episodio 2 : "La Noche del Terror"
"Pensé que había visto de todo en esta vida... pero cruzar un portal y terminar en una escuela de niños con superpoderes fue algo nuevo incluso para mí. Ayer conocimos a los profesores de la UA: un grupo duro, especialmente ese tal Aizawa. No nos creían, y no los culpo. En este mundo, la palabra 'mutante' suena tan extraña como 'normal' lo hace en el nuestro.
Pero después de muchas miradas de desconfianza y alguna que otra amenaza... empezamos a hablar. Los chicos de Xavier explicaron el Gen X y cómo terminamos aquí, mientras yo observaba cada movimiento. Siempre lo hago. Storm y Scott dijeron que esta escuela no es tan diferente a la nuestra: entrenan a los más jóvenes para sobrevivir en un mundo que no siempre los acepta.
Sin embargo, algo no encajaba. Esa sensación en el aire... como si algo grande estuviera por venir. No sé si este lugar está maldito o si simplemente somos un imán para el caos, pero algo me dice que esta noche no será tranquila. ¿Por qué siempre tengo razón en esas cosas?"
(La cámara se enfoca en la UA al anochecer mientras la tensión aumenta, dejando claro que el terror está a punto de comenzar).
Tenya Iida y Bakugou se acercaron a la mesa donde estaban Logan y Gambito. Bakugou, con su actitud usualmente arrogante, hizo un comentario burlón hacia Logan. Sin embargo, subestimó por completo la paciencia y la fuerza del mutante. Logan, con su temperamento ya conocido, se levantó de su asiento y, sin decir una palabra, le dio un golpe contundente, enviando a Bakugou contra una de las mesas cercanas.
La cafetería quedó en completo silencio, mientras Gambito se inclinaba hacia su plato y decía con un tono despreocupado:
—Te lo dije, amigo. Siempre hay que saber con quién te metes.
Tenya rápidamente intervino, tratando de calmar la situación, mientras Bakugou se levantaba furioso, listo para contraatacar. Logan, sin mostrar el menor rastro de arrepentimiento, simplemente lo miró y dijo:
—Si no puedes aguantar el golpe, mejor mantén la boca cerrada, chico.
Esto hizo que Bakugou gritara aún más enfurecido, pero antes de que algo más pudiera ocurrir, Aizawa apareció, deteniendo la pelea con su captura y obligando a ambos a sentarse. Gambito, entre risas, murmuró:
—Esto va a ser interesante.
Logan, molesto por la orden directa de Aizawa, dejó escapar un gruñido bajo. Sin acostumbrarse a recibir órdenes de nadie, especialmente de un desconocido, le lanzó una mirada desafiante.
—¿Crees que voy a obedecerte solo porque eres el jefe aquí? No soy uno de tus estudiantes, amigo.
Aizawa, manteniendo su expresión calmada pero severa, respondió con un tono firme:
—Esto no es un juego. Si no puedes controlar tu actitud, habrá consecuencias.
Eso fue suficiente para irritar aún más a Logan. Con un movimiento rápido, extendió sus garras de adamantium. La cafetería entera guardó silencio, observando cómo el aire entre ambos se tensaba. Logan dio un paso al frente, dejando claro que no iba a retroceder ante nadie.
Aizawa, sin inmutarse, se preparó para cualquier ataque, su experiencia en combate lo mantenía alerta. Sin embargo, antes de que las cosas se salieran de control, una voz resonó por toda la sala.
—¡Logan, detente! —exclamó el Profesor X mientras ingresaba al lugar en su silla flotante, utilizando un leve toque telepático para calmar la furia del mutante.
Logan miró al Profesor, claramente molesto, pero finalmente guardó sus garras. Sin embargo, lanzó una última mirada desafiante a Aizawa.
—Eres afortunado de que Chuck esté aquí.
Aizawa no respondió, pero sus ojos dejaron claro que estaba listo para cualquier cosa. El ambiente seguía tenso, aunque el Profesor X aprovechó la oportunidad para suavizar la situación con su tono calmado.
—Mis disculpas, Eraser Head. Logan no siempre se adapta fácilmente a nuevas circunstancias, pero prometo que esto no se repetirá.
