Damon Salvatore
The vampire diaries

Damon había vuelto a ser humano, Elena había despertado. Pero luego de tanto tiempo de espera, algo se había quebrado.
Después de perder a su hermano, Damon regala a Caroline su mansión para crear una fundacion, decidiendo irse con Elena de mistyc falls luego de que ella terminará su carrera en medicina.
Se compró el bar de sus sueños. Pasaba días y noches en el, invirtiendo su tiempo, su dinero y sus ilusiones. Y funcionó.
Pero su relación con Elena se deterioro. Y el sospechaba el porque.
El ya no era vampiro, y tal vez esa era la cualidad que a Elena más le gustaba de el.
Así que ahí se encontraba ahora, después de haber terminado finalmente esa relación tan tóxica que ambos tenían, tan dependientes el uno del otro. Las cosas habían quedado bien entre ambos, pero un sabor amargo venía a el cuando alguien hablaba de ella.
Limpio con fuerza el vaso de vidrio en su mano. Por suerte el bar contenía una habitación donde el podría vivir hasta que consiguiera otro lugar después de dejar su casa a Elena.
-hola linda, ¿Que te sirvo?- pregunto con una gran sonrisa falsa a una joven que se sentó frente a el en la barra.
Tenía unos jeans ajustados y una blusa blanca con chaqueta de cuero. Su cabello era castaño oscuro con algunas ondulaciones y sus ojos eran tan grises que podías perderte en ellos.
- cualquier trago que tenga algo de vodka- contesto ella dándole una sonrisa fugaz
El le sirvió en silencio su trago, pero sus ojos se abrieron disimuladamente cuando observo el anillo de su mano. Era un anillo solar.
Estaba frente a un vampiro.
- ¿Que es lo que trajo a una bella dama como tu a este bar como este?- pregunto intentando indagar sobre ella de manera coqueta
La joven enarco una ceja
- creeme no quieres saberlo-  sonrió ella de lado, el chico era guapo
- dejame adivinar, alguien de aquí será tu cena - bromeo Damon con la joven con total confianza, lo que borró la sonrisa del rostro de la mujer - espero no ser ese alguien, aunque si eres tu quien me mata tal vez hasta lo pensaría dos veces -
- ¿Que eres?- pregunto ella cruzando sus brazos sobre la barra, inclinándose para hablar más en privado. A esta altura de su vida había visto tantas criaturas sobrenaturales que no se sorprendería de nada
- humano, al menos ahora, en su momento fui un vampiro- respondió el encogiéndose de hombros
-eso es imposible, los vampiros no pueden volverse humanos- Damon soltó un bufido gracioso, si tan solo supiera.
-eso una larga historia- fue lo único que respondió.
- ¿ Y por que decidiste dejar de ser vampiro?- pregunto ella nuevamente
-eso también es una larga historia- respondió nuevamente esta vez un tono algo desanimado se filtro en su voz.
En ese momento otro cliente pidió una ronda de tragos para 7, por lo que con una sonrisa de disculpas se retiró de la barra para atenderlo.
La noche había sido movida, era viernes en la noche, jóvenes universitarios deseosos de diversion, adultos en busca de un descanso, todos se pusieron de acuerdo en ir al bar, no podía mentir, le iba bastante bien.
La joven había desaparecido de la barra, imaginaba que a beber de alguien pero no le importaba, simplemente se conformaba con que no le dejé un cadáver por ahí.
La gente comenzó a irse eso de las 7 de la mañana, era tarde y el bar cerraría. Damon se tomó el tiempo de levantar los bancos mientras los últimos clientes salían.
- ¿Te molesta si pregunto tu nombre?- su voz lo sobresalto.
No se esperaba que la joven estuviera sentada nuevamente en la barra del bar, con un vaso vacío en su mano y mirándolo con tranquilidad. No parecía alguien hostil.
-Damon Salvatore- la chica lo miro con ojos entrecerrados, intentando dilucidar de dónde conocía el apellido- ¿Y tu eres...? -
- _____ _____- respondió lentamente - ¿Tienes algún parentesco con Stefan Salvatore?-
Y suspiro pesadamente
-mi hermano- sonrió de lado con pesadez- incluso desde la tumba parece molestarme aun- se acercó atrás de la barra nuevamente, le preparo otro trago de vodka a la joven y se preparó un Bourbon para si mismo- este va por mí cuenta-
La joven sonrió en agradecimiento - no sabía que Stefan había fallecido, lo lamento-
-¿De dónde lo conocías?- pregunto el interesado
- tal vez me metí en su cama algunas veces- respondió ella con gracia mientras bebía de su trago
-vaya, no tenía así a Stefan, no suele estar con chicas como tu-
-¿Cómo yo?- pregunto fingiendo enojo la joven
- tienes toda la pinta de chica mala - coqueteo fácilmente
- déjame adivinar, Stefan era el chico bueno de los dos- le siguió el juego ella
-algo asi- respondió el finalizando el tema- luego me volví el bueno, y eso me llevo a aquí- señaló su bar, pero en su interior quiso señalar su humanidad devuelta.
-no pareces muy feliz de que así sea- agrego ella con una mueca- ¿Lo extrañas? ¿Ser un vampiro?-
Y eso lo dejo en silencio. ¿Realmente extrañaba su antigua vida?
- veo que ni tu sabes eso aun- respondió ella sin querer incomodarlo - ¿Que edad tienes?-
Damon torció el gesto

