—De hecho... —me dice mientras se le forma una sonrisa coqueta en el rostro —. Quiero que salgas a una cita conmigo.

Me quedé asombrada, esperaba cualquier cosa menos eso.

—¿No eras tú el que no salía a citas?

—Puedo hacer una excepción por ti, y la verdad que sería otro favor para ti porque me dio lastima contigo cuando tuviste aquella cita deprimente —se burla de mi.

—Mira Kalem ya estoy harta de juegos, lo del favor era en serio, no estoy para tonterías.

—Esto no es ningún juego, estoy hablando seriamente.

—¿Y como por qué quieres una cita conmigo?

—Pues ya te lo dije, quiero demostrarte lo que es divertirte en verdad.

—Acepto el reto, aunque dudo que pueda divertirme con tu mal humor.

—Eso lo veremos nena.

—¿Cuando sería la cita? —le pregunto.

—Mañana, tenemos el día libre. A las nueve de la mañana tienes que estar lista, no soporto los retrasos.

—Ok general —me burló mientras le dedico un saludo militar.

Salgo de su habitación y voy a la mía para cambiarme y dormir, debo reponer fuerzas y mañana no será un día fácil para nada.

Eran las 7am y mi habitación era un desastre, no encontraba nada lindo que ponerme y ya estaba histérica. Aunque la verdad, ¿para qué tantos arreglos, si iba a salir con el gorila?, aunque fuese vestida como una modelo de Gucci a él le parecería poco.  Me dejé de tantas tonterías y agarré unos shorts claros y una blusa color lila que tenía unos abombachados en las mangas, fui hasta el baño a cambiarme, me maquillé de forma sencilla; sólo rimel, gloss y un poco de rubor para contrastar mis blancas mejillas.

Apenas eran las ocho, así que tenía tiempo de sobra para desayunar, tome todos los ingredientes necesarios y me hize unos guafles, en la nevera había mermelada de arándanos y jugo de manzana. Desayune en menos de 20. Subí de nuevo a la habitación por mi bolso y eché todo lo que podría necesitar, cogí el móvil de la mesita de noche y faltaban 10min para las nueve, así que había terminado justo a tiempo.

Baje las escaleras por segunda vez en la mañana y ya el gorila me estaba esperando sentado en el sofá. La verdad es que se veía muy bien, llevaba unos jeans claros muy parecido al color de mi short, llevaba un pullover azul intenso y una americana de un color muy parecido.

—Que bueno, eres puntual —me dice de forma agradable.

—¿Quien eres y que hiciste con Kalem?  —le pregunto burlona.

—Lo tengo aquí en el bolsillo, si quieres podemos cambiar de personalidades.

—No, gracias, me gusta esta que tienes, deberías usarla todos los días.

—Siendo un malhumorado las chicas no me dejan en paz, si soy un encanto tendré a toda la universidad encima de mi.

—Que modesto.

—Siempre —sonríe y me toma de la mano —Vamos que hay que aprovechar el tiempo.

—¿A donde iremos? —me suelto de su mano y camino junto a él hasta su audi negro.

—No seas ansiosa querida Lena, ¿estás preparada para el mejor día de tu vida?

—Que se note la modestia, estoy lista.

Estuvimos en un viaje por carretera alrededor de 15min donde volví a apreciar los gustos musicales de Kalem, los cuales, por cierto eran muy buenos.

Llegamos a un lugar apartado y tuvimos que caminar un poco hasta que nos encontramos con unas vistas preciosas. Se podía apreciar una gran roca en medio del mar que formaba un arco hermoso. Las aves volaban en manada y la brisa acompañada del olor del mar se hacía presente. A mi lado estaba Kalem mirando fijamente las expresiones de mi rostro.

Narra Kalem

Era tan ilusa que se podía complacer con cualquier cosa. La verdad es que esa actitud que tuvo el día que llegó en ropa interior a la cafetería despertó esa actitud cazadora en mi, que llevaba reprimiendo desde que supe de su cita con Austin. No hay nada imposible para mi, y conquistarla es mi nueva meta.

—¿Y qué tal? —pregunto mientras le señalo el horizonte —¿Comenzamos bien el día?

—Este lugar es hermoso —se queda admirando la vista.

—Pero eso no es todo, sigueme —le ordeno y ella comienza a caminar detrás de mi.

Caminamos por la arena de la playa hasta llegar a una lancha donde nos esperaba el hombre que la custodiaba.

—Que bueno que llega señor, que pasen un gran día, me retiro —sale caminando el hombre y nos deja solos.

—¿Sabes nadar verdad? —le pregunto mientras levanto un poco las patas de mis jeans para poder llegar hasta la lancha.

—Si sé —me responde —. Pero no traje bañador.

—Por eso no te preocupes, en la lancha hay un bañador y toallas para cambiarnos. Le dije que lo compararan un modelo de cada talla, porque no sabía cuál usabas.

Asintió con la cabeza y los dos caminamos hasta la lancha. Puse el motor en marcha y ella puso música en su teléfono, así que ahora estaba cantando a todo pulmón y la brisa moviéndole el cabello por la velocidad.

Llegamos hasta la costa y volvimos a caminar durante otro rato, tenía planeado saltar de una tiroleza, en la cual, en el otro extremo se hallaba un acuario.

—¿Qué hacemos aquí? —espera la respuesta parada delante de mi.

—Saltaremos de esa tiroleza —le digo y le brillan los ojos.

—¡No lo puedo creer! —exclama y me abraza dejándome anonado.

—Tal vez después de todo no seas tan idiota —me dice con un tono muy dulce.

Pero tú si eres muy ingenua  —digo en mis pensamientos. Veamos si cuando termines con el corazón roto dirás lo mismo, porque uno de los dos acabará así, y de seguro que no seré yo.

💠N/A💠
Hola chicxs, lo prometido es deuda, aquí tienen otro capítulo, todavía falta un poco más de la cita de estos dos, pero el capítulo me quedaba muy largo. Disfruten la lectura y dentro de poco nos vemos con un capítulo nuevo.

¿Qué les parece la actitud de Kalem?

Kiss Kiss 😘