✧ Setenta y tres ✧
Por la tarde, luego de una charla donde Chan no prestó atención -seguía molesto por arruinar su momento con Felix-, hicieron el juego de busca a la bandera.
El castaño tenía que esforzarse en contener la risa cuando YeJi comenzó a quejarse de cómo podrían poner un juego así, y que todo era una toma de pelo.
Todas las quejas las recibió JooHyun, quien también reía, alegando que el trabajo en equipo debía funcionar perfectamente para que ella también pudiera participar en ese juego.
Digamos que Chris no se esforzó en buscarlo, aunque fue SeungMin quién encontró la bandera, a él le daba lo mismo ganar o no.
No entendía la emoción de peli-morado cuando fue corriendo hacia el punto de encuentro, agitando la brillante tela sobre su cabeza con alegría.
Pronto, el resto comenzó a llegar, al escuchar los gritos del chico, y Chany fue la primera en felicitarlo.
Chris no podía evitar alzar una ceja al ver a su hermana abrazando a un chico.
En cuanto vió a Felix, se acercó a él, MinHo lo siguió, ya que a su lado estaba JiSung.
—¿Cómo estás?— preguntó el castaño, fue a colocar una mano sobre su frente, para ver la temperatura, pero Felix se apartó de su tacto—. Ey, está bien— habló con tranquilidad, algo confundido por ese gesto.
Felix resopló, luego asintió, afirmando que estaba bien.
El juego se había extendido más, así que ya casi anochecía, los organizadores decidieron no hacer más juegos, ya que no querían dejarlos ir por allí si llegaba la noche, así que les dieron tiempo para que descansen hasta que la comida estuviera lista.
El grupo de amigos notó a Felix malhumorado durante todo el rato, no lo molestaron mucho, incluso Chan se contuvo con sus mimos, ya que también habían hartado al chico mudo.
Incluso cuando fueron a dormir, Felix seguía irritable, y Chris no podía evitar preocuparse por él.
Sabía que no era nada más que aquel dolor en cabeza que el chico quería negar, pero no quería que se pusiera así.
Así que, en la noche, cuando apenas había podido concebir el sueño y fue despertado por el zarandeo de su cuerpo, no se enojó cuando descubrió que era Felix, casi le agradeció.
Su novio frotaba sus ojitos, limpiando lágrimas.
—¿Lixie?
El chico señaló su cabeza.
Chris se apresuró a bajar de un salto de a litera abrió sus brazos y el otro recibió el abrazo con gusto, besó su frente, con cariño, rodeando sus hombros y comenzó a caminar hacia afuera.
—Iremos a la enfermería— dijo—. La próxima vez avísame antes de que te duela tanto, ¿sí?— habló con suavidad, el chico asintió.
Al llegar a la puerta, ambos escucharon los llantos desde afuera, y entraron con confusión, parecían no ser los únicos en la sala a esas horas.
Chan tardó un poco en poder creer lo que sus ojos veían.
Chany no era de llorar.
Le dijo a Felix que se quedara sentado un momento mientras iba a hablar con la chica, se arrodilló frente a ella, colocando una mano en su hombro.
La pelinegra se sorprendió un poco con el tacto, y al ver que era su hermano se apresuró a borrar la lágrimas, intentando controlar sus sollozos.
—¿Qué pasa?— preguntó el castaño, sintiéndose mal por su hermana, aunque ella se mordió el labio, sin querer decir nada—. Dime, Chany.
La chica lo miró un momento.
—SeungMin tuvo una convulsión— habló con voz ronca.
Chan asintió.
—¿Por qué está mal? Digo... dijiste que ya lo conocías y sé que debiste haber visto una de esas antes, ¿pasó algo malo?
Un sollozo la hizo temblar.
—No pude sostenerlo— murmuró.
—¿Qué?— Chris no sabía a qué se refería.
—C-Cuando tiene convulsiones, debo sostener su cabeza hasta que pase, para que no se golpee contra la suelo... y... no llegué, fue muy repentino, luego no pude moverlo, era muy fuerte...— más lágrimas caían, la chica las limpiaba sola, apartando la mano de Chan cuando quiso hacerlo él—. Convulsionó por casi dos minutos golpeándose la cabeza... y sólo pude mirar, soy una inútil— la chica estalló de nuevo en llanto.
Chan simplemente no sabía cómo reaccionar, tardó unos segundos en abrazar lentamente a su hermana, quien no lo apartó.
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