Draco Malfoy
Harry Potter
Advertencia: ninguna

•-¡dijiste que no lo harías!-Chillaste furiosa, caminando por el pasillo mientras seguías a Gale el dueño de la academia.
-¡no tuve opción! La academia está en quiebra, no voy a ir a prisión solo por qué tú te acostaste con el hijo de Narcissa Malfoy, son los que más ofertaron, y ahora, son dueños de La academia - reprochó Gale, sabías que tenía razón, pero sentias que te había traicionado por la espalda.-deja de lloriquear, aprovecha la oportunidad y vuelve a revolcarte con ese bombon.-
Bufaste enojada, te diste media vuelta y te alejaste por el lado contrario del pasillo, directo a tú salon de danza. Desataste tú campera fina de hilo violeta de tú cintura, dejaste tú bola y varita en una silla y estiraste un poco las piernas para luego poder bailar. Traías unas medias color blancas con una malla color rosa pálido, y un pequeño recogido descuidado.
Ahora tendrías que cruzarte a ese mujeriego, narcisista, egocéntrico, y desalmado hombre por los pasillos de tú academia.
Pusiste los pies en punta, y comenzaste a hacer ejercicios de postura, para poder relajarte.
Estúpido rubio, ¿no le bastaba refregarle en la cara a su ahora prometida? Había estado saliendo 6 meses hasta que te enteraste de su compromiso. ¡y por el maldito diario el profeta!
-Toc toc-dijo una voz muy conocida en La puerta del salón, ni siquiera volteaste a mirarlo. Lanzó un silbido observando La elegancia del lugar-lindo salón, ¿lo pagaste con tú sueldo de profesora?-
-Lindo traje ¿te lo pago tú mami?-Preguntaste irritada nuevamente sin dejar de hacer tus posturas-¿que quieres Malfoy?-
-bueno, mí madre siempre quiso bailar desde niña asique le cumplí el sueño y compre el estudio, ahora está observando a las niñas bailar y me aburro-se encogió de hombros despreocupadamente mientras se apoyaba en La barra donde hacías tus figuras-crei que tal vez querrías estrenar el lugar...-
-Eres un cerdo- gruñiste fingiendo no haberlo escuchado, te fuiste de la barra y comenzaste a practicar tú postura
-Te encanta que lo sea-
-¿a tú prometida tambien?-Preguntaste con cinismo, recordándole que tenía a alguien que lo esperara en casa.
-Alguien está muy a la defensiva-Dijo con una sonrisa de burla, haciendo que te hirviera La cabeza de furia
-Solo te recuerdo que tú futura esposa te espera en casa...¿porque no vas a divertirte con ella?-
-Astoria es...Ella no...-No encontró las palabras exactas para describirla, incómodo cambio La posición de sus pies, recargando se completamente en La pared-ella no eres tu-dijo finalmente con dificultad.
-Lo se, ni aunque me bañara con desinfectante tendría la sangre tan pura como ella, me lo dejaste claro-dijiste ahora dolida. Recordando La última discusión que tuvieron luego de enterarte de su compromiso.
-me hiciste enojar-respondio el excusandose
-¿te hice enojar?-Preguntaste ahora dejando caer tus brazos y girandote a verlo-oh lo siento mucho Malfoy, no fue mí intención hacerlo...-Dijiste acercándote a él fingiendo arrepentimiento. Te paraste a unos centímetros de el continuando con tú actuacion-tal vez lo hice por qué ¡MI NOVIO EL CHICO CON EL QUE ESTUVE SALIENDO 6 MESES TIENE UNA PROMETIDA Y NUNCA ME LO DIJO!-
-¡fue un matrimonio por conveniencia! ¿como querías que te lo dijera? ¿en nuestra primera cita? ¡soy Draco Malfoy mucho gusto! soy millonario, buscador de quidditch profesional, trabajo en san Mungo y ¡por cierto! ¡tengo una prometida!-Grito el ahora visiblemente molesto, debías admitir que extrañabas su sarcasmo.
-¡no lo se! ¡solo debiste decírmelo!-Respondiste ahora con la voz entrecortada-ya no importa- tomaste tú campera de hilo, y te la pusiste con descuido y rapidez, apagaste la música del grabador con un movimiento de tú varita y tomando tú bolso te dirigiste a la salida.
-Tu no te iras-murmuro el rubio con enfado, sacando su varita hechizo la puerta para que no pudieras salir. Indignada le dirigiste una mirada para luego mirar la puerta, e intentar con todos los hechizos que se te venían a la mente.-¿ya? ¿terminaste tú rabieta?-Pregunto cuando te diste por vencida-ventajas de un ex-mortifago-sonrio torcidamente mientras se enorgullecía de su hechizo de magia oscura.
-¿que quieres de mí?-Preguntaste cansada de su actitud. Te cruzaste de brazos a la espera de una respuesta.
-yo...No lo sé...Solo se que contigo podía ser quién soy en realidad-respondio ahora con seriedad, eran pocas las veces que el era así de sincero-no te importaba mí dinero ni mí pasado, te importaba yo-
-pero parece ser que a ti sí te importa aún-Respondiste con decepción-porque si te casas con ella , es por dinero e imagen- Draco se quedó en silencio, sin saber que más decir para que te quedes con el- el día que a ti no te importe puedes buscarme, después de todo, compraste mí academia de danza...-
Draco asintió resignado, quitó el hechizo de la puerta y te dejo ir.
Caminaste rápidamente por el pasillo intentando no llorar allí, chocaste sin querer a Narcissa Malfoy quien salía de la sala de infantes distraídamente.
-Lo siento mucho señora Malfoy, soy una torpe-
-No te preocupes querida ¿todo está bien?-Pregunto al ver tus ojos irritados
-Si, no es nada, no se preocupe-respondiste rapidamente.
-¡Oh hijo! ¡aqui estás! La clase termino, no sabes que adorables son esas niñas-dijo a alguien detrás de ti, te disculpaste rápidamente sin voltear a verlo y saliste apresuradamente del lugar.-pobre niña, tan hermosa y triste-dijo al escuchar como te ibas del lugar.-¿no le habrás hecho algo verdad?-Lo miro con reproche.
-¿porque piensas eso?-Pregunto indignado el rubio a su madre
-Siempre que una jovencita linda llora y estas cerca suele ser por culpa tuya ¿yo te eduque así hijo?-Lo reprendió severamente-no importa, tengo unos papeles que firmar aún, acompañame-lo tomo del brazo y se lo llevó por el lado contrario. Dejando al rubio más abatido por dentro, y los comentarios de su madre no ayudaban.