Al llegar a la enfermería me dieron un medicamento para bajar la fiebre. La enfermera me informó que llamarían a mis padres ya que no me sentía para nada bien. Me aconsejó tomar una siesta y le indicó a Andrea que se retirara, que ella me cuidaría. No sé en qué momento me quedé dormida, pero para cuando abrí los ojos me encontré con dos ojos verdosos mirándome. 

—¿Jack?

—Despertaste, ¿cómo te sientes?— Me toqué la cara y parecía no tener fiebre. Sin embargo, cuando intenté tragar sentía dolor en la garganta. Hice una mueca y Jack la notó de inmediato. —Iré por la enfermera.

—No es necesario, de todas formas ya llamaron a mis papás, tarde o temprano me iré.

—Ah, te irás.— Asentí. Parecía preocupado, pero honestamente no podía confirmarlo. 

—¿Por qué estás aquí?

—Andrea me dijo que te iban a dejar descasando. Me comentó que la enfermera le dijo que volviera a clase. Así que ya que comenzó el receso, decidí venir a verte. —Sonreí levemente. La verdad me encontraba agradecida por su gesto. Sin embargo, recordé que me había enfadado con él por la mañana. 

—Jack... lamento lo de hace un rato. 

—¿De qué hablas?

—Fui muy pesada contigo al decirte que no me acompañaras. Lo siento.

—Descuida. Entendía que no te sentías bien. Querías a alguien de confianza. 

—Oh sí. —Me sentí peor. Al ver la mirada de Jack me di cuenta que él pensaba que no le tenía confianza. Pero vamos, llevamos un mes de haber establecido contacto como compañeros. Creo que ahora podíamos llamarnos amigos. —Pero somos amigos ¿no? En teoría debería tenerte confianza.

—¿En serio somos amigos?

—¿O no?— Nos miramos unos momentos y luego nos reímos. Eso me quitó un peso de encima y Jack se veía más relajado también. Sin embargo, aquello no duró mucho, comencé a toser de nuevo. 

—Eso no se escucha nada bien. —Se sentó a mi lado, pero yo me alejé cubriéndome la boca. 

—Será mejor que mantengas tu distancia. No sé ni que tengo.

—¿Crees que me contagiaré fácilmente?

—Bueno, espero que tengas defensas fuertes. Porque seguro que yo no. —Sonrió de lado. Su mirada era suave y de alguna forma parecía intentar confortarme. 

—Créeme soy más fuerte de lo que aparento. —Asentí concordando con él. —Por cierto, el profesor Kim dice que el consejo estudiantil está buscando voluntarios para el baile de Halloween en los distintos proyectos y grupos. 

—Así que de eso habló. Espera... ¿cómo sabes que no puse atención?

—Parecías distraída y ahora entiendo que era por la fiebre. Además anoté todos los puntos que se trataron en la reunión. —Sacó del bolsillo de su pantalón una hoja de papel doblada y me la dio. —Supongo que al estar a cargo del proyecto va a servirte. —Lo miré conmovida. Nunca creí que Jack "El destripador" Smith fuera tan atento. Con una sonrisa tomé la hoja, pero él no la soltó. Lo miré con duda y él no hacía más que mirarme con una pequeña sonrisa. 

—¿Interrumpo algo?— La voz de mi hermano Flynn hizo que ambos brincáramos y por instinto nos alejamos. Me sentí torpe porque no era como si estuviera haciendo algo malo. 

—Flynn. —Mi hermano me observó con una ceja alzada y luego a Jack. 

—¿Cómo te sientes?— Se acercó a mí mientras me tocaba la cara. Jack simplemente se hizo a un lado mientras esperaba que mi hermano le hablara. 

—Me duele la garganta. 

—Me dijeron que tenías fiebre.

—Así era.

—Será mejor que te lleve al médico. 

—¿Y mamá y papá?

—Trabajando. —Suspiró. Lo entendía. Por eso había venido él. —Bueno, vamos. Te llevaré a la clínica de papá para que te revisen. — Me ofreció su brazo para que me apoyara en él. —¿Y tú quién eres chico?— Mi hermano se dirigió a Jack. 

—Jack Smith amigo de Gaby. —Mi hermano me miró con una sonrisa burlona. 

—Amigo ¿eh?

—Flynn. —Llamé su atención. Él simplemente sonrió. —No saques conclusiones.

—No lo haré tonta. Bien Jack. gracias por cuidar de mi hermana. ¿Serías tan amable de decirle a la enfermera que vine por ella. 

—Claro.

—Un placer chico.

—Igualmente. 

—Adiós Jack.

—Nos vemos, profesora. —Puse los ojos en blanco y salimos de ahí.