Capítulo 12 - Maltrato psicológico
Narrador
Ya han pasado más de tres días que Grace tuvo que enterarse de la horrible realidad, no paraba de tratar de quitarse la soga, sin embargo, apenas la aflojaba sentía la gran falta de aire. Por lo cuál dejó de intentarlo, se la pasaba en el mismo árbol que tenía el trozo de cuerda roto. Se la paso pensando, preguntándose "¿Cómo es que no me di cuenta?" Se miraba todo el tiempo el cuerpo, lleno de moretones, con la piel morada, cicatrices en toda las piernas, se preguntaba muchas veces el por qué no se puede en eso.
Dejó de verse para mirar el cielo, habían comenzado a oscurecerse, el mirar como llegaba la noche y el cielo empezar a estrellarse la hacían sentir tan tranquila que la ayudaban a olvidarse la situación que estaba viviendo.
Narra Grace
Sinceramente me siento en paz conmigo misma cada que veo el cielo, cuando Benjamín y yo eramos niños mirábamos el cielo por horas. Sali de mis recuerdos para acomodarme un poco, la sensación del pasto, tierra y tronco era un poco incómodo, aún tengo la sensibilidad del frío, aún que siempre he sentido frío en la piel, supongo que gracias a que técnicamente estoy muerta.
Escuché un sonido, parecía que alguien estaba huyendo, podía oír como alguien rogaba por ayuda. Me levanté casi de inmediato, corrí hacia los sonidos de auxilio, no iba a permitir que nadie más muera en este lugar. Sentía miedo y adrenalina, al llegar al lugar, sentía como mis piernas no dejaban de temblar, aún tengo heridas abiertas en mis músculos, así que debo tener cuidado.
Pude oír el sonido de un cuchillo clavarse de una forma fuerte, ni me atreví a alzar mi cabeza, podía oír como la respiración de esa persona inocente poco a poco debilitarse y al parecer ahogarse con su propia sangré. Empecé a llorar, ese sonido era tan horrible como cuando me ahorcaron, oí como el sonido de la carne era cortada junto como un sonido de clavaba repetidamente en el hueso como si quisiera romperlo.
Lentamente sin parar de temblar alcé la cara, mis ojos se abrieron de par en par...
— B- Benjamín... — Hablé sin pensarlo, aún que no me escuchó.
Narrador
Grace miraba horrorizada como Benjamín descuartizaba a una persona inocente, la máscara del pelician pastel se cayó, haciendo que Grace retroceda, mirando el como la cara de su contrarió estaba completamente mal herida. Se sintieron horas los minutos de la desagradable escena, la castaña simplemente no podía apartar la mirada por tal escena que se veía como una película de terror.
La sangre hacia un gran charco, se salpicaba por la ropa del pelician pastel, quien solo sonreía de oreja a oreja, que apesar de no ver no podía parar de apuñalar y romperle los huesos a la persona que ahora yace muerta en el suelo, casi irreconocible. Las náuseas llenaron a castaña al ver cómo el pelician pastel sacaba el corazón del tipo, solo no pudo creer lo siguiente que vió. Benjamín se comió el corazón del sujeto como si de un dulce se tratara, manchandose el rostro de tanta sangré.
— Para — Grito Grace, llamando la atención del contrarió, que giró el rostro a su dirección.
El pelician pastel se colocó la máscara manchandola de la sangre que tenía en las manos.
— Solo para — Rogó Grace.
Una risa resonó como si de algo absolutamente ridículo se tratará.
— ¿Parar? Jamás — Se burló de manera cruel el pelician pastel.
La castaña no se atrevió a alzar la cara en ningún momento, pudo oír como el más bajo se acercó, agachándose para verla a los ojos. Esas pupilas tan blancas, brillosas, pero llenas de locura y rencor, aún que también, burla.
— ¿Acaso intentas hacer que todo vuelva a la normalidad? — Preguntó de manera burlesca.
Grace no respondió.
— ¿Piensas que simplemente rogarme parare? — Nuevamente preguntó el de la máscara.
No hubo respuesta, solo una mirada de tristeza, como si le rogará que detenga la locura.
