Capítulo 8
Kirishima vio como el chico desaparecía por la puerta sin más, luego observó el serio semblante de Todoroki, como si él no hubiese hecho nada malo.
—¿Qué te sucede? —preguntó a la defensiva ante la falta de amabilidad de Todoroki—. Midoriya es muy bueno, no merece ser tratado así.
Todoroki casi rodó los ojos con fastidio.
—No sé a qué te refieres.
Kirishima se sintió disgustado, Todoroki podía ser su mejor amigo y quien le acompañó durante gran parte de su vida, pero no podía aprobar ese tipo de comportamiento y fingir que nada había pasado.
Midoriya era demasiado bueno como para ser desplazado de esa manera.
—Me refiero a Midoriya, a ti, a tu actitud de culo y esa para nada sutil forma de echarlo. —Kirishima enumeró con sus dedos—. En serio, hombre, ¿qué te pasa?
Todoroki le observó por largos segundos que parecieron ser una eternidad. Al final ignoró su reclamo y pasó de él, tomando una de las limonadas del mesón y abriéndola para beber.
—¿Es en serio? ¡¿Ley del hielo?!
—No —musitó limpiando la comisura de su boca después de beber—. Es que tú no lo comprendes.
—¿El qué?
—Debo alejarme de Midoriya.
Kirishima se acercó para darle dos palmadas en el hombro a Todoroki. Podía comprender que estuviera así de nervioso y a la defensiva, para todos, él era un saludable hombre heterosexual de veintisiete años, estable y de gran éxito, sin embargo sus mayores conocidos sabían que eso no era así, Todoroki era un problema andante, su cabeza era una enredadera y sus impulsos le jugaban en contra, aunque ellos lo aceptaban y le querían. Pero Midoriya era un completo desconocido y había apreciado esa faceta desastrosa que tenía.
Sin contar que se lo llevó a la cama y eso podría destruir su figura pública en muchos sentidos.
—Vale, hombre, puedo comprenderlo —le apoyó con una diminuta sonrisa—. Sin embargo... ¿por qué alejarlo de mí?
Esas palabras cayeron como un balde de agua fría sobre la cabeza de Todoroki. Él apenas volteó a verle con los ojos entrecerrados y una mueca incómoda.
—¿Disculpa?
Kirishima arqueó sus cejas con confusión.
—Ya sabes, él estaba conmigo y este es mi camerino. Técnicamente y aunque te quiero, tú eras el intruso aquí, no él. —Todoroki desvió su mirada sin disponerse a dar respuestas, pero Kirishima era lento, así que siguió parloteando—. Digo, si tu objetivo es alejarte de Midoriya podrías haberte ido, pero en su lugar preferiste echarlo. ¿Acaso quieres que él te odie? Solo basta con ser neutral...
Todoroki suspiró con exasperación. No pensaba responder esas preguntas, él solo necesitaba alejarse de Midoriya, no era para nada normal el nivel de atracción que sentía por él, además, la situación entre ellos era desastrosa, se conocieron en un embrollo épico y ahora estaban obligados a mantenerse cerca, debía ser cuidadoso para no provocar algo peor.
—¿Todoroki? ¡Dijiste que no me harías la ley del hielo!
—Y no lo estoy haciendo.
—¿Entonces por qué te quedas callado? Viejo, yo solo quiero ser amigo de Midoriya, es obvio que es bastante retraído, pero amable, de seguro puedo ser buena compañía para él.
Kirishima calló al escuchar una de las botellas de agua caer al suelo, Todoroki había golpeado el mesón y por ello las botellas se desparramaron. Él le daba la espalda y era obvio que no pensaba darle respuesta, sin embargo, Kirishima pudo notar su infinita incomodidad en su postura, su cuerpo estaba tenso.
Kirishima frunció sus labios cuando algo hizo clic en su cabeza.
—Oh espera... ¿te gusta Midoriya?
Kirishima pudo notar el momento exacto en que encogió sus hombros.
—No.
—¡Mírame, Todoroki! —exigió casi con desesperación—. ¡O sea, comprendo que debió gustarte tanto como para meterlo a tu cama! Pero creí que ayudó que estuvieras borracho, no que estuvieras cien por ciento interesado en él.
—No estoy ni cien, ni cincuenta, ni cero por ciento interesado en él, ¿quedó claro? —Todoroki dijo entre dientes—. Solo quiero alejarlo de mí, estar con él es incómodo.
—Viejo...
—¿Qué?
