Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

❝Uno❞

La alarma sonó 09 am, era día Martes pero realmente no importaba el día de la semana que fuera. Insultó a todos los que pudo, pues daba la casualidad de que ya estaba de vacaciones de verano.

¿Por qué entonces el despertador, si no tenia nada planeado para hacer ese dia, había sonado? Definitivamente el no lo había puesto.

De seguro alguno de sus hermanos había querido jugarle una broma. Y ahora el, no podría volver a dormir.

—¡Las van a pagar, bastardos!—gritó, todavía estando en su cama.

Rezongando se levantó, hizo todo lo que tenía que tenía qué hacer en el baño, como lavarse el rostro, por ejemplo, y salió rumbo a la habitación de sus dos hermanos mayores, que no quedaba tan retirada de la suya pues solo debía caminar un par de metros. Antes fue en busca de algo que le serviría para cobrar su venganza.

Jungkook no tuvo mejor idea que tirarles un vaso entero de agua helada en la cara a cada uno. Sonrió con victoria al ver la expresión que adoptaron ambos.

—¡Hijo de la grandísima...!  ¿¡Y eso porqué Jungkook!?—MinJae reaccionó, mientras que Yeonjun estaba aturdido.

Tal vez el agua le había entrado por la nariz y por eso no decía nada, o vaya a saber qué, pero lo que sí tenía claro es que su hermano Yeonjun era mucho más tranquilo que MinJae en ciertos aspectos.

—¡Ja-Ja!—se rió con ironía—. No te hagas, ustedes dos configuraron mi alarma a las 9 a.m.

Los ojos del peligris se abrieron tanto que ya no parecían rasgados.

—¿¡Son las nueve de la mañana!?—gritó enfadado—. ¡Yo no haría eso, y Yeonjun tampoco!

—¿No?—volvió a reír, apoyando las manos en sus caderas como las asas de una taza—, ¿¡entonces quién pudo ser!?

Ninguno de los dos chicos, a pesar de ser conscientes de lo temprano que era, se dieron cuenta de que lo más probable era que los vecinos aún durmieran y ellos gritaban como desquiciados.

—Fui yo—el señor Jeon se asomaba por la puerta desde el pasillo, sonriendo. Sus tres hijos lo miraron confundidos—, pero solo necesitaba a Jungkook.

—¿¡Y a mi porqué!?—se quejó provocando la risa a su padre, quien solo le hizo señas con la mano para que le siguiera. Vio que sus dos hermanos le sacaban la lengua en forma de burla antes de desaparecer por el pasillo.

Siguiendo los pasos de su padre llegó a la cocina-comedor de la casa. No era un lugar demasiado grande pero tampoco pequeño, y Jungkook no pasaba mucho tiempo allí, preferia comer en otra parte de la casa, pues lo sentía como un lugar frío y que le daba nostalgia.

—¿Ahora puedes decirme porqué me has despertado tan temprano?—el hombre negó con la cabeza, le daba la espalda ya que estaba preparando el desayuno para ambos.

—Te darás cuenta por tu mismo, hijo. Ahora, ven y desayuna junto a tu padre.

Esos hot cakes olían delicioso como para seguir molesto, o al menos por ese rato.

(...)

—¿Esto es en serio, papá? Estoy de vacaciones, no reprobe nada, ¿no merezco dormir un poco más?—no daba crédito a lo que sus ojos estaban viendo, no era lo que se había imaginado. El pelinegro creyó que tal vez su padre lo llevaría al acuario que tanto quería ir y regresarían con un hermoso pez carpín dorado—. ¿Que hacemos frente a la casa del vecino?

Su padre le reprochó con la mirada, ¿cómo no iba a saber?

—Son nuevos, hijo, necesito que hagas sociales con los chicos y los lleves de paseo a la ciudad—al terminar, el Sr. Jeon tocó el timbre.

—¿Y que pasa si yo no quiero?—protestó, pero no pudo decir más nada ya que la puerta justo en ese momento se abrió.

—Buenos días, pequeño—le revolvió el cabello, sacandole una sonrisita. Jungkook estaba tan embobado que no se dió cuenta de que su padre esperaba que también saludara—. ¡Hijo, saluda al chico!

