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Capítulo 24

Habían pasado algunos días desde que volvió a ver a Todoroki y aceptó tener esa especie de relación con él provocando un giro de ciento ochenta grados en su vida. La sensación de estar haciendo algo mal, pero estar demasiado a gusto como para detenerlo le abrumaba y a veces le quitaba el sueño, aunque descubrió que mientras más pasaba el tiempo menos le importaba.

Estar junto a Todoroki era simplemente maravilloso, sus caricias eran suaves y sus besos le dejaban sin aire. Desde que decidieron cambiar su locura de relación trabajar en el libro era más rápido que antes y sus veladas eran muchísimo más placenteras, las noches de películas se volvieron más íntimas e incluso Todoroki le permitió estar presente cuando componía nuevas canciones.

Mientras estuvieron en Ámsterdam y Madrid hicieron turismo nocturno recorriendo un montón de lugares en motocicleta. Midoriya todavía le temía a la motocicleta, pero debía admitir que le encantó admirar todos los paisajes de esa forma, las luces de los edificios y postes de luz pasaron a través de sus ojos como espejismos y sostenerse de la cintura de Todoroki le daba la seguridad que le faltaba. Además le encantó la idea de utilizar el casco con temática de All Might que Todoroki consiguió para él, aunque no supo cómo logró encontrar algo como eso.

Por primera vez Izuku se sentía así de especial para alguien.

El día anterior tuvieron que tomar el avión una vez más, esta vez para llegar a Dusseldorf, Alemania, una ciudad famosa por su industria de la moda y su ambiente artístico. Midoriya estaba realmente entusiasmado por conocer la ciudad, pero jamás imaginó que acabarían Todoroki, Kirishima, Melissa y él haciendo turismo sin haber planificado nada antes de salir.

Se perdieron varias veces, pero fue un día divertido y pudo tomar un montón de fotografías para recordarlo. Lo único que le hizo sentir abrumado fue que Kirishima pidió su cámara para fotografiar la ciudad también, pero en su lugar tomó un montón de fotografías de Shoto y él sin que ambos lo notaran.

Cuando revisó la memoria esa noche se sonrojó como un tomate maduro, no podía mostrarle esas fotos a nadie porque ni el no homo podría salvarle. Aunque Todoroki y él pasaron todo el día fingiendo que no pasaba nada entre ellos era obvio que estaban un poco melosos el uno con el otro.

Impresionantemente no sintió la necesidad de borrarlas. Hacía unos meses Midoriya habría eliminado todo, pero ahora se apreciaba a sí mismo un poquito más que antes. Además Todoroki lucía tan fantástico como siempre, pero cuando estaba a su lado parecía más sereno. Debía confesar que amaba la forma en que Todoroki le miraba, como si fuera único entre un millón de personas.

Incluso, su mayor alegría fue que también obtuvo algunas fotos grupales muy divertidas que podría enviarle a su mamá como prueba de que estaba disfrutando el viaje junto a los amigos que consiguió. Su favorita era una que Melissa tomó como si se tratara de una selfie, en ella Melissa se reía y Kirishima fingía desesperación mientras en el fondo Todoroki y él intentaban darle sentido a un mapa que estaba en alemán.

Jamás pensó que viviría un momento así, perdido en las calles de Alemania junto a personas maravillosas. Saber que era aceptado por los demás siendo quien realmente era le hizo feliz.

A Midoriya en serio le gustó esa salida casual y escribir sobre ella fue emocionante, incluso cuando debió escoger las fotografías de Todoroki para adjuntarlas en el archivo se complicó porque todas le parecían maravillosas.

Durante la mañana se había levantado con una sonrisa porque desde ese día comenzaría a ejercitarse junto a Todoroki y Kirishima. Fue bastante divertido y pudo sentirse realizado al cumplir con su corrida diaria, aunque correr en una maquina no se comparaba con la libertad que sentía cuando lo hacía al aire libre.

Su único problema fue mantener sus ojos alejados de Todoroki para no sufrir de un paro cardiaco. Era demasiado sexy sin hacer el mínimo esfuerzo y por supuesto que eso presentaba un problema para Midoriya.

