estaba obsesionada con sus piezas musicales.
Las manos de Cerise se deslizaban con gracia sobre las teclas empolvadas recitando Moonlight Sonata hasta que unos pasos silenciosos, pero no a sus oídos quisquillosos, la pelirroja esperó que la persona se revelará sin parar de tocar el piano.
──Pensé que nadie en esta escuela tenía un gusto de música rescatable──. una fría voz bastante monótona sonó detrás de ella.
Cerise miró a la persona sobre su hombro alzando una de sus cejas con sorpresa. Merlina Addams, esa incógnita que apareció esa misma mañana en la Academia. Cerise frunció el ceño sintiendo un destello en sus ojos reflejándose en los oscuros orbes de la pelinegra, por un momento sintió un cosquilleó pero lo ignoró desviando la mirada.
──Quizá sea porque conocí a Beethoven personalmente──. le respondió la pelirroja posando su mirada en las teclas.
Merlina rara vez se sentía intrigada por algo, es más, ni siquiera recordaba la última vez que en verdad un ser humano le llamó la atención y no le sorprendía que esa extraña y repentina curiosidad fuera causada por la nieta de Drácula.
──Primera vez que me siento intrigada por una persona de aquí──. Merlina añadió dando unos pasos adelante para quedar a una distancia considerable.
──Mi hermano mayor Valtor estudió con él y eran bastante cercanos hasta que Beethoven murió──. Cerise explicó brevemente mientras seguía tocando las teclas del piano──, no creo que fueran amigos, más bien… ya sabes, íntimos.
Merlina alzó una de sus cejas con curiosidad asintiendo. Conocía la historia de Vlad Tepes, el abuelo de Cerise, un poco también sobre la historia de su solitario y único hijo Bastián el padre de Cerise, pero sus hermanos y ella seguían siendo un misterio para los historiadores.
──¿Que haces despierta a estas horas? No suelo tener mucha compañía en la madrugada──. Cerise volvió a hablar aprovechando el silencio que se estableció entre ambas.
──Suelo escribir a estás horas. La soledad de la noche me inspira──. Merlina le respondió con esa automática voz──. ¿Que haces tú despierta? ¿Es verdad que los vampiros no duermen de noche?
──Si es verdad, pero yo sufro de insomnio, así que puedo contar con mis manos las veces que he dormido durante mis años de vampiro──. Cerise le respondió dejando de tocar el piano levantándose de su lugar para avanzar rumbo a la salida.
Merlina la miró en confusión manteniendo su distancia observando a la pelirroja quedarse quieta en la puerta antes de salir. Un sentido de alerta se instaló en la Addams, al final de todo, estaba sola en una habitación abandonada con una vampiro desconocida, cualquier cosa podría suceder.
──Y por cierto, mentí, no conocí a Beethoven──. la pelirroja comentó con una sonrisa socarrona al leer los pensamientos de Merlina, no le daría el gusto de saber que puede descifrarla──, no soy tan vieja.
Y con eso se fue. Merlina frunció el ceño observando a la misteriosa pelirroja desaparecer cómo la niebla en la oscuridad, por primera vez desde su llegada a Nevermore se quedó con una duda. ¿Quién era Cerise Tepes realmente?
A la mañana siguiente Cerise sin dormir durante toda la noche llegó a la clase de esgrima. Durante sus casi dos décadas en Nevermore había participado en todos los clubs, del coro a arquería, lo había probado todo y si hacerlo se quedó sin opciones. Así que optó por participar en la mayoría durante ese semestre, aunque se la pasaba cuidando abejas con Eugene, uno de los pocos que soportaba además de Xavier y Ajax.
──Te ves mal──. Xavier le habló cuando observó a la pelirroja adentrándose en el lugar acomodando su traje de esgrima, completamente rojo en su totalidad. Cerise le dedicó una mirada de aburrimiento──. ¿Al menos dormiste?
Cerise soltó un suspiro pasándose sus frías manos por la cara.
──Si me veo cómo la mierda es porque claramente no dormí, Thorpe──. Cerise le respondió tomando su espada y colocándose su casco──. Tanta preocupación me asquea.
