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En el cumpleaños de Merlina, incluso la mayoría de sus familiares de Brooklyn habían aparecido en su casa, donde apretaron sus mejillas y dejaron besos marcados con pintalabios por todo su rostro.
La sala y el comedor de su casa comenzó a llenarse más y más de gente, de regalos y bandejas de comida que su madre, junto con la señora Sinclair, se encargaban de preparar en la cocina y ofrecer a todos.
Merlina notó a Enid incómoda con cada persona que entraba, más gente nueva y que no conocía, y vió como su novia se encogía un poco más conforme toda la presencia y las voces que sonaban cada vez más fuerte para que se pudiera escuchar.
Xavier y Ajax se quedaron todo el tiempo junto a la chica muda, Merlina no podía pasar mucho rato con ella por ir a pasar tiempo con su familia, que no veía desde hacía tiempo y habían viajado desde tan lejos por ella.
Al momento en que las luces se apagaron, los invitados comenzaron a aplaudir y a cantar el feliz cumpleaños para Merlina, Enid sólo podía cerrar los ojos con fuerza y tratar de controlar sus temblores.
No entendía bien qué le pasaba, pero toda esa gente la abrumaba, no le gustaban las multitudes, y tampoco que le robaran tanto tiempo con Merlina.
La muda no escuchó cuando Ajax le preguntó si estaba bien, y tampoco cuando Xavier anunció que iría a buscar a Merlina, sólo sintió cuando esta se inclinó hacia ella, mirándola con preocupación, y Enid sólo pudo abrazarse a su cuello como un koala.
Merlina decidió ir hacia afuera, invitó a Xavier y a Ajax para ir con ella, pero avanzar con la silla de ruedas entre las personas era complicado y prefirieron quedarse.
Así que terminaron ellas dos, con Merlina sentada sobre el césped del patio y Enid sentada sobre sus piernas, quién no dejaba de abrazarla, escondiendo su rostro en su cuello.
𑁋¿Te da ansiedad tanta gente? 𑁋preguntó Merlina, Enid asintió.
La cumpleañera dejó caricias en su espalda y besó su cabeza, hasta que la muda se sintió mejor y se apartó un poco para mirarla, y sonreír ligeramente.
Por su cuenta, Enid se acercó a Merlina para dejar un lento y cariñoso beso en sus labios, haciendo ruborizar a ambas, al separarse, Merlina sólo pudo sonreír.
Enid movió sus manitas, en signos que Merlina le había pedido a la señora Sinclair que le enseñara, sabiendo que su novia los haría en algún momento.
"Feliz cumpleaños".
Merlina tardó un momento en responder, alzando su mano con inseguridad.
"Gracias" dijo, con el gesto lento por la duda.
Enid sonrió y asintió, haciendo entender que lo había hecho bien.
Continuaron en silencio un largo rato, Enid no tenía su cuaderno, y Merlina, por más que estaba aprendiendo las señas, no sabía las suficientes para establecer una conversación.
Así que sólo se encargaron de disfrutar el silencio, y de la otra, sin darse cuenta de la mirada de la madre de Merlina desde la cocina.
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