5 meses después

—Hoseok, por favor trae el biberón —le pide Jimin, desde la habitación.

Sí, el bebé había nacido, fue un parto demasiado doloroso debido a que Jimin es un humano y no un cambia formas omega.

Eve tuvo que buscar una bruja curandera para llevar a cabo la cesárea en el chico. Todo se complicó ya que los dolores eran tan fuertes que Jimin se desmayaba y retrasaba cada vez más el parto.

Pero todo tomo otro rumbo cuando le dieron un té relajante y eso fue de mucha ayuda. La cesárea se llevó a cabo y el bebé nació con bien.

Sobre la memoria de Park, no recordaba en absoluto a Jungkook, o como él suele llamarlo, su bestia.

Eve, había bloqueado todos los recuerdos del alfa, desde el día que se conocieron hasta el día de la pelea territorial de Jeon. En el mundo de Jimin no existía Jungkook, Taehyung, Marie y todo lo que implique a los cambia forma de Headwaters.

Para Hoseok fue algo difícil, ya que tuvieron que fingir un accidente razón por la cual Park, no recuerda quién es el padre de su bebé.

—Es hora —dice Kira, tomando por sorpresa a la bruja.

—Sí, está bien —balbucea, mientras dobla una página y la introduce a un sobre.

—Ya no hay marcha atrás, lograste tu objetivo. Sonríe —habla el lobo.

—Sí, lo logre —susurra Eve.

—Le hablaré bien a Jeon de ti —menciona Kira.

—Eso no evitará que me mate —replica con desagrado la chica.

—Nada evitará que te mate, Eve —aclara el lobo.

—Lo hice porque esa maldita me amenazó —refuta.

—Y posiblemente esa maldita ya no exista —replica Kari.

—Pero consiguió su objetivo. Hacer infeliz a Jeon por casi un año —expresa con sonrisa ladina la bruja.

—Te escucho decir eso y ahora creo que colaboraste con ella —confiesa el viejo lobo.

La chica está por hablar, pero escucha un par de pasos.

—Necesito al biberón —dice el castaño.

Kari lo agita y luego se lo entrega al humano.

—Dijeron que después que el bebé naciera, Jungkook nos podría encontrar —susurra Hoseok—. ¿Por qué seguimos aquí?

—Eve, se encargará de eso ahora mismo. ¿Verdad? —la confronta Kari.

La chica asiente y dice.
—Necesitare a la tía de Jimin como anzuelo. Reanudaron las búsquedas, si el lobito consigue llegar al despeñadero haré que vea a SunHee. Él bajará y encontrará la cabaña, ya retiré los hechizos y nos encontrará sin problema.

—¿Qué hay de los recuerdos de Jimin? —inquiere el humano.

—Los recuperará, confía en mi —acota Eve.

—Bueno, es difícil confiar en ti —parlotea Hoseok.

La chica desciende su mirada mientras el castaño se aleja.

—Olvídalo. Él no te corresponderá.

—Lo sé —musita desilusionada. —Ve por SunHee y llévala donde la puedan ver —le pide.

El lobo asiente y luego deja a la chica sola.
Eve suspira, le gusta Hoseok, puede ser que esté enamorada del castaño. Pero está segura que el humano no siente lo mismo por ella, puede ver el desprecio en su mirada y sentirlo en la manera en la que la trata.

—Me lo merezco —masculla, mientras escucha el llanto del bebé.

La búsqueda no ha progresado y con ella las esperanzas del alfa Jeon, cada vez son nulas.

—Alfa —masculla con voz cansina, Emily. —Alfa —repite, obteniendo la atención del pelinegro. —Necesito que venga conmigo, ahora —le pide con voz cansina.

Jungkook la ve sin entender nada, está desnuda frente a él y sabe que eso significa que ha olfateado o visto algo en su búsqueda.

El pelinegro se da la vuelta y sigue a la chica bosque adentro, dejando las tiendas de acampar cada vez más lejos.

—¿Viste u olfateaste algo? —la cuestiona, mientras la sigue de cerca. —Emily —la llama al no recibir respuesta.

La chica de cabello cobrizo no dice nada, solo continúa caminando hasta que llega al lugar.

—Es aquí —verbaliza. —Vi a un lobo gris con blanco —le hace saber.

—Emily, no creo que...

—Mire, mire, mira —lo interrumpe eufórica—. ¿Si ve lo mismo que yo?

El pelinegro aún absorto por lo que está viendo asiente.

—Es una mujer —articula el alfa.

—¿Puede olfatear eso? —indaga.

Jeon asiente y contesta.
—No está sola, un lobo la acompaña.

—Se va —anuncia la chica.

—La conozco —dice Jungkook. —Es la tía de Jimin —agrega.

La omega lo mira sorprendida.

—Vuelve con el resto —la pide Jeon.

—No, voy contigo —dice la chica y luego se transforma.

El alfa bufa, pero segundos después se transforma a su parte lobuna. Los dos lobos comienzan a correr siguiendo el aroma del lobo gris con blanco y el de la humana.

En Headwaters Marie junto a las omegas, cachorros y unos cuantos alfas ven como el hombre de traje que les había conseguido más tiempo camina por la reserva.

—¿Dónde está Jeon? —pregunta Phillip.

Marie da un paso al frente y responde.
—Aun no regresa, sigue en la búsqueda.

—El tiempo se terminó, linda —dice el humano.

—No, solo necesitamos un poco más —espeta la alfa.

—No pude pararlo. Estoy aquí para avisarles, volveré, pero no solo. Quieren saber la verdad, el humano que ofendieron fue escuchado por el líder —expone el hombre.