—Creo que se te enredaron un par de cables, dices no estar interesado en Midoriya y que solo querías alejarlo de ti, ¿entonces por qué no solo te fuiste y me dejaste con él?
Todoroki apretó su mandíbula intentando contener las ganas de golpear la mesa otra vez, debía mantener el control sobre sí mismo y no hacer un berrinche.
Demonios. Kirishima tenía toda la maldita razón, ¿por qué no se marchó él? Midoriya tenía todo el derecho de hacer amigos, él no podía controlar eso, todo estaba bien mientras ellos no estuvieran cerca y recordaran esa descuidada noche.
—Yo... mierda, no lo sé.
—Entonces te gusta.
—No lo sé. —Todoroki se volteó para ver a su amigo a la cara—. No tiene un maldito sentido, él es... es raro. Cuando le hablo parece querer salir corriendo y no golpearme, debería querer golpearme, he sido un completo cretino con él.
—Bueno, si quieres que él te odie vas por un muy buen camino.
Todoroki fulminó a Kirishima con la mirada.
—Ya entendí, fui un idiota, ¿puedes dejarlo ya?
—Nop. —Kirishima le dio un par de palmaditas en el hombro—. En serio estás pensando mucho en él, digo, si tú actuaras como siempre no te importaría en lo absoluto, tal vez ni siquiera le dirigirías la palabra a Midoriya, pero en su lugar pareces abrumado y actúas a la defensiva.
—Siento que se ha metido en mi cabeza. Se supone que debería estar concentrado en la gira, decepcionado por Yaoyorozu y con probable depresión, pero solo puedo pensar en él.
—Sep. Todos esperábamos encontrarte intoxicado y listo para unirte al club de los veintisiete.
—¿Qué? ¿Esperaban que me suicidara?
—No lo hagas, te puedes morir. —Kirishima rió por lo bajo—. El punto aquí es que te atrae Midoriya.
—No.
—Lo hace, y es raro.
—¿Por qué sería raro?
—Eres el cantante del momento, cualquiera de tus fanáticas querrían tener algo contigo, te han coqueteado modelos, hombres y mujeres, y ninguno de ellos consiguió engatusarte. Diablos, Yaoyorozu fue nominada a Miss Japón y tu solo estabas con ella por su promesa, no porque te gustara o fuera atractiva.
—Ella era atractiva.
—Pero no te gustaba.
Todoroki no respondió nada, Kirishima tenía razón. Yaoyorozu era hermosa y radiante, tenía una personalidad de dama y un porte de reina, ella era lo que cualquier hombre quisiera tener, pero él no la quería de esa manera, y todo acabó de la peor forma.
—Es... diferente —Todoroki musitó aun perdido en sus pensamientos. Midoriya era lindo, pero él vio gente muchísimo más guapa antes, sin embargo...
Midoriya era precioso, amable y servicial, un tipo de persona que faltaba en el mundo. Él tenía todo el derecho de enfadarse y mandarlo a freír espárragos, en su lugar, era profesional e intentaba controlar sus emociones aunque fallaba y acababa pareciendo un niño tímido.
Era extraño, un misterio de pies a cabeza.
—¿A qué te refieres?
—Es más que atracción física —dijo con sinceridad—. Me atrae porque estoy intentando comprenderlo, quiero saber más de él y el porqué de muchas cosas, pero no puedo permitirlo, debo mantenerme alejado de Midoriya... y alejarlo de mí.
Kirishima le observó con una mueca consternada, bajó la cabeza y vio sus pies como si buscara palabras que decirle. Todoroki solo suspiró, revelar lo que callaba lograba alivianarle un poco, aunque era vergonzoso como el infierno.
—Todoroki. —Alzó la cabeza para ver a Kirishima, sin embargo el bajista tomó sus hombros con brusquedad—. ¡Dios, Todoroki!
—¿Ahora qué? Ya te dije que me alejaré de él, Aizawa podría matarme.
—¡Eso no, hombre! —Kirishima parecía estar hiperventilando—. ¡Por supuesto que no, olvídate de Aizawa!
—Me estas confundiendo.
—¡Diooos! —Kirishima le soltó para llevarse las manos a la cabeza—. ¡¿Cómo no lo has notado?!
—¿El qué?
—¡Midoriya es lo que estuviste esperando!
—¿Exactamente qué estuve esperando?
Todoroki no esperaba nada. Bueno, la única excepción era esperar por la fatídica fecha en la que cumpliría veintiocho años, y no lo hacía por querer, esperaba esa fecha porque significaba el fin de todo.
—¡Esperabas a Midoriya!
Todoroki casi rodó los ojos, eso no ayudaba en nada.
—Explícate.
—¡Tú nunca te has interesado por nadie! Bueno, sí, pero solo por aspecto físico y luego de tu promesa con Yaoyorozu solo te centraste en ella, ¡pero ahora...! —Kirishima estaba hiperventilando—. ¡Midoriya es el indicado!
—¿Para qué?
—¡Para salvarte de Mutis!
Esas palabras fueron como un puñetazo en su rostro, Todoroki dejó de ver hacia el suelo para ver a Kirishima como si fuera un loco recién fugado del psiquiátrico. Inmediatamente se alejó de él como si se tratara del diablo.
—Por supuesto que no, ¿enloqueciste? —Todoroki frunció el ceño—. No lo es. Yo no estoy esperando a nadie, no me he enamorado jamás y dudo que ocurra ahora.
—¡Exacto, jamás te has enamorado de verdad! Tus relaciones jamás fueron serias y era obvio que con Yaoyorozu no resultaría nada, pero ahora ha llegado alguien que en verdad pudo cautivarte.
—Midoriya no me ha cautivado. —Todoroki se ofendió ante la mueca suspicaz de Kirishima—. No lo hizo.
—¿Ajá?
—Bien, puede que lo haya hecho, ¿y qué? No es amor, probablemente me aburra de él en unos días más.
—Ajá.
—Nada de ajas ni de verme como si yo no supiera nada. —Todoroki frunció el ceño mientras Kirishima batió sus cejas de arriba abajo—. Oh cállate, Kirishima.
—¡No he dicho nada! —Kirishima alzó sus manos—. ¡Detecto un reprimido a la defensiva!
—Que te calles.
—¡Anotación!
Todoroki no se resistió y le dio un puñetazo en el hombro, Kirishima se cubrió el bicep con la mano.
—¡Auch! Todoroki, eso es muy masculino de tu parte, pero duele.
Kirishima siguió quejándose, pero a Todoroki no le importó, solo podía sentirse fastidiado por la fabulosa conclusión de su amigo. ¿Midoriya capaz de enamorarle? ¿Era en serio?
Kirishima se volvió loco, él nunca se enamoró de alguien, al menos no como debía ser. Se suponía que el amor era ardiente y necesitado, el tipo de sentimiento agonizante que alteraba todos los sentidos y volvía loco al corazón. A Todoroki aquello le parecía irracional, una completa babosada.
¿Sentir algo así por Midoriya? ¿Conseguir que el chico se enamorara de él? ¿Salvarse de Mutis? Eso era un gran y patético cuento de hadas donde el felices para siempre era la resolución final, es decir, una completa y absurda fantasía.
Que babosada.
Midoriya escuchó el infartante rugido tras sus espaldas cual monstruo a punto devorarle. El público gritaba y coreaba impaciente por la llegada del momento mágico y único por el que pagaron. Sus ánimos estaban por los cielos y lo hacían notar con una magnitud y vitalidad impresionante.
Y Midoriya se quería morir.
Sus piernas temblaban como gelatina, a pesar de que asistió a conciertos antes y trabajó en conciertos con Dark Fox, no podía compararlo con lo que ahí sucedía. Esto era más grande, más ruidoso, más ensordecedor. Tanto que aquellas ansias y ánimos se le pegaban a él también. Su corazón latía ansioso y angustiado, no podía esperar a conocer el porqué de tanta euforia.
¿Todoroki sería tan maravilloso...?
Nunca le dio la atención necesaria al músico del momento como para comprenderlo y ahora pagaba el precio, estaba ansioso y entusiasmado como una colegiala por oírle cantar en vivo y actuar en el escenario como la estrella que era.
Las luces se apagaron poco a poco hasta dejar una oscuridad casi monumental. Por un momento Midoriya dio un vistazo hacia el público que con sus teléfonos o con varas brillantes iluminaban el lugar, era un paisaje bastante atractivo y no dudó en tomar una fotografía.
El sonido de una guitarra atrajo toda su atención de vuelta, el escenario seguía en oscuridad exceptuando un reflector que iluminaba al guitarrista que comenzó con su rasgueo.
Y de pronto... escuchó su voz.
Una voz profunda y melódica que hacía brillar la letra de la canción, derrochando sentimiento y pesares con cada palabra. No había ni rastro de Todoroki en el oscuro escenario, solo oía su canto, y eso fue suficiente para alterar todos los sentidos de Midoriya.
