El día del triatlón llegó. Los siete miembros del equipo más el profesor nos subimos en un bus escolar rumbo a la competencia. Andrea iba a mi lado y Lucas estaba detrás de nosotras junto con Matthew. Mi amiga hacía lo posible por animar a su hermano recordándole que estaba orgullosa de él. Claro que él salió diciendo algo como: ¿por qué tan cursi? Pero yo sabía que le encantaba recibir el apoyo de su hermana. 

Mientras yo lo veía, pude percibir que Jack me lanzaba una que otra mirada desde el asiento de atrás en la otra fila. 

Cuando llegamos al bus él ya se encontraba sentado junto a Mónica y frente a él estaba Harry. Yo no dije nada. No podía hacerlo.

El camino al salón de eventos donde sería la competencia fue algo largo. No sé si por el tráfico o por la incomodidad que yo sentía. Aun así, llegamos a tiempo. Los chicos participantes se fueron junto con el profesor para revisar su papelería y al resto nos enviaron donde el público. Había bastante gente, considerando el hecho de que se trataba de un triatlón. No tarde en darme cuenta que varios eran del instituto. Hasta el resto del círculo cinco estaban ahí. Ahora entendía la popularidad del evento. 

—Vamos, aquí hay lugar. —Harry nos arrastró a unas filas de en frente. Casi cerca de dónde estaban el resto de los chicos. Cuando nos vieron se acercaron a nosotros. 

—¡No creí que nos encontraríamos acá!— Soltó Theo de pronto. Isaac negó con desconsuelo y yo me reí. 

—¿Estás siendo sarcástico, verdad? —Preguntó Jesse, y Theo soltó un: claro que sí. 

Pronto noté que llevaban unas pancartas y silbatos. Era evidente que venían a apoyar a su mejor amigo. 

—Creí que no los dejarían venir. —Comenté. 

—Bueno, creímos que solo nosotros nos escaparíamos de la escuela para esto. Pero resultó viniendo una multitud. 

—Increíble. —Murmuró Harry notando la influencia de los chicos. Yo lo miré con mis ojos bien abiertos. Incluso yo me quedaba muda. 

—¿Por qué no te sientas aquí al frente con nosotros, Gaby? —Preguntó Jean de repente. Todos me miraron. Reí nerviosa. 

—¿Cómo por qué?

—Bueno, creo que Jack te considera un amuleto de la suerte. —Soltó Theo. Los chicos lo miraron. 

—Lo que Theo quiere decir, es que se siente menos nervioso al tener a alguien de confianza en frente. —Explicó Isaac. Yo asentí aun un poco confusa. 

—Pero están ustedes. —Soltó Matthew. Sentí que el círculo asesinaba con su mirada al pelinegro. 

—Ve Gaby, nosotros apoyaremos desde aquí. —Me animó mi amiga. Miré a los chicos y ellos hicieron un movimiento con su cabeza para que los siguieron. Me levanté despacio y les prometí que regresaría en un rato. Me fui con ellos, pero noté que Jesse tomó mi asiento al lado de mi amiga. Me causó algo de gracia, pero continué mi camino. 

Los chicos, literalmente estaban sentados en primera fila. Tomé asiento entre Isaac y Jean. 

—¿Creen que ganará?— Preguntó Theo moviendo sus piernas con celeridad. 

—Jack es listo. Confío en él. Lucas también es muy asertivo y Mónica es bien conocida por ser calculadora. Creo que tenemos a os tres monstruos de la escuela aquí. —Explicó Isaac. Me gustó cómo se refirió a ellos. Tal vez, era posible que ganáramos. 

Pasaron algunos minutos y la competencia dio inicio. Eran diez varias las escuelas que participarían y cada ronda difería de tiempo. Pero por cada enfrentamiento había al menos un intervalo de media hora. nuestra secundaria fue la última. Les tocó enfrentarse contra North School. La competencia fue tensa. Honestamente me perdí en algunas preguntas. Pero me sorprendí con la velocidad que los chicos respondían. Jack parecía que ni siquiera lo pensaba y entonces los declararon ganadores. Los chicos y yo estallamos en gritos. 

Sabíamos que aun faltaban las otras rondas con las otras escuelas para la final. Pero los chicos habían entrado a cuartos de final. Dieron cinco minutos de descanso los cuáles quise aprovechar para ir al baño.

Al salir del baño de damas, un chico alto, de cabello negro y gafas se cruzó en mi camino.

—Lo siento. —Dijo. 

—Descuida. —Le respondí dispuesta para seguir mi camino. Fue ahí cuando el chico me detuvo. 

—Espera, ¿no eres Gabriela Moon? —Fruncí mi entrecejo confundida al no saber cómo sabía mi nombre.

—¿Te conozco?

—Tú no a mí, pero yo a ti sí. Te vi en el festival de tu secundaria hace unos meses. Te veías muy guapa disfrazada de muñeca en la entrada de la casa de espantos. —Parpadeé varias veces sorprendida por ese comentario. Recuerdo que esa fue mi contribución a la clase, pero entraron tantos chicos que no recuerdo para nada los rostros. 

—¿Gracias? —Rio divertido. 

—De nada. Supongo que nos veremos por ahí. Vi su chaqueta blanca con el logo de un ave amarilla. Supe que se trataba de la secundaria Yellow Bird. La cual también había pasado a los cuartos de final. 

—Claro. —Dije sin pensarlo mucho y regresé con los chicos.