Todo lo bueno, algún día
tiene que terminar

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Sus días se volvían una pesadilla. No había querido abrir el sobre por miedo. Pero tenía que hacerlo así que abrió el buro donde lo habia guardado la última vez sacándolo para de una vez saber la verdad. Aunque ya más o menso sospechaba el resultado al sentir algunos malestares que se asociaban con el embarazo.

-Es ahora o nunca, JiMin. Deja de ser un cobarde y afronta la realidad. -se dijo a sí mismo con decisión tratando de alentarse.

Y con lentitud pero con seguridad la abrió. Sacando la hoja donde llacia escrito el resultado de la prueba que fue a hacerse .

Positivo.

No, no, no, no...

Esta en estado, estaba esperando un hijo de Jeon Jungkook, su novio. A penas tenía dieciocho años y Jungkook veintidos. ¿Qué van a hacer? Son tan jóvenes.

No sabían ser padres, tampoco nacía uno sabiendo serlo. Eran muy jóvenes para ser padres y criar una vida aparte de las suyas que le era imposible pensar en lo que tendría que hacer.

La única solución que tenía era hablar con Jungkook y buscar su ayuda para saber que van a hacer ya que este no era sólo su problema, era de ambos. Y su novio no era de esas personas tan malas como para dejarlo solo en todo esto.

Decidió tomó su móvil y marcó el numeros de su novio para decirle todo lo que estaba pasando y solucionarlo juntos.

Una llamada.

Dos llamadas

Tres llamadas.

Cuatro llamadas.

No contestaba.
Fuera de servicio...

-Joder, Jungkook... -tomó la hoja en su manos decidió saliendo corriendo de su casa. Ignorando los llamados de su madre de porque corrió o se iba asi.

Tenían que hablar, tenía que decirle a Jungkook y buscar una solución.

Necesitaba a Jungkook.

Tomando un taxi le dio la dirección y el hombre manejo hasta allá, estaba un poco lejos de su casa al ser una colonia donde vivían la gente con buen apisiicon económica.

Quince minutos después vio la gran casa de Jungkook, pagando el servicio salió del auto para acercarse a la casa, el señor de seguridad lo dejó pasar ya  que lo conocía bien al no ser la primera vez que iba. Tocó la puerta y una chica de servidumbre abrió sonriendo pero con al reconocerlo esa sonrisa se volvió una nerviosa.

-Busco a Jungkook... -Dijo. La chica asintió y miró hacia el comedor nerviosa. -¿Qué sucede? —preguntó confundido.

-Joven, los señores están en una cena y--

"¡Está hecho!" escucharon un grito masculino.

JiMin conocía esa voz...

"¡Un brindis! ¡Porqué pronto Jungkook por fin será oficialmente parte de la familia!¡Vivan los novios!"

Esperen.... ¿Qué?

Aprovechando el descuido de la chica entró a la casa caminando hacia el comedor importandole poco que no sea bienvenido ahí. Solo quería hablar con Jungkook...

Vio en el comedor a el padre de Jungkook, los padres de Suran, a Suran, y su hermano Jackson. Y a... Jungkook a un lado de Suran alzando la copa de vino.

-Ya quiero elegir mi vestido, será la mejor boda del mundo. -Dijo Suran contenta a su madre quien rio por la emoción de su hija.

-¿Te vas a casar?

Todos voltearon a ver al dueño de esa voz. Todos sorprendidos pero aun más Jungkook quien no dudo en dejar todo y ponerse de pie para acercarse a él. Conectando miradas en el proceso sintiéndose la peor persona al ver esos lindo ojitos tristes.

-JiMin... -Intentó tomar sus manos pero el menor se alejó.-Amor...-le dolió que  no quisiera que lo tocará.

- Te vas a casar. -Está vez afirmó. Sus ojos se cristalizaron. Y Jungkook se odio por hacer llorar a su pequeño, intentando alzar su mano para limpiar las lágrimas fallando en el intento cuando JiMin se volvió a alejar.

El padre de Jungkook se puso de pie y lo miro con pena. Acercándose a la pareja no queriendo ser testigo de esa trizte escena.

-JiMin, hijo. Queríamos decirte esto pero-

-Callate. -le pidió Jungkook. No quería que su padre hablara con su novio.

-Eso... ¿Desde cuándo estabas comprometido, Jungkook? -le preguntó, y en sus mejillas las lágrimas empezaron a deslizarse sin intenciones de detenerse una tras otra.

