Luego de un rato, después de que Jungkook dejara de forzar la puerta, Jimin se permitió soltarla, ya seguro de que el chico no iba a escapar de sus deberes.

Miró a Yoongi y ambos asintieron, cómplices.

Jimin notó a Yoongi temblar por el frío, tomó la toalla que había caído mientras sostenían la puerta, y lo envolvió.

—Creo que estarán un rato —comentó—. ¿Quieres ir a la cabaña?

Yoongi asintió.

—Te traeré ropa, ya vuelvo —dijo el rubio, su novio dejó un rápido beso en su frente antes de salir rumbo a la cabaña.

Con un suspiro cansado, Yoongi fue hacia los cambiadores para sentarse en una de las sillas de los cubículos.

No sabía el porqué, pero sentía sus oídos pitar y su cabeza parecía palpitar en dolores momentáneos.

Deseó que no se estuviera enfermando.

Hacía bastante tiempo que no sufría sus dolores de cabeza y fiebre, y quería que siguiera así.

No se dio cuenta cuando la puerta del baño se abrió, y se sorprendió cuando Jimin lo encontró en el cubículo, cargando una muda de ropa.

—Tranquilo, soy yo —sonrió, dándole las prendas.

El chico mudo las tomó y dio una mirada a Jimin, quien tenía los ojos atentos puestos sobre él.

—¿Te pasa algo?

Yoongi negó, pero señaló su cabeza, luego acercó su dedo índice al pulgar, en una seña, simplificando el mensaje para Jimin.

Jimin tardó unos segundos en procesar.

—¿Te duele un poco la cabeza?

Yoongi asintió, no pudo evitar sonreír, le ponía contento que su novio lo entendiera.

—¿Quieres ir a la enfermería?

Yoongi negó.

—Bien, pero si te sigues sintiendo mal te llevaré.

Yoongi rodó los ojos.

Jimin lo dejó para que se cambiara cómodo, su novio era reservado en el tema de la desnudez incluso con él.

Cuando terminó, Yoongi señaló a sus pies.

—Sabía que me estaba olvidando de algo —murmuró, ya que no le había traído zapatillas al castaño.

El rubio se volteó, flexionando un poco sus rodillas, invitando a Yoongi a que subiera a su espalda, el otro no tardó en hacerlo.

Cargando al chico mudo así, salió del lugar, yendo hacia la cabaña.