-¿Estás listo? -pregunta el pelinegro, entrando a la habitación.

-¿Es necesario que nos reunamos todos? -indaga el rubio, mientras se pone en pie.

-Jimin, el sexo es algo normal y natural -dice Jungkook.

-Lo sé, lo sé. Pero usualmente nadie sabe cuándo tienes sexo a menos que lo comentes -refuta el chico.

-Oye, ellos no dirán nada, y si lo dicen los golpeare -le asegura el más alto.

-Bien, vamos -accede, tomando la mano áspera del mayor. -Estamos yendo porque es importante reunirnos todos, no por lo que dijiste -aclara el más bajo.

-Sí, como digas cariño -murmura Jeon, mientras salen del apartamento tomados de la mano.

En el auto conduce el cambia formas, mientras Jimin duerme. Todavía se siente agotado después no dormir en todo un día por tener a Jungkook encima.

Cuando han llegado bajan del vehículo y tomados de la mano caminan hacia la casa de Jia. Tocan el timbre y esperan unos segundos.

-Hola, pasen -los saluda Hoseok.

Ambos pasan, pero al estar dentro Jimin suelta la mano de Jungkook y abraza a su amigo. Hoseok escucha los gruñidos y de inmediato se aleja un poco del rubio.

-Tranquilo, no va atacarte -ríe Park.

-¡Ji! -vocea la pelirroja al ver a su amigo.

-¡Ji! -vocifera el rubio.

Los dos corren a encontrarse y se abrazan fuertemente.

-Dios, verte de pie, sonriendo y abrazándome me alegra mucho -se sincera Jia.

-¿Por qué dices eso? -duda Jimin.

-Mar, estuvo diciéndoles cosas exageradas sobre el celo -responde Taehyung.

-Marie -gruñe Jeon.

-Bueno, lo siento. Pero debiste haber visto sus caras -chista la rubia.

-¿Qué es...? -curiosea Jia, al ver algunas manchas moradas y rojas ascendiendo por el cuello de su amigo. -¡Lo lastimaste! -alza su voz, furiosa.

-No -dice de inmediato, Jimin.

-Oye, cálmate -se entromete Marie. -Déjame ver -le pide la alfa al humano.

El rubio mira a su novio, el pelinegro asiente y es ahí cuando recorre el cuello de su camisa hacia fuera y muestra una marca de mordida, con manchas moradas y rosas.

-Intentaste marcarlo -murmura Marie.

-¿En serio? -inquiere Taehyung. -Sigue oliendo a Jungkook. Demasiado -confiesa el azabache.

-¿Qué les dijo Bon al respecto? -indaga la alfa.

-Bueno... ella...

-Dijo que estábamos destinados -interrumpe el rubio a su novio. -Sé que no soy uno de ustedes -añade, mientras señala a los tres cambia formas. -Pero ella me dijo que Jungkook y yo estábamos destinados a estar juntos, y que debía dejar que todo fluyera porque lo que nos pase será un regalo de ella y de la madre luna -concluye.

-Ven -masculla Marie, cogiendo de los hombros a Jimin.

La alfa le revisa la marca, luego lo olfatea y se queda mirándolo fijamente mientras piensa.

-Basta, Marie -habla Jeon-. Es un humano.

-Pero...

-Bon, realizó un hechizo para que un humano y un lobo se emparejen -relata Jungkook, mientras camina hacia Jimin. -Por lo tanto, él es y seguirá siendo mi lindo humano siempre -puntualiza.

-No seré uno de ustedes -murmura Park, mientras deja que el cambia formas lo abrace por la espalda. -Bon, dijo que el que estemos juntos servirá para demostrar que humanos y bestias si pueden relacionarse -añade con seguridad.

-Es cierto -tercia Taehyung, ganándose la atención de todos. -Estuve con Jungkook cuando Bon, se lo mencionó -asevera.

-¿Estás bien? -cuestiona Jia a Marie. -Porque creer que un humano se convertirá en hombro lobo por una mordida, es una completa locura -chista la pelirroja.