La batería siguió, el reflector se encendió sobre el baterista, luego siguió el bajo y Midoriya no debió esforzarse mucho para reconocer a Kirishima tocando el instrumento. La premisa era impresionante, a pesar de ni siquiera ver al cantante que revolucionó el mundo musical.
El ritmo aceleró y al momento de entrar al ansiado estribillo todas las luces se encendieron, una nota alta y la aparición del artista hicieron al público gritar y chillar. Todoroki estaba de pie en el centro y a pesar de tener una multitud en frente no parecía estar prestándole atención, solo se concentraba en su canto. Era tan sencillo, tan natural, pero a la vez tan salvaje y profesional que era imposible no sentirse atraído.
Midoriya debió tragar y concentrarse en seguir enfocando al hombre con su cámara. Estaba privilegiado por su trabajo en ese concierto, estaba más cerca de Todoroki que nadie, más cerca de su voz que nadie, y eso solo lograba hacerlo delirar.
La melodía daba un toque de rudeza y el canto era total resurgimiento, para Midoriya era como escuchar a alguien que fue pisoteado y humillado dejar todo atrás para renacer otra vez. Eso percibía, eso sintió desde el fondo de su corazón. Era un sentimiento real y no una canción genérica del montón.
No era artificial, no era por dinero. Todoroki estaba ahí porque quería estarlo, cantaba así porque comprendía la letra, lo expresaba así porque así se sentía.
Y Midoriya podía asegurarlo.
Le costaba creer que esa persona dura que le trataba mezquinamente era la misma que ahora estaba sobre el escenario. Parecía ser alguien distinto, alguien que a Midoriya le gustaría conocer.
Por un momento creyó que aquel que veía ahora era el Todoroki real y que su forma de comportarse era solo una faceta. Lo pensó, pero también pensó que solo era su mente fantasiosa divagando.
No debía involucrarse con Shoto Todoroki.
Sin importar lo atrayente que podía llegar a ser.
Al menos eso fue lo que se repitió mientras su cámara le enfocaba en el escenario.
Todoroki estiró las manos por sobre su cabeza intentando relajar la tensión en su espalda. El concierto había terminado hacía un rato y resultó un completo éxito, aunque aún tenía cierto dolor en su garganta por el sobreesfuerzo después de pasar tres días sin su voz.
El dolor no le incomodaba tanto, pero si lo hacía el asqueroso síndrome de Mutis.
Se recostó en el sofá del tour bus y cruzó sus brazos por sobre su pecho, al menos sentía la satisfacción de haber dado un buen espectáculo que callaría a la prensa. En los últimos días surgieron un montón de rumores y noticias falsas que se esparcieron como la pólvora, desde que la ruptura con Yaoyorozu le dejó con una depresión severa a que la gira sería cancelada por sus problemas con el alcohol. Problemas que, por cierto, no tenía.
Todoroki aún no comprendía lo absurdo de la fama, ¿qué de interesante tenía él? Solo era un tipo que se dedicaba a cantar y componer, y eso parecía ser suficiente para tenerlo en portadas de revistas y tener un montón de gente siguiéndole cual acosadores.
Sin contar los paparazzis.
Hizo una mueca. Y pensar que ahora tendría un periodista personal siguiéndole a todas partes. Lo peor, es que era Midoriya.
Su cabeza daba vueltas al pensar en ese chico tan complejo y problemático.
—Sí, bueno. Es lo que necesitas ahora. —La voz de Kirishima se escuchó desde la cabina del tour bus—. ¡Y no te pongas nervioso, eh!
Kirishima abrió la puerta, pero solo se asomó con una sonrisa que le recordó a la del gato de Cheshire.
—¡Hola, Todoroki! ¿Recuerdas esa charla donde quedamos en que no haría nada impulsivo? Pues...
—¿Hiciste algo? —Todoroki preguntó a la defensiva, pero al ver la incómoda sonrisa de Kirishima solo pudo suspirar—. No, mi error, tú definitivamente hiciste algo.
—No hice nada malo. ¡Solo estoy siendo un hombre amable!
Todoroki apretó el puente de su nariz. Su amigo hizo alguna babosada.
—¿Qué hiciste?
—Bueno, como sabes, esta noche no dormiremos en un hotel porque debemos llegar a Osaka por la mañana, así que todo el staff viajará sobre ruedas hasta allá y algunos no dormirán nada.
—Ajá, ¿y?
—Y este bus tiene tu habitación en la parte de atrás y dos camas extras, una para mí y otra para Bakugou. —Kirishima alzó dos dedos—. Pero Blasty no está. —Bajó uno de los dedos—. Así que tenemos una cama extra.
— ¿Y tú punto es?
—Que invité a alguien a dormir.
Todoroki no pudo ni siquiera abrir la boca antes de que Kirishima entrara en la habitación jalando la mano de la persona que menos necesitaba ver en ese momento.
Izuku Midoriya le dio una rápida mirada con sus profundos ojos esmeralda antes de enfocarse en el suelo, sus labios estaban oprimidos en una línea recta mientras que en la otra mano cargaba una maleta azulada. Él estaba incómodo, no debía ser un genio para notarlo.
—Kirishima.
—¡Okay, sí, debí preguntarte y lo siento! Pero creo que es lo mejor, Midoriya es tu escritor fantasma y debe saber sobre ti y lo que piensas después de cada concierto. No deberían perder el tiempo y enfocarse en su trabajo, ¿no?
Un silencio pesado e incómodo se instaló en esa improvisada sala dentro del bus.
Todoroki no se molestó en darle una respuesta a Kirishima, no iba a fingir que había caído en esa pobre excusa de "deberían enfocarse en su trabajo" sobre todo si venía por parte de Kirishima. Era obvio que quería emparejarlo con Midoriya.
Demasiado obvio.
—K-Kirishima, no creo que esto sea buena idea —Midoriya pareció ignorar por completo su presencia—. Puedo viajar con los demás en la furgoneta, no tendría problemas...
—¡Pero Midoriya! —Kirishima alegó—. Tú dijiste que lo mejor sería comenzar a escribir sobre Todoroki cuanto antes. ¡Puedes hacerlo desde ya! ¿No es una gran idea?
—Fantástica idea —Todoroki masculló por lo bajo.
—¡Ya ves, él también lo cree!
—C-Creo que eso fue sarcasmo.
—Exacto, lo fue —Todoroki le dio la razón a Midoriya—. Me siento agotado para comenzar hoy. Lo siento.
—¡D-Descuida, Todoroki! ¿Estaba bien llamarte así? —Todoroki asintió—. B-Bien, nosotros podemos comenzar mañana, sin prisas.
—Me parece bien.
Kirishima frunció el ceño al notar que ninguno de los dos se miraba al hablar, como si estuvieran esforzándose al ignorarse. Una sonrisa se formó en sus labios antes de pasar un brazo por sobre los hombros de Midoriya.
—¡Bien, es una buena idea! Pero eso no quita que puedes dormir con nosotros hoy, así darás el cien por ciento mañana.
Midoriya se encogió bajo el abrazo de Kirishima, avergonzado y sorprendido. No se esperaba eso para nada, sobre todo porque rompía sus barreras de espacio personal. Solo había pasado algunos ratos con Kirishima, pero ya podía notar el tipo de persona amable y carismática que era, sabía que esos arranques de cariño serían bastante normales para él. Pero no para Midoriya, quien se alejaba de los otros seres humanos cual peste.
—E-Esto...
—Kirishima, lo ahogas. —Todoroki frunció el ceño—. ¿Querías abrazarlo o hacerle un tacleo?
Kirishima lo soltó para revolverle el cabello.
—¡Pero él está bien! ¿Cierto, Midoriya?
—U-Uh. Sí. —Midoriya apenas pudo hablar, estaba más concentrado en mirarse las zapatillas y preguntarse qué diablos hacer—. Bueno, creo que debería retirarme...
—¡Pero Midoriya...!
—Agradezco la invitación, pero...
Todoroki subió la cabeza para ver a Midoriya, sintiéndose como un adolescente tonto y patoso. ¿Por qué temía de hacer contacto visual con él? Era un adulto y alguien estoico, no debería temer de chocar miradas con una persona.
No. No debería temer de nada, él podía tener el control de su vida y sus acciones.
Por supuesto que podía.
—De hecho, también creo que es una buena idea que te quedes aquí.
Midoriya lo vio atónito después de que esas palabras salieron de su boca.
Oh mierda, de seguro creería que era un idiota bipolar borracho con problemas de personalidad.
—¿D-Disculpa?
—Que te puedes quedar —repetirlo por segunda vez le hizo ver lo estúpido que era, pero lo hecho, hecho estaba, así que siguió—, nuestro baterista no se encuentra y probablemente llegue a Osaka mañana, puedes dormir aquí esta noche.
Midoriya le miró como si estuviera loco, pero luego miró a Kirishima y le dio una sonrisa torpe y nerviosa.
