LXXXII
—¡Jungkook! Te fuiste corriendo y no me esperaste... —Taehyung sonaba ofendido, con la silla a centímetros de la puerta del comedor, sin poder pasar del umbral para no caer por la rampa, bastante empinada, pero se detuvo cuando vio a los tres secándose lágrimas inútilmente—. No lloren, me harán llorar también... —parpadeó para despejar su vista—. ¿Por qué lloran?
—Tae-hyung.
El pelinegro pareció tardar un momento en creerlo, mirando a Yoongi mientras sus ojos se iban llenando cada vez más de lágrimas, hasta cubrir su rostro con sus manos y comenzar a llorar.
Yoongi fue a abrazarlo, y el otro correspondió.
Jungkook anunció que iría a buscar a Seokjin, dejándolos a los tres en el comedor.
Taehyung no pudo evitar ver las marcas en el cuello de Yoongi.
—¿Tú y Jimin lo...?
Yoongi negó.
—Algo —murmuró.
—¡Min Yoongi!
Saltó un poco al escuchar el grito de Seokjin, que había entrado corriendo al comedor.
—Dime que Jungkook no miente —habló, Yoongi vio detrás de él, a Namjoon y a otros que se asomaban en la puerta.
—No —dijo, negando.
—Aww, bebé —el mayor lo abrazó con fuerza, sonriendo ampliamente, sintiéndose a desbordar de ternura por aquella sílaba que había sonado como un pequeño "ño".
Su director sacó su celular, donde Yoongi marcó el teléfono de su madre, hablando con ella por primera vez, con lágrimas cayendo por su rostro, y Jimin abrazándolo, ayudándolo a mantenerse de pie.
Yoongi seguía siendo bastante callado, respondía con pocas palabras y hablaba muy bajo, en un tono sutil, que hacía que todos hicieran silencio para que se pudiera escuchar su suave y tierna voz.
Sin querer hacerlo a propósito, continuaba haciendo señas para hablar, acompañando sus palabras, lo que a veces hacía que tuviera que cortar la palabra para que acompañara al gesto; y hasta llegó a seguir hablando en señas mientras murmuraba sonidos incoherentes.
La señora Min habló con Seokjin, pidiéndole que los trajera a ambos chicos ese mismo día, el mayor no se negó y les dijo que juntaran sus cosas inmediatamente que volverían a Seúl en cinco minutos.
Jimin y Yoongi obedecieron, con ayuda de Jungkook, guardaron todo a presión en sus valijas y lo llevaron hacia la camioneta de su mayor.
Se despidieron de sus amigos, quienes dijeron que intentarían volver lo más pronto posible y que se aburrirían sin ellos.
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