Como el lugar quedaba algo retirado de donde se encontraban, tomaron el bus, omitiendo que tambien fue debido a que la quejosa de Taesun no quería caminar, pues podrían haberlo hecho.

En el poco rato que Jungkook llevaba conociendo a los tres hermanos, se había dado cuenta de que eran muy diferentes entre sí.

Taehyun se mantenía extrañamente callado, pero de vez en cuando se comportaba de manera graciosa, saltando o corriendo de la nada.   Taemin era un poco callado, con un bajo perfil, sin embargo, su plática era interesante solo cuando su hermana no interfería. Taesun se creía el centro del universo, era soberbia y mala, creía que todo lo que ella dijera se debía hacer y manipulaba tanto a Taemin como a Taehyung a su antojo.

—¿Qué tipo de música te gusta, Taehyung?—preguntó curioso a su acompañante de asiento, con la esperanza de que esta vez si le hablara. Pero eso, no pasó.

Pero, en cambio, el chico indicó con el dedo anular de la mano derecha el celular de Jungkook y este entendió lo que quería. El pelinegro le dio el artefacto, mientras que el mayor de los Kim buscaba que canción quería escuchar sacó de uno de sus bolsillos sus auriculares, los cuales le dió a Taehyung para que los conectara y así ambos escucharan las canciones.

Grenade ‐ Bruno Mars,  Golden ‐Harry Styles, Phsyco ‐ Red Velvet...

El menor esbozó una pequeña sonrisa contra el vidrio de la ventana, pues parecía ser que el hijo mayor de los Kim tenía un buen gusto por la música.

Unos veinte minutos más tarde, los cuatro chicos se encontraban bajando del colectivo. Taesun parecía estar molesta pero ninguno de los otros tres le prestaron importancia.

—¿Dónde estamos, Jungkook?—preguntó Taemin, no pudiendo evitar sentirse curioso de todo lo que lo rodeaba.

—Bienvenidos a Seomyeom—sonrió con orgullo, colocando los brazos en sus caderas.

Taehyung aún parecía no entender muy bien, por lo que su hermano le sonrió un poco antes de hablar, mientras movía las manos de forma extraña para el peli-negro.

—Estamos donde siempre has querido venir; Seomyeom.

Lo feliz que se puso el chico al saber eso era inexplicable, ¿cómo es que no se había dado cuenta? Él siempre veía el lugar por revistas o sitios web, pero estar físicamente ahí nunca se le compararía. Observaba a su alrededor con curiosidad, y hasta a veces daba unos pequeños saltitos. Jungkook, quien era el guía, reía con su forma tan tierna de actuar.

La primer actividad que realizaron, además de caminar algunas calles observando todos los edificios con suma admiración, fue escoger un lugar para almorzar de una vez por todas, pues los cuatro morían de hambre. Acabaron sentándose dentro de una confitería llamada Sullivan's, al principio se habían ubicado en una mesa fuera del local pero estaba haciendo demasiado calor y por ello prefirieron ir a dentro.

El silencio que se había formado mientras esperaban que algún mesero viniera a tomarles sus órdenes era demasiado incómodo por lo que Jungkook decidió hablar, rompiendo el hielo.

—¿Hace cuantos días que llegaron aquí?—no se le había ocurrido que más preguntar, aunque si en realidad quería saber aquello.

—No te importa—Taesun, mirando su celular, respondió con frialdad.

La chica realmente a Jeon le caía mal desde que la había visto en su casa. Lo creída, arrogante y mala que era le ponía los pelos de punta. Suspiró, decidiendo ignorar su comentario y miró hacia Taehyung, quien estaba junto a la chica.

—¿Qué edad tienes, Hyungie?—un notorio sonrojo adornó las mejillas del chico peli-castaño—, l-lo siento por llamarte así.

Taehyung tomó una servilleta de papel de sobre la mesa y de un bolsillo de su pantalón sacó un bolígrafo de tinta negra. Escribió algo, y al acabar le dió dicho papel al único pelinegro en la mesa.

"Tengo diecisiete, ¿y tu?
Oh, y no te preocupes, no me molesta que me llames así, si quieres"

—¡Que hermosa letra tienes!—halagó antes que nada, y le devolvió el papel—, y, ah, ¡eres mi hyung! Yo tengo quince.

"Nunca he sido hyung de alguien, jajaja:)"

No pudieron hablar más, puesto que una mesera llegó justo en ese momento. Cada uno, excepto Taehyung, ordenó lo que iba a comer. Taemin y Jungkook se miraron, dándose cuenta en el "problema" en que se encontraba el chico. La chica mientras tanto, estaba inmersa en su celular de nuevo.

—Taehyung, ¿qué quieres comer tu?—preguntó y otra vez a medida que hablaba movía las manos, el chico hacía otros movimientos con sus manos mientras su hermano asentía. Jungkook no lograba entender aun por qué lo hacían. Mirando ahora a la mesera, el chico agregó—; él va a querer una hamburguesa completa, un burrito, papas frías y... un agua saborizada.

—Claro, enseguida les traemos su comida—dicho eso la mujer se retiró con todo anotado.

Jungkook miró al chico a su lado con curiosidad.

—¿Taehyung siempre come así de mucho?—susurró para ser solo escuchado por él.

Taemin asintió.

—Y a veces más, no te imaginas; pero ya lo ves, no engorda un solo gramo—ambos se rieron. Los otros dos estaban enfrascados en sus asuntos.

Si el día continuaba así, iban a divertirse bastante pues Jungkook tenía pensado llevarlos a un lugar muy recurrido y entretenido de Busan.

©ʏᴏᴏɴɴɪᴇxᴊɪᴍɪɴɪᴇ5