Por lo demás, fue una buena mañana.

—¿No te sientes cansado? —Todoroki preguntó sacándole de sus pensamientos.

Todoroki le permitió estar en su habitación mientras ambos trabajaban en cosas distintas, Midoriya se encargaba de su investigación y Todoroki seguía trabajando en sus canciones. A Midoriya le gustaba escucharle y apreciar cómo la melodía cambiaba poco a poco, como si estuviera puliendo una canción que acabaría por ser perfecta.

Durante los últimos días pareció tener un golpe de inspiración lo suficientemente fuerte para crear varias melodías distintas que a Midoriya le gustaron, aunque a Todoroki no le convencían e insistía que debía trabajarlas aún más.

—¡Nop! Me siento muy bien después de correr. Además tomar una ducha tibia después del ejercicio me relaja bastante —Midoriya habló con entusiasmo, quitando la mirada de la pantalla de su laptop para mirar a Todoroki con una sonrisa—. Y me encargué de calentar adecuadamente para no tener dolor muscular luego.

Todoroki sonrió sutilmente al verle tan feliz, Midoriya era el tipo de persona que se alegraba con cosas sencillas y eso era algo que le gustaba de él.

Además después de tener esa ducha tibia su cabello lucía más esponjoso de lo usual haciéndole ver más tierno. A Todoroki aún le costaba comprender cómo un hombre de veinticinco años podía arreglárselas para lucir bonito y no perder su masculinidad. Definitivamente se trataba de su encanto natural.

Realmente deseaba dejar el piano y poner sus manos sobre ese chico de bonita sonrisa, pero debía concentrarse antes de perder el hilo de la canción y olvidarse de ella. Que Midoriya fuera su fuente de inspiración era un arma de doble filo porque también acababa distrayéndolo sin intentarlo.

El sonido de su teléfono vibrando sobre el sofá a su lado llamó su atención. Últimamente estaba recibiendo más mensajes de Touya así que no se sorprendió al darse cuenta de que nuevamente se trataba de él.

Desde que su hermano se enteró de que iría a Dusseldorf estaba molestándole con que fuera a darse una vuelta por Nachtresidenz, un club muy famoso por su estructura y diseño extravagante. Según lo que Touya decía los guardias eran extremadamente estrictos y no dejaban pasar a cualquiera, inclusive tenían un código de vestimenta, pero eso no sería un problema en lo absoluto porque bastaba con hacer un par de llamadas y tendría una reserva vip asegurada si se le daba la gana.

Pero Todoroki no era fanático de los clubes ruidosos y repletos de gente ebria que le podían caer encima en cualquier momento, solo iba cuando era invitado por Kirishima o cuando necesitaba desaparecer del mundo con algo de alcohol barato. Por eso no le llamaba la atención perder algunas horas en un lugar como ese.

—Shoto. —Midoriya le llamó, él le veía con ojos curiosos—. ¿Sucedió algo?

—¿Por qué?

—Veías tu teléfono fijamente y... ¿todo está bien?

Todoroki dejó el teléfono a un lado.

El día anterior junto a Kirishima y Melissa resultó ser divertido aunque tuvo que reprimir sus ansias de acercarse a Midoriya y poner en evidencia su extraña relación. Aún no estaba preparado para contarle de todo ese desastre a Kirishima porque el insistiría en que Midoriya era su salvación del síndrome de mutis y explicarle por qué no podía serlo sería una tarea pesada. Por eso tuvo que guardar las apariencias durante lo largo del día... lo mejor que pudo.

Quería salir solamente con la compañía de Midoriya y sinceramente Touya no daba malas recomendaciones. Sí, Touya parecía tener menos sentido común que una cabra loca del monte, pero no le enviaría a un mal lugar.

—¿Te gustaría ir a un club nocturno aquí?

Midoriya ladeó su cabeza con una mueca graciosa en los labios. Sus reacciones eran cada una más curiosa que la anterior.

—¿Un club?

—Touya me lo recomendó. Dice que es un buen lugar para pasar el rato.

Midoriya cerró su laptop y la dejó a un lado en el sofá para voltearse a verle directamente. En su rostro había un ligero atisbo de preocupación.