—¡Mierda! —exclama Marie. —Gracias por avisarnos, estaremos listos con o sin Jungkook —asegura la rubia.

—Suerte.

—Gracias Phillip —es lo último que dice la alfa.

Marie se da la vuelta, ve las cabañas, los cultivos y a los cachorros jugando bajo la supervisión de Jia.
Finalizar el tratado significaría que tendrían que abandonar Headwaters porque los humanos los intentarán matar y cazar.

—Por favor, Jungkook. Vuelve ya —musita para sí misma.

Por su parte, Jeon y Emily en su parte lobuna, dejan de correr cuando ven al lobo gris con blanco a unos tres metros de distancia.

Entra a una pequeña cabaña llena de madera, el lobo grande y negro se mantiene a la expectativa junto a la loba cobriza. Escuchan pasos y sueltan un par de gruñidos.

—Cálmate Jeon. Soy Kari —habla el viejo lobo saliendo de la cabaña en su forma humana vestido.

Jungkook suelta un fuerte gruñido y luego vuelve a su forma humana.

—Dame una buena razón para no matar al viejo lobo —exige el alfa, caminando a pasos largos y precipitados hasta Kari.

—Soy el responsable de que esa maldita brujita tuviera el control de su propio poder. Soy el responsable de que la tía y el amigo no fueran utilizados como experimento para su maldita magia. Ah, y también soy el responsable de que estemos aquí —habla con perspicacia el viejo lobo.

—¿Dónde está? Voy a matarla —brama Jungkook.

—Primero vístete —le aconseja Kari, lanzándole un pantalón y una camisa. —No tengo nada para ella, pero ten mi camisa —dice para luego lanzarle la prenda a la chica. —Date prisa —lo apresura.

El pelinegro se viste de forma rápida y luego ve al viejo lobo.

—Concéntrate y olfatea, Jeon —le indica Kari.

Jungkook lo mira sin comprender algo, pero hace lo que le pide, olfatea y jura por la madre luna que puede reconocer ese vago olor. Su lobo se remueve al reconocerlo, sin decirle nada al viejo lobo comienza a caminar siendo guiado por su olfato.

Se detiene hasta llegar a una cabaña, el aroma ahora es más fuerte y diferente es como una mezcla entre el aroma humano de Jimin y su aroma de lobo.

—Disculpe, ¿puedo ayudarlo en algo? —escucha la voz de un chico.

Su lobo lo sabe, su lobo lo reconoce, su lobo no miente. Es su lindo humano.
Jeon se gira y ve a Park de pie, con su mano derecha sostiene una cesta de color café con manzanas, mientras que con la otra acaricia el bulto que se encuentra entre su pecho y estómago, sostenido por una manta larga que rodea su espalda.

—Es extraño ver a alguien por aquí, muchas personas no suelen visitar este lado del bosque. Estoy...

El rubio deja de hablar debido al llanto del bebé.

—Tranquilo amor, iremos adentro pronto —le habla el humano al bebé.
—Supongo que está perdido —agrega Jimin.

Cuando alza su vista se percata que el pelinegro se encuentra demasiado cerca de él.

—Oiga, yo...

—Jimin —murmura Jeon, mientras sus ojos se llenan de lágrimas.

—¿Me conoces? ¿Cómo me conoces? —lo interroga con temor el rubio.

—Jimin —repite el alfa, derramando un par de lágrimas al ver a su humano y a su bebé frente a él.

—Lo siento, debo volver a dentro —se disculpa el chico.

—No, ¿por qué? —suelta el pelinegro, asustando al rubio.

—Porque no te conozco —responde con desdén, Jimin.

—¿Cómo que no me conoces? —lo cuestiona Jeon.

—Escucha, tranquilízate —le pide Park—. Iré por Hoseok y Kari para que te ayuden.

—Estoy aquí por ti —dice Jungkook. —Jimin —musita, llevando su mano hasta una de las mejillas del humano.

—Oye, yo en serio no te conozco y creo que...

—No me digas que no me que no conoces, porque si me conoces —lo interrumpe el pelinegro.

—Te juro que no, si te conociera lo recordaría —parlotea, temeroso Park.

—Mírame —le pide Jeon.

El rubio lo mira, su mirada se detiene en aquellas dos hermosas y llamativas orbes bicolores que lo ven fijamente llenas de esperanza y amor.

—Tus ojos —balbucea Jimin—. Mi bebé...

—Jimin, soy yo Jungkook —habla el pelinegro.

—No, yo no sé —dice el rubio, alejándose del pelinegro. —Iré por Hoseok y Kari —le hace saber, mientras pasa al lado del mayor.

—Soy yo, tu bestia —confiesa Jeon, haciendo que Park se detenga.

El chico mira las hojas secas por doquier mientras una ráfaga de recuerdos regresa a su mente. Ve a su bebé mientras sus ojos se llenan de lágrimas.

—Ju-Jungkook —articula con voz quebrada.

El alfa trota hasta el humano, posa sus manos en los mofletes del chico mientras asiente.

—Así es, soy yo —asegura el pelinegro.

—Jungkook —chilla Jimin.

—Estoy aquí, cariño —dice Jeon, dejando un par de besos en cualquier parte del rostro del humano, para luego abrazarlo siendo cuidadoso de no lastimar al bebé.

Hoseok, SunHee y Eve ven aquella imagen desde la puerta de la cabaña, mientras que Kari y Emily los ven a solo un par de pasos.

Todos ahora están tranquilos a excepción de la bruja, que sabe que son sus últimos momentos de vida.