Jisoo caminaba con sus pensamientos perdidos, no sabía hacia donde caminaba, solo sabía que tenía que llegar a su trabajo.
Hoy sería un día pesado, pues Jennie tenía que grabar algunas entrevistas y por supuesto, ella debía estar ahí en todo momento para supervisar.

La noche había sido pesada para ella, pues Lisa no se apareció en el departamento como ya era su costumbre, pues dijo que tenía trabajo.

Jisoo se sentía tan sola en ese departamento tan grande, sin compañía, sin nada, sentía que no estaba en su hogar.
Jisoo y Lisa no vivían juntas, cada una tenía su departamento, pero Lisa casi nunca estaba en él por cuestiones de trabajo, así que cuando ambas se veían de vez en cuando en las noches después del trabajo, Lisa le dejaba las llaves a Jisoo para que esta se fuera cuando quisiera.

Esa vieja rutina comenzaba a aburrir a Jisoo pues ella quería todo con Lisa, pero ella no quería nada con Jisoo, así eran las cosas.

Jisoo lo sabía, Lisa aún tenía a esa chica en su corazón.
La tailandesa jamás tocaba ese tema más que una vez en la que se emborrachó y se lo confesó a Jisoo en aquel bar. Lisa ni quisiera sabía que se lo había dicho, pero Jisoo lo tenía muy presente, ella sabía que ella solo era la otra mujer, el reemplazo, la chica con la que Lisa intenta olvidar a esa mujer que le rompió el corazón.

Jamás imaginó que amar a alguien doliera tanto, jamás imaginó que sería ella la otra mujer, la segunda opción. La reciclable.

Salió de sus pensamientos cuando la voz de Jennie la llamó.

— Jisoo, ¿Holaaa? — Agitó su mano para que la mencionada reaccionara.

— L-Lo siento, estaba pensando en algunas cosas — Contestó distante.

— En esa chica otra vez, ¿Cierto? — Preguntó curiosa Jennie, Jisoo solo se quedó callada — Escucha Jisoo, no nos conocemos desde hace mucho pero prácticamente vivimos juntas, eres como un chicle adherido a mi — rió levemente tomando asiento — Te has convertido en una amiga especial para mí y sé que no te mereces que esa chica solo juegue contigo, eres más que eso Chu — Miró a su amiga a los ojos — Te juro que si conociera a esa chica le daría una bofetada y le diría hasta de lo que se va a morir — Comentó con rabia.

— Gracias Jen, agradezco mucho tu preocupación, soy una adulta y creo que puedo lidiar con esto, qué te digo, cosas del amor — Rodó los ojos.

— ¡Dios mío Jennie!, el jabón de el baño huele demasiado bien y deja la piel tersa y... — Habló una rubia pareciendo en la escena, cuando se dió cuenta de la presencia de Jisoo, inmediatamente corrió hacia ella — ¡Hola preciosa!, es un gusto verte — Saludó coquetamente.

— Hola señorita Roseanne, lo mismo digo — Sonrió cordialmente la pelinegra.

— Déjate de formalismos, dime Rosé — sonrió.

— Muy bien... Rosé — Le sonrió.

Jennie miró la interacción entre ambas y solo sonrió, deseó con todo su corazón que Jisoo saliera de esa relación, la cual la estaba acabando por completo y simplemente se fijara en tu amiga Rosé.

Ella era linda, era algo coqueta y mujeriega pero cuando entraba en una relación, era la persona más atenta, fiel y cariñosa que conociera, sabía que ella cuidaría el corazón de Jisoo como nadie, incluso mejor que esa chica que solo la decepcionaba.

Suspiró y se miró en el espejo, ella deseaba que hubiera sido así con Lisa, que solo hubieran podido formar algo lindo y precioso, pero no... No pudo ser así.

Desde que la vio en la Met Gala y mantuvo una conversación con ella, no se la sacaba de la mente, incluso estos años, de vez en cuando la visitaba en sus sueños, haciéndola sentir tan bien dentro de un mundo el cual se desmoronaba poco a poco.

— Jennie — La voz de su manager la sacó de sus pensamientos — ¿Estás bien? — Preguntó preocupada.

— Amm, sí, lo siento, tengo muchas cosas en la cabeza y estoy algo distraída — Rió falsamente.

— Entiendo — Comprendió Jisoo — Te decía que ya casi es hora de la entrevista, iré a la sala a ver si ya montaron el set — Le avisó, Jennie solo asintió.

La puerta de la habitación se cerró y Rosé se acercó a su amiga, saludando antes a los maquillistas que se encontraban arreglando a Jennie.

— Jennie, esa chica me encanta — Le dijo su amiga, captando la atención de la mencionada — Es como... Un ángel — Suspiró al recordar su rostro en su memoria.

— Ella ya está en una relación Rosie, aunque... Sería mejor que no lo esté — Comentó triste al recordar la situación de si manager.

— ¿Por qué lo dices? — Enarcó una ceja.

— Porque su novia no la valora en lo absoluto, no estoy muy enterada de su situación ni de quién sea la chica, pero según lo que sé, Jisoo dice que la ama con todo el corazón pero que ella no le demuestra ni la mitad de afecto, solo tienen sexo de vez en cuando y ya, es todo — Explicó detalladamente.

— Dios — Suspiró — Lo que yo diría por estar en el lugar de esa idiota — Comentó molesta.

— Ve por ella si tanto te interesa, insiste hasta que se le olvide que está enamoradisima de una idiota — Rió ligeramente.

— tienes razón — Dijo segura Rosé.

En ese momento la puerta se abrió, era Jisoo, avisando que el set estaba listo y ya podía bajar, ya que la entrevistadora no tardaría en llegar.

Rosé y Jennie se miraron, cómplices, ambas sonrieron y Rosé se levantó de su asiento, dispuesta a darlo todo.

— Jisoo, ¿Podemos hablar a solas? — Preguntó Rosé a la mencionada, quien extrañada, solo dijo que sí.

Ambas caminaron hasta la planta baja, donde el set ya estaba listo y muchas personas preparaban las luces y las cámaras.

— Y bien, ¿De qué quieres hablar? — Le cuestionó Jisoo a la rubia.

— Iré directo al grano — Mencionó — Eres una chica muy interesante y linda, me encantaría salir contigo, acéptame una cena ¿Sí? — Habló con seguridad.

— Señorita Rosé, yo... — Fue interrumpida por la más alta.

— Yo sé que estás en una relación, solo será una cena, ¿O qué?, ¿Acaso tener una cena conmigo es serle infiel a tu pareja? — Cuestionó.

Jisoo lo dudó por un momento, pues no tenía "una relación" como tal, ella y Lisa jamás habían hablado de lo que eran, pero ella intuía que estaban en una relación, aún así, ella no quería faltarle al respeto a Lisa saliendo con alguien más pero Rosé tenía razón, una cena no era infidelidad.

— Está bien, solo una cena — Aceptó.

— Muy bien, el viernes como a las 6:30 pasó por ti, ¿Está bien? — Dijo entusiasmada.

— No lo sé, tengo que consultarlo con Jennie porque tenemos asuntos que arreglar — Comentó apenada.

— No te preocupes, ella lo entenderá, yo le diré que te deje libre — Contestó divertida sabiendo que su amiga era cómplice de todo esto.

— Está bien — Bajó la cabeza y rió — A esa hora y ese día están bien — Rió.

Ese sería el primer acercamiento de ambas chicas, el cuál traería consecuencias.

Holiiiiiiii gracias por apoyar está historia, estoy muy feliz por ello, por eso actualizo seguido:)

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