Capítulo 28
Midoriya estaba temblando como una hoja.
No, no era una exageración.
Melissa le repitió más de dos veces lo pálido que estaba y si quería visitar a un médico, incluso cuando le aseguró de que estaba relativamente bien ella no le creyó, sino que le obligó a sentarse para beber un té caliente y comer un par de galletitas.
Sí, asumió que era un desastre y que su aspecto no era el mejor.
Su estado físico y mental comenzó a deteriorarse desde que Todoroki se despidió para recibir a sus hermanos en el aeropuerto. Él besó sus labios y le aseguró que todo estaría bien. ¡Pero Midoriya estaba aterrado de todas formas! Todoroki era el menor dentro de esa familia, de algún modo debió ser el protegido de sus hermanos y Midoriya temía que ellos se dieran cuenta de la mala persona que era.
¡Horrible persona!
Acaparar a Shoto para sí mismo debía ser considerado un pecado grave, pero Izuku estaba demasiado feliz pecando como para hacer algo al respecto, así que ahora tenía miedo. ¡Genial!
—Entonces... —Melissa vaciló al dirigirle la palabra—. ¿Qué es lo que planean hacer?
Midoriya empujó una galleta en su boca y la masticó rápidamente.
—Shochan... ¡Perdón! ¡Shoto! ¡Digo, Todoroki! —Midoriya mordió su lengua mientras intentaba corregirse—. Todoroki traerá a sus hermanos, consiguieron habitaciones en un hotel cercano donde descansarán un poco por el largo viaje. Por la noche pensaban recorrer Milán y buscar un lugar para cenar algo típico de Italia.
Melissa no le molestó por su forma de llamar a Todoroki, en su lugar ella solo sonrió. Eso le dio un poco de paz mental.
—¿Irás también?
—N-No estoy seguro. Todoroki dijo que le gustaría llevarme con ellos, pero no creo que sus hermanos me quieran ahí también. Es una reunión familiar, ¿no?
Midoriya aún no se sentía de acuerdo con la idea de Todoroki. Además del miedo, tampoco quería ser un intruso ahí. Por lo que veía, sus hermanos mayores eran la única familia que Shoto tenía y no les había visto desde hacía meses, ellos merecían reencontrarse como una familia y por supuesto que no quería arruinar esa reunión.
Además, no era estúpido. La familia Todoroki no era cualquier familia, tenían un gran reconocimiento por su exitoso grupo empresarial y uno de los hijos mayores era el actual ceo. Midoriya no era bueno tratando con gente importante y probablemente solo se convertiría en un incómodo invitado que en algún momento arruinaría la velada.
—Pero Todoroki dijo que te quería ahí, ¿no? Probablemente quiere que conozcas a su familia. —Melissa apoyó su mejilla contra su mano dándole un aspecto relajado, pero Midoriya notó un brillo astuto en su mirada—. No sería extraño, ustedes se volvieron grandes amigos en muy poco tiempo.
Midoriya tragó el nudo en su garganta. Melissa consiguió conocerle bien en poco tiempo, así que probablemente notó la relación que compartía con Todoroki, pero era amable al no presionarlo por respuestas. Simplemente era su amiga. Aunque a Midoriya le hubiera gustado decirle qué estaba ocurriendo, porque ella era muy buena dándole consejos y apoyo.
—Uh... ¿sí? Es decir, somos como algo...
—Sí, sí. Entiendo, no es necesario que te presiones, Izuku. —Melissa sonrió—. Solo creo que deberías calmarte un poco, si Todoroki te pide ir con él debe ser porque es algo importante. Él jamás haría algo porque sí... creo, porque a veces puede ser impulsivo.
Midoriya sonrió levemente. Aunque Todoroki era analítico la mayor parte del tiempo a veces hacía cosas sin pensarlo, solo por impulso.
Esta vez algo le decía que no se trataba un impulso, sino de un anhelo. A pesar de todo lo que pasaron esos últimos meses, donde se encontraron y conocieron más, aun existían pequeñas cosas que les mantenían alejados. Si Todoroki le estaba invitando a conocer a su familia era para que poco a poco esas pequeñas brechas se cerraran por completo.
Era tierno de su parte. Pero Midoriya no podía dejar de sentirse aterrado. Otro de sus mayores temores era decepcionar, pero, ¿quién no tenía ese temor? Que al final no fuera suficiente, dar una mala impresión y arruinar todo por torpeza o inexperiencia.
—Es solo que... no lo sé, ¿y si no les agrado? Cuando conozco gente nueva me vuelvo muy tímido y torpe. Podría derramar gaseosa sobre mi camisa o comer como un niño de cinco años. ¡Ellos me verán como un tonto absoluto!
Melissa frunció el ceño.
