LIX
—¡Estoy viendo doble!—. Gritó Taehyung al ver a los Kim.
En sus años de amistad, apenas había visto a Mingyeom unas cuantas veces, y el mayor tiempo que habían estado hablando habían sido unos diez minutos en el cumpleaños de su amigo.
El castaño venía trayendo a Mark, quién estaba con el ceño fruncido y un ligero mohín.
Sí había algo que Mark más odiara, era que lo llevarán, él podía andar sólo.
El chico en la silla estaba tan molesto que ni siquiera saludó a los demás, se quedó de brazos cruzados y mirando al suelo.
—¿Ya buscaron nuestra cabaña?—. Preguntó Taehyung.
—Los estábamos esperando—. Dijo Yugyeom, tomó su bolso, levantándose del banco donde estaban acomodados.
—Ahora ya se agarraron las mejores—. Se quejó Taehyung, haciendo un puchero.
—Deja de quejarte, recién llegas—. Le dijo Yugyeom, se volteó para mirar a Jungkook, quién se levantó rápidamente y cargo su bolso.
—Jungkookie—. Mark hizo que los pasos del chico mudo se detuvieran.
El castaño palmeó su regazo.
—Pon tu bolso aquí—. Dijo, notó que Jungkook iba a negarse con sólo su mirada. —No te preocupes, no las siento.
Jungkook ladeó la cabeza, haciendo una mueca, preguntándose si enserio hacia esos chistes tan feos.
Mark soltó una risa.
—Cómo quieras—. Murmuró finalmente, comenzó a tirar de sus ruedas, avanzando hasta su lado para acompañarlo en su caminar hasta la cabaña.
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