Enséñame a amar
Wang Yibo había ido a su pequeña cueva donde tenía un nuevo invitado. El cual estaba amarrado en una gran piedra. Se había enterado de la traición y trabajos sucios los cuales no se permitían.
- Por tu falta a la familia quedarás eliminado. No habrá rastro de ti.
Mientras eso pasaba, Xiao Zhan decidió darse un baño, debajo de la ducha sentado en el frio suelo, pensaba mientras el agua corría por su cuerpo. Pensaba en como escapar, tenía que hacerlo como a de lugar.
- Es ahora o nunca - se dijo levantándose rápidamente para seguido cambiarse y salir corriendo de su habitación. Al llegar salir de la gran casona, cruzó por el patio, pero lo que vio lo sorprendió muchísimo y un gran pánico entró a su cuerpo. Estaba ahí viendo atónito a varios hombres rodeando a uno que le acababan de terminar con su vida delante de él y sobre todo ver a Wang Yibo apretando el gatillo.
- ¡Carajo! - gritó ofuszcado, a continuación solo vio a Xiao Zhan desvaneciéndose inconsciente.
A la mañana siguiente Xiao Zhan se sentía muy cómodo, pero entre su sueño volvió a la realidad. Se sentó de golpe en la cama, vio a su lado y se asustó. Allí estaba Wang Yibo, sentado en una silla, con el torso desnudo, solo tenía un pantalón de jersey.
El pelinegro quitó su mirada de este y tratos de retroceder acurrucándose un poco más hacia el espaldar de la cama en forma de protección.
- ¿Cómo te sientes? Sé que no debiste ver eso, pero lamentablemente él se lo merecía. El mismo marcó su fin. Robaba a su propia familia y traficaba con niños y eso no lo permito.
Zhan solo escuchaba, dirigió su mirada hacia el pijama de seda negra que tenía puesta y se tapó en forma de protección.
- Una de las sirvientas te cambió. Yo no te toqué.
- Tienes personal para todo.
- Es una de las ventajas de ser el jefe.
- Entonces que uno de tus guardaespaldas me traiga mi teléfono y mi laptop.
- Eso será en su debido momento. Ahora arréglate que en dos horas salimos de compras que tenemos que volar.
- ¡Oye estás loco! No volare a ningún lado a no ser que sea China.
- No fue una oferta, es una orden.
Ambos no quitaban sus miradas, si las miradas pudieran matar, pues ambos ya estarían muertos.
- Escúchame bien. No soy un objeto al que quieras trasladar sin su permiso. ¡Si esa es la idea que tienes de cortejo... Estás muy equivocado! - Zhan le dio un golpe fuerte en el pecho. Yibo reaccionó ante el acto e inmediatamente lo lanzó contra la cama tratando de ejercer poder, pero Xiao Zhan no se iba a dejar, entre el forcejeó y pudo liberar una mano la cuál fue directo al rostro del mayor.
Zhan comenzó a temblar ligeramente debajo de él.
- Si me vuelves a pegar...
- ¿Qué? ¿Me vas a liquidar? - Giró su rostro para no verlo.
- Si no eres italiano. ¿De dónde sacas ese temperamento?
- ¿A cuántos chinos conoces?
- Creo que con uno es suficiente. Este será un buen año. Solo no necesito bajar la guardia ante ti. Haikuan trajo todas tus cosas. - Xiao Zhan se sentó en el borde de la cama. - Él te ayudará en lo que necesites.
Zhan volvió a caer en la cama. A regañadientes se vistió. Al salir los esperaba Haikuan con su desayuno; quien, al ver su ánimo, le prometió que lo iba a ayudar en caso Yibo se saliera de control. Mientras esperaba al castaño se echó en uno de los muebles del jardín quedándose dormido. Unos minutos después sintió una presencia, al abrir los ojos se dio cuenta que era el castaño el cual lo miraba fijamente como cuidando su sueño.
- Vamos, tengo cosas que hacer y tú irás conmigo.
- ¿Y si no quiero?
- Vamos - jaló del brazo de este haciéndolo parar en una y dirigirse al auto.
Cuando estaban en el camino, Yibo dichoso “el miente” Etna, el cual Xiao Zhan quería conocer. El castaño comenzó a explicar la leyenda de esta y el pelinegro esbozó una sonrisa oculta al escucharlo.
- Entonces tifón no sé enamoro de Zeus en 365 días. - sin dudas el pelinegro se iba a volver en su mayor dolor de cabeza.
Cuando llegaron al centro de la ciudad. Llevaron a Xiao Zhan de compras. Este no era tonto, tienda que entraba, tienda que escogía y llevaba. Al final de cuentas él no pagaba y si lo iba a mantener en secuestrado pues que pagara bien lo que le estaba haciendo. Trajes, jeans, caminas, poleras, zapatos, zapatillas, sandalias todo de marca famosas y caras. Los pobres guardaespaldas ya no tenían mano para seguir llevando cajas de cajas y bolsas.
Cuando llegaron a una tienda de lencería exclusivamente para hombres. Wang Yibo lo hizo entrar. Xiao Zhan escogió algunas prendas y entró a probarlas. Una de ellas había llamado su atención, un bóxer hilo de encaje negro, lo estilizaba y hacia ver su trasero bien definido y más esponjoso de lo que es.
