29
—Tía, espera, le ayudaré yo —la detiene el rubio. —Espera en la caja registradora y mantente ahí —le indica, tomando la caja con sopas instantáneas.
El chico sale con la caja y camina hacia el auto en el que una de sus mejores clientes se encuentra guardando el resto de sus compras.
—Muchas gracias, Jimin —agradece con mesura la mujer.
—De nada, que tenga un buen día —la despide Park.
El rubio se gira y choca contra alguien.
—Disculpe, lo siento —farfulla preocupado.
—Soy yo tranquilo —musita el de cabello avellana.
—¡Robert! —emite, eufórico Jimin. Al ver al cliente de su tía.
—Vine y no encontré —murmura el más alto.
—Sí, mi novio y yo tuvimos que hacer un viaje. Pero ya estamos de regreso —menciona Park.
—¿Todo bien? —lo cuestiona Robert.
—Sí, todo bien —afirma Jimin, esbozando una pequeña sonrisa amigable. —Debo regresar adentro —murmura, mientras frota sus manos.
—Espera. ¿Te gusta el teatro? —lo interroga el de cabello avellana.
—He ido algunas veces con mis amigos. No soy aficionado, pero me agrada —responde.
—Ten —masculla, mientras le entrega dos entradas. —Puedes ir con tu novio, así puedo conocerlo —añade.
—Es una buena idea —dice Park. —Le he hablado de ti, estoy seguro que querrá conocerte e ir al teatro por primera vez —expone.
—Espero verlos en la función —verbaliza el más alto. —Nos vemos mañana, dulce Jimin —se despide por fin, intentando abrazar al más bajo.
El chico lo mira, duda por unos micro segundos, pero luego decide que es buena idea abrazarlo como agradecimiento a las dos entradas.
—Gracias por las entradas. Hasta mañana, dulce Robert —se despide Jimin, rompiendo el abrazo.
Park ve las entradas, una sonrisa surca sus labios al saber que podrá llevar a Jungkook a un teatro y mostrarle algo nuevo.
Se da media vuelta y luego de dar un par de pasos siente unos brazos rodearlo por la espalda. Se sorprende un poco, pero al escuchar aquellos ronroneos entre el espacio de su cuello y su hombro se carcajea de manera tierna.
—No me dijiste que vendrías —musita Jimin, dejando que el más alto deje castos besos en su cuello.
—Vine por tocino y huevos —comenta entre pequeñas pausas, Jeon.
—Bueno, entonces vamos...
—¿Con quién has estado? ¿Quién vino aquí? ¿Quién te tocó? ¿Te lastimó? —lo atiborra de preguntas, Jungkook. Luego que lo ha dejado de abrazar y lo ha girado de manera brusca.
—¿Qué? —pronuncia confundido el humano.
—Tienes aroma a cedro y menta, Jimin —reprocha el alfa, apuñando sus manos.
—¿Qué? —repite el rubio—. Mi perfume no huele así y...
—Hueles a otro lobo, Jimin. ¿Quién estuvo aquí y te tocó? —lo confronta, emitiendo un par de gruñidos.
—Cálmate —le pide el chico. —No he visto a ningún lobo. Solo hablé con Robert, el chico que te mencioné —explica.
—Es un lobo —espeta el pelinegro.
—Puedes explicarme lo que ocurre —le pide Jimin.
El mayor, mira hacia todos lados, ve hacia el bosque tras la tienda y nota como los arbustos se mueven.
—Quédate aquí —le ordena al humano y luego corre hacía el bosque.
—Claro que no —pronuncia entre dientes, Park. Corriendo tras el cambia formas.
Jimin entra al bosque sin un ápice de duda, se detiene entre arbustos y árboles y al escuchar trotes y gruñidos retoma la búsqueda de su novio.
—Jungkook —lo llama al verlo de espaldas.
—Te dije que esperas —recalca el cambia formas, entre gruñidos.
—Hola, dulce Jimin —lo saluda el de cabello avellana, ganándose un estrepitoso gruñido por parte de Jeon.
—¿Quién eres? —lo interroga Park, acercándose a Jungkook.
—Bueno, yo soy...
—Su nombre es Richie —interviene el pelinegro.
—¿Richie, el líder de tu manada? —duda el rubio.
—El mismo —canturrea de manera gratificante el líder.
—Me espiaste, todo este tiempo me has espiado. Fingiste ser un cliente amable para acercarte a mí y así reconocer el aroma a lobo de Jungkook —verbaliza molesto el chico.