-Pero Jungkook, tarde o temprano debía enterarse.. - volvió intentar el señor Jeon.

-¡Solo callate! -se dio la vuelta y  encaró a su propio padre quien se sorprendió al escucharlo y ver esa mirada tan molesta.-Dejame arreglar esto. - pidió.

Suran se acercó a Jungkook y tomó el brazo de este con una sonrisa.

-JiMin... Lamento decirte esto pero... -sonrió. -Te lo dije.

JiMin apretó sus puños y entre uno de ellos estaba la hoja del resultado siendo arrugada por la fuerza que el menor egercia en sus manos.

-Suran, no te metas. -Pidió Jungkook lo más respetuoso posible.

-Venga, Jungkook. -Ahora hablo Jackson.

Y la paciencia de Jungkook se terminó.

-¡Vallanse! -les grito a todos. Suran se separó de él asustada al escucharlo gritar.-Vallanse... Quiero hablar con JiMin a solas. -Pidió.

Todos asintieron en silencio y empezaron a retirarse dejándolos solos. Suran molesta de dejarlos solos temiendo que de nuevo Park le quite lo que le pertenece pero su madre la obligó así que no tenía de otra que hacer caso e irse también.

Entonces Jungkook volvió a hacer el intentó de tocarlo de nuevo pero JiMin se siguió negando.

-N-no me toques. -Dijo JiMin entre lágrimas.

-No hagas esto... No me haga esto, amor. -le dolía tanto que JiMin lo tratara así negando su tacto.

-¡Te vas a casar!—Con furia le empujó, el mayor dejando que se desquitar a con el. —¡Jungkook te vas a casar con Suran! -le grito molesto.

-¡No es que quiera hacerlo! -dijo irritado. Odiaba tanto esta situación. -JiMin, amor... Dejame-

-No. Y ya no me digas así.-le interrumpió. Limpio sus lágrimas aún con el papel arrugado del resultado en su mano. -No quiero escucharte Jungkook. No quiero escuchar como me veías la cara de idiota. —hablo con dolor.

-No, JiMin. -se acercó un poco- Yo realmente no quiero hacerlo. Pero tengo que. Por el bien de mi familia, por el bien de la empresa. No tengo de otra. En serio, quisiera que hubiera alguna forma de poder detener todo pero... no puedo.

JiMin entendió. Era típico que algo así sucediera con familias de dinero. Que los obligarán para obtener aún más de lo que tiene pero eso no quitaba que no le doliera.

Jungkook suspiro... Tenía que hacerlo ahora o nunca sería capaz.

-En serio no quería hacer esto, JiMin. Pero... -Tengo que hacerlo--  Solo... Quiero que sepas que en verdad te quiero demasiado.

No...

Jimin empezó a llorar más por dolor de aquellas palabras que cualquier otra cosa.

Jungkook estaba terminando con él. Realmente lo estaba haciendo.

-Dime algo, JiMin. Por favor dime algo. --Le dolía aun más que JiMin no le dijera nada. Se acercó a él y tomó sus mejillas, esta vez JiMin no se apartó. Así que aprovecho juntando sus frentes. —Dime que me quieres como yo lo hago... -jimin le miro a los ojos con tristeza. -Vamos, no me mires con esos ojitos tristes... -pidió con una sonrisa que no demostraba más que tristeza.

JiMin estaba estático, no quería decir nada porque sabía que rompería en llanto.

-No quiero perderte... -Lo abrazo, y JiMin también. -Quisiera que todo esto fuera mentira, poder seguir a tu lado y hacerte feliz como tu lo haces conmigo con solo tenerte a mi lado. -le susurro al odio despacio. -Me duele saber que ya no seré parte de tu vida como lo prometí, lo siento... —sentía su mirada nublarse por las lágrimas que quería soltar.—Siento mucho no poder cumplir la promesa que te hice. —JiMin lo apretó aun más mientras lloraba en su hombro mojando la camisa contraria con sus lagrimas.

Se separó un poco para mirarlo a los ojos y JiMin también. Mirándose el uno al otro con sentimientos encontrados sin saber cómo demostrar todo lo que sentían el uno por el otro. Entonces Jungkook se atrevió a acercarse y besar sus labios en un beso lleno de amor y dolor al saber que este sería su último beso juntos.