—¿Estás seguro? Es decir, no me molestaría y creo que podría ser divertido, pero no me gustaría que te metieras en problemas por ir a un lugar así.

—No habrá problema. —En cuanto esas palabras abandonaron su boca Midoriya hizo un puchero frustrado. Todoroki necesitaba apaciguar esa preocupación incesante del chico—. No es como si fuera esclavo de mi propia disquera, Izuku. Solo basta con que no haga estupideces extravagantes que puedan causar un escándalo.

Izuku sabía que Todoroki no estaba apresado como los ídolos cuyas vidas eran monitoreadas y casi planeadas por sus productores o disqueras, pero seguía preocupándose. No quería que le ocurriera nada malo que afectara su carrera.

—Me sigue preocupando que te vean conmigo, sabes que la prensa puede ser muy molestosa y no tiene escrúpulos cuando se trata de generar polémica.

—Izuku.

—¡Bien! Ya comprendí, no debo preocuparme por eso. —Midoriya exclamó casi como un berrinche—. ¡Quiero ir! Pero prométeme que no habrá ningún tipo de problema que te ponga en peligro.

—Te prometo que no habrá ningún tipo de problema que me ponga en peligro. —Todoroki repitió sus palabras casi automáticamente—. Y no cambiaré besos por margaritas.

Midoriya abrió la boca para reclamar, pero debió cerrarla por la profunda pena que le hizo sonrojar como un tomate maduro. No era justo, Todoroki podía avergonzarle sin hacer el mínimo esfuerzo, incluso ni siquiera se daba cuenta de cuándo lo hacía.

Ahora él estaba anotando unas cuantas notas sobre sus partituras. Midoriya tomó una silenciosa bocanada de aire antes de abrir la boca.

—¿Sabes? Ahora no es... necesario que me chantajees para conseguir un beso.

Hubo un profundo silencio que solo fue interrumpido por el sonido de la lapicera de Todoroki chocando contra el piso cuando se le resbaló de las manos. Oh bien. Shoto estaba viéndole con mucha incredulidad en ese momento, casi como si se debatiera si realmente Izuku dijo eso.

Midoriya se puso de pie rápidamente tomando su laptop en el proceso y abrazándola contra su pecho.

—¡Ups, mira la hora! Supongo que me iré a mi habitación, se supone que cocinaré algo con Melissa más tarde —Midoriya farfulló sus palabras a la velocidad de la luz—. ¡Te veo luego, Shoto!

—Izuku.

Midoriya se congeló en ese mismo lugar sin poder dar ni un paso hacia la puerta.

—¿Sí?

—Acércate. —Midoriya en serio debió contener el aliento para no soltar un montón de excusas tontas y acercarse como Todoroki pidió. Cuando estuvo lo suficientemente cerca le observó hacia abajo puesto de que Todoroki seguía sentado tras el teclado—. ¿Podría ser ahora?

Todoroki golpeó un par de veces con su dedo índice sobre su propio labio inferior.

Midoriya no pudo evitar preguntarse cómo Todoroki podía lucir tan adorable en ese momento, lo suficiente para no dejarle oportunidad de negarse. Reprimiendo un suspiro, dejó su laptop sobre el sofá del lado y ahuecó sus manos alrededor del rostro de Shoto, luego cernió sus labios sobre los suyos besándole tranquila y suavemente.

Una vez se alejó juró sentir sus mejillas más ardientes que antes.

—¿Estuvo bien?

—Sí. —Shoto le sonrió—. ¿Me dejarás probar lo que cocines hoy?

—Si no es un fracaso, sí.

—No creo que fracases.

—No me has visto hacer muchas cosas, al parecer. —Midoriya rió por lo bajo y volvió a tomar su laptop para marcharse—. Volveré en un rato. ¡Espero que consigas terminar tu canción pronto, Shoto!

Todoroki le vio marcharse y deseó golpear su cabeza contra el teclado. Izuku Midoriya iba a acabar por matarlo a ese paso.