Jungkook muy rara vez se avergonzaba por algo, sus mejillas se mantenían en su original color siempre, y normalmente era considerado un chico atrevido y descarado. Sin embargo, en ese momento su cara ardía en un color rojo intenso mientras hacía varias reverencias a modo de disculpa.

—L-lo siento, soy Jeon Jungkook—hizo una pequeña pausa y sonrió levemente antes de segur hablando—, ¿y tu acaso eres un bello ángel que acaba de abrirme las puertas del paraíso?

El peli- castaño, que vestía una camisa con mangas acampanadas, un Jean liso y tenis, de color blanco toda su vestimenta exepto que adornaba su cabeza una corona de flores rojas, se rió con un sonrojo adornando sus mejillas.

Jungkook notó algo diferente que le causó curiosidad y ganas de que volviera a suceder, y fue que la risa del chico no se oía.

El señor Jeon charraspeó su garganta, ocultando con una mano disimuladamente una sonrisa.

—¿Tus padres se encuentran?

El chico asintió y los hizo pasar a la casa, haciéndoles señas con ambas manos de que le siguieran hasta el comedor. El matrimonio Kim los saludaron con una reverencia que de igual modo fue hecha por los dos Jeon. Además de a su "ángel", Jungkook vió a un chico de su edad, una chica algo más grande y dos nenas pequeñas que apenas y sabían gatear.

» —Hace tiempo que una familia tan grande no se mudaba cerca—se notaba la emoción en las palabras de señor Jeon, Jungkook sonrió mirando a su padre.

Quien tomó ahora la palabra fue el menor de los Jeon, y tal vez, el menor de todos los allí presentes.

—Bienvenidos a Busan, ¿familia...?

—Kim—la mujer sonrió.

—Familia Kim—repitió entonces el chico, con una enorme sonrisa. Miró a su padre quien había comenzado a hablar amenamente con el señor Kim, y volteó mirando a los tres adolescentes—. ¿Quieren que los lleve a conocer algun lugar de Busan, chicos?—preguntó. Era un tanto precipitado hacer aquella invitación, puesto que los menores ni siquiera se habían presentado correctamente, pero Jungkook quería salir de ahí. Necesitaba aire puro para no ponerse de malhumor por el resto del día, odiaba que lo despertarán tan temprano—. Bueno, si usted, señora Kim, está de acuerdo.

La mujer asintió energética, sus hijos se la pasaban metidos en casa, aburridos, al no conocer las calles para moverse por la ciudad, por lo que la idea le pareció genial.

—¡Oh, claro que sí, no hay problema cariño! Taesun, Taemin, Taehyung ¿quieren ir?—los tres nombrados asintieron con la cabeza, dos de ellos parecían más ansiosos que la niña.

Uno de los muchachitos salió corriendo escaleras arriba luego de gritar un "Ya regreso", y por su sexto sentido Jungkook supuso que ese era Taemin.

—¡Pero mamá! Que Taehyung se quede—pidió, el peli-negro vio como el bonito niño que les había atendido hacia rato bajaba la cabeza volviendo a sentarse en la banqueta en la que estaba anteriormente—. Solo va a estorbar.

Jungkook abrió la boca con asombro, ¡qué mala hermana era esa niña! No iba a quedarse callado, ni mucho menos iba a permitir que lo trataran así en sus narices, ni a él ni a Taehyung o a ninguna otra persona. ¿Quién era ella para llamarle estorbo? Solo era su hermano, pero aún así no tenía derecho.

—Si Taehyung no viene con nosotros, me regreso a mi casa—su padre al parecer le había oído lo miró feo, como diciéndole «No seas grosero», pero la señora Kim asintió con la cabeza.

—Jungkook tiene razón, él va a ir te guste o no.

El peli castaño formó un corazón con sus manos sin ser visto más que por él, y Jungkook devolvió el gesto guiñandole un ojo.

©ʏᴏᴏɴɴɪᴇxᴊɪᴍɪɴɪᴇ5

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro