— Rápido, inyecten 2ml de epinefrina, tiene fisuras en el hígado, un pulmón colapsado y hemorragia interna, preparen el quirófano,¡Rápido! — Gritó el doctor corriendo de prisa con el cuerpo inconsciente de aquella chica en la camilla — Llamen a sus familiares, puede que esta chica no salga de esta — Ordenó el doctor a una enfermera para después desaparecer en el quirófano junto con 3 enfermeras y 2 doctores más.

(⁠◠⁠‿⁠・⁠)⁠—⁠☆

El teléfono de Jennie comenzó a sonar, no le prestó mucha atención, pues estaba comiendo con su hija en ese momento.

— Mami, ¿quien eda esa señorita que edtaba hace ratito contigo? — Preguntó con su típico acento de niña.

— ¿Recuerdas que te dije que tenías otra mami? — Se acercó a su hija acariciando su cabello, la pequeña asintió ante la pregunta de su madre — Bueno, pues ella es mamá Lisa — Le sonrió cálidamente.

— ¿Ella era mi otra mami? — Se emocionó.

— Sí mi cielo, por ahora no se lo digas a papá Kai ¿Sí?, que sea un secreto entre tu y yo, si lo guardas, serás una niña grande — Le explicó a su pequeña.

— Chi mami, do quiero der una niña grande — Continuó comiendo.

Fue entonces cuando el teléfono de Jennie, el cual se encontraba en la barra, comenzó a sonar de nuevo como loco, casi explotando de tantas llamadas.
Jennie decidió tomarlo, el registro decía que era Jisoo quien le marcaba, así que decidió coger la llamada esta vez.

— ¿Jisoo? — Contestó Jennie.

— ¡Jennie!, gracias al cielo contestas — Suspiró aliviada al otro lado de la línea — Necesitas venir al hospital central — Se apresuró a decir.

— ¿Por qué?, ¿Ha pasado algo? — Preguntó alarmada, preocupada de que a su manager le pasara algo.

— Es Lisa, tuvo un accidente automovilístico — Respondió una Jisoo alarmada.

— ¿Qué? — Quedó en shock — Voy para allá — Cortó la llamada.

Jennie agarró su bolsa y empacó lo necesario, rápidamente se dirigió hasta el jardín, dónde su cocinera se encontraba descansando.

— Mina, necesito que cuides a Ella unas horas, prometo que te pagaré el doble — le pidió.

— No hace falta señorita Jennie, yo la cuidaré — Sonrió amablemente.

— Gracias, te lo compensaré,lo prometo — Se dirigió de nuevo a su casa para despedirse de su hija — Ella, Mina te cuidará por unas horas ¿Sí?, pórtate bien y se buena niña ¿okay? — Le dió un corto beso en la frente.

— Okay mami, cuídate — Le sonrió la pequeña.

Jennie la miró por última vez y salió disparada de su mansión hacia el hospital que había dicho Jisoo en llamada.
Condujo a toda velocidad, con su corazón latiendo fuerte, no sabía que había pasado pero la culpa la invadía al pensar en la posibilidad de que había sido por su culpa, pues cuando Lisa salió de su casa, no se veía nada bien.

Sacudió la cabeza para librarse de esos malos pensamientos y cuando se dió cuenta, ya había llegado al hospital.
Estacionó su coche en el estacionamiento, tomó su bolso, quitó las llaves de su carro y se dispuso a bajarse de él a toda velocidad, para después correr hacia la entrada del hospital.

Llegó hasta la recepción un poco agitada.

— Hola, ¿Está Lalisa Manoban aquí? — Preguntó agitada a la señorita de recepción.

— Déjeme checar — Le sonrió cordialmente la chica,  después de teclear algunas palabras en la computadora, miró a Jennie de nuevo — Mmm si, aquí está, acaba de ingresar a cirugía, la trasladarán a la habitación 202 en el tercer piso en cuanto salga — Le brindó la información a Jennie.

— Muchas gracias señorita — Agradeció.

En ese momento apareció Jisoo con un vaso de café en las manos, con los ojos cristalinos e hinchados de tanto llorar.

— ¡Jennie! — Exclamó Jisoo, corriendo hacia ella para envolverla en un abrazo.

Jennie lo dudó un momento pero casi en seguida, aceptó el abrazo tan cálido de su manager, que para ella era una amiga especial.

Ambas soltaron varias lágrimas antes de separarse del abrazo y mirarse.

— ¿Qué pasó? — Preguntó Jennie con la voz entrecortada.

