XXIV
—Omma.
—¿Hm?
—Nunca me explico que le pasa a Jungkook—. Le recordó Yugyeom.
Era tarde en la noche, la última que pasarían en Busan, y Yugyeom ayudaba a la señora Jeon a limpiar y secar los platos de la cena.
Jungkook se estaba bañando en el primer piso, así que no escucharía.
Yugyeom notó que las manos de la señora Jeon se habían detenido de lavar, miró sobre su hombro a la mujer, quién dejó los platos sin lavar y la esponja, y le hizo una seña para que la siguiera.
Se sentaron en la mesa del comedor, Yugyeom notó que las manos de la mujer temblaban.
—Kookie es muy especial, Yugy—. Dijo la mujer. —Yo... Recibí un tratamiento de fertilidad para poder tenerlo, porque no podía tener hijos por mi misma...
Yugyeom sintió que se había metido en terreno peligroso y prohibido, no supo que decir.
—Después de varios intentos, en cuáles llegué a tener abortos espontáneos... Dos veces—. Dijo, sus ojos se aguaron, pero sonrió. —Que mi tercer embarazo avanzará era un milagro, aunque mi cuerpo no pudo soportar los nueve meses enteros... Kookie nació prematuro, de casi ocho meses, y... A los pocos minutos de cortar el cordón... Su corazón se había detenido.
De repente, la idea de un mundo sin Jeon Jungkook lo había aterrado, y el pensamiento de haberlo perdido cruzó su mente.
La señora Jeon intentaba controlar su voz, y unas lágrimas escaparon.
—Tardaron casi treinta minutos en reanimarlo, pero la falta de oxígeno lo afecto. Kookie desarrollo una pequeña falla en su cerebro, en la parte del lenguaje. Haciendo que a los tres años y medio siga hablando como un bebé de un año, sin poder decir una palabra coherente.
>>Lo amamos igual, en realidad... Creo que lo amamos más de lo que lo amaríamos si hubiera sido un "chico normal", pero muchos chicos no pudieron amarlo como nosotros.
Los niños llegan a ser crueles a veces, Yugy—. Dijo la señora Jeon y Yugyeom estaba totalmente de acuerdo. —Sus compañeros del jardín de infantes no lo trataron bien, tampoco los de la primaria, por como hablaba, y Kookie se cansó de eso. A los seis años ni siquiera intento hablar, y de alguna forma... Cortó la conexión de su cerebro con siquiera hacer un sólo ruido... Con eso tuve que cambiarlo a una escuela especial.
>>No se si lo sabes o no, Yug, creo que nunca tuviste curiosidad al respecto, pero los mudos si pueden hacer sonidos, depende de su tipo de mudez, pero sí, onomatopeyas, gritar, mascullar palabras... Aunque otros piensan que es algo ridículo, y por eso prefieren el silencio total. Kookie lleva eso un poco más al extremo, lo suyo llega a un nivel inconsciente, ya no lo hace aproposito. Tiene todo lo ideal y perfecto para que pueda hablar... Pero no puede, es ya algo psicológico, por lo que dijeron los médicos, no puede hacer nada por si mismo... Eso lo frustra bastante, tener todo bien, pero que no esté bien. Desde que lo enseñe el lenguaje de señas bloqueo su voz aún más, a pesar que lo hice para que se comunique, los doctores no me lo recomendaron.
>>Lo lleve a una escuela normal, hace ya unos años, cambiándolo de su escuela especial, porque pensaron que eso haría que probará hablar, pero tampoco veo resultados con eso... Aunque te encontró a ti, Yug—. La señora Jeon puso una maternal mano sobre la de Yugyeom, sonriendo. —Gracias por estar a su lado.
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