Izuku pasó un buen rato junto a Melissa mientras intentaban hacer croissants. Fue una suerte que ella contara con una cocina en su habitación y pudieran hacer el desastre que quisieran. Para el final de la tarde, Izuku no sabía si había más harina en los croissants o en su pelo, pero se sentía alegre y los pastelillos quedaron deliciosos.

Después de tomar una ducha caliente y buscar una buena combinación de ropa para salir esa noche con Shoto decidió lanzarse a la cama para descansar un rato antes de encontrarse con Shoto en el estacionamiento. Debido al aburrimiento acabó por llamar a Uraraka, ella siempre conseguía darle buen ánimo y esa vez no fue la excepción.

Entonces estás feliz como una lombriz. —Uraraka concluyó después de escucharle hablar un buen rato sobre todo lo que le había estado sucediendo.

—Me gustaría decir eso, pero mi lorito seguramente come lombrices y eso sería un problema.

Uraraka resopló.

¡Cómo sea, Izu! Lo importante es que ahora te sientes feliz y que Todoroki haya aceptado todas tus demandas antes de aceptar esa relación rarita.

Y Midoriya acabó por ponerle bastantes. En primer lugar le pidió que no le presionara, Midoriya no era muy bueno cuando le ponían bajo presión porque terminaba siendo una montaña de ideas y análisis innecesarios, lo que muchas veces le llevaba a hacer el ridículo. Por lo demás, solo fue aceptar que esa relación sería tan pasajera como esa gira y que ninguno de los dos debería salir dañado bajo ningún motivo o circunstancia.

También... que Midoriya podía decidir en qué momento parar y qué limites existirían entre ellos.

¿Hasta dónde has llegado con él? ¿Te toqueteó? ¿Lo dejaste hacerlo?

—¡Claro que no! Solamente en el sofá... durante un beso, puso su mano sobre mi muslo, pero entré en pánico y le di una patada.

Hubo un silencio a través de la línea que por poco le cortó el aliento, al menos hasta que Ochako rió estridentemente.

—¡¿Pateaste a Shoto Todoroki?! —Uraraka logró decir entre risas—. ¡Izu! ¡¿En serio?!

—¡Sí! —Midoriya gimoteó—. Por All Might. Él me perdonó e incluso dijo que pateaba como un conejo, pero yo no me perdono. Comenzaré a escribir un análisis, lo necesito con urgencia o a este paso ganaré un premio por matar pasiones tan rápido.

¿Buscarás en Google cómo no patear al chico de tus sueños?

—¿Crees que esa búsqueda dará resultados?

—¿Sinceramente? No, ríndete ya, aprenderás con el tiempo. ¡Pero ve el lado positivo, dejaste una huella importante en su vida! Algún día recordará a ese periodista bonito que en medio de un beso le encestó una patada en el estómago.

Midoriya ahogó un gimoteo. ¡Eso no le ayudaba en absolutamente nada!

—En serio, voy a fracasar.

Uraraka dejó de reírse.

No empieces, Izu. No puedo verlo, pero estoy segura de que Todoroki está más que fascinado contigo, y si a ti te gusta es mucho más que genial. Puedes llegar hasta dónde tú quieras con él. ¿Cuál es el problema? —Después de su pregunta Midoriya no se sintió capaz de contestar—. Oh sí, eso... perdóname, Izuku. No quería comenzar con ese tema, solo se me fue la lengua y hablé de más.

Midoriya inhaló profundamente en un intento de esquivar las imágenes y recuerdos dolorosos de los cuales escapaba cuando se tocaba ese tema. No era el momento de mortificarse por eso, no quería que Uraraka se sintiera mal por culpa de su propia debilidad.

—No, no. Está bien. Tengo edad suficiente para superar eso.

Uraraka hizo un pequeño ruidito de claro arrepentimiento que no le dejó tranquilo.

Midoriya podía declararse a sí mismo como gay, pero nunca llegó a tener sexo con un hombre. Tenía un horrible trauma al respecto de las relaciones sexuales que le hacía sentir sumamente incomodo a la hora de hablar de eso abiertamente. A duras penas consiguió contárselo a Uraraka, y en su momento, también a Shinso porque él fue su novio. Durante su relación Shinso intentó ayudarle a superar eso, poco a poco y con mucha paciencia, pero jamás pasaron de torpes jugueteos y besos ardientes.