Todoroki quiso bufar, Midoriya debería tener la peor imagen sobre él. Ese chico solo había visto malas facetas suyas, borracho, confundido, molesto e indiferente, era suficiente para ser odiado o despreciado al menos.
Y no le importaba, por supuesto que no. Que siguiera sonriendo junto a Kirishima si quería.
No le importaba.
—Vale, supongo que... agradezco mucho su amabilidad.
Midoriya sonrió, sus labios se curvaron y sus dientes lucían como perlas. Era precioso, tenía el tipo de sonrisa que solo tendría un modelo de alto coste, pero era más que eso, sonreía con sinceridad, con verdadera alegría.
Dulce.
—¡Perfecto entonces! —Kirishima tomó la maleta de la mano de Midoriya y se alejó por el pasillo para llegar hasta la parte de atrás—. ¡Sígueme!
Midoriya no tardó en apresurarse para seguirle el paso a Kirishima, dejando a Todoroki solo con sus líos mentales.
Bien. ¿Qué diantres había hecho?
Era cierto, quería alejarse de Midoriya porque el chico le aterraba, era demasiado fuera de lo común y le atraía muchísimo, pero a la vez eso le hacía sentir estúpido, así que decidió actuar como un adulto y probarse así mismo que podía mantener el control cuando se tratase de Midoriya.
Tal vez dejar que se quedara a dormir no había sido una buena idea.
Diablos.
A la lejanía escuchó las risas de Midoriya y Kirishima, ambos parecían llevarse bien, después de todo ambos eran personas alegres y aunque Midoriya fuese más reservado, Kirishima tenía la habilidad de hacer hablar hasta al más arisco. Es decir, él había conseguido que alguien como Bakugou se volviera un amigo cercano aun siendo un gruñón y poco amable que decía odiarlos cada cinco minutos.
Cierto, Bakugou. Debía regañar a ese idiota por creerse un experto en aerolíneas y llegar tarde al concierto.
—Todoroki, saldré por comida italiana. —Kirishima volvió a la sala con una sonrisa, él estaba satisfecho de conseguir a Midoriya dentro del tour bus—. ¿Quieres algo más para la cena?
—Sabes que puedes conseguir lo que quieras con pedirlo al staff, ¿cierto? —Todoroki entrecerró sus ojos—. Vives pidiéndome las llaves de la motocicleta.
Kirishima rió culpable.
—Okay, lo acepto. Me gusta tu motocicleta y por otro lado, no me gusta ser una molestia, si puedo conseguir comida por mi cuenta lo haré. —Kirishima estiró su mano—. ¿Llaves?
Todoroki le lanzó las llaves que Kirishima ágilmente logró atrapar.
—Gracias, su majestad. —Kirishima hizo una exagerada reverencia—. Vuelvo en un rato —Kirishima se detuvo antes de salir—. Oh, espera. No te atrevas a incomodar a Midoriya.
—¿Quién dijo que lo haría?
—Bueno, puede que ahora no lo hagas, pero eres un impulsivo.
Todoroki frunció el ceño. Carajo, era cierto.
Se mantuvo en silencio un rato fingiendo tener total calma, aunque no era cierto. Necesitaba con urgencia algo para distraerse, lo que sea para olvidar que Midoriya se encontraba a tan solo unos pasos de él.
Todoroki tomó su libreta y un lápiz que dejó olvidados sobre la mesita, y buscó entre sus páginas la letra que estaba componiendo para la canción que estaba pronta ser terminada.
Y si era sincero, le faltaba algo.
Dio un vistazo hacia el pasillo. Estaba muy cerca de Midoriya, bastaría con ir y charlar un rato para averiguar si aquella inspiración repentina se debía al chico y lo que le provocaba.
Eso no era incomodar, ¿cierto?
Meh. Obvio que no lo era.
—Midoriya.
El chico estaba sentado sobre la estrecha cama del costado izquierdo con una laptop sobre su regazo. Parecía estar concentrado, al menos hasta que Todoroki tuvo la maravillosa idea de interrumpirle.
Si le estaba incomodando, era obvio.
¿Cuánto tiempo duró sin hacerlo? Le falló a Kirishima.
—Hola... —Midoriya saludó sin razón alguna—. ¿Ocurre algo?
Todoroki vaciló un poco antes de sentarse en la cama de enfrente, quedando cara a cara con el chico. Intentó mantener una postura casual y verse lo menos inestable posible.
—¿Estás cómodo?
Midoriya observó la pequeña "habitación" con curiosidad antes de volver a verle.
—La verdad, estoy impresionado, no pensé que este tour bus fuera tan grande...