Cerise lanzó el primer ataque aprovechándose de la guardia baja del castaño de melena larga.
──Es que te ves más muerta de lo normal──. Xavier alzó su espada rápidamente bloqueando el ataque de la vampiro──. ¿Iremos juntos al Festival de la Cosecha?
Cerise hizo una mueca detrás del casco usando su agilidad para aparecer detrás del castaño tocándolo con la espada.
──No podemos usar los poderes──. Xavier se quejó aumentando la risa de la pelirroja──. ¿Sabes de qué me enteré está mañana?
Cerise se quedó quieta en cuanto Xavier se giró bajando su espada para hablarle. La mirada del artista vagó por el lugar quedándose fija en Rowan, uno de los chicos más callados que Cerise pudo conocer, el chico de lentes miró en su dirección sonrojándose.
──Al parecer le gustas──. Xavier le murmuró tratando de no reír──, algo así me dijo.
La pelirroja alzó una ceja, más que confusión era sorpresa, en su vida había cruzado palabra con el castaño. Además, de que pocas personas en Nevermore se fijaban en ella, mayormente la odiaban o le temían, no había punto intermedio. La distracción de Rowan hizo que Bianca delante de él lo venciera rápidamente haciendo que el chico de lentes cayera al suelo.
──Me dan ganas de clavarle está espada en el...──. antes de Cerise pudiera terminar su oración las puertas del lugar se abrieron y junto con ella todas las miradas cayeron en esa dirección.
Cerise y Xavier giraron sus cabezas al mismo tiempo observando a Merlina Addams adentrándose a el lugar, vistiendo completamente de negro, eso hizo a Cerise sonreír con gracia. Al menos ya no era la única rompiendo las reglas de vestimenta, siempre vestía de rojo no importaba la ocasión, y ahora Merlina. Weems no tendría un año tranquilo durante ese semestre.
──Me topé con ella anoche──. Cerise le murmuró a Xavier quien asintió──. ¿Ya lo sabías?
Xavier maldijo en voz baja. De nuevo Cerise había leído su memoria, durante meses paso tiempo entrenando como volver su mente fuerte y así hacer que los poderes de Cerise no le afectarán pero eso no le sirvió de nada. Era imposible escapar de Cerise Tepes.
──¿Acaso nos viste en tus sueños, pervertido?──. se burló la vampira soltando una carcajada. Xavier negó rodando los ojos.
──Algo así. Al parecer tienes otra admiradora──. Xavier añadió provocando que la vampira llevará su mirada a Merlina.
La pelinegra se encontraba viéndola, con una intensidad pero a la vez tranquilidad bastante extraña, Cerise comenzaba a sentirse abrumada en la presencia de Addams en su vida, era alguien indescriptible y que le provocaba cierta curiosidad, pero prefería mantenerse alejada. Además, no le pasó por alto que entrar a la mente de Merlina era como estar en un laberinto, tantos pensamientos bien ordenados no era común. Merlina debía saber sobre ese tipo de poderes y diseñó su mente como un laberinto para evitar que le leyerán la mente.
Aún así Cerise pudo hacerlo pero sólo una parte.
──Su mente es difícil de leer──. Cerise admitió en un murmuro observando la pelea reñida entre Bianca y Merlina. Xavier a su costado también parecía bastante intrigado por la nueva estudiante.
Cerise se alejó del castaño caminando silenciosamente hasta llegar junto a Rowan quién se sobresaltó cuando Cerise apareció a su costado sin hacer ningún tipo de ruido. Las palabras de Xavier eran verdad, pero la mente de Rowan también era un desastre, quizá tenía que ver con su poder. Decían que la telequinesis desordena la mente.
──Hola Cerise──. Rowan saludó con un tartamudeo sonriendo suavemente ante la presencia de la pelirroja.
Cerise nunca se había sentido atraída hacía un chico, ni siquiera antes de ser mordida, es atracción hacía el género masculino jamás existió en ella. Pero le agradaba Rowan, en cierto sentido el chico no tenía muchos amigos más allá de Xavier, y por lo que había visto en la mente de su amigo, parecía que él y Rowan ya no eran tan cercanos.