Jamás pensó que volvería a pensar en eso otra vez. Midoriya creyó que su año se trataría de trabajar arduamente y disfrutar los viernes leyendo un buen libro y comiendo trufas, no que volvería a preocuparse de sus temores e intentar disuadirlos por completo.

Escúchame bien, Izuku Midoriya. No harás nada si te sientes obligado, ¿te quedó claro? Tú eres el único que decides sobre lo que quieres hacer contigo mismo, así que si no te gusta algo, detenlo. No quiero recibir un conejito herido porque significaría muchas pijamadas de consolación cargadas de helados de chocolate y acabaré por subir de peso, ¿bien?

Midoriya sabía que la última amenaza era una broma para subirle el ánimo, pero Uraraka se escuchaba preocupada y su tono era titubeante, así que solo consiguió dejarle un sabor amargo en la boca. No le gustaba preocupar a Uraraka hasta el punto en que ella fingiera un buen ánimo con tal de que se sintiera mejor, pero apreciaba demasiado lo que ella era capaz de hacer por él.

—Lo tengo claro. Prometo que no terminaré como un... ¿me llamaste conejito herido? —intentó cambiar sutilmente de tema.

Tú me llamaste cara de galleta. Es mi venganza. —Uraraka reclamó y Midoriya sonrió ligeramente—. ¿Y qué harán ahora? ¿Otra noche de películas nerd?

—De hecho... su hermano le recomendó un club nocturno, así que...

Uraraka ahogó una exclamación, esa fue la señal previa del sermón que se llevaría.

¡No me digas que...! ¡Bien, escúchame! Vigila que no se ponga borracho o definitivamente te tocará el trasero.

—¡Hey!

¡Es en serio! La primera vez sin siquiera conocerte te llevó a su cama, ahora que te conoce y le gustas es un peligro vivo. —Uraraka realmente sonaba alarmada—. Usa tus patadas de conejo se es necesario.

—No pasará nada. —Midoriya frunció el ceño—. No tiene problemas con el alcohol. Esa noche estaba así porque se enteró sobre Yaoyorozu y su infidelidad.

Y te llevó a su cama porque se sentía triste. Uy sí, se ve muy creíble.

—¡Ochako!

¡Te llamó hadita!

—¡Estaba borracho!

¡Y muy cariñoso, al parecer!

—¡No sucederá nada malo hoy! Solo iremos a pasar el rato. Sabes que no soy muy fan de los lugares grandes y llenos de gente ebria, pero le eché un vistazo por internet y es un lugar realmente precioso, además estar con Shoto siempre es divertido y pensé... que podríamos pasar una buena noche. ¿No?

Uraraka suspiró.

Dios mío, eres un solecito. Ahora tengo que dejarte, estamos a nada de llegar a la casa de los padres de Tenya. Espero que pases una linda noche, Izu. —Uraraka masculló algo—. Aún no me acostumbro a la diferencia horaria, te digo buenas noches y aquí el trafico está terrible porque Tokio apenas se está levantando. ¡Cuando vuelvas tendrás un Jet Lag horrendo!

Midoriya se rió por lo bajo.

—Espero sobrevivir a eso.

Midoriya se despidió de su amiga del alma y cortó la llamada. Se levantó de la cama y volvió a mirarse al espejo sin estar muy convencido del tipo de ropa que escogió. Usaba un pantalón oscuro, una sencilla playera blanca acompañada de una ligera chaquetilla de mezclilla y sus confiables zapatillas rojas. No era un aspecto llamativo, pero tampoco lucía como un vago así que creyó que con eso sería suficiente.

Frunció ligeramente el ceño al observarse, su cabello siempre fue un desastre, así que deslizó sus dedos a través de su desordenado cabello y lo peinó ligeramente hacia al lado. No era muy significativo, pero era un pequeño cambio que le hizo parecer un poco más ordenado.

Una nueva notificación de mensaje llegó a su teléfono, era obvio que se trataba de Todoroki porque ya eran casi las once y media de la noche.