El sonido de la puerta abriéndose lo sacó de su imaginación. Wang Yibo había entrado al probador. Su vista viajó en ese increíble cuerpo y ese maldito bóxer de encaje que lo hacía sentir demasiado sexy ante sus ojos.
- Largo! O si no...
- O si no. ¿Qué?
Zhan se acercó lenta y seductoramente hacia Yibo y con su mano acarició su pecho - O te garantizo que será la última vez... Que lo veas.
- Yo lo ordené - Tomó a Zhan de cuello y lo hizo retroceder hasta tocar el espejo - Y yo decido cuando quiero volver a verlo. - Lo soltó y salió del probador.
Zhan gritó dentro del camerino. Él no era un sumiso para que eligieran por él, ni mucho menos darle órdenes. Se cambió lo más rápido que pudo. Salió del probador con la prenda íntima en su mano y se lo tiró en el rostro a Yibo. Seguido salió de la tienda.
Ambos guardaespaldas al ver que se iba, se estaban poniendo de pie. - Déjalo, déjenlo - Ordenó Yibo y ellos se detuvieron.
Quería saber hasta dónde iba a llegar solo el pequeño escurridizo.
Zhan salió corriendo, viendo a su alrededor. Corrió lo más que pudo hasta llegar a un balcón, se veía el gran mar. Al voltear para escapar vio a dos guardias a los cuales sin pensarlo se acercó y pido por ayuda.
- Potresti aiutarmi. Mi hanno rapito. Ho bisogno del vostro aiuto. (Por favor podrían ayudarme. Me tienen secuestrado. Necesito su ayuda.)
Ambos oficiales lo miraron por un momento, pero luego su mirada se desvío detrás del chico. - Buon pomeriggio signore. (Buenas tardes señor) - Saludaron y se retiraron
Zhan al ver la reacción volteó a ver y ahí estaba de nuevo su némesis… Wang Yibo.
- ¿Estás perdido? - Yibo se acercó un poco, al contrario - Luchar es inútil. Solo tienes que ser parte de la aventura que el destino te dio.
- No fue el destino.
- A veces nosotros tenemos que forjar nuestro destino.
- Es verdad lo que dijiste antes - lentamente se fue acercando a Yibo - De verdad no me tocarás sin mi permiso.
- No soy el mounstro que crees que soy. - respondió.
- Quiero mi teléfono y mi laptop - sonrió - y quiero algo normal para la cena. Pollo agridulce y picante.
.
.
La noche había caído, Zhan se estaba alistando para una cena junto a Wang Yibo. Había decidido hacerle pasar los días más llevaderos para ambos. Claro que eso significaba que tenía que tener su dosis de travesura.
Decidió arreglarse casual pero sexy. Se maquilló ligeramente, se peinó todo para atrás y escogió uno de los trajes negros que había comprado esa mañana.
Al terminar se dirigió hacia el área de la piscina donde había una gran mesa, arreglada con flores y velas, en un extremo Yibo lo esperaba.
El mayor se quedó encantado con lo que veía, quiso darle un cumplido, pero el menor lo cayó de inmediato.
Le indico que se sentará e inmediatamente con un gesto se acercaron al pelinegro y comenzaron a servirle lo que él había pedido. Al dar su primer bocado, Yibo le pidió dar su opinión a lo cual Xiao Zhan solo respondió que estaba rico pero que le faltaba algo, ya que su madre lo preparaba diferente y riquísimo.
- Sólo no lo vayas a mandar a matar. Yo le enseñaré que es lo que falta.
Ante este comentario Yibo dibujó una media sonrisa. Sabía que con Zhan nunca se iba a aburrir.
Durante la cena Xiao Zhan le pidió a Yibo que le dijera a lo que se dedicaba, si iba a estar un año viviendo ahí tenía que conocer todo del contrario.
- Seguro que vas a cambiar - enmarcó una ceja.
- Yo quiero que me enseñes a ser amoroso, contigo - pidió Yibo tras la repuesta de Xiao Zhan.
Después de la repuesta del castaño la cena transcurrió en silencio. Al terminar A-Zhan agradeció y regreso rápido a su dormitorio. Cuando ingresó lo primero que vio fue su laptop y celular en el borde de la cama. Sin pensarlo más se acercó hacia sus objetos, encendió el ordenador y revisó que todo estuviera bien. Seguido tomó el celular y llamó a su madre.
- Hola mamá. Sí... todo está bien... Te comunico que he conseguido un nuevo trabajo en un hotel de Sicilia. Es tan hermoso el lugar, te aseguro que cuando vengas a visitarme te enamorarás.... Sí, no te preocupes, estoy bien... Nos vemos... Saludos a papá. Los amo. - cortó. Una sonrisa se dibujó en sus labios. Decidió cambiarse para ir a la cama y descansar.
.
.
.
Holaaa Holaaaaa 👋🏻👋🏻👋🏻👋🏻
Xiao Zhan será un dolor de cabeza para Yibo 🤭
Siento la tardanza 🫣
Espero no demorar en las siguientes.
L@s quierooo!!
.
.
.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro