—¿Me pediste venir contigo para grabar el momento y así pasarlo en su boda?

Jimin miró a Jungkook con el ceño fruncido.

—Te pedí que vinieras para darme apoyo moral —dijo el rubio—, y en silencio, por favor.

Jungkook a veces no comprendía esa forma de mostrar cariño que tenía Jimin hacia sus amigos, y sólo hacia sus amigos, porque él era testigo de cómo el rubio se ablandaba totalmente con Yoongi.

Cuando el reloj marcó las tres y cincuenta y nueve, Jimin le hizo señas a Jungkook para que se escondiera, y el pelinegro se apresuró a cubrirse detrás del telón.

A las cuatro en punto la puerta se abrió, Jimin vio los ojos de Yoongi dirigirse hacia él, asintiendo levemente, indicando que todo iba según el plan.

Detrás de él, Taehyung amagó a irse, pero Yoongi tomó su mano, tirando de él para obligarlo a avanzar.

Confundido, y más aún cuando Jimin cerró la puerta detrás de sus ruedas, Taehyung miró hacia todos lados, hasta que su mirada cayó sobre las manos que los dos chicos tenían unidas.

—¿De qué me perdí?

—No voy a ser yo quien se confiese —dijo Jimin, sonriendo de lado.

Apagó las luces para encender el reflector, que apuntaba hacia el pequeño escenario del aula.

—¡Jungkook! ¡Ven y pon los huevos necesarios!

—¡No soy gallina para poner huevos!

—¡No me hagas ir a empujarte! —durante unos segundos no tuvo respuesta—. ¡Si voy te saco a patadas!

Vio al telón moverse y no tardó mucho para que Jungkook caminara, moviendo las manos de forma nerviosa, hacia el reflector que iluminaba el escenario.

Pareció abrir la boca para decir algo, pero en cuanto cruzó miradas con Taehyung se congeló, comenzó a lamer sus labios varias veces, mirando a distintos puntos del suelo.

Yoongi codeó a Jimin.

"Tú no estuviste tan nervioso", leyó.

El rubio se encogió de hombros.

—Jungkook es raro, más raro que yo.

—¡Kim Taehyung!

Ambos chicos volvieron a prestar atención a lo que estaba pasando.

Jungkook tenía los ojos apretados con fuerza.

—¡Me gustas mucho!

Hubo un silencio incómodo durante varios segundos, hasta que las ruedas de la silla de Taehyung comenzaron a girar, acercándose al escenario.

Jungkook abrió los ojos para encontrarse con el chico, y las pequeñas lágrimas en sus mejillas le partieron un poco el corazón.

—Estoy completamente enamorado de ti —murmuró, al punto que sólo Taehyung pudo escucharlo.

El chico de la silla sonrió, mostrando su adorable sonrisa, dejando caer unas lágrimas.

Jungkook bajó de un salto del escenario, abrazando a Taehyung con firmeza.

Lo había extrañado bastante, llevaban más de dos semanas sin hablarse, sintiendo que una parte de sí mismo faltaba.

—También me gustas, Kookie.