—Es ostentoso, antes no había sido tan excesivo. —Todoroki señaló la puerta que quedaba hacia su habitación—. Antes no tenía una habitación para mí, solo teníamos camas como estas en la parte de atrás. Y por supuesto que no teníamos cocina.
Midoriya alzó una de sus cejas con curiosidad.
—¿Siquiera cocinan?
—No. —Todoroki subió sus hombros—. Kirishima hace turismo nocturno todas las noches y consigue comida, así nadie muere de hambre.
Midoriya rió. Todoroki no sabía por qué hablaban de algo sin sentido, pero no se molestaba.
—No sé por qué lo supuse. —Midoriya dejó la laptop a un lado—. La verdad, solo trabajé con Dark Fox en algo como esto, pero tú sin duda alguna estás en un nivel diferente...
Midoriya dejó la frase en el aire antes de sonrojarse por la pena.
—¡Oh, espera! L-Lo siento, no quería mencionar...
—¿A la banda de Kyoka Jiro? —Todoroki dijo provocando que Midoriya se quedara con la palabra en la boca—. Puedes estar tranquilo, no me importa mucho.
En serio no lo hacía.
—Eso es un poco cruel, ¿no?
—Lo sé. —Fue sincero, realmente no le importaba, prefería mantenerse al margen de aquel tema y solo olvidarlo—. Pero creo que es lo mejor.
Midoriya hizo una mueca. No debió tocar ese tema.
—Uh... disculpa. ¿Tú crees que a Blasty le moleste que use su lugar hoy?
Todoroki quiso reír. Por supuesto que se enfadaría, Bakugou era como una bestia salvaje que escupía malas palabras.
—Probablemente lo hará, pero si sigues llamándole Blasty te golpeará.
Midoriya se pudo pálido.
—E-Es que Kirishima le llamaba de ese modo. Me parecía raro que su nombre real fuese ese.
—No lo es, ese es el apodo que Kirishima le dio, su nombre real es Bakugou. —Todoroki hizo una mueca—. Y tal vez sea mejor que guardes distancia de él y no le preguntes nada, suele ser muy mezquino.
—O-Oh... —Midoriya asintió aunque parecía estar consternado—. ¿No te agrada?
—Sí me agrada, es un amigo aunque a veces tenemos diferencias.
Bastantes diferencias. Por alguna razón Bakugou siempre tenía un ojo sobre él, de ese modo siempre tenía algo que juzgarle. Todoroki odiaba que estuvieran pendiente de él como si fuese el centro del mundo y el causante del caos, por lo que muchas veces acababa peleando con el baterista.
—Tal vez se parezca un poco a ti —Midoriya dijo, pero eso solo causó que le viera con repelús—. N-No te ofendas, es solo que a veces cuando las personas son iguales suelen chocar y pelear a menudo.
—No creo que este sea el caso. —Esperaba que no lo fuese—. Créeme, lo sabrás al conocerlo.
—La verdad, ahora temo de él.
—Podría ser lo mejor.
Midoriya rió mientras negaba con la cabeza.
—En ese caso... no dejes que se entere de que utilicé su cama.
—Bien.
Todoroki observó cómo Midoriya volvía a tomar su laptop, concentrándose en su trabajo y actuando natural. Él era una buena persona, dispuesto a charlar sin problemas aunque Todoroki fue indiferente con él.
—Habrá conciertos en Europa que se darán en distintas ciudades de algunos países, así que estaremos viajando a ruedas. ¿Ya te dieron un lugar?
Midoriya levantó la cabeza y le vio con incredulidad.
—Dijeron que podría viajar con el staff, a menos que tú quieras charlar y trabajar en el libro durante la noche.
—Oh. —Todoroki carraspeó—. En ese caso... podrías dormir aquí.
¿Qué le dijo Kirishima acerca de ser un impulsivo? Porque en ese momento estaba enviando lejos a su propia norma.
Midoriya se tensó como la cuerda de un arco, estaba confundido y avergonzado.
—E-Explícate.
—Tal vez sea mejor que duermas aquí, avanzar con el libro durante la noche será mucho más rápido que hacerlo durante el día. —En su cabeza se oía como una buena idea, además quería compensar a Midoriya por lo mal que le había tratado—. Y podrás dormir mejor aquí, solo digo.
Midoriya frunció sus labios y desvió la mirada como un conejito asustado.
—¿C-Crees que sea buena idea? Se suponía que guardaríamos distancia y...
—Solo estaremos trabajando.
—¿Y dónde dormiría? No quiero que Bakugou me mate o algo así.