──Me preguntaba si querías ir conmigo al Festival de Cosecha──. Cerise le preguntó de repente. Rowan alzó sus cejas con sospresa pero su rostro se iluminó con emoción.
──¡Por supuesto!──. Rowan chilló en emoción. Cerise asintió con su cabeza desviando su atención al enfrentamiento entre Merlina y Bianca, sin máscaras de protección, solamente sus espadas──. Es buena. La chica nueva.
Cerise juntó sus cejas en una expresión neutra.
──Va a perder──. Cerise dictó con seguridad. Rowan frunció el ceño y segundos más tarde Cerise olió la sangre brotando sobre la mejilla de la pelinegra.
──Tus ojos…──. Rowan balbuceó haciendo a Cerise negarle la cara.
Los ojos de Cerise se habían bañado en un color rojo acabando con el blanco normal, sus pupilas dilatadas brillando del mismo color y unas inquietantes venas negras brotando de sus ojeras. Cerise sintió el pulso de Merlina a la lejanía y inconscientemente sus ojos cayeron en el cuello de la pálida.
Xavier miró de reojo a la pelirroja alarmándose de inmediato y caminando hasta ella tomándola del brazo.
──Cerise──. Xavier llamó mientras la arrastraba fuera de la habitación sintiendo los pasos de Merlina detrás de ellos pero para su fortuna la perdieron en el pasillo──, es sólo un rasguño.
Cerise asintió mirando el suelo. Había pasado un tiempo desde la última vez que estuvo en presencia de sangre humana, pensó que ya lo tenía bajo control, pero estaba equivocada.
Las horas pasaron y mientras ella junto a Xavier caminaban por el pentágono el castaño decidió traer el tema de nuevo, ya casi estaba oscureciendo, o al menos las nubes grises de una futura tormenta ponían el ambiente gris.
──¿Estás bien?──. Xavier se aseguró tomando el hombro de Cerise buscando su mirada. Cerise lo miró a los ojos asintiendo, ya había regresado a la normalidad pero sus pupilas seguían de color rojizo.
──Estoy bien──. Cerise le aseguró. El castaño asintió sonriéndole──, lástima que Merlina perdió, quería ver la cara de derrota de Bianca.
──Tu competencia con ella es más fuerte de la que tienes con la Van Helsing, y siento que es algo personal, aunque sigo esperando que me lo digas──. Xavier metió sus manos en los bolsillos de su traje de esgrima.
Cerise rodó los ojos suspirando. ¿Debería confiar en Xavier? Fue su primer amigo en esa generación, y de todos los que ha tenido anteriormente; los cuáles son solo tres, ha sido el más leal.
──¿Recuerdas la razón por la que estoy aquí?──. Xavier asintió alzando una ceja──. Bueno, al parecer una de las sirenas que maté hace años era tía de Bianca, hermana de su madre y al parecer eran cercanas.
Xavier dejó salir un suspiro luciendo sorprendido. Bianca jamás se lo dijo, aunque él siempre había tenido esa curiosidad.
──Bianca no debe porque vengar algo que ya pasó hace muchos años y de lo cuál te arrepientes──. Xavier respondió haciendo que Cerise sonriera levemente──, fue un error, cualquiera los comete.
──Es lindo que te preocupes tanto por mi, Thorpe──. Xavier asintió sonriéndole de igual manera. Cerise desvió su mirada observando a Merlina salir de la Academia sosteniendo un paraguas──. Deberías salvar a Merlina.
La expresión de Xavier cambió por completo desviando su mirada a dónde Merlina caminaba.
──¿Por qué?──. Xavier preguntó sacando sus manos de los bolsillos de su chaqueta.
──Una gárgola está a punto de caerle encima──. Cerise dijo rápidamente.
Xavier abrió sus ojos con sorpresa corriendo de inmediato en cuánto ambos observaron a la gárgola caer en dirección a Merlina. La pelinegra se detuvo a observar el objeto cayendo sobre ella hasta que el cuerpo de Xavier la empujó fuera del camino haciendo que quedará inconsciente.
