Taehyung sale del vehículo azotando con fuerza la puerta. Molesto camina hacia a la casa del alfa de Jeon, alza su mirada y ve a Marie esperándolo bajo el marco de la puerta.

—¿Cómo está, Jeon? —pregunta entre dientes.

—Como la mierda, Tae —contesta la rubia. —Su mano izquierda es un completo desastre —lo pone al tanto, mientras entran a casa. —¿Qué hay de Jimin? —inquiere la alfa.

El beta la ve de soslayo y simplemente se limita a negar.

—¿Qué se supone que significa eso? —lo cuestiona la alfa sin entender.

—Tú sabes —balbucea Kim.

—No, Taehyung. No lo sé, ahora explícame —le pide la rubia.

Ambos se detienen frente a la puerta de la habitación de Jungkook, dos betas salen y ellos permanecen en silencio mientras se miran mutuamente.

—El alfa quiere que entren —les indica la más pequeña.

—Taehyung —lo llama en voz baja, Marie.

—Ve por la bruja mayor, Mar —le pide en un susurro el azabache.

—Pero...

—Solo hazlo, Marie —demanda el beta entre dientes.

La chica realiza un chasquido con su lengua, pero acata la petición del azabache.

Taehyung suspira, sabe que lo que está por decirle a Jungkook le hará perder los estribos y lanzarse a buscar al humano y a la bruja.

Mira la puerta de la habitación abierta, pero no entra, se da la vuelta y se detiene hasta alcanzar a una de las betas, cuando le han dado lo que necesita se encamina de nuevo hacia la habitación.

—¿Por qué se tardan demasiado? Entren de una puta vez —brama el alfa desde el interior de la habitación.

Kim entra evitando que Jeon se enfade aún más. Ve al alfa y su aspecto es horrible, los moretones violáceos comienzan a profundizar su tono. Los rasguños y laceraciones en sus brazos y piernas son ahora más notorios. Sin dejar de lado su mano izquierda que está hecha un desastre debido a la mordedura que había recibido por parte de Richie.

—Te ves como una pila de excremento —confiesa Taehyung, mientras señala la mano afectada del pelinegro.

—Te diría que buscarás a mi contrincante, pero seguro y ya quemaron su cuerpo —replica Jeon. —Bueno, ve por su cabeza e intenta que te responda —chista.

El beta sonríe ladinamente mientras asiente.

—¿Fuiste a la casa de la tía de Jimin?

El azabache asiente.

—Bien, dile que pase. Necesito verlo —le pide con tranquilidad.

Posa su cabeza sobre el respaldo de la cama y cierra sus ojos a la espera de que su lindo humano haga acto de presencia dentro de la habitación.

—¿Por qué sigues aquí? —lo cuestiona Jeon, al ver al beta aún dentro de la habitación.

—Samara, está aquí —anuncia Marie, deteniéndose al lado de Kim.

—Mar, dile a Jimin que pase —le ordena a la rubia.

La chica forma una línea con sus labios y luego gira su rostro para ver al azabache a su lado.

—¡¿Qué esperan?! ¡Hagan pasar a Jimin! —vocea con su voz de mando el alfa.

—Ju-Jungkook —tartamudea Taehyung.

—Mar, ¿qué mierda pasa? —cuestiona a la chica.

—Es Jimin, él...

—Hablen de una puta vez —brama el pelinegro.

—Jimin no está —suelta de sopetón el beta.

—¿Cómo qué no está? —parlotea, confundido Jeon.

—Fui a la casa como me lo pediste, pero estaba vacía. No había nadie, busqué en cada rincón y no lo encontré —relata Kim.

—Debiste buscar bien, debiste...

—Debiste desconfiar de la maldita bruja —lo interrumpe Taehyung.

—Tae, no lo provoques más —le sugiere la alfa.

—Tú no me dirás qué hacer —espeta, ofendido Jungkook.

—Basta los dos —verbaliza Marie—. No es momento para discusiones. Jimin, no está. Entonces, nosotros debemos encontrarlo. Pero antes, ¿qué fue lo que planeaste con la bruja?

—Ella se lo llevaría al iniciar la pelea, de esa manera Sam no lo atacaría. Dijo que haría un hechizo de protección a la casa y estarían a salvo —comenta Jungkook.

—La casa estaba sin ningún hechizo, pude entrar sin problemas —dice Kim.

—Jungkook. ¿Estás seguro que ese fue el plan? —lo interroga la rubia.

—No soy estúpido, Mar. Le di indicaciones exactas —refunfuña el pelinegro.