Tomó una buena bocanada de aire en un intento de reunir coraje. Era momento de confiar en sus propias palabras. No pasaría nada raro con Shoto esa noche, solo sería una salida casual como las anteriores que tuvieron.

Con eso en mente, salió de su habitación para dirigirse al estacionamiento. Bajar por el ascensor le revolvió el estómago y le hizo sentir nervioso, pero nada que no pudiera superar dándose un par de golpecitos en el pecho y unas cuantas palabras de aliento.

Todoroki estaba de espaldas, cómodamente recargado sobre su motocicleta. Midoriya logró identificar que traía la chaqueta de cuero con el majestuoso bordado del tigre blanco. Cargando una sonrisa en los labios se acercó rápidamente y tocó su hombro para llamar su atención.

—¿Nos vamos?

Todoroki le observó en completo silencio de pies a cabeza casi con escrutinio. Midoriya se puso realmente nervioso hasta que él finalmente le sonrió.

—Te ves bien, Izuku.

Midoriya frunció sus labios.

—¡T-Tú también! Tu chaqueta es asombrosa y me gustan tus guantes y... yo... eh... —Optó por cerrar la boca y simplemente acomodar su cabello tras sus orejas para que Shoto le pusiera el casco con temática de All Might. Una vez estuvo listo subió la visera oscura para mirarle directamente—. Gracias.

—No hay de qué.

Observó como Shoto se puso su casco oscuro y subió a la motocicleta para encender el motor que ya no le sacaba un susto al resonar porque poco a poco se fue acostumbrando al ruido. Sin esperar una señal se montó en la parte de atrás y pasó sus brazos alrededor del cuerpo de Shoto para sostenerse, aunque realmente quería acurrucarse sobre él.

Salieron desde el estacionamiento subterráneo del hotel a la calle oscura tan solo iluminada por los faros de luz y algunas tiendas que aún se mantenían abiertas. Midoriya amaba la pequeña adrenalina que le daba el paisaje a su alrededor, el motor rugiendo bajo sus piernas y la seguridad que Todoroki le regalaba.

Después de dar algunas vueltas alrededor y encontrar la calle correcta llegaron a Nachtresidenz. El club se encontraba a la mitad de la calle en medio de edificios más altos, pero llamaba la atención al instante por su estructura, las luces a su alrededor y la gran fila de personas que esperaban por entrar.

Todoroki estacionó la motocicleta junto a la acera donde muchos otros autos también estaban aparcados. Midoriya bajó de la moto y quitó el casco de su cabeza, así notó que incluso afuera podía escuchar el murmullo ahogado de la música que resonaba dentro del club.

—Aún puedes negarte si no te gusta. —Todoroki habló tranquilamente, como si estuviera esperando que le pidiera llevarle devuelta al hotel—. ¿Qué dices?

—Digo que no es necesario, Shoto. Pienso que podría ser emocionante, ¿no crees? —Midoriya sonrió para darle tranquilidad y luego señaló hacia el montón de personas en la puerta de entrada—. Deberíamos apresurarnos y hacer la fila pronto o no podremos entrar nunca.

Todoroki simplemente asintió y bajó de la motocicleta dejando ambos cascos dentro de los baúles, luego tomó su mano y le llevó hacia la entrada del Nachtresidenz. Midoriya no dijo absolutamente nada cuando Todoroki soltó un par de frases en inglés al guardia de mala cara que cuidaba la puerta. No comprendió el intercambio de palabras aunque sí escuchó a Todoroki decir su nombre. Después de que el guardia le diera una rápida revisión a la tableta que cargaba cambió su dura mueca por una sonrisa servicial y abrió la puerta.

—¿Qué fue lo que hiciste, Shoto?

Todoroki tan solo se encogió de hombros y le hizo entrar al Nachtresidenz. El lugar estaba mayormente oscuro, pero las luces del escenario y otras decoraciones lumínicas del lugar consiguieron cegarle por un momento. La música sonaba alta y muchas personas bailaban desenfrenadamente con el rápido ritmo de la música, era una completa locura que por poco le hizo congelarse en su lugar. Por suerte, Shoto volvió a tirar de su mano y le hizo avanzar entre un grupo de personas hasta una majestuosa escalera que estaba apegada a la pared.

