En el camino, Enid fue escuchando música. Habían recuperado algunas pertenencias de Merlina (entre ellas su celular y los auriculares que compartían), cuando la señora Sinclair, acompañada por su marido, habían caído de sorpresa en la casa de los Addams.

La mujer le había dicho todas las cosas que se le cruzaron por la mente, mientras el señor Sinclair aprovechaba la situación para ir hasta el cuarto de Merlina, tomando todo lo que parecía importante (no conocía mucho las pertenencias de Merlina, así que sólo se llevó lo que él creía que era importante, tuvo que aguantarse a la azabache cuando hizo pucheros porque no le habían traído sus libros o su peluche favorito.)

Ambas recordaban con diversión cuando, en medio del griterío entre las dos madres, Norman había llegado a casa para preguntar qué mierda había pasado.

Cuando su madre le explicó a gritos que aquellos estaban invadiendo su casa, que además tenían retenida a Merlina y que estaban hurtando sus cosas, el chico entendió todo.

Y en vez de apoyar a su madre, fue hacia el señor Sinclair y lo ayudó a cargar las cosas de su hermana.

Gracias a Norman, la azabache tenía cosas que sí le eran importantes, como los auriculares que Enid tenía puestos, porque el chico sabía prácticamente todo de la relación, y el valor de cada cosa.

Sintió su celular vibrar, estaban a medio camino de donde sería el campamento, pero el paisaje ya estaba más verde y la ciudad había quedado muy atrás, así que se sorprendió al tener señal.

Era un mensaje de su hermano.

"Te tengo una sorpresa, calva" decía, con todo el cariño del mundo.

Merlina le mostró el mensaje a Enid, quién se encogió de hombros, sin saber qué sería.

Rápidamente, tecleo su duda, sólo para recibir el emoticón de un mono cubriendo su boca, indicando que Norman no le diría nada.

Suspiró, sabiendo que sería inútil insistir, conocía a su hermano y sabía que no le diría.