ジェンリサ
Jennie había tenido un día muy cansado, estuvo todo el día firmando contratos y hablando de presupuestos, odiaba eso porque siempre terminaba más cansada de lo que debería.
Ya había salido de las oficinas de la nueva marca de maquillaje qué la patrocinaría y ahora se dirija a casa, pues Kai le había llamado hacía unos minutos, diciéndole qué llegara pronto, pues la nueva chófer estaba esperando.
Jennie trató de dar su mejor cara, de parecer feliz pero no lo era y jamas lo sería, no si seguía en ese mundo donde las ofensas y humillaciones la hacían sentir cada vez menos ante el mundo.
Subió al auto qué la esperaba siempre afuera de los lugares a donde asistía, con su chófer de confianza, Namjoon.
- ¿A casa señorita Jennie? - Dijo aquel hombre corpulento y de voz áspera.
- Por favor - Soltó suspirando la chica de ojos felinos.
.....
Esa mañana, Lisa despertó con dos chicas a su lado, de las cuales no recordaba sus nombres, había tomado demasiado, ya qué el domingo siempre era su día bueno para encontrar chicas en bares para pasar la noche.
Lamentablemente no recordó qué el lunes sería su primer día de trabajo.
Lisa era una chica humilde, no tenía mucho dinero pero era feliz, amaba el estar viva, el tener aire en sus pulmones y estaba agradecida por eso.
Había días qué ni siquiera tenía diez dolares en su bolsillo y aún así le sonreía al mundo, porque era muy optimista y sabía que si hoy no tenía ni un dólar, probablemente mañana tendría cien en su billetera, solo era cuestión de ser paciente y optimista.
Lo único que la mantenía feliz, era su motocicleta, un regalo de su padre antes de morir.
Su padre ahorro por cuatro años para comprarle esa motocicleta a su hija, obviamente Lisa le agradeció demasiado por eso, ya qué siempre fue su sueño tener una.
Ese era su atractivo principal, las chicas la veían como alguien ruda y peligrosa, era por eso que nunca faltaba una mujer que cayera rendida a sus pies, Lisa ni siquiera tenía que mostrar sus encantos, las chicas venían solas.
Cuando estaban a punto de tener sexo, una qué otra se sorprendía, pues Lisa no era "normal" por así decirlo, era intersexual, a pesar de tener un cuerpo, voz y cara de mujer, tenia necesidades de hombre, miembro y gustos también.
La mayoría de chicas solo se dejaban llevar y disfrutaban de la gran cosa entre las piernas de esa chica.
Pero no todo siempre fue diversión, Lisa fue acosada en sus años de escuela por los niños, quienes al enterarse de que Lisa tenía pene, se burlaron de ella y la hicieron menos, cosa que la hizo convertirse en alguien introvertida y callada.
Lisa había sido despedida de su antiguo trabajo como guardia de seguridad, pues se había acostado con la esposa del encargado del edificio donde trabajaba, este las había descubierto e inmediatamente corrió a Lisa.
Ese mismo día, mientras caminaba por las calles y fumaba un cigarrillo para quitarse el estrés, se encontró con un viejo amigo, Bambam.
Ambos no se veían desde preparatoria, Lisa siempre se llevó mejor con los hombres que con las mujeres, jamás supo porque.
Bambam fue su amigo desde que entró a la escuela secundaria pero se separaron cuando Lisa decidió salirse de la preparatoria en tailandia y decidió ir a estados unidos a conseguir el típico sueño americano, no le fue muy bien con su meta porque seguía siendo pobre y viviendo en un barrio peligroso de nueva york.
Pero entonces, esa noche cuando se encontró con Bambam, ambos fueron a tomar algunas cervezas y platicaron sobre sus vidas, como les había ido estos últimos años, si tenían pareja o incluso estaban comprometidos.
- ¡Oh no viejo!, sabes que no soy chica de una sola mujer, no me gustan los compromisos, las cosas se tornan complicadas - Eso era lo que Lisa siempre respondía cuando le preguntaban sobre su vida sentimental.
Lisa consideraba las relaciones algo tonto, pues creía que solo sufrías en vano, que todo era lo mismo, al principio todo era mimos, regalos, besos, abrazos, halagos, romance y amor, pero al final, todo era tristeza, depresión y dolor, ella solo quería ahorrarse eso.
Entonces, salió al tema su desempleo, Bambam inmediatamente le dijo que su jefe estaba solicitando un chófer que pidiera hacer labores de guardaespaldas aveces, Lisa ya tenía experiencia en eso, así que le pidió el número de su jefe a Bambam.
Él le dijo que no se preocupara, pues su jefe le tenia demasiada confianza y si el la recomendaba, quedaría contratada de inmediato.
Lisa se alegró demasiado, le agradeció a Bambam por todo, después de todo, seguía siendo el gran amigo qué siempre fue con ella.
Se propuso a sí misma qué esta vez ya no se acostaría con nadie, pues quería conservar su empleo porque debía pagar la renta de su departamento, debía darle mantenimiento a su motocicleta, pagar cuentas y comer, después de todo, la vida de adulto no era nada fácil.
- Gracias hermano, te debo una - Agradeció la pelinegra.
Después de eso, Lisa se fue a su casa y días después, Bambam le dijo que estaba contratada.
Para festejar, fue a un bar con los pocos dolares qué le quedaban y se divirtió con dos chicas, hasta terminar en su departamento teniendo sexo.
Su vida era relativamente normal, lo que no sabia, es que alguien llegaría a cambiarla por completo.
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