—¡Vamos, Izuku! Eres realmente amable y siempre tratas a los demás con respeto, es imposible que ellos se enfaden contigo por razones tan tontas como esas. —Melissa intentó darle ánimos, pero al notar que Midoriya no parecía reaccionar, suspiró. Midoriya no era una persona rebosante de autoestima, es más, parecía que solo podía enfocarse en sus defectos y anulaba todas sus virtudes. A Melissa le resultaba frustrante que no pudiera ver lo bueno que era, así que se estaba esmerando en hacerle ver, poco a poco, la realidad—. Si no me dejarás animarte, al menos déjame ayudarte a sentirte preparado. ¿Qué tal si buscamos algo cómodo que ponerte? Incluso podría aplicarte algo de maquillaje aparte de la bb cream que usas a diario.
—Uh, no lo sé. No me gustaría que me vieran y dijeran: Oh, bien. Es gay. —Midoriya hizo un puchero y bajó su cabeza luciendo como un cachorrito mojado bajo la lluvia.
—Oh, vamos. Hasta hace poco la estilista de Todoroki le aplicó un maquillaje realmente dramático, además todos en el equipo de maquillaje adoran ponerle sombras de ojos, lo hacen cada vez que pueden y nadie ha dicho algo dudando de su heterosexualidad. —Melissa hizo comillas con sus dedos—. No deberías preocuparte por algo como eso.
—Es Todoroki. Sus fanáticas preferirían morir antes de pensar en la mínima posibilidad de que le gusten los chicos. También no levanta sospechas porque es un hombre guapo con estilo y los estilistas adoran trabajar con hombres guapos con estilo. —Midoriya hizo una mueca—. Aunque me gustaría que no pusieran tanto empeño en tapar su cicatriz. Está ahí, es parte de él y demuestra que es humano.
Los estilistas del staff siempre estaban emocionados de trabajar en el aspecto de Todoroki, pero le disgustaba la excesiva dedicación que ponían en tapar su cicatriz, como si se tratara de algo que debían ocultar para hacerlo perfecto. A Midoriya le parecía perfecto tal y como era, incluso cuando despertaba siendo un desastre por la mañana.
—Está bien, pero no nos enfoquemos en Todoroki, sino en ti. Entonces, ¿buscaremos algo cómodo de tu guardarropa? —Melissa le sacó de su mundo rosa abruptamente, obligándole a prestar atención y olvidarse de Todoroki—. Esta noche hará un buen clima, así que podremos hacer algún conjunto ingenioso.
Midoriya sonrió ligeramente. Eso podría ser bueno.
La hora siguiente se la pasó hurgando en su maleta y dando vuelta a su pequeño guardarropa para encontrar algo adecuado que ponerse. La mayoría de su ropa era informal y por un momento se sintió mortificado, pero se relajó al pensar que estaba formando parte de una reunión familiar y que no iba una entrevista de empleo. Así acabó usando una sencilla camisa a cuadros y jeans rasgados junto a sus favoritas zapatillas rojas. Melissa peinó su cabello hacia el costado e hizo lo posible por darle forma a sus desordenados rizos. Su aspecto le gustó, así que lo consideró un gran paso para su autoestima esa noche.
También, Todoroki le envió algunos mensajes durante ese tiempo, aunque la mayoría terminaban con frases como "Sálvame", "Te compro los comics que quieras si me sacas de aquí" y su favorito: "¿Quieres escapar a Islandia?"
Midoriya solo pudo sacudir su cabeza y asegurarle que no le dejaría solo esa noche, después de eso pareció calmarse un poco.
Cuando casi dieron las nueve y treinta de la noche recibió la llamada de Todoroki pidiéndole que le viera en el estacionamiento. Estaban esperando por él. Midoriya se devolvió dos veces a su habitación porque olvidó sus llaves y su billetera, a la tercera recordó que también olvidó su teléfono, pero para su buena suerte Melissa se lo entregó y le apresuró en bajar por el ascensor.
Al llegar al estacionamiento las puertas del ascensor se abrieron y Midoriya tuvo un pequeño susto al encontrarse con Todoroki, él estaba apoyado contra la lúgubre pared frente al ascensor y parecía realmente consternado, pero al verle sonrió.
—¿Estás bien? —Midoriya preguntó mientras se acercaba a él, pero rápidamente mordió su lengua—. ¡Es decir! Hola. No quería decir eso, es solo que... luces cansado.
—Tengo suerte de estar cansado y no muerto. —Todoroki extendió sus brazos y Midoriya le abrazó con gusto. Ninguno de los dos se sintió incómodo, por el contrario, se sintió como regresar al lugar donde uno pertenecía—. Luces bien.
—¡Gracias! —Midoriya se alejó un poco para verle, pero no soltó sus brazos alrededor de su cintura—. Sé que dije que lucías cansado, pero tú también te ves bien. Quiero decir, eres guapo, entonces... uh, ¿debería callarme ahora? Sí, voy a callarme ahora.
Shoto rió por lo bajo.
