❝Seis❞
No había salido el sol aún, afuera todo estaba tan oscuro y tan silencioso que le atemorizaba. Tal vez y a penas eran las doce de la madrugada , y aún si fuesen las tres o las cinco el no podría conciliar el sueño. Por algún motivo en esos últimos tres días de la semana no había podido dormir más de cuatro horas por día.
Siempre había tenido ese problema, o al menos desde que lo que podía recordar de si mismo. Por más mínima que fuese la discusión, el mal entendido, o si algo no quedó claro, él no estaría tranquilo. Y la solución era ir y enfrentar aquello que preocupa o en otros casos podía ser también pedir disculpas.
Y lo habría hecho, ¿qué le costaba si la casa de esa persona estaba junto a la suya?. Bueno, para eso tenía la excusa de lo que había dicho Taesun hace unos días.
Si esa tal Yoonji era su novia -la cual no tenía idea de dónde había aparecido así de repente- tenía que darles espacio, total y podían ir a andar por ahí cualquier día.
—¿Taehyung?.
El nombrado dio un salto en su lugar, y una luz le encandiló los ojos. Maldijo para sus adentros cubriéndose la cara con las manos.
—Lo siento, ¡lo siento!—apagó la linterna rápidamente, acercándose a él—. ¿Por qué estás aquí a fuera, Tae?
—Me gusta ver el cielo.
El menor se sentó a su lado en el frío cemento, apoyando la espalda en la pared al igual que él.
—Te da miedo la oscuridad, así que no puede ser eso—Taehyung lo miró—. Me preocupé cuando no te vi durmiendo igual de tranquilo que las mellizas.
El peli-castaño suspiró y miró hacia el cielo.
Taemin y él a pesar de todo tenían una linda relación, no hablaban demasiado pero se entendían. Taehyung había sostenido en brazos a todos sus hermanos por ser el mayor, pero con él siempre tuvo una conexión especial no tan fácil de describir. Todo iría bien, si Taesun no se entera, pero al dormir es como un oso hibernando por lo que no tendrían tanto problema.
—¿Ya les dijiste a papá y a mamá de mañana?—Taehyung oyó la pregunta a medias puesto que no vio a las señas de su hermano, por lo que frunció el ceño. Volteó a la izquierda y sus miradas se encontraron—, no me digas que lo olvidaste.
—¿De qué hablas?, ¿qué hay mañana?
Que el recordara, no tenía nada que hacer cuando el sol saliera a lucirse glorioso en el cielo con sus padres, ni tampoco sabía de ningún evento especial o función a la que aasistir. Únicamente vería tele, jugaría videojuegos y comería chatarra todo el día.
—Me encontré con Jungkook ayer por la tarde en el almacén y platicamos un rato largo, dijo que su mejor amiga se mudara al barrio que sigue y también me dijo que él te llevaría a conocer un lugar mañana.
El castañito no dijo nada, su cerebro parecía actuar con lentitud en ese momento. Recopilando escenas, palabras y actos ya ocurridos y archivados. Ahora tocaba adjuntar la nueva información y compararla con la que ya tenía.
Llego a la conclusión de que no coincidía una cosa con la otra. Más bien, dos palabras cambiaban con las dos últimas versiones.
«YoonJin no es solo una amiga»
«Su mejor amiga YoonJin»
«Te estarán esperando»
«Te estará esperando»
Llámenle exagerado, pero su pensar no estaba mal. Sus dos hermanos le habían dicho dos cosas totalmente diferentes y para él eso era un detalle notorio.
—Taesun dijo otra cosa.
Al mayor se le escapó una risita. Su hermano seguía siendo iluso, ¿confiar en Taesun? Ella es alguien que tira una piedra y esconde la mano. Pero quería dormir un rato más y sabía lo terco que podía llegar a ser su hermano.
Se puso de pié y lo miró desde la “altura".
—Lo único que diré son tres cosas. Uno; si entras a casa conmigo ahora prometo que vas a dormir bien, dos; pon la alarma a las seis, y tres; te quiero, hyung.
Si, Taehyung también lo quiere demasiado.
(...)
—Oh, buenos días—Taemin se levantó al verlo bajar las escaleras. Todavía llevaban ambos el pijama, pero solo uno de ellos aún estaba somnoliento—. ¿Cómo dormiste?
