Jimin soltó un bostezo mientras llegaba a la planta baja de su casa. Talló un poco sus ojos tratando de quitar todo tipo de cansancio.

Realmente, el estar estudiando para los exámenes, terminando sus proyectos y trabajos pendientes lo estaban acabando día con días.

Más tarde tendría que ir al médico para que este le pudiera recetar unas vitaminas, seria una tortura debilitarse y pescar algún tipo de enfermedad que le pudiera impedir ir a la Universidad

Dejó sus pensamientos en cuanto entró al comedor y observó cómo su padre dejaba el periódico en la mesa, al igual que su taza de café.

─Buenos días padre.─Saludó con una leve reverencia. Ante todo sabía que debía tener un gran respeto a sus progenitores y personas mayores.

Después de todo así era como lo habían educado sus niñeras.

Jimin observó como su padre se paraba y simplemente pasaba a su lado sin contestar a su saludo, «Siendo ignorado como siempre», pensó mientras pasaba sus negros cabellos hacia atrás. Se quedó un momento parado al lado de una silla y tras unos segundos se pudo escuchar el gran golpe de la puerta siendo azotada, indicando así que su padre se había ido.

─Ni un adiós dijo.─Susurró para sí mismo.

Cuando iba a tomar asiento para poder desayunar, escuchó las pisadas de unos tacones, lo cual indicaba que era su madre.

─Madre, buenos días.─Volvió a saludar con una reverencia en cuanto la mayor entro al comedor.

─Hola querido.─Sonrió "dulcemente."Claro que Jimin supo que aquella sonrisa era una total mentira.

Él realmente no recordaba algún momento en el que su madre sonríe sinceramente.

─¿Desayunamos juntos?.─Cuestionó con una pizca de esperanza.

─Lo siento querido, pero...voy a ir a desayunar con unas amigas.─«"Amigas", si claro», pensó el alfa.─No te molesta desayunar solo, ¿Verdad?

Jimin observó incrédulo a su progenitora, ¿De verdad estaba preguntando eso?, de verdad que su descaro era mucho.

─No, no me importa.─«Después de todo siempre lo hago», pensó soltando un débil suspiró.

─Muy bien, entonces ahora me voy, no quiero llegar tarde, nos vemos, que tengas un buen día.─Y sin más que decir se fue.

Jimin se quedó observando el gran y vació comedor, sabía que hoy era otro día igual que los otros, con la misma maldita rutina, sabía que hoy tendría que volver a desayunar solo, después de todo, incluso su  hermana ni siquiera se encontraba en la casa y  tampoco se había dignado a llegar a esta, pero por una parte la comprendía, ¿Para qué llegar a una casa fría y solitaria?

Era difícil vivir así, claro que lo era, pero al final uno se termina acostumbrando.

Al final él también sabía cómo portar una máscara con una gran sonrisa.

Una hora después, ya estaba divisando la estructura de la enorme Universidad, suspiro, a su vez que, hacía a su coche ir más despacio. Realmente, a JiMin no le emocionaba demasiado estar allí, el lugar estaba plagado de olores apenas soportables, de personas aprovechadas y otras demasiado superficiales, incluyéndose, pero era mejor que su hogar, de eso no tenía duda.

Se adentro al estacionamiento y busco algún lugar donde no hubiese demasiado sol más al rato, encontró uno a apenas unos cuantos metros, al lado de un árbol, pero entonces y sin previo aviso, alguien se atravesó en su camino haciéndole frenar de golpe, se escuchó el chirrido de los neumáticos y su pulso se aceleró.

─Maldición.─Musitó apretando el volante, alzó la mirada un momento y observo al frente, parecia ser que no había atropellado a nadie, aspiró con fuerza sacando el cinturón de seguridad, hasta que, vio una cabellera gris revolotear al compás de los pequeños rayos de sol mañanero, piel pálida como la porcelana y pequeños ojos que parecían de alguna especie de felino, aquel chico abrió de a poco sus gatunos ojos y observó algo asustado al alfa.