—Entonces... tengo a un loco de remate adicto a los tatuajes, un empresario exitoso pero demente y una mujer sensible y muy maternal en una camioneta allá atrás. Aún tengo tiempo de comprar un par de boletos de avión y buscar mi motocicleta para huir. ¿Qué dices?
—Digo que estaré bien. Realmente has hecho mucho por mí y quiero conocer parte de tu mundo, si me permites conocer a tu familia con gusto lo haré. No es necesario que te preocupes tanto, Shochan.
—No. De hecho, me estoy preocupando tanto por tu salud mental y por la mía.
Midoriya le miró con compresión, casi con ternura.
—No puede ser tan malo.
—¡Shoto, deja de darte besitos y vámonos, por favor! —Escuchó a alguien gritar desde la lejanía, luego una bocina al son de la cucaracha resonó por todo el estacionamiento—. ¡Muero de hambre y el tarado de Touya me robó el sándwich!
Shoto le miró con pena antes de cubrirse el rostro con el dorso de su mano.
—Ese es Natsuo. Prometo que se comporta mejor cuando no tiene hambre. —La cancioncita de la cucaracha resonó al menos un par de veces. Shoto suspiró—. Supongo que ese es Touya. No puedo prometerte nada sobre él y dudo que no se haya escapado de un manicomio antes de venir —Shoto masculló—. Pero también está Fuyumi. Ella es la única normal, le agradarás.
Midoriya hizo lo mejor que pudo para no borrar la sonrisa en su rostro. La familia de Todoroki gritaba tanto peligro como diversión. Aún no sabía si debía temer a esa extraña combinación.
—Uh, solo una pregunta más. ¿Qué le has dicho sobre mí?
Shoto carraspeó.
—No sé cómo lo tomarás.
—Sé sincero.
—Dije que eras un amigo —Midoriya pudo respirar tranquilo, al menos hasta que Todoroki siguió hablando—, pero no me creyeron. Harán insinuaciones e intentarán ponerte nuestro apellido. Intenta ignorarlos, por favor.
¿Debía reír o llorar?
En su lugar, se levantó en la punta de sus pies y sostuvo las mejillas de Todoroki entre sus manos para besarle un par de veces. No quería que ambos fueran un desastre, y si Todoroki no podía ser el mentalmente fuerte, entonces lo sería él.
—Hoy... —Shoto tragó duramente. Izuku podía asegurar que se encontraba tan avergonzado como sorprendido—, ¿tienes más confianza?
—¿Hago lo que puedo? —Sonó más como una pregunta que como una respuesta—. Si te disgusta, puedo...
—¡Shoootooooo!
Midoriya no pudo evitar reírse ante la interrupción de una voz exageradamente grave.
—Malditos bastardos dramáticos. —Todoroki farfulló—. Perdón.
—Llévame con ellos, ¿sí?
—Luego pedirás que te lleve a casa.
—No importa, Shochan.
Shoto caminó por delante e Izuku solo pudo seguirle como un cachorrito perdido. En uno de los aparcamientos había una gran camioneta roja que cargaba en su parte trasera a una vieja motocicleta llena de calcomanías. Izuku pudo distinguir a un hombre y una mujer de pie frente al capó, pero lo que más llamó su atención fueron un par de piernas que colgaban de la ventana del asiento trasero.
—¡Al fin! —El hombre exclamó. Se parecía un poco a Shoto, pero tenía una mueca muy alegre en su rostro, era más robusto y un poco más bajo que su hermano menor—. Me preguntaba cuando aparecerías. Por poco pensé que huiste a tu habitación.
—Ganas no me faltaban, Natsuo.
—Shoto, por favor. ¿Podemos intentar que esto resulte sin sentimientos heridos o personas en el hospital? —La mujer, que supuso era Fuyumi, habló en un tono maternal y considerado. Tenía una apariencia muy tierna y no aparentaba la edad que debería tener, pero si parecía tener la madurez necesaria para lidiar con una familia problemática—. Entonces, ¿nos presentarás con ese chico lindo que se esconde tras de ti?
Izuku se crispó cuando Shoto dio un paso al costado y le dejó descubierto ante los ojos de sus hermanos. Se sintió tenso hasta que notó las amables sonrisas que cargaban en los labios, como si hubieran esperado por conocerle.
Por supuesto, para ellos se trataba de una potencial pareja para su hermano menor. No sabía si sentirse halagado o asustado, pero que le vieran con respeto y alegría le calmó.
—Soy Izuku Midoriya, el actual escritor y fotógrafo de Shoto. Uh. Eh. ¡Es un gusto conocerles! —Midoriya se inclinó para hacer una reverencia, tal vez demasiado exagerada. Aun así unas cálidas manos se envolvieron alrededor de las suyas y le hicieron ver hacia al frente. Fuyumi aún le veía con una sonrisa—. ¿Lo siento?
—¡Tranquilo! Hoy vienes como el amigo de Shoto, ¿no? No es necesario que seas tan formal, Izuku. Por cierto, soy Fuyumi, puedes llamarme por mi nombre o decirme hermana, no tengo problema con eso.
—¡Oh! Yo soy Natsuo, tengo la alegría que a Shoto le falta. —El otro hombre se señaló con bastante orgullo, pero con intenciones de sonar gracioso—. Un gusto, Izuku.
—Déjenlo en paz, por favor. —Shoto casi rodó sus ojos, pero prefirió volver a mirar a Natsuo—. ¿No querías irte ya? Subamos a la camioneta y vámonos antes de perder la reservación.
Izuku miró nerviosamente hacia donde los pies enfundados en un par de botas colgaban por la ventana del vehículo. No sabía si debía preguntar o simplemente fingir que no había visto nada, porque la situación era tan cómica como irónica.
Shoto solo se acercó a la camioneta y tiró de una de las gastadas botas negras. El hombre que dormía dentro se quejó y masculló un par de groserías que Izuku no consiguió entender.
—Touya, mueve el culo y sal de ahí. —Shoto le habló mordazmente y volvió a jalar, pero esta vez tiró de la pierna de su hermano.
—¡Mierda! ¿Por qué tus manos son tan frías? Debes tener un jodido problema en la sangre, hermanito. —Touya se quejó y al fin se acomodó debidamente en el asiento trasero. Midoriya perdió el aliento cuando finalmente se asomó por la ventana y pudo notarlo bajo la poca luz del estacionamiento. El hermano mayor de Shoto era un desastre de tatuajes y piercings puestos estratégicamente en su rostro. A diferencia de sus hermanos, no tenía el cabello blanco, rojo, o una combinación de ambos, sino que tenía un cabello tan oscuro como la noche y de estilo desordenado—. Oh. Entonces eres tú. —Touya parecía somnoliento, pero le dio una descarada sonrisa—. Soy Dabi, el mayor en este desastre disfrazado de familia. Un gusto conocerte, conejo.
Midoriya parpadeó incrédulamente.
¿Conejo? ¿El qué...? ¡¿Él?!
—¿Disculpe? ¿Me llamó...?
—Touya, cállate. ¿Saldrás de ahí o irás en tu motocicleta? —Todoroki evitó que siguiera hablando con su hermano.
—Prefiero conducir la camioneta.
—Por supuesto que no. Dijiste que venían por vacaciones, no para morir todos juntos en un accidente automovilístico. —Shoto no tenía mucho autocontrol esa noche. Izuku podía asegurar que estaba a nada de irse muy lejos de ahí si intentaban jugar con su paciencia. Aunque para Izuku la faceta dominante de Shoto fuera un poco aterradora, parecía ser que sus hermanos no lo pensaban así, sobre todo Touya que le vio aburridamente—. ¿Dirás algo?
Touya volvió a mirarle, poniéndole los pelos de punta.
—¡Oye, conejo! ¿Quieres ver un vídeo de nuestras celebraciones de año nuevo? Porque a Shoto se le escapa la neurona gay cuando está borracho y... —No pudo seguir hablando debido a que Shoto le arrojó las llaves que, probablemente, eran de la camioneta—. Sabia elección, Shoto.
—Ja. Vamos a morir. —Natsuo se rió nerviosamente—. Pido iniciar las plegarias.
—¡Esto es serio! Touya, ¿realmente vas a conducir bien? No quiero acabar en la cárcel por exceso de velocidad otra vez, esto es Italia y dudo que alguien venga por nosotros a pagar la fianza.
En cuanto Fuyumi dijo eso, Izuku notó que Shoto realmente se estaba apenado por las revelaciones de sus hermanos, así que puso una mano sobre su espalda e intentó darle silenciosos ánimos.
—Perdón —Shoto susurró.
Touya salió del asiento trasero y subió al del conductor, para la fortuna de todos los presentes, Natsuo tomó el del copiloto dispuesto a frenar el vehículo si su hermano se volvía loco al volante. Eso les dejó con Fuyumi en el asiento trasero. Izuku mentiría si dijera que no estaba aliviado por eso.
Cuando la camioneta salió del estacionamiento a una velocidad preocupante, Izuku no pudo evitar tomar la mano de Shoto y entrelazar sus dedos debido al temor de salir volando por el parabrisas.
Podía asegurar que Fuyumi notó ese detalle, pero agradecía que ella no hubiera dicho nada al respecto.
Durante el viaje solo escuchó la larga conversación que los hermanos de Shoto entablaron sobre el menor, aunque la mayoría eran quejas de los hombres mayores. Touya se quejó de que no fue a tocar con su vieja banda apestosa en sus vacaciones del año anterior y Natsuo le preguntó si asistiría a sus reuniones de negocios porque los antiguos amigos de la familia decían extrañarle, aunque eso derivó a una discusión sobre las verdaderas intenciones de esas "arpías de traje y corbata" donde incluso Fuyumi pidió que no llevaran a Shoto a ningún lado.