—¡Oh por...! ¡Esto es una locura!

—Es demasiado tarde para que te arrepientas ahora. —Todoroki habló lo suficientemente alto para que pudiera escucharle.

—¡No me estoy arrepintiendo! —Midoriya se aferró al pasamanos de la escalera y admiró el lugar. Parecía un palacio antiguo, pero ridículamente futurístico. Deseó demasiado haber traído su cámara—. Es increíble.

Todoroki picó su mejilla con un dedo.

—Estoy seguro que apreciarás mejor el lugar desde el segundo piso.

Midoriya le sonrió culpablemente y siguió subiendo por la escalera. El segundo piso era un bar sumamente elegante iluminado por focos de luz anaranjada. Había unos cuantos grupos de personas compartiendo tragos y aperitivos sencillos en las mesas rodeadas de pequeños sofás y taburetes. Instintivamente apretó su agarre sobre la mano de Todoroki.

—Shoto, ¿dónde estamos y por qué el barman acaba de prenderle fuego al vaso de esa chica? Necesito respuestas.

—Es la zona vip. Touya me recomendó hacer una reservación aquí para ahorrarnos la entrada molesta y no pelear en el bar totalmente lleno que hay abajo. —Todoroki parecía un poco preocupado por su reacción—. ¿Estás molesto?

Izuku sintió una profunda ternura por Shoto, parecía realmente preparado para recibir un sermón de su parte. Aunque pudo decirle que todo estaba bien prefirió besar su mejilla derecha. Usualmente Izuku acostumbraba mirar hacia todos lados para comprobar que nadie estaba viéndole con mala cara, pero en ese lugar nadie estaba presentándoles atención por lo que pudo tomar ese pequeño atrevimiento.

—Nop. No estoy molesto —dijo con una sonrisa, sumamente complacido por la ligera sorpresa en los ojos de Shoto—. Solo no me hagas beber nada amargo, no soy muy bueno con los tragos fuertes.

Todoroki asintió casi robóticamente y Midoriya deseó besarle otra vez, por alguna razón Todoroki lograba que se sintiera como un adolescente enamorado.

Ambos tomaron asiento en los taburetes que estaban frente a la barra, uno de los bármanes no tardó en atenderlos con una sonrisa y más pronto que tarde ambos obtuvieron lo que ordenaron. Mientras que Midoriya había optado por un Clericot, Todoroki solo pidió un Blind Melon. Nada de botellas de alcohol puro que pudieran dejarles tirados en cualquier calle de Dusseldorf.

—¿Te preocupa que uno de los roadies dañe tu motocicleta? —Izuku preguntó al notar que Shoto apenas le dio un par de sorbos a su trago.

—No. Muchos de ellos me temen y no harían algo que me haga enojar.

Midoriya sonrió tímidamente.

—Creo que no deberías sentirte orgulloso de eso, Shoto.

La única razón por la cual Midoriya accedió ir a Nachtresidenz en la motocicleta fue porque Todoroki le aseguró que no la conduciría de regreso. Ser arrestados en Alemania por conducir una motocicleta con alcohol en las venas no estaba en la lista de deseos de ninguno de los dos, así que después de avisarles a los más altos mandatos dentro del staff que saldría esa noche Todoroki le pidió a un grupo de roadies que fueran por su motocicleta.

—¿Te gustaría bailar después de esto?

Midoriya se sonrojó ligeramente ante la pregunta. Las únicas veces que bailó en lugares públicos fue con Uraraka y sus alocadas amigas que conseguían sacarle de donde fuera que estuviera sentado para obligarlo a bailar con ellas, de ese modo se vio obligado a aprender a moverse sin parecer un pez fuera del agua haciendo movimientos compulsivos.

Debido a eso a veces se balanceaba alrededor de su departamento cuando escuchaba algo de música animada. Como esa vez en el tour bus de Todoroki cuando, creyendo que estaba en soledad, se puso a tontear y acabó por ser descubierto.

—C-Creo que podríamos llamar un poco de atención. De la mala atención.

Todoroki frunció ligeramente el ceño y señaló tras de sí. Midoriya volteó hacia atrás para notar a qué se refería, pero volvió la cabeza rápidamente cuando notó a dos mujeres compartiendo un beso sumamente atrevido.

