Apenas habían dejado las cosas en la casa de los tíos de Yoongi, apenas en la entrada, dejando que el señor Min se encargue de entrar con todo, y volvieron a subir al auto para ir hacia el médico.

Jimin notó que Yoongi estaba bastante nervioso y tenso, por más que no entendía la razón y las palabras de la señora Min tampoco le aclaraban mucho las cosas.

El rubio pasó su mano sobre los hombros de Yoongi, acariciando un poco su cabello, dejando su mano en el hombro opuesto, tocando su cuello con sus dedos.

Yoongi lo miró y un poco de preocupación dejó sus ojos.

—Todo está bien —dijo Jimin, sonriendo levemente—. Estoy aquí.

Yoongi sonrió y asintió, como diciendo "lo sé", y sonrió un poco.

Al llegar al consultorio del médico éste los saludó a todos cálidamente y estrechó la mano de Jimin cuando se presentó.

Prosiguió a hablar con Yoongi, quien respondía con lengua de señas.

El doctor entendía casi todo lo que quería decir, pero solía dar unas miradas a la señora Min cuando se perdía, para que ella tradujera sus gestos.

A diferencia de la señora Min, el médico no le hablaba junto con señas a Yoongi, lo hacía como si fuera una persona normal y Jimin notó lo dinámico de la conversación si Yoongi no tenía que escribir todo lo que quería decir.

El médico revisó su pecho, boca, garganta y oídos, revisó sus reflejos, su pulso y presión, para luego decir que estaba todo bien, darle un paleta a Yoongi y decirle que esperara afuera mientras él hablaba con su madre.

La mirada de Yoongi fue automáticamente a Jimin, quien hizo una seña para salir.

Luego de la visita al médico Yoongi parecía más tranquilo, pero estaba mucho más callado, en el sentido que respondía a todo lo que Jimin decía con la cabeza, sin escribir nada en su cuaderno.

Eso ofendió y preocupó un poco al rubio.

Minutos después, la señora Min salió del consultorio despidiéndose del doctor y subiendo al auto, haciendo que los chicos hicieran lo mismo.