Izuku apenas podía entender un par de cosas, pero estaba seguro que esa protección que los mayores ponían sobre su hermano era por varias razones muy justificables. Como supuso, a pesar de ser un aparente desastre, realmente querían a Shoto.
Aunque, a pesar del afecto, parecía que Shoto estaba a nada de saltar de la camioneta en movimiento y echarse a correr por la avenida.
Izuku se estaba divirtiendo. Sí, había muchas cosas fuera de lugar, pero ellos actuaban como una familia grande y ruidosa, y para un chico que creció solamente con el amor de mamá, se le hizo fascinante.
Eso no evitó que en cuanto llegaran al restaurante, Shoto abriera la puerta y tirara de su mano para hacerle bajar lo antes posible con la excusa de preguntar por la reservación.
Ni siquiera tuvo tiempo de maravillarse con la decoración del exterior, porque antes de darse cuenta ya estaban cruzando las puertas de vidrio y esperando en el lobby por un maître que revisara la lista de reservación. Midoriya no pudo evitar preguntarse por qué Shoto estaba huyendo y tratando de alejarlo de sus hermanos, porque ciertamente, eso estaba haciendo.
—¿Estás bien, Shochan? —No pudo evitar preguntarlo. Todoroki estaba enviando un apresurado mensaje por su celular y evitaba mirarle—. No pareces estar disfrutando de su visita. ¿Hay algún problema entre ustedes o yo no debería estar aquí? Porque...
Todoroki guardó su celular en el bolsillo de su pantalón. Aun había una mueca nerviosa en su rostro y su mirada estaba perdida. ¿Acaso se sentía mortificado por la vergüenza? Midoriya no podía decirlo con seguridad.
—No. Estoy feliz de que estén aquí a pesar de ser un desastre. También estoy feliz de que les conozcas, porque eres importante para mí. —Shoto sonó convencido, al menos de eso, pero al final frunció el ceño—. Es solo que... hablan demasiado. No me gustaría que escuches algo que no debas o que no estoy preparado para contarte.
Midoriya pensó que se refería a las pequeñas anécdotas y burlas que los mayores dijeron durante el camino, pero eso era demasiado poco para que Todoroki actuara tan paranoico. ¿Acaso se trataba de la tensa relación que tenía con sus padres? Solo sabía que su padre estaba muerto y que su madre... bueno, de ella no sabía absolutamente nada y seguramente, Shoto quería que eso siguiera así.
Sin pensárselo demasiado se dejó recaer sobre el costado de Shoto.
—Escucha. Me pediste que viniera aquí a conocer a tu familia y, aunque estaba nervioso, me sentí feliz por eso. Así que no me gustaría que te sintieras incómodo cuando no deberías estarlo. Si en algún momento sientes que no debo oír algo, diles a tus hermanos que pueden hablarlo después, yo lo entenderé y no diré ninguna palabra. —Izuku intentó decirlo en un tono comprensivo—. No quiero que te sientas presionado. Fuiste tú quien dijo... q-que yo elegiría cuánto tomaría de ti y cuánto te daría de mí, pero no quiero tomar nada que tu no quieras darme.
Shoto le miró incansablemente con un claro anhelo, pero en cuanto se inclinó lo suficiente para alcanzar sus labios, Izuku dio un paso atrás preso del pánico. Estaban en público y Shoto era demasiado reconocido, no podían arriesgarse.
A pesar del rechazo, Shoto se rió por lo bajo.
—Si esto no fuera un simple contrato, definitivamente serías mi mejor relación.
Eso fue suficiente para derretir su corazón y desear hacerse bolita en el elegante suelo del lobby.
Las puertas tras sus espaldas volvieron a abrirse, esta vez para dejar entrar a los hermanos de Shoto. Ellos parecían tan relajados como antes, sin ningún tipo de problema.
—Por todos los cielos, Shoto. Pensé que ya estarías ordenando mi pizza con queso parmesano.
—Te lo advierto, Natsuo. Le pones piña y tu pizza saldrá volando por la ventana. Lo mismo para ti, Shoto. —Touya se quejó y se acercó para darle una palmada en la espalda al menor—. ¿Y bien? ¿Debemos hablar en italiano para conseguir una mesa o me veré obligado a entrar sin permiso?
Fuyumi jadeó mortificada e Izuku mordió sus labios para no reírse de la actitud salvaje y despreocupada de Touya. Era una especie más habladora y altanera de Shoto cuando estaba enfadado.