Logan, al percibir el familiar y peligroso olor en el aire, frunció el ceño. Su instinto animal se encendió de inmediato, reconociendo la presencia de su enemigo mortal. El aire se volvía denso con la amenaza inminente de Dientes de Sable, su antiguo rival y uno de los más temibles adversarios que había enfrentado a lo largo de los años.
Con rapidez y precisión, Logan se levantó de la mesa, ignorando las miradas curiosas de los presentes. Caminó hacia un rincón cercano, donde había dejado su equipo. Sin perder tiempo, se puso su traje, un atuendo oscuro que abrazaba su cuerpo, con sus garras extendidas y su actitud lista para la batalla. Sabía que la calma antes de la tormenta solo significaba un enfrentamiento brutal.
—Deben irse, —dijo con voz grave, sin volverse a ver, mientras ajustaba sus guantes y sus botas. Su tono era claro y directo, advirtiendo que la situación estaba a punto de ponerse peligrosa.
Aizawa, quien había estado observando, levantó una ceja, dándose cuenta de que las palabras de Logan no eran exageradas. Incluso Bakugou, que estaba acostumbrado a las peleas, pareció entender la gravedad de la situación.
—¿Está en serio? —preguntó Bakugou, sin borrar la actitud desafiante de su rostro.
—Lo está —respondió Cyclops, con seriedad. No necesitaban palabras para saber lo que se avecinaba. Dientes de Sable no solo era un enemigo formidable, sino alguien que tenía una historia personal con Logan, algo que los demás no comprendían completamente.
A lo lejos, el sonido de pasos pesados se hizo más fuerte. Sabían que Dientes de Sable estaba cerca y, sin que nadie dijera una palabra más, todos se prepararon para lo que vendría.
Aizawa observó con atención cómo las sombras comenzaban a moverse más allá de las ventanas de la UA. Era como si el aire mismo estuviera cargado de tensión, y sus ojos se entrecerraron al ver la figura familiar de Dientes de Sable acercándose a gran velocidad.
El mutante, con sus ojos amarillos brillando como una bestia cazadora, apareció en la entrada de la UA, su presencia imponente como siempre. El suelo crujió bajo sus pies al dar un paso, y su sonrisa cruel fue la última advertencia antes de que comenzara a actuar. La batalla estaba por comenzar.
Storm, con una mirada decidida, levantó las manos, invocando los vientos y oscureciendo el cielo, mientras Jean Grey y Jubilee estaban listas para hacer lo que fuera necesario. El profesor X, con una seriedad sin igual, dio las órdenes.
—Es hora de evacuar —dijo, su voz calmada pero firme. Aunque el peligro era evidente, su mente estaba enfocada en proteger a los estudiantes.
Rápidamente, los estudiantes comenzaron a moverse, siguiendo las órdenes de los profesores, pero tres de ellos se quedaron en sus lugares, mirando con determinación. Izuku, Tenya y Bakugou, no iban a quedarse atrás.
—¡Yo puedo ayudar! —exclamó Izuku, con una energía inquebrantable. Aunque sabía que no estaba completamente preparado para enfrentarse a un villano de este calibre, su deseo de proteger a los demás lo impulsaba a actuar.
—¡Yo también quiero ayudar! —agregó Tenya, corriendo hacia la entrada, decidido a proteger a la gente, aunque su lógica le decía que la situación no era ideal para su intervención.
Pero antes de que pudieran dar un paso más, Rogue, que había estado observando con cuidado, se acercó rápidamente a ellos. Con su expresión seria y protectora, los detuvo.
—¡No! —les dijo con firmeza, levantando una mano para impedirles continuar. Su rostro reflejaba preocupación. —No deben arriesgarse. Sigan las órdenes del profesor X y evacúen ahora. Es más peligroso de lo que piensan.
Bakugou, que había estado callado hasta ese momento, miró a Rogue con furia. El deseo de luchar era fuerte en él, pero la realidad de la situación comenzó a calarlo. A pesar de su naturaleza impulsiva, algo en la mirada de Rogue lo hizo detenerse.