Cerise se apresuró deteniéndose frente a la gárgola en pedazos y levantando su mirada. Podía escuchar un corazón desbocado en dónde anteriormente el objeto estaba, alguien había intentado asesinar a Merlina, y por el olor debía ser alguien que Cerise conocía. Aunque no podía indetificarlo aún.
Xavier tomó a Merlina en sus brazos cargándola hasta la enfermería mientras que la pelirroja los seguía con calma. En su mente repasaba el suceso, no logró ver nada, pero ese olor era familiar.
La vampira se quedó en el pasillo de la enfermería sintiendo ese olor de nuevo hasta que Rowan apareció en sus costados siendo llevado a la enfermería también. Cerise frunció el ceño llevando su mirada al castaño de lentes, él le sonrió y ella lo ignoró entrando en la habitación donde Xavier se encontraba.
Le había tomado un tiempo descifrar la desordenada mente de Rowan, pero al final y cómo siempre, Cerise pudo hacerlo. Y ahora sabía las intenciones del castaño en la Feria de Cosecha.
──De hecho, fue Cerise quien me ayudó a salvarte──. Xavier comentó observando a la pelirroja adentrarse a la enfermería. Merlina desvió su mirada para posarla en ella.
La pelinegra observó con detalladamente a la vampira, escuchó que se había puesto tensa por la sangre en su mejilla gracias al ataque de Bianca aunque ella no pudo llegar a verlo.
──Le habías llamado instinto──. Merlina incriminó vagando su mirada al castaño. Ambos habían tenido una charla antes de que Cerise entrará.
──Digamos que Cerise es mi instinto──. bromeó Xavier provocando que Cerise rodará los ojos.
La vampira se acercó hasta quedar frente a la camilla dónde Merlina estaba.
──Creo no nos hemos presentado formalmente, Merlina──. Cerise habló esbozando una sonrisa mostrando sus colmillos levemente puntiagudos.
──¿Que mejor forma de hacerlo después de que casi muero?──. Merlina le respondió haciéndola sonreír.
──Que envidia──. Cerise se burló soltando una risa nasal──. Soy Cerise, un gusto.
Merlina solo asintió. Ambas ya habían hablado antes, no sabía porque la vampira actuaba cómo si fuera la primera vez.
──¿Cómo supiste que la gárgola me caería encima?──. Merlina cuestionó con cierta curiosidad sonando en su monótona voz.
──Mis sentidos son mejores que los de cualquier humano, escuché a la gárgola caer en tu dirección y le advertí a Xavier──. Cerise le dió una mirada al mencionado quién asintió.
──Que mala suerte tengo entonces──. Merlina murmuró. Xavier y Cerise compartieron miradas divertidas──. ¿Ustedes dos están juntos?
Cerise soltó una carcajada negando repetidamente mientras que Xavier le daba una mirada de indignación.
──Prefiero que satanás se lleve mi alma para ser sinceras──. Xavier rodó los ojos cruzándose de brazos──, aunque parezca raro, sólo es mi amigo.
──Cerise no tiene tan buenos gustos──. se defendió el castaño. Merlina ladeó su cabeza con curiosidad.
──Tengo que irme pero fue un gusto conocerte, Merlina, espero verte en el Festival de la Cosecha──. Cerise añadió despidiéndose de ambos antes de salir.
Cada vez que pasaba en presencia de la pelinegra esa curiosidad en ella crecía aún más. Aún seguía preguntándose porqué, no era la primera Addams que conocía, pero si la que más llamaba su atención.
🧛🏻♀️🔍🗝️⚰️
Tan pronto la noche cayó Cerise comenzó a arreglarse para la noche obligatoria en el pueblo, aún si no quisiera ir era algo de cada año, muchas veces huyó pero esta vez era diferente. Le inquietaba lo que Rowan pudiera hacer si ella no lo evitaba así que debía ir con él. La pelirroja se colocaba sus pendientes de cruz mirando de reojo a Celeste sentada en su cama tejiendo algo que no lograba divisar.
──Puedes quedarte si no quieres ir──. Cerise le habló pero la rubia parecía pérdida en sus pensamientos, cómo siempre.
