15
Selva Headwaters
Jungkook se encuentra junto a Taehyung ordenando una carretilla con hortalizas mientras Marie, prepara huevos como la persona del video se lo indica.
—Jeon —susurra el beta. —Mira —le indica, guiándolo con sus ojos hacia el lugar que desea que observe.
El pelinegro ve a Richie junto a Samantha y dos acompañantes que está muy seguro que no los conoce y que son humanos.
—No tienen aroma —menciona Taehyung.
—Son humanos —confirma Jeon, viendo como Samantha y Richie los despiden.
Cuando ve que la mujer lo mira desvía su mirada y retoma su trabajo junto al beta.
—Jungkook —se escucha la voz armoniosa del líder de la manada. —Es un honor para todos ver como ahora has decidido permanecer en nuestro territorio y no fuera de este cazando —añade, cruzando la cerca junto a su hermana.
—Sí, hice una especie de trato —comenta el pelinegro, recordando a Jimin. —¿Qué te trae a mi terreno, Richie? —inquiere, curioso.
—Sam, me dijo que desea hablar contigo mientras yo esté presente —responde Richie.
—No cambiaré de parecer frente a tu hermano —se dirige el alfa a la omega. —Mi lobo y mi parte humana dejaron de quererte —dice Jeon.
—Eso no es posible, Jungkook. No te atrevas a mentirme —articula molesta.
—Es tu destinada, Jeon —le recuerda Richie.
—Ellos saben que es mi destinada, pero no hay más nada —confiesa, dejando perplejo a Richie y a su hermana.
—Eres un maldito mentiroso —solloza la ceniza.
—Te lo he dicho muchas veces, Sam, pero parece que estás obsesionada en ser correspondida donde no lo serás —le recuerda y aclara, Jungkook.
—No te voy a perdonar nunca, nunca —enfatiza Samantha.
—¿Es en serio lo que dijiste? —indaga Richie, después que su hermana se ha marchado.
—SÍ —afirma.
—¿Tan cierto como que visitas la ciudad? —inquiere el líder.
—Tan cierto como que tus dos acompañantes son humanos —replica Jeon con seriedad.
—Solo busco lo mejor para la manada —gesticula Richie.
—¿Seguro? —lo confronta Jungkook.
—No quiero limpiar la mierda que estás haciendo. Yo visito la ciudad, pero no expongo a la manada. Dejar que humanos de traje visiten nuestro territorio es la mayor estupidez que un líder puede permitir —le plantea.
—Se lo que hago, Jeon —expresa con aires de grandeza, Richie.
—Eso espero, Rich. Ahora largo de mi terreno —verbaliza con seriedad, Jeon, cogiendo una carretilla para luego marcharse junto a Taehyung.
—Necesito que siembren chile, picante —les explica Marie, mientras se alimentan. —¿Iremos a ver a Jimin? —pregunta la rubia.
—Yo sí, tú no —contesta el pelinegro.
—¿Por qué no? —pregunta sorprendida, Marie.
—Porque cuando ustedes están presentes no se deja abrazar, ni besar. Así que no, no irás —contesta el alfa.
—Jungkook, eres un cambia formas no una garrapata —lo señala la alfa, haciendo reír a Taehyung. —Déjalo respirar, lo miras y quieres pasar pegado a él todo el tiempo —añade la chica.
—A él le gusta —menciona Jeon.
—¿Te lo ha dicho? —lo cuestiona.
—No, pero no me aleja, solo lo hace cuando ustedes están presentes —responde.
—Bien, iremos, le preguntaré donde venden semillas de chile picante y luego Taehyung y yo los dejaremos solos —expone la rubia.
—No te creo —habla con la boca llena el alfa.
—Si lo hará, te doy mi palabra de mantenerla lejos por un buen tiempo —le asegura Taehyung.
—Sino cumplen no permitiré que visiten la ciudad —los amenaza Jungkook.
—Se lo diré a Jimin —balbucea Marie, provocando que una fuerte risilla escape de la boca del beta.
En la ciudad
—Jia, quieres por favor dejar de tocar los globos —le exige Jimin a la pelirroja.
—Hoseok y yo creemos que debes dejar de verte con Jungkook —se sincera la chica.
—Sí, también lo reconsideré, pero no quiero —dice el rubio. —Dame la barra de pegamento —le pide.
—Actuó raro esa noche, Jimin.
—Hablaré con él, le propondré una cena o almuerzo juntos y si está de cuerdo les explicará lo que sucedió esa noche —farfulla Park, pegando un último pétalo de rosa. —Listo, está es la dirección —añade, entregándole una tarjeta a su amiga—. Por lo que más quieras deja en paz los globos, Jia. Necesito el dinero.
—Sí, sí, como digas —recita la pelirroja saliendo como un lindo arreglo de flores de papel. —¿Cuándo nos reuniremos? —pregunta ansiosa.
—No lo sé, Ji. Lo hablaré con Jungkook cuando venga a verme —acota el chico, mientras coloca los globos en el asiento trasero. —Cuídate, te quiero —se despide de su amiga.
—¡También te quiero, Ji! —exclama la chica.
