(2/2)

- Ya, bájale a tus nervios! - el más alto regañaba a un nervioso Zhan.

- No puedo. ¿Si me rechaza?

ZhouCheng resopló. Había estado muy bien en el salón de bellezas y cuando se les ocurrió la idea para seducir a Wang fueron a comprar un traje y ropa interior.

- Entra. Se tú mismo. - Le dio una nalgada a Zhan haciendo que este dé un respingo. - ¡Vaya, vaya!

Zhan tomó aire e ingresó. Se encontró con uno de los guardaespaldas a quien le preguntó en dónde se encontraba su jefe. Este le indicó que estaba en una junta en el salón al lado de la casa principal. Agradeció y fue directo hacia allá.

Caminó con mucha seguridad. El traje negro que vestía le hacían resaltar sus curvas y largas piernas, los zapatos negros le ayudan en su perfecto caminar. La camisa y saco que dejaban ver parte del torso trabajado lo hacían volar a la imaginación.

Cuando se acercó escucho la conversación de unos hombres, todos hablaban en italiano. No le importó, ya estaba ahí, Wang que veía para ese lado se quedó estático. Su falo dio un respingo al ver el monumental cuerpo sensual de su esposo.

Zhan llegó a su lado – Ah, Tienes junta. Caminó por detrás de él, pasando sus manos por su hombro y detrás de su nuca. - Lo lamento tanto. - Yibo lo miró - No quise ... Molestarte. - y siguió su camino. - ¿Podrías venir a verme cuando termines?

Yibo trataba de contenerse, pero... ¿Quién podría hacerlo con el esposo que había elegido?

-Mi scusi (Disculpen) - ante la atenta mirada de su primo otros tres hombres, se paró y siguió al pelinegro por dónde se había ido.

Entró a la oficina contigua y vio como Xiao Zhan se terminaba de quitar los pantalones, seguidos de su calzoncillo. Quedó parado frente a él y Zhan bajo la atenta mirada de este guardó su ropa interior en el bolsillo del saco del castaño.

Zhan se sostuvo del escritorio con sus ojos oscuros puestos en el hombre frente a él.
El aura de su esposo lo estaba excitando. Su cometido estaba hecho. Había logrado poner a tono a su esposo. Yibo miraba penetrante el cuerpo semi desnudo de enfrente.

Su miembro parado, su trasero semi sentado en la fría madera y sus piernas largas, ya no podía aguantar más. Lo besó.

Necesitados, salvajes, esos eran los besos entre ellos, llenos de pasión, lujuria. Sus lenguas jugaban en la cavidad bucal de cada uno.

Yibo ayudó a su esposo a sentarse sobre la mesa, separando sus piernas y colocándose en medio de estas, sus besos bajaron por su cuello y sus manos con desesperación abrían el pantalón para sacar su grueso y gran pene.

Sin romper el beso entró sin ninguna preparación en el pequeño anillo carnoso que lo volvió a recibir después de varios meses. Se sentía en la gloria.

Ambos estaban deseosos de esto.

Las manos de ambos recorrían el cuerpo de cada uno a pesar de la estorbosa ropa. Las estocadas eran cada vez más fuertes y rápidas. Los gemidos de Zhan no se hicieron esperar.

Yibo trataba de besarlo para acallarlos, pero no podía, estos seguían aumentando. Miró hacia la entrada - Silencio, silencio. - le pedía a su esposo preocupado de que los visitantes estuvieran escuchando.

Zhan hizo caso y solo se mordió los labios.

Por ratos abría la boca, pero Yibo se encargaba de silenciarlo, los movimientos fueron más rápidos, Zhan lo miraba, el castaño sentía que esa mirada lo invitaba a sumergirse más y más.

La explosión estaba a punto de llevarlos a ambos.

- Me vengo- habló Yibo entre jadeos sin dejar de mirar esos ojos que tanto amaba y se perdia, sobre todo en estos momentos lo volvía loco de la excitación.

Zhan lo abrazó, eso le indicaba que él también estaba a punto. Yibo aceleró los movimientos, ambos abrazados fuertemente y sus rostros escondidos en el cuello de cada uno hasta que se vinieron.

Ambos respiraban profundo. Había sido una excitante locura.

Se besaron apasionadamente una vez más.

Yibo arreglaba el cabello del menor con anhelo - Están esperándome. - volvió a besarlo y salió de su interior. Se revisó los pantalones y camisa para ver si no había algún rastro de semen, encontrando un poco de la sustancia en la camisa. Lo limpió como pudo y se colocó debajo de los pantalones los cuales tapaban la mancha. Pasó su dedo por la boca de Xiao Zhan el cual lamió los restos y se fue.

Zhan estaba satisfecho, sonrió y miró por dónde se había ido su esposo.

Salió por la puerta trasera muy feliz. Después de tanto tiempo había hecho el amor con Yibo.

Llegó a su cuarto y cerró la puerta, mordió sus labios mientras se quitaba los zapatos y la camisa al mismo tiempo, cuando estuvo a punto de quitarse los pantalones, la puerta de su closet se abrió.

- ¡No! Todavía no estás listo. - Protestó Cheng con diversión - ¡Y tuviste sexo!

-Eh, ¿qué te hace pensar eso? - preguntó sorprendido por el acierto de su mejor amigo.

- No traes ropa interior - Zhan con rapidez se colocó bien los pantalones - Pero no es lo único que te delata. También el cabello - se acercó un poco más él - Y los labios.

- Bueno es que acabo de verlo y entonces...

- Fui y me lo cogí. Eso es todo - completó divertido.