Finalmente, una joven maître apareció completamente apenada por hacerlos esperar y preguntó por su reservación. Tanto Fuyumi, Natsuo y Shoto contestaron en un prolijo italiano, pero Touya la envió a la mierda en su nativo japonés. Obviamente, todos hicieron su mejor esfuerzo para no reaccionar ante el comentario y alertar a la maître de lo que estaba sucediendo bajo sus narices.
Al final, consiguieron una mesa en la terraza del restaurante. A Izuku le gustó, había muchas enredaderas y luces doradas colgando alrededor de las paredes, además el ambiente estaba fresco, no hacía ni demasiado frío ni demasiado calor, simplemente estaba templado y era ideal para disfrutar la noche.
Un maître llegó rápidamente y tomó sus órdenes individuales. Touya se aseguró de amenazar a sus hermanos menores para que no pidieran pizza con su piña y fue divertido ver cómo la maître intentaba guardar la compostura delante de una discusión en japonés. Tal vez por esa misma razón se fue apresuradamente en cuanto acabaron de ordenar.
Fuyumi carraspeó ante el silencio.
—Entonces, ¿hablaremos o solo esperaremos por la comida?
—Oh, yo quiero hablar. O mejor dicho, preguntar. —Natsuo miró a Izuku y sonrió—. ¿Cómo es trabajar con Shoto? Al ser su escritor fantasma debes pasar todo el día con él y pues... es Shoto. ¿No es algo difícil para ti?
Izuku escuchó a Shoto farfullar.
—Él es amable conmigo. No hemos tenido problemas al trabajar y me ha ayudado muchísimo. —Izuku prefirió olvidar lo que sucedió el primer día del concierto en Tokio. Shoto había estado frustrado y enfadado, por eso se comportó de mala manera con él, pero al final aceptó su error y se disculpó—. Además es muy talentoso, no hay día en que no me impresione, así que el libro será muy interesante.
Fuyumi y Natsuo parecieron complacidos con su respuesta, pero Touya parpadeó perezosamente y señaló a su hermano menor.
—¿Estamos hablando de él? Porque si es así quiere decir que te está mostrando su faceta genial, solo dale un par de meses y verás de lo que es capaz.
Shoto arrugó ligeramente su nariz. Izuku pensó que parecía un gatito enfadado.
—¿A qué te refieres?
—¿No recuerdas cuando compraste un Cheeto con forma de oso? Gastaste casi ciento setenta y seis dólares en eso.
—Fue hace demasiado tiempo, ¿por qué no lo olvidas?
—Fue hace dos años, Shoto —Fuyumi se rió por lo bajo—, pero fue un buen regalo de cumpleaños. Nuestra tía lo sigue conservando en una vitrina y cada vez que puede les cuenta la anécdota a sus amigas.
Midoriya no pudo evitar reírse aunque intentó presionar sus labios para no hacerlo. En cuanto Todoroki lo notó, bufó.
—Esto no se volverá un festival para humillarme delante de Izuku, ¿verdad?
—Lo siento, Shoto. Eso lo haces tú solo y nuestra buena memoria colabora. —Natsuo replicó mientras tomaba una pieza de pan y le untaba mantequilla—. Incluso deberías tomar en cuenta que tarde o temprano Izuku se percataría de lo malo que son nuestros genes. O sea, muchas personas dicen que somos guapos, pero lo que tenemos de guapos lo tenemos de imprudentes. ¿Deberíamos tomar eso como un cumplido?
—No estoy seguro, señor.
Natsuo hizo un puchero.
—No me digas señor, por favor. Eres un amigo de Shoto y ninguno de sus amigos nos ha tenido respeto, así que se siente extraño.
—¿Uh?
—Supongo que ya conoces al trio del desastre. Kirishima, Bakugou y Shotito.
—No me digas así, Touya.
—Espero que al menos tú les hayas conocido de buena manera —Natsuo frunció el ceño mientras recordaba—, porque cuando yo los conocí aún estaban en la academia. Ellos fueron a visitar a Shoto y estaban discutiendo en la cocina si iba primero la leche o el cereal. Al final para no pelear, decidieron que tragarse la leche, comer el cereal y luego bailar para mezclar todo en el estómago era la única solución para que ninguno tuviera la razón.
—Oh. No olvido eso. Sobre todo porque después tuvieron que validar su teoría y Kirishima acabó vomitando en los zapatos de Natsuo. —Fuyumi parecía contener una carcajada entre sus finos labios—. No olvidaré la cara de papá cuando intentamos explicarle eso.
—Fuyumi, no hables de satanás. Me quitarás el apetito. —Touya se quejó—. En fin, como nadie pregunta lo único importante, lo haré yo. ¿Qué relación tienen ustedes dos? Porque no me creo que sean amiguitos que se quejan de todo mientras beben cerveza, más bien, parecen de los que toman un par de tragos y se meten la lengua hasta la campanilla.
Midoriya, que en ese momento estaba bebiendo un poco de agua, se atragantó y comenzó a toser hacia el costado. Todoroki le dio un par de golpecitos en la espalda intentando aliviarlo.