—Me parece que estabas equivocado.

—Dios mío. ¿Esto es un club gay? La verdad no entendí absolutamente nada de la página del sitio porque todo estaba en alemán y el traductor apesta. Un momento, ¿tú hermano viene a este tipo de lugares? ¿También es...? ¿Ya sabes? ¿Estoy hablando mucho? No, espera, no digas ni una palabra. Definitivamente estoy hablando mucho así que me callaré ahora...

Midoriya tomó un sorbo de su trago para forzarse a guardar silencio mientras Todoroki reprimió una sonrisa.

—Primero, no, no es un club gay, pero por alguna razón tienen preferencia por dejar entrar a parejas del mismo sexo. Segundo, mi hermano vive del libertinaje, así que no sabría responder esa pregunta porque estoy seguro que ni él mismo sabe qué orientación sexual tiene. —Shoto respondió calmadamente—. Tercero, no es necesario que te fuerces a callar, Izuku. Me gusta que seas sincero con lo que piensas.

Midoriya dejó caer su cabeza sobre su hombro. Era increíble la cantidad de paciencia que Todoroki tenía con él, su corazón se aceleraba producto de la dulzura de su trato.

—Te quiero. —Las palabras escaparon de su boca, pero no estaba dispuesto a retirarlas.

Pocas veces era capaz de expresarse de manera clara, pero esta vez estaba completamente seguro. Quería a Shoto Todoroki en todos los sentidos de la palabra, como acompañante, como amigo, como amante. Cada faceta suya que solo lograba encantarle un poco más con el paso de los días.

—Eso es lindo. —Todoroki se permitió acariciar su melena rizada con cuidado haciéndole sentir protegido—. Y también te quiero, Izuku.

Eso fue suficiente para dejarle calmado y profundamente conmovido.

Izuku se permitió relajarse con las caricias de Shoto sobre su cabello y el sonido de la música tras sus espaldas. Podría divertirse esa noche sin pensar en la presión que le causaban los lugares públicos, porque en ese lugar no la encontraría, todos venían a relajarse sin necesidad de juzgar a los demás. Incluso no tendría la necesidad de alejarse de las pequeñas muestras de cariño que Shoto le regalaba porque no existía el peligro de que fuera reconocido.

Se sintió liberado.

Aunque el sonido de una voz en particular llamó toda su atención y le hizo abrir los ojos con sorpresa y mucha, demasiada incredulidad.

Midoriya se enderezó sobre el taburete y volvió la mirada hacia el lado, un poco cercano a su asiento estaba un hombre alto de cabello revuelto haciéndole un pedido a un barman. Se le hizo familiar, pero por la poca luminosidad del lugar no podía identificar su rostro.

—¿Sucede algo, Izuku?

Midoriya iba a contestarle, pero en ese momento el hombre volteó y sus miradas se encontraron. Midoriya boqueó como un pez fuera del agua, incapaz de hablar producto de la sorpresa. Por supuesto que sabía quién era él, Midoriya jamás olvidaría esa mirada eternamente cansada que caracterizó a ese hombre desde que le conoció en la universidad.

—¡¿Shinso?!

Al fin, Izuku consiguió decir su nombre.

¡Ah, no he dormido una verga!

¡Hola, tribu! Espero que hayan estado bien. Ahora les dejaré comerse la cabeza en teorías hasta la próxima semana. Jaja. Lo siento.

Mi teclado está cada día más culero, por alguna razón cuando escribo aparecen "axax" entre las oraciones. Avísenme si aparece un "axax" por ahí para poder borrarlo.  Espero que siga aguantando el cacharro hasta que pueda comprar otro. No quiero que le dé otro ataque como el que le dio el mes pasado cuando el teclado se pegó por varios días. xD

La canción para este capítulo es:

https://youtu.be/yfbM8N7bA1g

En fin, esta nota es más corta porque ya serán las tres de la mañana y debería estar durmiendo. Espero que se encuentren bien, les mando mucho amor.

Un beso para todos ustedes.

¡Hasta el próximo capítulo!

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