二度目の妊娠
3 semanas.
3 semanas habían pasado desde que Lisa se desmayó y aún no despertaba.
Jennie se sentía culpable por todo lo que estaba pasando. La prensa no la dejaba en paz, mucho menos Kai, qué no dejaba de buscarla.
Aún así, ella no se movió del hospital, esperando que Lisa despertara.
Su pulmón y su hígado habían colapsado de nuevo debido al esfuerzo que hizo y la impresión de todo lo que discutieron ese día. Su cuerpo no lo soportó.
Rosé y Jisoo por supuesto se quedaron con ella en todo momento. Jisoo intentando resolver todo el revuelo que causaron esas fotos y Rosé apoyando a su mejor amiga.
— Jennie, lamento mucho molestarte en este momento pero, de verdad tienen que hablar con Kai, no deja de llamarme para saber dónde estás. Mínimo dale una explicación — Comentó Jisoo, entregándole su teléfono para que Jennie lo tomara.
La mencionada suspiró profundamente, soltando la mano de su amada para tomar el teléfono. — Está bien — Aceptó rendida.
Jennie buscó el número de su marido en sus contactos y lo marcó. Uno, dos, tres timbres y contestó.
— ¿Jennie?, Dios, ¿Estás bien? — Preguntó el hombre preocupado.
— Estoy bien — Contestó cortante.
— Me alegro... — Suspiró — Jennie, ¿Son verdad esas fotos?... Si lo son, no me enojaré, solo... Dime la verdad — Su voz sonó entrecortada.
Jennie, con un nudo en la garganta respondió — Sí, son reales las fotos — Aceptó.
— Lo sabía, una parte de mí siempre supo que jamás dejaste de amar a Lisa — Reconoció — Ella... ¿No es mía verdad? — Preguntó.
Jennie se quedó helada, ¿Qué debía decir?, más bien, ¿Cómo es que Kai sabía?
— ¿Qué? — No supo que decir.
— Indagué un poco en el expediente médico de Lisa, así que descubrí que es intersexual. También calculé y puse atención en las fechas en las que tú y yo tuvimos relaciones por última vez y no cuadran con la edad de nuestra pequeña — Aceptó triste — Bueno, a demás, Ella tiene los ojos de Lisa, debo aceptar que es muy linda — Sonrió tristemente.
— Kai, lo lamento, yo iba a decírtelo pero... Tenía miedo de tu reacción — Reconoció la coreana.
— Te entiendo, no es como que todos estos años me haya ganado tu confianza. Solo quería que me lo dijeras para soltarte y dejarte ir — Suspiró — Desde este momento eres libre Jennie — Dijo finalmente.
— ¿A qué te refieres? — Preguntó dudosa.
— En este momento, uno de mis abogados está yendo al hospital para llevarte los papeles del divorcio — Dijo, Jennie no podía creerlo — Se feliz Jennie, te lo mereces después de tanto infierno que te hice pasar, convertirme en el papá falso de Ella por unos años me hizo darme cuenta de muchas cosas, no quisiera que esa pequeña sufriera lo mismo con algún patán como yo cuando sea grande — Sonrió entre lágrimas — Adiós Jennie — Sonrió. Colgando la llamada.
— ¿Kai?, ¿Kai, estás ahí? — No hubo respuesta.
Jennie no lo podía creer, ¿Qué?, ¿Acaso estaba soñando? Kai la había dejado libre, al fin.
No pudo evitar soltar una sonrisa y mirar el hermoso rostro dormido se su amada en la cama, durmiendo plácidamente.
— Despierta amor, al fin soy libre, al fin puedo estar contigo — Tomó su mano con delicadeza, dándole un casto beso en el dorso de esta.
Solo se escuchó la calmada respiración de Lisa en toda la habitación.
En ese momento, Jisoo entró, viendo las lágrimas desconsoladas de Jennie.
— Jennie, ¿Estás bien? — Preguntó Jisoo, acercándose a la mujer.
— Viene un abogado con los papeles del divorcio — Dijo entre lágrimas — Se acabó Jisoo, al fin se acabó — Dijo gustosa, abrazándola.
Jisoo lo entendía, al fin se había librado de ese matrimonio que acababa con ella cada día y le impedía ser feliz — Me alegró muchísimo — Aceptó feliz, acariciando la espalda de Jennie, quien la abrazaba llorando.
Entró en la habitación Rosé, quien veía la escena.
— ¿Qué pasó? — Preguntó.
— Kai me pidió el divorcio, viene un abogado en camino para que firme los papeles — Se limpió las lágrimas Jennie, separándose del abrazo de Jisoo.
— ¡Eso es una excelente noticia! — Exclamó Rosé acercándose hacia las chicas.
En ese instante, Jennie se quedó quieta, pues sintió unas intensas náuseas, su cabeza le dolía un poco y las palmas de sus manos comenzaron a sudar, esto no pasó desapercibido por sus amigas.
— Jennie, estás muy pálida, ¿Te sientes bien? — Preguntó Rosé, acercándose a ella.
— No, en realidad me siento un poco... — Jennie se tapó la boca y se dirigió directo al baño que había en la habitación de hospital, para vomitar.
Jisoo y Rosé se vieron, tratando de descifrar lo que pasaba.
— Llama a la enfermera — Ordenó Jisoo a Rosé, esta obedeció al instante.
Rápidamente Rosé llamó a la enfermera y casi de inmediato ella estaba ahí, cuando Jennie salió del baño, se impresionó al ver a la enfermera ahí, de pie.
— Jennie, van a revisarte, llevas varias semanas así — Dijo Rosé.
— Señorita Jennie, acompañeme por favor — Le sonrió la amable enfermera.
Jennie dudosa aceptó.
Ambas mujeres fueron hacia el cuarto de ultrasonidos. Jennie se preguntaba por qué estaba ahí, tal vez era porque tenía un dolor en el estómago y querían descartar cualquier infección, ¿No?
Jennie se sentó en la camilla, la mujer comenzó a ponerle el gel en el abdomen. Estaba frío y lo sintió todo como la primera vez. La primera vez que vio a su pequeña en la pantalla, la primera vez que escuchó su corazón latir. Siempre deseo que Lisa estuviera ahí.
— Muy bien, vamos a empezar — Le sonrió la enfermera.
Entonces colocó el aparato en su estómago y empezó a indagar sobre todo su abdomen, viendo en la pantalla lo que había en él.
Entonces una pequeña figurita apareció ahí.
— Felicidades señorita Jennie — Felicitó la mujer.
— ¿P-Por qué? — Preguntó miedosa.
— Usted está embarazada, ¿Lo ve?, ahí está — Señaló la parte de la pantalla donde podía verse al pequeño ser formándose dentro de ella.
Jennie no lo podía creer. Estaba embarazada de Lisa de nuevo, sentía muchas chicas a la vez, felicidad porque sería mamá por segunda vez pero nervios y miedo de criar a su bebé sola. ¿Y si Lisa no despertaba?
Eran muchas dudas, ninguna con respuesta exacta.
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