Pese a quedarse unos segundos embelesado con el, JiMin rápidamente hizo una mueca y espetó:

─Oye, ¿Acaso no tienes ojos? ¿Te crees inmortal o algo?─Gruñó, el pequeño chico recogió lo que fuera que estuviese en el suelo y retrocedió un paso. JiMin sin salir del automóvil, aspiró con fuerza, el chico simplemente apretujo sus manos juntas e hizo varias reverencias para entonces, salir corriendo de allí, el pelinegro le siguió sin ser realmente consciente con la mirada hasta que el chico se perdió en el pasillo de la universidad.

Hizo una mueca y su nariz pareció picar, ignoro aquello y cogió el espacio para estacionar su vehículo.

YoonGi caminaba con algo de inseguridad en los pasillos de aquella casi intimidante institución, suspiró y extendió el papel que había apretujado entre sus manos cuando se llevó aquel susto en el estacionamiento.

«Dios, casi muero»

El papel indicaba su horario, perderlo habría sido la ruina del pálido, casi le da un infarto cuando rebuscó en sus bolsillos y aquel no estaba, retrocedió sus pasos y lo vio, ahí en medio del estacionamiento, pudo suspirar con alivio, alivio que duró poco cuando un chirrido y un auto a centímetros de él casi provocan un trágico accidente.

«Debí escuchar a Jin hyung cuando me dijo que era mejor cargar todo en mi celular»

Dejando aquellos pensamientos de lado se dispuso a ir directamente hacia su salón correspondiente, no quería llegar tarde, además de que no sabía que tan estricto podría llegar a ser el profesor, respecto al tiempo de entrada al salón.

Dió otra pequeña revisada al salón correspondiente en el cual tenía sus primeras clases y sin más comenzó a caminar con velocidad.

Al llegar a su salón, asomó tímidamente su cabeza y pudo observar como sus demás compañeros ya se encontraban en el aula, incluyendo a su querido Kookie hyung, quien mordía un lapicero.

<<¿Por qué no acepte llegar junto a mi hyung?>>

Se cuestionó mientras observaba que incluso el profesor ya se encontraba sentado detrás de su escritorio.

Con sus manos temblorosas tomó una hoja de su pequeño cuaderno y torpemente comenzó a escribir en esta, cuando finalmente terminó, se quedó congelado, sus nervios comenzaban hacer efecto, logrando que un miedo recorriera su cuerpo.

«Tú puedes»

Se animó así mismo, sabía que debía ser fuerte y demostrarle a su querido Jin hyung que él podía valerse por si solo.

Tras un largó suspiró, se armó de valor y decidió tocar la puerta, llamando así la atención de todos y logrando que estos lo observarán fijamente, pero sobre todo un par de ojos mantenía fijamente su mirada en él. Pero por los nervios no era capaz de darse cuenta de ello.

─¿Qué se le ofrece Joven?.─Cuestionó firme el profesor. De inmediato el de cabellos plateados se adentro al aula y le entregó la hoja de papel en la que había escrito. El profesor suspiró al terminar de leer la hoja.─Bien, atención alumnos. Él es un alumno nuevo, por favor, cuiden de él. Puedes presentarte.─Yoongi asintió y soltando un enorme suspiró alzó su mirada, logrando así encontrarse con la sonrisa y mirada de Jungkook, una sonrisa solo para él, gracias a aquella sonrisa se pudo armar un poco de valor. Con algo de incomodidad, miro a los demás alumnos y trago un poco de saliva, extendió sus manos algo temblorosas y con nervios comenzó a moverlas.

De inmediato la clase al ver aquello comenzó rumorear bajito, pero callaron en cuanto JungKook se levantó golpeando su mesa. Observando con desprecio a los demas para despues colocarse al lado del pálido.

─Yo voy a traducir lo que dijo.─Suspiró dándole nuevamente una sonrisa a su menor ─ él dijo:

"Mi nombre es Min YoonGi, tengo diecinueve años y soy mudo."

Primer capitulo (uwu)

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Un placer continuar trabajando contigo, parkmochi7713 asies agzvsx

~Nos leemos~