El mayor puso los ojos en blanco. A penas se había metido entre las colchas había caído finalmente en los brazos de morfeo después de tanto sin dormir, pero se sentía raro. Y no era tonto como para no entender el por qué; había sido todo un dilema tragar esa maldita pastilla.
—Dormí bien, gracias. ¿Por qué me levantaste esta hora?
Taemin lo tomó de la mano, lo arrastró hasta la cocina y le indieó que se sentara en una de las sillas.
—Por que vas a ir a hablar con el vecino, y te irás de paseo—mientras hablaba sacaba el contenido de unas cajas blancas, pero Taehyung no les estaba prestando demasiada atención—. Fin del comunicado.
Tenia demasiado sueño como para negarse a esa idea, percatarse de lo que estaban haciendo y esforzarse en mantener los ojos abiertos. Debía no hacer una de todas las actividades para que en las otras dos le fuera bien, por lo que optó por descartar la primera.
—¿Acaso eso es corrector?—se refería a algo con forma de labial, pero que no era labia, que Taemin sostenía bastante próximo a sus ojos—, ¿y esas… n-no son las cosas de Taesun?
Si, si eran. Sabía distinguir el maquillaje que usaba su madre del que compraba su hermana. Sintió miedo por un momento, ¿y si ella aparecía por las escaleras? ¡Estaban en el comedor! Incluso si sus padres bajaban, ¿qué iban a decirles?
Un «estamos jugando al maquillaje profesional» no es una excusa para nada creíble.
—Pareces un zombi, ¿te has visto al espejo al menos? Taesun salió a correr por lo que no pasará nada, y si yo fuera tú y tuviera algo de dignidad por mi mismo no saldría en tu estado a la calle.
En el tiempo récord de una hora, Kim Taehyung se veía presentable. Para no perder su “toque", la corona de flores y sus pendientes no podían faltar. Aunque a decir verdad, la ropa la había escogido él mismo ya que tenía un muy buen gusto para combinar tonalidades.
—Que te diviertas—el mayor le sonrió y agitó la mano en forma de saludo. Taemin cerró la puerta y él, reforzando el agarre en las correas de su mochila, caminó hasta la puerta de la casa de al lado.
A cada paso que daba, se sentía más y más nervioso. Muchas preguntas, dudas y posibles escenarios se creaban en milésimas de segundos, provocando que se sintiera confundido nuevamente.
Pero ya estaba frente la puerta de la residencia Jeon, y había presionado el timbre. No podía salir corriendo como todo un cobarde.
La puerta se abrió, dejando ver a alguien vestido con una remera blanca con letras sublimadas en negro, una camisa mangas largas azul a cuadritos negros encima y jeans oscuros algo rasgados en las rodillas.
Taehyun lamentaba que su amigo no supiera lengua se señas. Sacó la libreta del bolsillo de su pantalón y escribió rápidamente.
"Jungkook, hola. Te ves muy... bien"
El menor le sonrió.
—Tú igual—le apretó las mejillas cariñosamente, y luego de tomar su mochila y de cerrar la puerta tras de sí lo tomó de la mano, sonriendo—. El tren sale en veinte minutos, Tae. Ayer por la noche se anunció el cambio de horarios.
El peli castaño suspiró. Escribió con un puchero en los labios.
"No llegaríamos ni aunque nos echaramos a correr justo ahora, ¿qué hacemos? :( "
Jungkook sonrió mirando hacia la derecha. Taehyung miró también hacia ese lado, encontrándose con una bonita bicicleta negra y verde. La marca era Venzo, lo que más destacanban para el mayor eran las ruedas.
—Nadie dijo que íbamos a tener que correr.
La bicicleta no tenia ninguna parrilla para llevar más pasajeros en la parte de atrás, ni pedales añadidos en los costados para aunque fuera, ir parado. Entonces Jungkook, o lo llevaría sobre el manubrio o en el caño que conectaba el asiento con la horquilla del manubrio. Tragó pesado, pues tenía malos recuerdos de montar en bici de esa manera.
"Andando, solo no me mates por favor"
Aclaración: cuando Taemin y Taehyung hablan, uso diálogos normales pero con la letra en cursiva, eso significa que están usando lengua de señas. Por parte de Taemin, el habla mientras usa lengua de señas, y Taehyung, obviamente, no.
Espero todxs estén muy bien, lxs amo🥺💜
©ʏᴏᴏɴɴɪᴇxᴊɪᴍɪɴɪᴇ5
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