──Ten cuidado con el monstruo de Jericó──. fue lo que Celeste le respondió tan absorta en sus pensamientos que ni siquiera la miró.
Cerise frunció el ceño. ¿Se refería a Rowan o era otra más de las palabras sin sentido de su hermana mayor?
La puerta se abrió dejando ver a su compañera de cuarto completamente lista para irse.
──Entonces es cierto que irás a la Feria con Rowan ¿desde cuándo te atraen los chicos?──. Daisy molestó cerrando la puerta de la habitación frente a ella y observando a Cerise colocarse una chaqueta encima.
Daisy se sentó junto a Celeste dándole un vistazo a su bordado. Un ojo azul.
──Desde nunca, no todo es romance Daisy, solo vamos amistosamente──.
Daisy sonrió acercándose por detrás de ella abrazándola por los hombros. La pelirroja le sonrió suavemente.
──No te veía arreglarte demasiado desde que escuchaste que Yoko y Divina estaban en una relación──. Daisy habló frunciendo el celo mientras se veían al espejo, aunque sólo el reflejo de Daisy se reflejaba en él.
Daisy tomó a Cerise por los hombros inspeccionando su aspecto y haciendo una mueca al final.
──Dejame ayudarte a verte menos pálida──. Daisy le tomó la mano obligándola a sentarse frente a ella mientras le pasaba una brocha con rubor por las mejillas.
A Cerise le gustaba lo extravagante en ocasiones, vestir de rojo, delineados negros y a veces labial pero esa noche no podía pensar mucho en su apariencia. Debía concentrarse en evitar lo que Rowan planeaba hacer.
──Vamos, creo es suficiente, no quiero espantarlo──. Cerise tomó la brocha de Daisy haciendo a la loba juntar sus cejas.
──O Rowan te teme o te odia, no existe punto medio contigo, Cerise──. Daisy espetó cerrando la paleta de rubores en su mano──. Además, mi mamá me enseñó a colocar rubor antes que nada.
Cerise hizo una mueca.
──La mía a cómo invocar un espíritu con sólo una vela──. Cerise añadió con una sonrisa a lo que Daisy soltó una carcajada, aunque la loba sabía que eso probablemente era cierto──. Anoche ví una planta en el escritorio cuándo regresé de mi escapada nocturna. ¿Fuiste al invernadero antes de dormir?
Daisy asintió tomando la brocha para acomodarla en sus cosas.
──Me olvidé sobre nuestro proyecto──. la morena le restó importancia pasándose brillo habían en los labios──. ¿Nos vamos?
Cerise desvió su mirada a Celeste quién solo les sonrió. Al parecer no iría, Weems siempre tenía consideración con ella así que no sería un problema.
Jericó era un pueblo común y corriente. Cerise había estado en muchos lugares durante toda su existencia, desde Hungría hasta países latinos, pero ningún lugar tenía un imán de lo sobrenatural cómo ese pequeño pueblo. La pelirroja lanzaba dardos en el blanco para obtener un buen puntaje y ganarle un oso a Daisy, quién se les había pegado como el chicle a ella y Rowan.
──¿No puedes usar tu telequinesis para darle siempre en el blanco, Rowan?──. la morena habló a un costado de Cerise comiendo algodón de azúcar.
──No sería justo──. Rowan le respondió balanceándose hacia adelante y enfrente con sus pies.
Era una señal de nervios. Su ritmo cardíaco estaba acelerado, Cerise también notaba el sudor bajando detrás de su espalda y en sus manos, y cómo sus ojos constantemente miraban en dirección a Merlina. La gótica estaba a unos puestos delante de ellos platicando con Xavier.
──Le queda muy bien ese suéter──. Daisy suspiró a su costado. Cerise desvió la atención del blanco mirando a su compañera de cuarto. La mirada de la lobo Bones estaba pérdida en cierta loba de cabellos rubios.
Cerise iba a decir algo pero el leve piquete de algo en su brazo la distrajo. Un dardo estaba clavado en su brazo y cuándo alzó la mirada soltó una risa nasal. Marlene Van Helsing, está demás decir que eran enemigas, tan solo sus apellidos podían quitar esa duda.