—¡Touya, debes dejar de incomodar a los demás! —Fuyumi le regañó para después mirar preocupadamente a Izuku—. ¡Lo siento tanto! Solo ignora su comentario, por favor.
—Es algo completamente normal, Fuyumi.
—¡Pero no debes decirlo así! —Natsuo replicó—. Se supone que debe existir confianza suficiente de su parte para decirnos que tienen algo y luego puedes decir comentarios extraños, no antes.
Izuku estaba tan sonrojado que podría morir. Buscó la mirada de Shoto, pero él solo estaba viendo fríamente a su hermano mayor, aunque Touya estaba sonriéndole altaneramente y sin pizca de arrepentimiento. Izuku sentía que podía iniciarse una discusión, así que antes de que eso sucediera tragó grueso e intentó sentarse correctamente en su silla.
—De hecho, actualmente... ¿estamos saliendo? —Midoriya no pensaba mentir y decir que eran novios como hicieron con Shinsou y Kaminari. Estaba hablando con la familia de Shoto, personas que le acompañarían durante toda su vida. Necesitaba ser prudente y utilizar bien sus palabras. Shoto acababa de terminar una relación larguísima hacía pocos meses, así que sería normal si solo estaba pasando el tiempo con otra persona—. Si esa es la pregunta, porque... uhm.
Izuku se cohibió delante de la familia. Natsuo y Fuyumi estaban sorprendidos, incluso Shoto estaba perplejo, pero Touya pareció más que satisfecho con sus palabras. Tiró de las mangas de su ligera chaquetilla. ¿Se había tomado demasiadas libertades? ¿Shoto se enfadaría por su imprudencia? Los nervios estaban devorándoselo vivo.
—Genial. Sabía que su relación con Momo no era más que una fachada y que siempre le gustó más la —Touya no pudo seguir hablando debido a que Fuyumi cubrió su boca con una mano.
—Sí, sí. No es necesario que digas una palabra más, gracias, Touya.
Por un momento, creyó que Fuyumi le hablaría, pero en cuanto separó sus labios para decir una palabra aparecieron unos meseros con su comida. Izuku sintió que la ansiedad se instalaba en el centro de su pecho y comenzaba a apresar su corazón, pero la calidad de la mano de Shoto cubriendo la suya le hizo suspirar de alivio. No se atrevió a verle, pero le dio la seguridad que necesitaba para no caer preso del pánico.
—Entonces, ¿en qué quedamos?
—En que el conejo nos dijo la verdad de su relación con Shoto, aunque ya lo sospechábamos. Lo siento, hermanito, pero era obvio que estabas ocultando algo.
Ahora toda la atención cayó sobre Shoto. Él solo entrelazó sus dedos con los de Izuku y miró a sus hermanos con determinación.
—Estoy saliendo con Izuku, perdón por no decirlo antes, pero no sentía que fuera lo correcto.
No era nada formal, solo se trataba de otra relación más. A los ojos de los Todoroki era algo que podía resultar bien o mal, tal vez volverían a encontrarse a Izuku, tal vez no.
Natsuo se aclaró la garganta.
—Bien, queremos decir que esas son muy buenas noticias. Ya no tenemos que montarnos el número de los trolls de Frozen para convencerte de que Shoto es un buen partido. —Natsuo se encogió de hombros mientras que Shoto rodó sus ojos—. Felicidades a los dos.
Realmente no era algo para celebrar, aunque Natsuo si les felicitó como si fueran novios oficiales. Fuyumi se notó preocupada. Izuku se preguntó si ella temía que Shoto volviera a tener esas relaciones cortas que tanto daño le hicieron en el pasado. Aun así, ella le sonrió y pidió que cuidara de su hermano.
Izuku se sintió satisfecho. No había estado mal al decir que estaban saliendo, es más, era lo más apegado a la realidad, con la diferencia de que ambos sabían el final de su relación; se acabaría en cuanto la gira lo hiciera.
Ambos estaban bien con eso...
El resto de la velada compartieron una conversación tranquila donde preguntaron algún par de cosas sobre él y luego recordaban hechos pasados. Izuku estaba más que feliz enterándose de algunos detalles de la tierna vida de Shoto cuando era solo un niño. Y aunque Shoto pareció ofenderse un poco, Izuku pudo notar que se sentía más relajado. Ya no actuaba a la defensiva con sus hermanos y simplemente se dejaba llevar.
—Oh, ¿y su primera palabra? Resultó ser una pregunta, toda la casa se puso patas arriba esa tarde.
—¿Qué fue lo que dijo? —Izuku le preguntó a Fuyumi con entusiasmo.
—Dijo: "¿Por qué?" —Fuyumi rió suavemente—. Entonces ahí estábamos todos intentando que el bebé diga algo más, pero el bebé solo se limitaba a cuestionarnos. Imagina lo difícil que era alimentarlo. No podíamos decirle: "¡Ahí viene el tren!" Sin que él dijera: "¿Y por qué?"
