Damon salvatore
The vampire diaries
Advertencia: continuación del tan pedido oneshot 46 (habra más partes)
Para 2003_Rusher_vale

Stefan supo que algo no andaba bien cuando Damon volvió a la mansión y quemó todos los papeles que tenían alguna referencia del paradero de ______ desde que se fue con Klaus. Damon tenía esa mirada enojada y respondía sarcásticamente desde que habían llegado de la montaña de hombres lobo.
-la encontraste-afirmo mas que preguntar Stefan apoyado en el marco de la puerta de brazos cruzados. Damon estaba agachado en frente a la chimenea mientras observaba como los mapas y papeles se quemaban. Con el ceño fruncido y las manos en puños.
-no quiere volver-respondio el vampiro con enojo-no se que hacer-
-tal vez no es ella la que no quiere volver, ¿Te has puesto a pensar que ____ está protegiendote?-
-no necesito protección y ella lo sabe-respondio en negación Damon-de todos modos la búsqueda termino-
-¿Y te darás por vencido?-pregunto su hermano con curiosidad, ¿Estaba dejándola ir?
-que poco me conoces hermano-respondio el mientras se levantaba y salía de la habitación caminando rápidamente. Esto no se había terminado.
¿Cómo habían llegado a esta situación? Te preguntaste. Estabas encerrada en el gimnasio de la escuela, con Elena y dos muchachos que mantenían el equilibrio. Si apoyaban el pie que tenían en el aire tu orden era matarlos. Klaus te había hipnotizado, un movimiento en falso y muchas personas moririan.
-¿Qué no pudieron dejar de buscarme de una maldita vez?-preguntaste molesta a Elena, el marcador estaba por llegar a cero, y cuando lo hicieras debías matarla.
-no, tienes derecho a vivir , al igual que todos aqui-respondio ella con la cabeza en alto. Dirigió su vista al reloj el cual faltaban segundos para llegar a cero.-damon te necesita, todos te necesitamos-
Suspiraste profundamente recordando el último encuentro que habían tenido. Lo habías tratado muy mal, le habías hecho creer que no sentías nada por el, y te fuiste dejándolo solo en una montaña de hombres lobo. Cuanto deseabas besarlo en ese momento.
-tratare de detenerme, corre-le dijiste. Quebraste un tablón de las gradas y formaste una estaca, dándosela a ella. ¿Cuanto más tardarían Damon y Stefan en darse cuenta que estaban allí?
El marcador sonó, Elena corrió fuera del gimnasio y tu corriste tras ella incapaz de detenerte. Te sostuviste de la puerta con los brazos, pero fue inútil, tus piernas no respondían tus órdenes, solo las de Klaus, matar a Elena si él no conseguía la cura antes del tiempo dado.
Olfateaste el lugar y seguiste su rastro hasta el interior de un aula donde Elena se encontraba. Te sorprendió cuando cruzaste la puerta, clavandote la estaca que tú misma le habías dado. Corrió lejos de ti luego de eso, rompiendo una de las mesas y fabricando otra. Tu caíste de rodillas, pero no te detuviste, solo quitaste la estaca y esperaste que tú herida sanara. Luego te abalanzaste sobre ella.
Intento clavarte la estaca nuevamente pero tú eras vampiro y ella humana no había mucho que pudiera hacer. Arrojaste lejos la estaca, y fuiste directo a su cuello.
Pero un brazo se cerró alrededor de tu cuello, alejándote de ella.
-¿Me extrañaste amor?-dijo la voz de Damon en tu oído. Te alegraste internamente de su llegada. Lo extrañabas terriblemente y no querías herir a Elena gracias a la compulsión de Klaus.
Pero no podías demostrarle que lo querías, porque sabías que el te buscaría nuevamente si desaparecias con klaus.
Damon te alejó de Elena mientras tú intentabas de todas maneras sacarte de su agarre. Las instrucciones eran claras. Mata a Elena cuando el reloj llegue a cero, y a todo el que se interponga. En ese tiempo, Bonnie tenía que buscar la cura para que los híbridos de Klaus no murieran, poniendo a Tyler como sujeto de pruebas.
Golpeaste su estómago con tu codo safandote de el, y luego tomaste la estaca de Elena queriendo clavársela en el corazón.
-¡Vayanse!-gritaste cuando el detuvo la estaca a milímetro de su piel-¡Llévate a Elena de aquí!- lograste que tu fuerza de agarre disminuyera, Damon aprovecho esto y clavo la estaca en tu tórax, dándoles tiempo a el de huir con Elena. Pero Klaus apareció.
-desaste de el y aliméntate de ella- te ordeno el con crueldad. Negaste mientras las lágrimas caían de tus ojos. Tomaste unos lápices que estaban alli y se los clavaste en la pierna a damon, para luego clavarle la estaca que tenías aún en el tórax a el, cerca del corazón. Pero no lo mataste, no podías hacerlo, era Damon, tu Damon.
-me juraste lealtad, y solo veo tu esfuerzo por salvarlo de su muerte-dijo Klaus enfurecido-me brindaste tu palabra , te trate como una reina ¿¡Y así es como me pagas?!-te grito apartandote repentinamente.
-¡Me prometiste que estaría salvo!-gritaste con lágrimas en los ojos. Klaus había detenido la compulsión por lo que ahora actuabas libremente.
-¡Déjala ir! ¡Ella no tiene nada que ver en esto! ¡Es entre Stefan tu y yo!-grito enfurecido Damon desde el suelo, prácticamente no podía moverse. Elena se mantenía a su lado en silencio.
Klaus se acercó a ti repentinamente y tomo tu mandíbula con fuerza logrando que lo mirarás a los ojos.
-hare lo que debí desde un principio-gruño a centímetros de tu rostro-apagalo-
Tu corazón se detuvo mientras sus pupilas se agrandaban al tiempo que intentaba utilizar su compulsión en ti.
-¡No!-intento moverse Damon pero aún tenía lápices y estacas por todos lados-¡_____!-
-no-te quejaste intentando safarte-¡Ya basta!-
-¡Apágalo!-grito furioso Klaus.
Y no pudiste negarte.
Tus brazos se relajaron del agarre en sus muñecas. Tus piernas se mantuvieron quietas sin intentar oír. Tu rostro perdió toda expresión de desesperación que tenías minutos antes. Tus lágrimas dejaron de caer.
-mucho mejor-sonrio Klaus al saber que estabas bajo su control.
Lo miraste sin expresión alguna mientras el acaricio tu mejilla con suavidad. Elena te miraba horrorizada, Damon en cambio parecía haberse dado por vencido.
-ahora aliméntate de ella, pero no la mates, la necesitamos- asentiste al tiempo que volteabas tu mirada a Elena quien te observo con temor.
Te acercaste rápidamente mientras ella retrocedió tres pasos alejándose de Damon quien se quitaba las estacas rapidamente.
La tomaste bruscamente del cabello y clavaste tus colmillos en su cuello.
Y succionaste.
La sangre comenzó a caer por su cuello y tu barbilla, su sabor era terriblemente exquisito, tal vez por su condición de  doppelganger.
Saciaste tu sed, dejándola caer inconciente al piso ante la mirada atónita de Damon.
-vamonos linda, tenemos cosas que hacer, híbridos que convertir-dijo Klaus, le sonreiste con atrevimiento mientras tomabas la mano que el extendía hacia ti, y le diste una última mirada burlona a Damon.
Luego se retiraron del lugar.