—Eres muy listo —lo elogia. —Descubrí todo. Sam me lo comentó y yo solo vine a comprobar que tan verídico era su relato sobre el cambia formas imprimado de un humano —expone Richie.
—Voy a matarte —lo amenaza Jungkook—. Si vuelves a tocarlo, te mataré.
—Solo fue un pequeño abrazo, Jeon —fanfarronea el líder.
—No quiero que lo vuelvas a tocar. No te acerques a él. ¿Me has entendido?
—Es que eso es imposible. Veras Jeon. Tú no puedes tener una relación con un humano. Me importa una mierda si estás imprimado de él —expresa Richie. —O lo dejas o lo desaparezco. Decide —añade con aires de superioridad.
Jungkook mira a Jimin de soslayo, nota preocupación en su rostro. Se quita la chaqueta y luego la camisa al mismo tiempo que se retira los zapatos.
—El humano es mío. Lo toco yo, lo cuido yo y lo protejo yo —dice el pelinegro, mientras sus ojos se vuelven más brillosos. —Por lo tanto, si quieres desaparecerlo primero deberás desaparecerme a mí —enfatiza Jeon.
—Jungkook —lo llama el rubio, al ver que sus manos y pies comienzan a convertirse en patas con grandes garras.
—Espera tras la roca —gruñe el pelinegro, exponiendo sus largos y afilados colmillos.
Está vez el chico decide obedecer, corre hacía la roca, se oculta tras ella y cuando asoma su cabeza ve a su novio en su forma lobuna.
Richie desternilla en risa, da un salto y luego se convierte en un gran lobo de pelaje avellana y ojos color miel.
Ambos lobos se gruñen, sus ojos brillan en gran manera. Luciendo como aquella estrella que destaca sobre las demás. Sus colmillos filosos y puntiagudos castañean entre cada gruñido, exponiendo a su adversario lo preparados que están para el enfrentamiento.
Cuando los gruñidos cesan por unos segundos, los dos enormes lobos por fin se enfrentan, chocando sus dientes y colmillos en busca de poder debilitar a su contrincante.
Jimin presencia por primera vez un enfrentamiento entre lobos, y desearía que su novio no fuera uno de los involucrados.
—Jungkook —musita el rubio, al ver que los colmillos del lobo avellana, pescan un ápice de piel del lomo de su novio.
Jeon se recompone, esquiva el ataque de Richie y luego lo ataca, atrapando con su gran hocico la piel del cuello del contrario. Presiona sus mandíbula haciendo que sus colmillos comiencen a incrustarse en su contrincante.
El lobo avellana chilla, Park cubre sus oídos, su corazón late con desespero al no saber qué es lo que debe hacer para que la pelea entre lobos culmine.
El chico ve como alguien se aproxima con la intención de involucrarse en la pelea. Se oculta tras la enorme piedra, extiende sus brazos y coge dos rocas más grandes que sus manos. Las sostiene con fuerza, inhala y exhala, cierra sus ojos y asiente.
El rubio se pone en pie, el hombre le da la espalda, apresura sus pasos y cuando ve que los brazos y piernas comienzan a transformarse en patas, alza su brazo izquierdo y lanza la primera piedra. El cambia formas de color gris en plena transformación se gira y ve al humano. Jimin alza su brazo derecho y lanza la piedra directo a la cabeza.
—¡Maldición! —exclama, al ver como la transformación llega a su fin y escucha el potente gruñido del lobo gris.
Mientras Jimin corre, huyendo del lobo gris, Jungkook suelta a Richie, baja la guardia y su pata trasera derecha es atacada por el lobo avellana. Impidiendo que ayude a su novio.
El lobo negro chilla y luego emite un aullido, intenta atacar a Rich, pero no consigue alcanzarlo con su hocico.
Un par de gruñidos se escuchan distrayendo un poco al lobo avellana, un lobo de pelaje amarillo aparece al lado de un lobo azabache.
El lobo amarillo corre en dirección en la que Jimin huyó del lobo gris, y el lobo azabache ataca sin miramientos a Richie, haciendo que suelte a Jungkook y luego huya.
Jimin corre lo más rápido que sus piernas le permiten, reconoce que está corriendo como nunca ha corrido en su vida.
Mira hacia atrás sobre su hombro izquierdo, al no ver al lobo gris se alegra, pero al regresar su vista al frente tropieza con una roca, se dobla el tobillo y cuando alza su vista ve al enorme lobo gris frente a él, mostrándole su peligrosa dentadura.