Bueno, tenía razón. Todoroki barrió su mirada sobre el estrecho lugar antes de dar con la puerta de su habitación. Si, bueno, ¿por qué no?
—Podrías dormir conmigo.
Midoriya cerró la laptop y la dejó sobre la cama. Su rostro estaba sonrojado y parecía estar a casi nada de echarse a correr por el pasillo.
—O-Okay. Creo que estamos cruzando la delgada línea de lo profesional y... y... pues, lo o-otro —Midoriya balbuceó—. N-No creo que sea buena idea.
—¿Por qué no? No haremos nada raro, ¿en qué se supone que estás pensando?
—¿Y tú? —Midoriya dijo con incredulidad—. S-Sabes que nosotros estuvimos —mordió su lengua—, d-digo, sabes lo que pasó entre nosotros, no sería prudente.
—No te estoy seduciendo.
—¡Oh por All Might! —Midoriya se lamentó—. Tú quieres causarme un paro cardíaco.
—Solo te estoy ofreciendo un lugar para dormir. Ya lo hicimos una vez y no fueron buenas circunstancias...
—¿Y ahora?
—Ahora nada, ¿no? —Todoroki subió sus hombros, restándole importancia—. Solo dormir.
—Dormir, claro.
La oferta era tentadora, estúpidamente tentadora. Por una parte tendría un lugar cómodo para dormir y por la otra, podría mejorar su relación con Todoroki, necesitaba que él entrara en confianza para relatar cosas sobre su vida y así poder trabajar sin problemas, pero... ¿dormir en la misma cama no era muy exagerado?
¡Por supuesto que lo era!
¿Y si se negaba? Todoroki podría volver a ser indiferente, sería muchísimo más difícil trabajar con él y tal vez el libro sería un fracaso. No podía hacer un mal trabajo, debía cumplir con las expectativas de Iida y superar el éxito que lograron con Dark Fox.
Mordió el interior de su mejilla. Era cuestión de ser adulto y responsable, mantener la distancia.
Podía hacerlo.
—Está bien, acepto.
Todoroki asintió antes de ponerse de pie.
—Bien, vamos.
Midoriya sintió que la boca se le secaba por completo al ver como Todoroki abría la puerta de su habitación.
—¿Q-Qué? ¿Ahora?
—¿Y por qué no? Vamos a Osaka y luego a Hiroshima, después de eso seguiremos en avión hasta Reino Unido. —Todoroki le señaló—. Y tú probablemente te negarás luego.
—¿Por qué siento que acabo de firmar un trato con el diablo? —musitó por lo bajo.
—No lo sé. Si quieres puedes rezarle a All Might.
—Eres cruel... ¡espera! ¿Conoces a All Might?
—Responderé tus preguntas dentro, trae tu laptop. —Todoroki no le dio otra respuesta, solo se metió dentro de la habitación.
Midoriya no pudo hacer más que seguirle.
¡Hola, tribu! He vuelto, aún no dejo de matarme, pero he vuelto xD
Siento que estoy jugando al corre que te pillo con este fic, aún ni termino el capítulo 11, pero estoy intentando hacer lo mejor que puedo considerando que aún ni termino el nuevo capítulo de MPMH. ¡Nadie me advirtió que este último año sería así, quiero quejarme con el gerente!
Ahora, Toku deja de contar tu vida y habla del fic, alv:
Poco a poco se me juntan los tortolitos y ya tendremos la aparición de Bakugou y otros personajes. Voy a tener que pedir que no insulten a nadie, por favor, tengo todo planeado para que todos actúen según lo que les ha pasado y siempre habrá un momento en el que puedan entender el porqué de sus acciones. Si hay peleas en los comentarios nos agarramos a piñas y no quiero hacerlo(?
Después de cinco intentos de poner el URL y fallar falladamente, me pinches rindo. La canción para este segmento de capítulos es Greek Tragedy de The Wombats, la verdad, me tiene enamorada y a mi parecer, habla de los sentimientos confusos, ¡Escuchenla, vale la pena! ;3;
https://youtu.be/0YPv8PRNOZA
(Toku del futuro logró poner el link :3)
Envío mucho amor para todos los seguidores de este fic, incluso a ustedes, fantasmones, se aprecia que estén leyendo esta cochinada uwu
¡Nos vemos la próxima semana!
(PD: ¿Hay chilenos aquí? Hay un viento horrible, tipo, casi se le vuela el techo a la vecina, afirmen su techo con algo, bajen al gato y guarden al Firulais D:)
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro