XXIX
Jungkook se preguntaba porqué las cosas habían terminado así.
Jimin ya no le hablaba, no contestaba sus mensajes y ni siquiera lo miraba, haciendolo preguntar qué había hecho mal.
Para su desgracia, Taehyung también había comenzado a juntarse más con él, confesando que también sentía un distanciamiento con Jimin, ya que el mudo había decido juntarse con Hoseok y él seguía sin animarse a hablarle.
¿Por qué las cosas tenían que ser así?
A Jungkook le costaba ver a Jimin de lejos, quería al menos volver a ser los amigos que eran antes.
Quería volver a intentarlo.
Quería estar a su lado de nuevo.
-¿Por qué no aprendes lenguaje de señas? - le preguntó Taehyung un día-. Así podrás acercarte a él de nuevo, de una forma distinta, incluso serán más cercanos.
Jungkook negó.
- ¿Alguna vez aprendiste un idioma? Tardas muchísimo tiempo, Tae, años. No puedo dejar pasar tanto tiempo.
- No tienes que aprender todo el idioma, sólo lo que quieras decirle.
Y Jungkook pensó que Taehyung era un genio.
Le preguntó a la señora Park si podría ayudarlo con su plan, y con vergüenza le explicó lo que había pasado, desde el beso hasta que Jimin comenzó a ignorarlo.
La señora Park no se negó, y confesó que había notado un cambio en Jimin en esos últimos días.
- ¿Por qué no me lo dijeron antes, mocosos? - protestó a mujer, haciendo que el castaño se encogiera en la silla-. Lo dicen como si tuvieran miedo, como si estuviera mal, si ustedes se quieren tanto, ¿Qué importa?
Jungkook se sentía regañado, pero a su vez agradecido.
- Kook, nadie ha cuidado a Minnie tanto como tú. Y sí, puede que sea algo nuevo para mí esto de... Las relaciones entre dos chicos, pero... Le haces mucho bien a mi hijo.
Jungkook sonrió.
- Y en parte siempre lo supe, ¿Crees que los padres somos tan ciegos como para no ver esas cosas?
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