—No quieres lastimarme —murmura el rubio. —Si me lastimas, Jungkook va a matarte —agrega, viendo como el lobo gruñe y arroja baba en su rostro.
El lobo gris emite un potente gruñido, el humano coje un poco de hojas y tierra, al ver que el lobo abre su hocico le lanza lo que recogió. Se pone de pie en un ágil movimiento, está tan asustado que por el momento no recuerda que se ha doblado su tobillo.
Se gira, trota un poco y cuando mira al frente ve a un lobo de color amarillo correr de forma veloz hacia él.
—¡Mierda! —vocifera desesperado.
Sigue corriendo y cuando ve al lobo amarillo subir a una roca y luego saltarla se lanza sobre la tierra seca, ramas, césped, hojas y rocas de diversos tamaños.
Permanece en el suelo boca abajo unos segundos, se gira, ve los enormes árboles y las hojas moverse al ritmo del viento. Suspira y cuando escucha los gruñidos recuerda la situación en la que se encuentra. Alza su rostro y observa como el lobo amarillo se da la vuelta, mientras se acerca cada vez más a él, nota manchas rojas en su hocico.
—Dios —gesticula Jimin, sentándose para luego arrastrarse hacia atrás con sus pies y manos.
El lobo amarillo ronronea, el chico deja de alejarse al escuchar los ronroneos. Jungkook los hace cuando lo acaricia.
—¿Quién eres? —pregunta con voz agitada el rubio.
El lobo aúlla, asustando al humano.
—Rasguña la tierra una vez para sí y dos para no —le pide Jimin.
—¿Eres Taehyung?
El lobo rasguña con su pata derecha delantera dos veces.
—¿Marie? —pronuncia mientras se pone de rodillas.
El lobo amarillo ahora rasguña la tierra con su pata izquierda una sola vez.
—Marie —emite, aliviado el chico. Esbozando una enorme sonrisa.
La alfa se acerca al humano para servirle como soporte para que se ponga de pie. El rubio acaricia el pelaje de la loba amarilla y luego ve como un lobo azabache se acerca, haciendo que torpemente se coloque tras de Marie.
Jimin ve más atrás del lobo azabache y puede ver el pelaje negro asomarse de manera lenta.
—¡JUNGKOOK! —desgañita el rubio, corriendo con dificultad hacía el enorme lobo negro. —Jungkook —musita, posando sus manos cerca de las orejas del lobo.
El chico desciende sus manos al cuello del pelinegro, escucha un pequeño gemido y con rapidez retira sus manos del cuerpo del lobo. Ve sus palmas y nota sangre en ellas.
—Estas herido —chilla Jimin—. Llamare a Jia, le pediré que...
—Tranquilízate, Jimin —se escucha la voz de Marie.
—No, no lo haré. Está herido —replica, viendo a la rubia desnuda. —Jungkook, está herido —articula con voz quebrada.
—Estará bien. Tranquilízate, Taehyung llamo a Jia antes de que saliéramos de Headwaters —le hace saber.
El lobo azabache se aleja de todos, Jimin se acerca a Jungkook, lo acaricia con sumo cuidado mientras el lobo negro ronronea y jadea.
Jia llega al bosque acompañado del lobo de color azabache. Saca las prendas que ha guardado en una mochila, y luego Jungkook y Taehyung, vuelven a su forma humana.
Ve el cuello y espalda lastimado de su novio y también su pierna derecha.
Forma una fina línea con sus labios, se cruza de brazos y ve como el cambia formas se coloca la ropa.
—No volverás a Headwaters, no ahora —espeta el rubio. —Hay un botiquín en mi apartamento, te curare y pasarás la noche ahí. Taehyung y Marie también pueden quedarse —añade.
Jungkook se acerca a Jimin, lo abraza y luego deposita un beso en la coronilla del humano que lo abraza de manera fuerte.
Taehyung se acerca a Jungkook, le ayuda a salir del bosque, mientras Jia ayuda a Jimin, ya que su tobillo se ha inflamado y el dolor comienza a ser insoportable.
Marie ve hacia atrás, recoge la mochila de la humana y luego trota hasta alcanzarlos. Suben al auto de la pelirroja, hacen una parada en una farmacia para comprar medicamentos para Jimin y luego conducen hasta el apartamento del novio del alfa Jeon.
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