──Van Helsing──. Cerise saludó con una sonrisa falsa en su rostro quitándose el dardo.
Marlene avanzó con una sonrisa igual de falsa en el rostro.
──Tepes, perdón, no ví que estabas ahí──. Marlene fingió inocencia.
Daisy le dió una mirada de advertencia a la pelirroja pero ella solo asintió dándose la vuelta y mirando a Rowan.
──¿Me acompañas a la rueda de la fortuna?──. Cerise le preguntó al castaño de lentes. Rowan asintió sintiendo la mano fría de la vampira tomarle el brazo para arrastrarlo detrás de ella.
──¡Gracias por abandonarme!──. Daisy le gritó detrás de ella. Cerise se detuvo frente a Enid quién abrió sus ojos con terror al verla tan cerca.
──Daisy quiere que la ayudes a ganarse un oso de peluche──. Cerise habló ignorando el miedo que Enid exudaba.
La loba asintió caminando en dirección a la morena. Cerise siguió su camino jalando a Rowan de la mano pasándose por toda la Feria. La mirada de Merlina cayó en ambos pero antes de poder seguirlos Tayler llegó.
Rowan miró con confusión a la pelirroja en cuanto pasaron de largo por la rueda de la fortuna.
──¿A dónde vamos?──. preguntó nervioso hasta que se adentraron por completo en el bosque.
Rowan tragó en seco sintiendo cómo la mano de Cerise aflojaba su agarre pero antes de poder ver a dónde fue se quedó sólo en la oscuridad. Sabía que Cerise estaba en ayuno de sangre y que no era una asesina pero tenía un mal presentimiento.
──¿Cerise?──. Rowan preguntó a la nada sintiéndose inseguro en tan inquietante soledad.
Sintió una sombra acosarlo así que rápidamente se giró observando a alguien pasar rápidamente de un árbol a otro.
──Cerise no es gracioso──. Rowan volvió a hablar armándose de valor comenzando a caminar hasta que un cuervo negro voló por encima de su cabeza.
Rowan detuvo sus pasos escuchando el sonido del cuervo, cómo si estuviera hablándole, una niebla densa se empezó a formar por debajo de sus pies rodeando todo el bosque a su alrededor.
──¡Rowan!──. la voz de Merlina Addams se escuchó a la lejanía. Ese era su objetivo esa noche, no necesitaba más distracciones.
Cuando Rowan se giró comenzó a correr lo suficientemente rápido hasta perderse entre los árboles iguales. Cerise apareció segundos más tarde sintiendo al cuervo posarse en su hombro, quería asustar a Rowan y ver si confesaba algo pero no sirvió. La pelirroja empezó a caminar hasta que algo impactó en el suelo frente a ella.
El olor a sangre fue lo primero que llegó a sus fosas nasales haciéndola bajar la mirada. Una mujer de cabellos rubios con su cuello completamente degollado, pero lo que llamó su atención fue la mordida que adornaba el lado derecho de su cuello.
Escuchó pasos detrás de ella y después el sonido de las hojas quebrarse ante el paso de alguien pero ella siguió en su lugar girándose cuándo sintió la presencia cada vez más cerca. Al girarse se encontró con la persona que sospechaba desde un principio. Su hermano, Camilo.
El pelinegro le sonrió con sangre escurriendo de su boca y sus colmillos relucientes adornando una sonrisa socarrona.
──Hola, hermana.
Nota de la autora:
Valió. Me demoré escribiendo el capítulo porque se me había borrado por completo pero está fue la versión que más me gustó.
Anyways, no hubo narrativa de esa persona misteriosa pero en el siguiente capítulo si lo habrá. ¿Ya tienen en mente quién puede ser?
¿Que opinaron del capítulo?
Las actualizaciones serán más o menos lentas, no esperen un capítulo diariamente porque no lo tendrán, quiza ponga horarios para subirlos pero será entre semana y quiza uno entre sábado y domingo (está semana no cuenta) el próximo capítulo será hasta el lunes.
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