El rubio está por entrar a su local, pero escucha un gruñido, mira hacia todos lados y cuando alza su rostro a través del vidrio de la puerta nota la silueta corpulenta del cambia formas atrás de él.
—Te he dicho que no gruñas en público —lo reprende Jimin, cogiendo uno de los antebrazos de Jeon para hacerlo entrar al local. —No gruñas en público, me pongo nervioso, alguien puede escucharte —farfulla el chico.
—No gruñiré en público —dice Jungkook.
—¿Por qué traes esas bolsas? —lo cuestiona el rubio.
—Traje hortalizas para ti y tu tía —responde el cambia formas dejando las bolsas en suelo para luego abrazar al humano. —Me gustas mucho —ronronea Jeon, ocultando su rostro en el cuello de Jimin.
—Te ves bien, me gusta esa camisa —lo elogia Park.
—Por eso me la puse —dice Jungkook, haciendo reír al chico.
—¿Sucede algo? —pregunta Jimin al ver al cambia formas un poco pensativo.
—Richie, el líder de la manada estaba acompañado de su hermana y dos humanos en nuestro territorio —le platica.
—Dijiste que es prohibido que los humanos visiten territorios de lobos —recuerda el rubio—. Seguro y son con los que tienen el trato
—No, no lo son —lo interrumpe el pelinegro. —Los conozco. Creo que Richie está haciendo algo estúpido, pero debo estar seguro —murmura, acercando su rostro al del chico.
—No te metas en problemas, bestia —susurra el rubio, sobre los belfos del alfa.
Unen sus labios y de inmediato el lobo del cambia formas cambia de humor.
—Jia y Hoseok quieren que deje de verte —le comenta en voz baja, Jimin.
Los ojos del cambia formas brillan, su entrecejo se frunce y suelta un gruñido.
—Oye —lo regaña el chico, golpeando uno de los brazos del más alto. —Déjame terminar y compórtate —le pide.
El cambia formas posa sus manos en la cintura del humano, lo alza y lo sienta cerca de la caja registradora para luego acomodarse entre el espacio que dejan las piernas del más bajo.
—Le dije a Jia que hablaría contigo, y que si tú estabas dispuesto en explicarles lo que ocurrió esa noche podríamos reunirnos, puede ser una cena o almuerzo —le expone el rubio.
—Les mostrare que soy un cambia formas —suelta el alfa.
—No, espera. ¿Estás seguro? —duda Jimin.
—¿Confías en ellos? —indaga Jeon.
—Sí, pero… no sé si tú lo hagas. Son mis amigos y…
—Si tu confías en ellos yo también —lo interrumpe Jungkook, rodeando la cintura del humano con sus musculosos y largos brazos.
—¿Seguro?
El pelinegro asiente.
—Bien, si es lo que quieres hacer está bien —accede Jimin, acariciando el cabello del cambia formas ganándose suaves, pero audibles ronroneos. —Te extrañe bestia —confiesa, para luego dejar un casto beso sobre los labios del más alto.
Inician una ronda de besos dentro de aquella tienda, pero dejan de besarse cuando la campana suena y el alfa detecta a la alfa junto al beta.
—¡Jimin! —grita Marie—. Necesito semillas de chile picante para que tu alfa las siembre fuera de casa.
—¿Mi-mi alfa? —emite el rubio, viendo a los tres cambia formas.
—Disculpa, olvido que eres humano —bromea la rubia. —Tu alfa viene siendo como tu hombre, tu novio, tu pareja. Ya sabes —le explica.
—Oh, entiendo —gesticula Jimin, asintiendo mientras masajea los hombros del cambia formas.
—Utilízalo en el sexo —le aconseja Marie.
Taehyung lleva su mano izquierda a su rostro, masajea sus sienes con su dedo medio y pulgar mientras ríe divertido.
El rubio mira al pelinegro que luce abochornado por primera vez, alza sus cejas dos veces y sonríe.
—Bájame, llevemos a Marie a conseguir las semillas —le indica Park.
—¿Y luego? —inquiere Jeon.
—Luego haremos lo que quieras —responde Jimin, para luego adentrarse a la bodega de su tienda.
—Deja de sonreír de esa manera —se dirige Jungkook a Marie.
—Se cuidadoso es un humano, trátalo bien, demuestra lo buenos que somos los cambia formas para aparearnos —habla con rapidez la rubia.
—Cierra la boca, Mar —le sugiere Taehyung.
—Consíguete a alguien, Marie. Te ves desesperada por follar —espeta el alfa.
—Eres un imbécil —lo señala la chica.
—Y tú una loca —replica el pelinegro.
—¿Sucede algo? —los interroga Jimin, al volver de la bodega.
—No, nada —responde Taehyung, impidiendo que alguno de los alfas, conteste.
—Ok —verbaliza el rubio.
Cuando han terminado de ayudar a Jimin a dejar en orden su espacio de trabajo y haber cerrado el local, suben al vehículo del humano, esta vez conduce Marie, Taehyung la acompaña al frente. Mientras el cambia formas y el humana viajan en la parte trasera sentados muy cerca con sus manos y dedos entrelazados.
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