Zhan se cruzó de brazos y sonrió - Pues sí, eso hice

- Escucha. Necesito saber hasta el más sucio detalle. ¿Me entendiste?

- Pues deja de sonreír, y ayuda a cambiarme. - entró a su closet

- Ya te escogí toda la ropa. Aquí tienes.

Le enseño dos enterizos, uno negro y otro rojo. Saliendo el ganador el negro.
ZhouCheng se sentó - Soy todo oídos.

Él había sido solo seducirlo, no estaba planeado el llegar a tener relaciones y menos con personas o socios del castaño afuera, escuchando sus gemidos.

El pelinegro se terminó de alistar y salieron. Ambos subieron a la camioneta con Tomasso de escolta.

Llegaron al lugar dónde comerían ubicado en una de los puertos de Sicilia. Bajó primero del auto, y el recuerdo de lo que pasó minutos atrás hizo que sonría. Cheng llegó a su lado muy divertido.

- ¿Yibo sabe que saldremos?

- Por supuesto...  no sabe. - ambos rieron. Zhan se cruzó de brazos - Además, él tampoco me avisa cuando sale.

- ¡Ay, carajo! Esto va a ser muy interesante.

- Pfff, ¡por favor! ¿Es en serio, aquí?- preguntó al ver el lugar dónde comerían.

- ¿Qué tiene? Todos los buenos restaurantes de la ciudad son de los Wang. Vamos.

ZhouCheng jaló a su amigo, el cual renegaba por haberlo llevado a un lugar perteneciente a su esposo.

La luz del sol se ocultaba al horizonte, los platos exquisitos eran exquisitos, aún más acompañados con vino blanco. Una delicia. Ambos estaban felices.

Cheng se quejaba de lo mucho que había comido enseñando su barriga hinchada... La cual no había.

El celular de Zhan comenzó a sonar, quizás era Yibo, pero por eso no iba a borrar su sonrisa. Ya se le ocurriría algo para compensarle el escape. Además, estaba con su amigo y nada malo estaba pasando.

Sacó el celular del bolsillo de su pantalón, era un número desconocido, solo contestó.

- Hola - respondió con una sonrisa mirando a su amigo.

- Hola, soy yo. - su sonrisa se borró. ¿Cómo había conseguido su número? ¿Qué era lo que quería?

- Un segundo por favor - le habló a Ayanga. Se paró haciéndole una seña a su amigo que esperara.

ZhouCheng solo vio como Zhan se alejaba para poder hablar.  Zhan se alejó. Llegó hasta el puente del lago, tomó valor.

- ¿De dónde sacaste ni número?

- Ya sabes quién soy yo. Conoces mis raíces. Así que... ¿Cómo estás?

- ¿Por qué me llamas?

- Porque... No puedo olvidarme de ti.

Zhan trataba de sonar lo más serio posible, pero sus temblores y ganas de llorar lo invaden.

- Haz un esfuerzo. - le contesto lo más frío posible y colgó. Soltó el aire y regreso a la mesa con ZhouCheng.

Se sentó. Su rostro ya no tenía brillo de hace unos minutos, sus ojos marcaban hacia abajo.

Cheng estaba fumando - ¿Quién era?

El camarero los interrumpió, preguntándoles si todo está bien para recoger sus platos y ambos comentaron que todo iba bien y agradecieron.

- ¿Me dirás la verdad? - volvió a preguntar Cheng.

Sin mirarlo le contestó - ZhouCheng, a veces la verdad no es fácil.

- Zhan... ¿Qué fue lo que pasó en esa isla?

Xiao dibuja una ligera sonrisa - Él fue diferente.

- ¿Quién?

-Ayanga. - sus ojos volvieron a ver a Cheng - Con el que me fugué cuando Yibo me "engañó con YangZi"

- Espera. ¿No se trataba de una conspiración contra Yibo?

- Sí, pero entonces yo no lo sabía. Él fue mi... - dudo en lo que iba a decir - ... Amigo.

- ¿En serio? Has visto al tipo dos veces ¿y ahora es tu amigo?

-... - Zhan volvió a desviar su mirada.

- Okey, yo no voy a sermonearte, pero Zhan... Dios...

- Acabas de hacerlo. - Lo interrumpió.

- ¿Dormiste con él?

Zhan negó - No. - suspiró - Pero me apoyó cuando el mundo se caía a mi alrededor. Me cuidó y, por fin, me sentí libre.

-....

Cheng con el cigarro en la mano solo lo miraba. Él no era tonto.

- Muy bien. Tengo que olvidarlo.

- No puedo creerlo. Ay, ¿te enamoraste de él?

- ZhouCheng, basta ya. No es nadie para mí- se miraron unos segundos. - Bien, vamos. - se puso de pie, dispuesto a irse. Si seguía así, Cheng era capaz hasta de leerle su futuro.

ZhouCheng solo negó, era su amigo, solo tenía que evitar que hiciera una estupidez.

.
.
.

Holaaa Holaaaaa 👋🏻👋🏻👋🏻

Doble actualización de nuevo!! 🥳🥳🥳

Ahora que los niños están de vacaciones, tengo más tiempo.

Aquí ya estamos en la tercera película, así que unos capítulos más y le damos fin a este fic. Incluso estaba pensando que en cuanto estrenen la cuarta en Netflix, volver a editar, aunque al camino que van, parece ser que no habrá o la están haciendo larga.... Una de dos. 🤭

Aún no lo sé. Veremos qué pasa en los siguientes días.

Espero que lo estén disfrutando 😊

Nos vemos!!! 💚❤️

.
.
.