—Sí, sí, todo muy lindo. Pero la primera vez que dijo mi nombre le acompañó un "cállate" que no necesitaba. —Natsuo bufó—. El único que se salvó de sus hirientes primeras palabras fue Touya, y solo fue porque hizo trampa.
—¿Aun te duele que con dos años me escogiera como su hermano favorito?
—Solo lo hizo porque le alcanzabas los bizcochitos del estante de arriba.
—Y cuidaba de sus feas esculturas de Lego.
Natsuo entrecerró sus ojos.
—Tramposo.
—¿Pueden dejar de discutir esa payasada? Es más, si me lo preguntan ahora mi favorita es Fuyumi. Ella es la única que no me ha tenido al borde de la muerte por una estupidez.
—La primera vez que subiste a una motocicleta fue porque tú insististe, así que no me hago cargo de los daños colaterales. —Touya se encogió de hombros mientras le daba un sorbo a su copa de vino. Sus ojos se entrecerraron al caer sobre Izuku, como si tuviera algo qué decirle—. Entonces, ¿Conejo ha subido contigo a tu motocicleta o le teme demasiado como para hacerlo?
Natsuo se atragantó con un trozo de pizza y comenzó a toser, Fuyumi le alcanzó un poco de agua aunque también pareció consternarse, y Shoto solo rodeó a los hombros de Izuku para atraerlo hacia él.
—No le vas a poner una de tus locas manos encima, Dabi.
—Uy. Me llamaste por el apodo.
Izuku solo pudo recargarse sobre Shoto mientras masticaba lentamente el último bocado que tomó. No sabía qué estaba pasando por la mente del hermano mayor de Shoto, pero no por las reacciones de todos los presentes no parecía ser algo bueno para él.
—Touya, por favor. Tus llamados ritos de iniciación te costarán tu libertad algún día.
—¿Ritos?
—No es nada importante, Izuku. —Shoto le aseguró mientras acariciaba su hombro.
—¿Le temes a las motocicletas? —Touya le preguntó a Izuku a pesar de la negativa de sus hermanos—. ¿Has subido con Shoto antes?
Izuku asintió sin pensarlo demasiado.
—Aún le temo un poco.
—No le respondas, Izuku.
—¿No? ¿P-Perdón? —balbuceó como un niño perdido. No estaba entendiendo absolutamente nada, pero sus sospechas le estaban poniendo nervioso.
—Es extraño que le temas considerando que Shoto es un conductor seguro. —Touya fingió pensar en un tono bajo. Fuyumi se inclinó y le susurró un par de palabras rápidamente como si estuviera corriendo contra el tiempo, pero su hermano le ignoró y siguió hablando—. ¿Qué dices de dar una vuelta conmigo? Créeme, apreciarás mucho la seguridad de Shoto después y olvidarás todo tipo de miedo.
Bueno, sus sospechas eran ciertas.
Izuku se tensó bajo el abrazo de Shoto.
¿Qué debería hacer ahora?
(No alcancé a revisar, avisen si hay un dedazo por favor. ;;)
¡Hola tribu en cuarentena! Espero que se estén lavando sus manitas y tomando las medidas adecuadas si salen a la calle. Miren que la historia va para largo y necesito a todos aquí cuando eso pase. (;;)
La canción:
https://youtu.be/EN-rjBmpJkw
Lo siento por desaparecer tanto tiempo. Cuando dije que este no sería un buen año para mí lo decía en serio, eso sumado a todo lo que está pasando me hizo colapsar, pero recuperé mi ánimo gracias a unos coreanitos bellos.
Últimamente me siento muy alejada del fandom y BNHA ya no tiene tanto poder sobre mí. Sigo aquí por el fandom TDDK y lo bonito que me tratan. No me malentiendan, sigo defendiendo mi otp a muerte y escribiré cada historia hasta el final, es solo que poco a poco comenzó a morirse mi amor por la serie original. Ni me mencionen la película, que después de saber que Kohei planeaba un final así un trocito de mí murió. No la he visto, pero el montón de spoilers me dejó un malisímo sabor de boca y no sé si tenga ganas de verla.
Espero que tampoco sientan desagrado hacia mí por esto.
¡Ah, y no se asusten! Los fics los terminaré, solo necesito un poco de paciencia. Excusas me sobran y ya me harté de decirlas porque me siento como una vieja pesada, por eso solo pediré paciencia.
A todo esto, ni alcancé a decir algo por los 5K de seguidores. Les doy gracias por todo el apoyo que mis poquitos escritos basura recibieron. Es impresionante y me pone nerviosa pensar que puedo decepcionarlos un poco con mi actitud, así que no diré más.
Muchas gracias por todo, todito.
¡Nos vemos!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro