Cuando los padres de TaeHyung salieron del consultorio, el señor Kim estaba más serio de lo normal, y la señora Kim parecía congestionada, con la nariz rojiza y los ojos hinchados.

JungKook quiso preguntar qué pasaba, pero se mordió el labio, parecía un tema que debería hablar con la señora Kim en privado.

—Niños, ¿se trajeron la ropa que les pedí?— habló la mujer, su voz sonaba algo rota.

TaeHyung asintió, al mismo tiempo que JungKook respondía con un bajo "Sí".

—Creo que nos quedaremos unos días. — habló la mujer. — Ahora el doctor me dió unas órdenes para unos exámenes, iremos por unos estudios de sangre ahora, ¿sí?

JungKook volvió  a responder con el mismo "Sí", aunque TaeHyung ya no parecía querer decir nada.

El señor Kim arrancó el auto, andando con tranquilidad por la calle.

La señora Kim sonó su nariz con fuerza.

—Kook. — habló la mujer.

El pelinegro hizo un sonido afirmativo.

—¿Recuerdas lo que te pedí hace un año?

El chico tardó un momento en recordar.

Hacía casi un año, cuando también había acompañado a los Kim a los estudios, y la mujer me había pedido estar junto a TaeHyung sin importar lo que pasara.

Un poco asustado, JungKook asintió, la mujer vió el gesto por el espejo.

—Te pido lo mismo esta vez. — dijo.