— Patético — Comento el de la máscara — Tu eres muy lenta para darte cuenta de que algo pasa. Sabés cuando miento, pero no con cosas serías... — Agregó.
— Ben, por favor... — La castaña sabía que iba a decir su contrario.
— ¿Acaso no fue obvio el hecho de que poco a poco empecé a usar ropa que me cubría hasta el punto de usar sudadera? — Preguntó con leve enojó.
No hubo respuesta de parte de la castaña.
— ¿Acaso jamás te diste cuenta de las quemaduras de cigarro que tenía detrás de la nuca?
Ni siquiera recibió una respuesta.
— ¿Por qué no aceptaste que yo jamás pase de amarte más que una simple amiga? Pero, pasaste a empezar a dejar mi sueño de ser pintor a la basura...
— Ben, por favor — Le rogó la castaña para que detenga el gran daño que le hacía no solo sentimentalmente, si no también psicológicamente.
El hecho que tú mejor amigo que muestre bruscamente en la cara las verdades del infierno que vivió.
— ¿Acaso te da miedo aceptar la realidad y prefieres vivir en un mundo de fantasía?
— Para — Rogó con voz temblante la castaña.
— Oh, Grace... Esta es la realidad que vives, no pudiste salvar a este tipo, como ni siquiera pudiste salvarme de ser asesinado...
Eso fue como un vaso de agua fría caer sobre la castaña, era cierto. Ese día, en esa "noche" ella fue quien vió como Benjamín había muerto primero. Aún recordaba la sangré en ese lugar y el como el olor era fuerte.
— ¿Tienes miedo? Estás llorando como una niñita — Se rió Benjamín mientras la sonrisa de la máscara comenzó a extenderse.
La castaña estaba llorando como nunca, la realidad que vivía era horrible.
— Eres alguien tan infantil que me dan ganas de vomitar. La realidad es más diferente de lo que creés — Hablo nuevamente el pelician pastel.
La castaña perdió fuerzas en las piernas, cayendo de rodillas al suelo, lloraba como nunca antes había llorado. El pelician pastel no paro de reír del sufrimiento psicológico y sentimental que le dió a su contraría, comenzó a tomar pieza por pieza la carne que quedó de la víctima.
— ¿Por qué eres así de cruel? — Preguntó con un adolorido tono, Grace miraba a Benjamín, como si intentará reconocerlo.
En un principio no hubo respuesta, hasta que unas risas comenzaron a sonar por todo el bosque, sonando como un psicópata con sed de sangré, el pelician pastel miró a su contaría, las pupilas se iluminaban de rojo y sangré salía de las cuencas de la máscara.
— Por qué es divertido ver el sufrimiento de alguien — Respondió sin ningún remordimiento.
Grace tembló por esa respuesta llorando mucho más, no quería creer que ese era Benjamín, quizás el gas impregnado en la comida debió afectarlo, ¿Verdad? Vió como Benjamín se empezó a ir.
— Oh, y una cosa... — Exclamó Benjamín, esté volteo la cabeza llegando a hacerla sonar, sin importar que se rompiera el hueso — Si vuelves a intentar detenerme en mi cacería, te cortaré tu garganta con un cuchillo oxidado — Amenazó antes de irse.
La mirada de la castaña mostraba el miedo, tristeza y desesperación, no quería creer que su contrario era capaz de hacer algo así, se quedó mirando el charco de sangre que había quedado allí, secándose poco a poco.
Narra Benjamín
Es muy divertido ver cómo alguien se rompe psicológica y sentimentalmente, le haré saber tal y como me hizo sentir en el pasado cuándo fuí forzado a ser su pareja. No puedo evitar sentirme un poquito mal, pero la gran gracia que me dió verla en ese estado tan roto, me dan ganas de reír. Quizás ya estoy completamente loco por ese gas que ingeri en mi comida hace tiempo, aún que no me importa para nada.
— Hoy habrá más comida — Comenté mirando los trozos de carne humana que tenía.
Estoy muy hambriento hoy, tal vez después de comer vuelva a salir a cazar, y tal vez hacer sentir mucho peor a Grace. La haré pagar muy caro...
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