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Abrió los ojos lentamente, sintiendo un peso extra encima de ella.
Se removió un poco incomoda en su lugar hasta que abrió los ojos por completo, encontrándose con el cuerpo de Jennie encima del suyo. Su cabeza descansaba plácidamente en el pecho de la más alta, haciendo un aura adorable.
Esbozó una sonrisa al verla dormir tal cual bebé en los brazos de su madre. Sus cachetitos se aplastaban contra la piel de Lisa, haciéndolos más apachurrables.
Lisa no podía negarlo, aún seguía 100% enamorada de Jennie. Jamás se alejó de la idea de tenerla a su lado, de formar una familia, de ser solo ellas contra el mundo.
Sonriendo nostálgicamente, movió a Jennie cuidadosamente, agitando su hombro.
— Jennie, despierta — Le susurró.
La pequeña bebé que tenía dormida encima de su cuerpo, fue abriendo los ojos poco a poco hasta que se dió cuenta de que ya era de día y había una Lisa desnuda debajo de ella.
De inmediato su cabeza empezó a armar el rompecabezas y recordó lo que había sucedido ayer.
Con una sonrisa de oreja a oreja, miró a Lisa, quien la veía también. Se acomodó el cabello pues lo tenía todo regado por la cara y se acercó un poco a Lisa. — Buenos dias— saludó la coreana con una voz demasiado ronca.
— Buenos días, ¿Cómo dormiste? — Cuestionó la más alta.
— Perfecto, porque estabas aquí conmigo — puso sus manos en el vientre de Lisa y apoyó su barbilla en ellas.
— Ahhh — Gimió de dolor Lisa al sentir el peso de Jennie en su estómago.
— Lo siento — Se disculpó Jennie al recordar la condición de Lisa.
— No te preocupes, solo ten cuidado — Le acarició la mejilla, dedicándole una sonrisa.
Jennie quitó sus manos del vientre de Lisa y las puso a los lados del cuerpo de esta, levantándose un poco, dejando a la vista sus pechos perfectos, lo cual puso nerviosa a la tailandesa.
Jennie se levantó un poco y después se inclinó para dejar bsos tiernos en le vientre de Lisa.
— ¡JAJAJA!, me haces cosquillas — Se rió Lisa.
— Tranquila, es para que deje de doler — Sonrió Jennie, dejando más besos por todo el abdomen de su amante — ¿Ya no duele? Preguntó inocente.
— No, ya no — Bromeó la Tailandesa.
Ambas se miraron después de reír, estudiando la mirada de la otra, cada gesto, cada movimiento. Cada sentimiento.
El corazón de ambas parecía entrelazarse, pues sentían los latidos de ambas, cada parte, cada suspiro, querían guardarlo en sus mentes, en su corazones, en su recuerdos.
— ¿De verdad pasó lo que pasó ayer? — Preguntó Jennie, temiendo que haya sido un sueño.
— Mmm — Contestó Lisa en forma de afirmación.
— ¿Estuvo bien? — Se acercó a Lisa, sentándose encima de ella, con cuidado de no lastimarla de nuevo.
— Demasiado bien — Su voz sonó ronca.
Jennie se acercó un poco más a Lisa, para después inclinarse un poco y besar los carnosos labios de la tailandesa.
Se besaron tiernamente. Jennie apoyó sus manos en los hombros de Lisa, profundizando el beso, quién enteré sus manos tomó la cintura de Jennie, acercándola más a ella.
El corazón de ambas se juntó, haciendo del momento algo único.
— Jennie, tengo que ir a revisar tu televisor — Se separó del beso la tailandesa, riendo por lo bajo.
Jennie rodó los ojos y se quitó de encima de Lisa, dejando su hermoso cuerpo desnudo al aire y a la plena vista de Lisa.
Esta no lo pasó por desapercibido, así que tuvo que contenerse con todas sus fuerzas para no lanzrse encima de Jennie y hacerle el amor una y otra vez hasta que ambas ya no tuvieran fuerzas para continuar.
Lisa se levantó con cuidado y consiguió la sudadera que cubría su cuerpo ayer, también sacó de un pequeño cajón de la mesa de la sala, una frazada blanca.
Ella se puso la sudadera y le tendió la frazada a Jennie, quien la aceptó y la colocó encima de su cuerpo para cubrirlo.