-Bueno, creí que ese hechizo era fuerte -parlotea avergonzada la alfa.

-Es fuerte, pero no poderoso -bromea Kim, haciendo reír a todos.

Después de una pequeña merienda entre humanos y bestias, por fin deciden hablar sobre lo que ocurre en Headwaters.

-¿Cómo está todo? -inquiere Jeon.

-Del asco -responde con desagrado, Marie. -Elijen a omegas y betas, las fotografían y las muestran a los de traje. Si les interesa llegan a Headwaters, pagan una cantidad de dinero, te suben a una habitación y luego debes dejar que el humano haga lo que sea contigo -relata la rubia, mientras mantiene su mirada clavada en el suelo. -Es lo que hicieron conmigo -agrega en un susurro.

-Algunos omegas nos ayudaron, pero otros decidieron quedarse de brazos cruzados -menciona Taehyung.

-¿Qué harán? -indaga Jia.

-Debo ir a Headwaters y hablar con él -acota Jeon.

-¿Crees que quiera hablar contigo después de que sacáramos a Marie de ahí? -lo cuestiona su novio.

-Bueno, lo intentaré. Sino tendremos que luchar -contesta el pelinegro.

-¿Luchar? -duda Jimin-. ¿De nuevo?

-Estaré bien, no va a pasarme nada -le asegura el cambia formas, mientras entrelazan sus manos.

-¿Cuándo iremos? -inquiere Marie, ansiosa.

-Ustedes, hasta que solucione todo -responde con voz áspera. -Yo, dentro de poco -agrega mientras se pone en pie.

-No puedes ir solo, Jungkook -espeta la rubia.

-Si puedo -replica Jeon. -No cambiare de opinión, así que dejemos esto hasta aquí -farfulla, caminando hacia la puerta. -Te espero en el auto -se dirige a Jimin, y luego abandona la casa.

-Yo... Debo... Me voy -trastabilla, nervioso el rubio.

-Debes hablar con él -le indica Marie, alterada.

-Primero cálmate -le sugiere Jia a la defensiva.

Jimin observa a Taehyung, el beta se acerca a él y permanece en silencio por unos segundos.

-Que vaya solo es lo correcto, pero es demasiado arriesgado -habla por fin, Kim. -Hazle entender eso. Busca una manera en que pueda aceptar que alguno de nosotros lo acompañe -le pide con sutiliza el azabache.

Park asiente a las sugerencias.

-Hablare con él, haré lo que pueda -gesticula.

-Gracias, Jimin -musita Taehyung.

-Nos vemos -se despide el rubio de los cambia formas.

-Oye, escríbeme. Cada vez que mencionan Headwaters se me acelera el corazón y me preocupo por ti -confiesa Jia.

-Tranquila, lo haré. Te escribiré con mis avances y te llamaré cuando él ya tenga su decisión -le hace saber el rubio.

La pelirroja asiente y luego abraza al rubio.

-Los quiero -se despide Park de sus dos amigos.

Sale de la casa preocupado y nervioso, pero al ver al pelinegro dentro del auto esperando por él. Se tranquiliza.

-¿Adónde quieres que vayamos? -lo cuestiona el cambia formas, luego de poner en marcha el vehículo.

-Podemos ir al centro comercial, te puedes subir al elevador las veces que quieras mientras voy por hamburguesas -contesta el rubio.

-Me gusta el elevador -suelta feliz el alfa. -No cómo me gustas tú, claro -rectifica, haciendo reír y sonrojar al más bajo.

Al llegar al centro comercial, caminan por los pasillos abrazados hasta llegar al elevador.

-Jungkook, esa sonrisa solo debería ser mía -lo reprende Jimin, fingiendo molestia.

-Es solo tuya, cariño -musita Jeon, viendo de soslayo al humano a su lado.

-Deja de ver el elevador de esa manera -le pide el rubio.

-Ok -gesticula.

-Lo estás haciendo de nuevo, Jungkook.