- 182 años, tal vez más, tal vez menos. Pase más tiempo como vampiro que como humano por lo que realmente siento como si hubiera sido un abrir y cerrar de ojos- luego dirigió su mirada a la joven, apoyándose sobre la barra para hipnotizarla con su mirada- ¿Que me dices de ti? -
-

solo diré, que la primera guerra mundial no es como la pintan en las pelis de ahora- bromeo ella - un vampiro me atacó en Nueva Orleans cuando tenía 26, luego de eso siempre estuve sola vagando por el mundo, cree diferentes vidas en diferentes lugares, luego me iba para que no sospecharan de mí. La verdad es que no me disgusta, puedo ser realmente lo que yo quiera-
-parece algo solitario- comento el con un suspiro pesado. Se sentía algo identificado con su relato.
- ser un vampiro es solitario, vez a todos morir a tu alrededor una y otra vez, pero tuviste la suerte de tener a tu lado parte de tu familia aun, y no solo eso, sino recuperar tu humanidad-
-realmente atormentar a Stefan fue muy divertido durante años- coincidió el haciendo que la joven suelte una risa - y respecto a mí humanidad, realmente viví toda mí vida como vampiro, es como si me hubieran quitado parte de mi-
-eso puede arreglarse- la joven enarco una ceja ¿Era una proposición?
-¿A caso propones convertirme?- pregunto el en broma.
- lo siento guapo, yo no sé si podría hacerlo, pero realmente piensatelo, tienes una segunda oportunidad, algo que ninguno de nosotros tuvo ¿Realmente quieres convertirte?-
- lo se, es lo único que me detuvo hasta ahora de ir corriendo a buscar un par de colmillos-
El silencio predominó en la habitación.
- que tengas la oportunidad de ser humano nuevamente no significa que debas serlo por obligacion, tu decides que quieres para tu destino, no porque otros vampiros  no puedan ser humanos tu estás obligado a serlo- vacío el contenido de su vaso de un solo trago y se levantó del banquillo de la barra - me agrado hablar contigo, no voy a mentirte me mudé hace poco a la ciudad y puede que pase por aquí seguido, pero en caso de que no...- tomo la lapicera que Damon usaba en la caja registradora y luego tomo la mano de Damon, sorprendiéndolo por el suave tacto que su piel tenía. Garabateo unos números en su palma con rapidez y beso su mejilla como despedida.
-espero que te encuentres a ti mismo nuevamente- le deseo finalmente saliendo por la puerta del bar rápidamente.