Lisa caminó hacia la cocina, Jennie la siguió. Se dirigió hacia la habitación de Jennie y la abrió, pues estaba dispuesta a revisar el televisor para ver si ella podía arreglarlo o tenía que llamar al técnico para que él lo hiciera.
Abrió la puerta y de inmediato el perfume Chanel característico de Jennie, llenó sus fosas nasales, haciéndola enloquecer.
Jennie, detrás de Lisa, notó que las mejillas de Lisa se tiñeron de un color carmesí ligero, así que, la abrazó por detrás, recostando su barbilla en el hombro de la tailandesa.
— Muy bien señorita técnico, revise mi televisor por favor — Habló con una voz infantil, ganándose una risa por parte de Lisa.
— Muy bien, veamos — Caminó hacia el televisor, aún teniendo a Jennie detrás de ella, abrazándola.
Lisa revisó la televisión, casi de inmediato notó lo que estaba mal. Una entrada estaba quemada, lo cual causó un pequeño corto circuito e hizo que la imágen de la televisión dejara de funcionar. Estaba 99% segura de que ella podía arreglarlo, ella hizo muchos arreglos a televisores cuando estaba con su padre en Tailandia.
— Ya sé lo que tiene, tengo que ir a comprar la entrada y unos cuantos cables — Le explicó a Jennie, quien seguía abrazada a ella, viendo todo lo que Lisa hacía, como una niña pequeña.
— Voy contigo, necesito salir un rato para liberar el estrés — Hizo un puchero.
— Muy bien, solo iré a cambiarme e iremos ¿Sí? — Le sonrió.
— ¿Podrías prestarme ropa?, no he lavado la mía y Rosie me traerá ropa hasta mañana — Se rió.
— Vale, ven conmigo — Se dió la vuelta y le dió un beso en la frente a Jennie, tomándole la mano para guiarla a su habitación.
Ambas subieron a la habitación de Lisa, quién en cuánto abrió la puerta de esta, se acercó a su armario y tomó varios outfits para Jennie, quien la veía esbozando una sonrisa enorme. Era hermoso tener a la Lisa que la cuidaba y se preocupaba por ella de vuelta.
— Tengo estas opciones para tí — Le sonrió, sacando dos outfits de su armarios.
Uno era una hoddie amarilla con unos pantalones anchos, juro o con unos converse blancos.
El segundo era un conjunto de hoddie blanca con un pans blanco y unos tenis Nike del mismo color con un pequeño detalle negro.
— Me gusta este — Dijo, escogiendo la segunda opción.
— Bien, puedes cambiarte, yo buscaré el mío — Le sonrió, complacida.
— ¿Podrías prestarme ropa interior también? — Preguntó tímida.
— ¡JAJAJA! — Se burló — Bueno, tómala tu misma, está en ese cajón — Señaló un cajón casi oculto en la base de la cama.
Jennie obedeció y fue directo hacia ese cajón, mientras que Lisa estaba en su closet, escogiendo que ropa ponerse.
Jennie optó por un boxer Calvin Klein negro y un sujetador de la misma marca y color, no tenía más opciones, pues Lisa únicamente usaba bóxers, sotenes si tenía de variedad.
Se puso la ropa interior de Lisa y en cuanto miró al frente, Lisa ya tenía su outfit armado y cerraba la puerta de closet satisfecha con lo que había escogido.
El outfit constaba en una camiseta negra larga, unos pantalones sueltos del mismo color y una chaqueta de cuero igual, así como una gorra con las letras bordadas, "Rolling stones".
— ¿Me pasas uno por favor? — Le señaló el bóxer que Jennie se encontraba poniéndose.
— Sí, ¿Cuál? — Preguntó levantándose de su lugar y yendo a buscar lo que Lisa le había pedido.
— Mmm — Lo pensó — El azul está bien — Señaló.
Jennie lo tomó y caminó hacia donde estaba su chica para entregárselo, no sin antes darle un pequeño y casto beso en los labios a la tailandesa, para después ir así ligar y continuar vistiéndose.
— Estaba pensando en que tal vez... Podríamos ir a comer y luego a divertirnos un poco, ¿Qué te parece? — Cuestionó nerviosa Lisa.
— Me parece excelente — Contestó sin más Jennie, parándose para subirse los pantalones.
— Muy bien — Sonrió satisfecha Lisa, terminando de vestirse.
Hoy será el mejor día... Pensaron ambas, sin saber lo que venía.
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