El pelinegro se da media vuelta, desciende su rostro y de improvisto besa los labios del humano.

-¿Por qué fue eso? -indaga Jimin.

-Porque quiero que no te sientas intimidado por el elevador -contesta el alfa.

Park ensancha sus ojos y luego suelta una estrepitosa carcajada.

-Lo único que puede intimidarme es la magia de Bon y tú destinada -se sincera el rubio entre risas. -Si te digo que dejes de ver el elevador así es porque ninguna persona en la ciudad mira de esa manera los elevadores -puntualiza.

-Lo único que debe intimidarte es la magia de Bon, y lo furioso y posesivo que puede ser tu alfa -refuta Jungkook.

-Ok -musita el rubio. -Voy por las hamburguesas, alfa -emite en el mismo tono.

Mientras Jungkook sube y baja en el elevador un par de veces, Jimin se encarga de comprar hamburguesas, y dos bolsas de gomitas de ositos.

Ve a Jeon por el cristal trasero del elevador, sonríe y con un movimiento de su cabeza lo llama.

El alfa espera que el resto de humanos baje, mientras tanto, el rubio, espera impaciente.

-Jimin -lo llama alguien.

El rubio se da la vuelta y ve a un chico alto frente a él.

-Si eres tú -gesticula el castaño, sonriendo.

-A-A-Andrew -tartamudea, asustado.

Pestañea un par de veces mientras un recuerdo fugaz azota su mente. Recuerda a Andrew, claro que lo recuerda. El idiota que quiso violarlo de no ser por la intromisión de Jungkook.

-No te acerques a mí -le pide Jimin, mientras retrocede.

Sus manos comienzan a temblar, haciendo que las dos bebidas que sostiene en un portador de cartón se tambaleen.

-No, escucha, yo deseaba verte -habla el castaño, acercándose más a él-. Quería...

-Jungkook -pronuncia el rubio, luego de escuchar un gruñido tras de él.

Park, mira hacia la izquierda y ve pasar de largo a su novio.

-No, detente -susurra Jimin, acercándose a ambos. -Jungkook, estamos en la ciudad, no hagas una tontería. Por favor -suplica con rapidez.

-¿Qui-Quién eres? -inquiere Andrew.

-Su novio -contesta entre dientes el alfa, mientras presiona uno de los brazos del castaño. -Voy a matarte -gruñe Jeon.

Andrew ve los ojos bicolores y de inmediato recuerda haberlo visto esa noche en el bosque.

-Tú también lo espiabas -replica con valentía.

-Yo lo salvé -refuta el pelinegro.

-Basta, Jungkook. Suéltalo, no vale la pena.

Una sonrisa socarrona surca los labios de Andrew, Jimin escucha nuevos gruñidos, pero está vez más fuertes.

-Basta -espeta, dejando caer las dos bebidas.

Jungkook desvía su mirada y la conecta con la de Jimin.

-Por favor, sácame de aquí -suplica el rubio con voz quebrada y sus ojos acuosos.

Sí, sentía mal al ver al estúpido de Andrew. Pero se sentiría peor si su novio se transformaba en lobo en el centro comercial.

-¿Estás bien? Lamento mucho no haberte sacado antes de ahí. Mi lobo lo reconoció y lo único que quería era matarlo -dice el alfa.

-Sí, estoy bien, tranquilo -contesta Jimin, mientras limpia las lágrimas de sus ojos.

El más alto se acerca de inmediato, posa sus manos sobre la cintura del más bajo. Reposa su frente sobre la del contrario y se miran mutuamente mientras sus ojos destellan un lindo brillo.

-Tu lobo me quiere demasiado -murmura el rubio.

-Nos tienes de rodillas, Jimin -musita el pelinegro.

-Bestia -lo llama en tono bajito y cariñoso.

-Umm -emite Jungkook.

-Bésame y luego llévame a casa -le pide Jimin.

El cambia formas sonríe grandemente, besa a su humano y luego ambos suben al auto.