—Entonces, ¿por qué mierda, Jimin no está donde se supone qué debería de estar? —lo confronta Marie.

—Maldita bruja —murmura airado, Jeon—. Lo llamare.

—Es inútil, ya lo intenté y ninguno contesta —informa la alfa.

—¿Quién más iba con ellos? —indaga Jungkook.

—Hoseok y la tía de Jimin —contesta Taehyung.

—¿Alguien puede decirme dónde está esa maldita bruja? —se escucha la voz de Jia.

Los tres cambia formas la miran entrar a la habitación, luce desorientada y sucia.

—¿Por qué me ven así? ¿Dónde está, Jimin y Hoseok? —los cuestiona la humana.

—Al parecer, la brujita los rapto —la pone al tanto, Marie.

—¡¿Qué!? —emite la pelirroja. —¿Eso es cierto? —se dirige a Jeon.

—Yo...

—Alguno de ustedes puede decirme por qué estoy aquí —escuchan la voz de una anciana.

—¿Qué hace la vieja bruja en mi casa? —pregunta Jungkook.

—Le pedí a Marie que fuera por ella. —acota Kim. —Si la brujita los tiene, necesitaremos de otra bruja para rastrearlos —explica.

Marie observa a Jungkook, algo le parece extraño. Su amigo y líder sigue sentado en la cama, tomándose con serenidad la noticia de que el humano del que está imprimado y con el cual tendrá un hijo, ha sido raptado.

Ella sabe que algo no anda bien, y que pronto su lado humano por fin se doblegará y se unirá con su parte lobuna.

—No puedo localizarlos —dice la bruja.

—Intente una vez más —insiste con desesperación, Jia.

—Lo intentó con los tres humanos y es inútil —murmura Taehyung.

—¿Existe alguna otra manera en qué pueda localizarlos? —se dirige la humana a la bruja.

—Linda, si él hechizo de localización no funciona, ninguna otra cosa mágica lo hará —le hace saber, Samara.

—Pe-pero... ¿qué hay de mis amigos? —cuchichea, bajando su tono de voz en cada palabra.

—Jia —la llama Taehyung, acercándose a ella de inmediato. —Los buscaremos, te lo prometo —susurra el beta mientras la arrulla en sus brazos.

—Jungkook, ¿qué haremos? —lo cuestiona Marie. —Jungkook —lo llama—. Maldita sea, Jungkook. Reacciona.

El alfa se es encuentra viendo a la nada, repentinamente se pone en pie, sus ojos anegados hacen que sus glóbulos oculares luzcan más brillantes. Un par de suaves gruñidos empiezan a escucharse, gruñidos que poco a poco comienzan a sonar cada vez más fuertes.

—Sal de la habitación, ahora —le pide Taehyung a Jia.

—Y si él...

—Estaré bien, espera por mí en la sala —le indica el beta.

—Vaya con ella —le ordena Marie a la bruja.

—¿Cómo haremos esto? —cuestiona el beta a la alfa.

—Yo lo distraigo y tú lo duermes —le explica la rubia.

Jungkook suelta un gutural gruñido en el momento en que su parte humana ha asimilado la situación. Y en la que su lado lobuno lo carcome por dentro. El alfa no es el único que sabe que está por perder los estribos, los otros dos cambia formas dentro de la habitación también lo saben.

—¡Maldición! —grita cuando recuerda que su lindo humano ha desaparecido. —¡Maldita sea! —vocea, recordando al cachorro que Jimin carga dentro de él.

Coge la mesa de noche, la alza y la lanza contra una de las paredes de la habitación.
Marie y Taehyung se miran y luego ven a su alfa. La rubia asiente y luego lo hace el azabache.

—Jungkook —lo llama Kim, obteniendo por unos segundos su atención.

Marie lo coge por la espalda, forcejea un poco con el pelinegro y con desespero logra hablar.
—Ahora. Ya.

Taehyung destapa la jeringa, sin ninguna sutileza introduce la aguja en el muslo izquierdo de Jungkook. Presiona la parte de arriba e inyecta hasta la última gota del sedante en el cuerpo de su amigo.

—Voy a matar-matarte, bru-brujita.

El beta toma las piernas de Jeon y ayuda a la alfa a llevar el cuerpo a la cama. Se quedan en la habitación en silencio mientras ven a su amigo descansando contra su voluntad.

¿Qué cuál es el plan?
No tienen la menor idea, pero lo que si saben es que harán hasta lo imposible para encontrar a Jimin.

Nuevo capítulo.
Nada más decirles que ya estamos entrando en la recta final de la historia.

Cuídense mucho.