— No se sabe, solo se sabe que Lisa venía a una alta velocidad y chocó contra un trailer en la autopista, varios cristales se clavaron en su pulmón y a la altura de su hígado, entró a cirujía hace como una hora — Explicó Jisoo sintiendo su garganta arder.

— Es mi culpa... — Dijo en voz baja Jennie, agachando la cabeza.

— ¿Qué?, ¿De que hablas Jennie? — Intentó buscar la mirada de la mencionada.

— Lisa fue a mi casa y discutimos, se enteró que tengo una hija — Cerró los ojos fuertemente, tratando de contener sus lágrimas — Pensó que mi hija era de Kai, cuando en realidad... — Soltó varias lágrimas para después mirar a Jisoo, quien parecía sorprendida — Ella es su hija — Soltó.

Jisoo se quedó parada ahí, sin saber qué decir, en realidad, Jisoo en el fondo de su corazón lo sabía, pues cada que veía a la pequeña, sus ojos le recordaban a Lisa, sus labios carnosos y esa bondad distintiva de la niña, le recordaban a Lalisa Manoban.

— Jennie tranquila — Fue lo que consiguió decir Jisoo al ver que su amiga lloraba descontrolada — No tuviste la culpa de esto ¿Sí?, tranquila — Se acercó a su amiga a darle un abrazo, que su contraria recibió sin pensar, se desplomó en sus brazos, llorando desconsolada.

— Lisa no puede morir, tiene que saber que Ella es su hija — Lloró en el hombro de Jisoo.

Esta solo le acarició la espalda en forma de apoyo, sintiendo que su corazón también se rompía poco a poco.

(⁠个⁠_⁠个⁠)

Habían pasado dos horas, dos tortuosas horas en las que Jisoo, Jennie y ahora Rosé no tenían noticias de Lisa, aún seguía en el quirófano luchando por quedarse en este mundo.

Rosé siempre lo supo todo, acompañó a Jennie en los días en los que no soportaba las náuseas y los mareos, estuvo cuando Lisa se fue y Jennie no podía soportar ni su alma. Rosé estuvo ahí cuando Jennie se hizo la prueba de embarazo y esta salió positiva, estuvo ahí cuando Jennie brincó de felicidad al enterarse de que estaba embarazada, también estuvo ahí cuando comenzó a llorar y se desplomó en el piso, pues Lisa no estaba con ella para criar a su hija.

Rosé sabía el amor que Jennie le tenía a Lisa y como se mataba cada día al no tenerla a su lado, pero cuando nació Ella, Jennie quiso dar lo mejor de sí para criar con el mayor amor posible a su hija, el cual era fruto del amor que Lisa y Jennie se tenían, aunque ambas no estuvieran juntas, Jennie tenía una mini Lisa a su lado y eso le alegraba la vida.

Las tres dieron un respingo al escuchar la voz del doctor.

— ¿Familiares de Lalisa Manoban? — Preguntó el doctor.

— ¡Nosotras! — Se apresuró a decir Jennie — Somos sus amigas — Contestó.

— Muy bien — El doctor se quitó los guantes — Está estable, por ahora, sufrió varias hemorragias internas que por suerte pudimos controlar, hicimos una cirujía para poder arreglar su pulmón, el cual colapsó y también tuvimos que sacar varios cristales que se incrustaron en su hígado — Tomó una pausa — Fue una cirujía complicada, así que entró en shock debido al impacto, le suministramos varios medicamentos para intentar sacarla del coma, lo logramos pero puede despertar hoy o quizá en una semana, no los sabemos con exactitud — Terminó de decir el médico.

— Pero ¿Va a despertar verdad? — Preguntó Jennie alarmada.

— No estamos seguros, puede que sí — Contestó el doctor.

— Usted es el médico, usted debe saber, ¡¿Qué carajo significa "puede que sí"?! — Se exaltó Jennie agarrando de la bata al doctor.

— Tranquilícese señorita — Dijo el doctor intentando alejarse de Jennie.

Rosé y Jisoo tomaron de la cintura a Jennie, alejándola del doctor.

— Jennie, tranquila — Calmó Rosé.

— Ella tiene que estar bien — Lloró Jennie, desplomandose en el suelo.

— Señoritas, sé que es un momento difícil para ustedes, pero deben entender que esto no está en nuestras manos, depende de la señorita Lalisa si quiere vivir o quiere irse — Consoló el doctor, para después hacer una reverencia e irse a hacer su trabajo.

Las palabras del doctor retumbaron en la cabeza de Jennie.

"Haré que te quedes amor, haré que quieras estar aquí, lo prometo ".