—¿De qué hablas? ¡Yo no soy un niño! —gruñó, pero su tono ya no era tan desafiante.
Rogue lo miró fijamente, con una mezcla de autoridad y preocupación en sus ojos. —Y yo tampoco soy una niñera, pero en este momento lo que necesitamos es que todos estén a salvo. No hay tiempo para peleas.
Jean Grey y Storm seguían concentradas en sus tareas, mientras el profesor X guiaba a los demás hacia el lugar seguro. Aunque el peligro acechaba, la evacuación era esencial, y el equipo estaba trabajando de manera precisa para mantener a salvo a todos los estudiantes.
Aizawa observaba, sabiendo que, aunque no podían detener a Dientes de Sable de inmediato, lo que realmente importaba era proteger a los inocentes.
Morph, con su habilidad característica de cambiar de forma, vio la oportunidad de crear una distracción crucial. En un parpadeo, su figura se transformó, adoptando la apariencia de Magneto, el líder de los mutantes más poderosos. Se erguía ante Dientes de Sable, con una sonrisa astuta, sabiendo que esta estrategia podría desorientar a su enemigo y darles el tiempo necesario para reaccionar.
—"¡Magneto ha regresado!" —dijo Morph con voz grave, sus ojos brillando con la intensidad del personaje que había adoptado. Dientes de Sable, por un momento, se quedó desconcertado, observando al supuesto líder de la Hermandad de Mutantes. Sin embargo, el gruñido del villano y sus ojos llenos de desconfianza indicaban que no estaba completamente convencido.
El mutante deshizo su apariencia de Magneto con un rápido gesto y se preparó para actuar, pero la confusión inicial había dado el tiempo suficiente para que los demás reaccionaran.
Justo cuando la tensión en el aire era palpable, Wolverine, que había estado observando cuidadosamente desde el principio, se lanzó al ataque con una velocidad impresionante. Siguiendo el estilo feroz y brutal que lo caracterizaba, corrió hacia Dientes de Sable, sus garras extendidas como un destello de acero mortal. La escena era un caos de movimiento rápido y poder destructivo, muy similar a sus enfrentamientos pasados, como en X-Men 2, donde su instinto de lucha era imparable.
Dientes de Sable respondió con furia, usando sus garras y su velocidad para contrarrestar los ataques de Wolverine, haciendo que la lucha se volviera una pelea de bestias en la que todo parecía estar a punto de desmoronarse.
Aizawa, viendo la situación descontrolarse rápidamente, intentó acercarse para intervenir, sus ojos brillando con la intención de usar su peculiar habilidad para neutralizar a los combatientes. Sin embargo, antes de que pudiera hacer nada, Gambito y Best se adelantaron, ambos con una velocidad inesperada para alguien tan confiable como Aizawa.
Gambito, con su agilidad y rapidez, cargó un par de cartas con energía cinética, arrojándolas con una precisión mortal hacia Dientes de Sable. Cada carta explotó al contacto, creando una serie de pequeñas detonaciones que abrieron un espacio entre el villano y el grupo. Best, por su parte, aprovechó el caos para saltar con agilidad y atacar directamente a Dientes de Sable desde una perspectiva inesperada, usando sus increíbles habilidades físicas para mantener al enemigo distraído.
Aizawa se detuvo, frustrado, al ver que, a pesar de su habilidad para neutralizar a los villanos, sus esfuerzos no eran suficientes para detener la lucha desbordante. El trabajo en equipo de Gambito y Best, combinado con las habilidades de Wolverine, estaba creando el espacio que necesitaban para ganar tiempo y salvar a los estudiantes. Pero Aizawa no podía evitar sentir que aún había mucho que hacer para protegerlos.
El caos seguía, pero por un momento, la estrategia de los mutantes estaba funcionando. Aunque la batalla era feroz, la ventaja de un trabajo en equipo más experimentado se hacía evidente.
Ciclope, observando cómo Aizawa se acercaba con la intención de neutralizar a Dientes de Sable, levantó una mano para detenerlo. Con un tono serio y reflexivo, intentó hacerle entender al profesor de la UA la situación.
— "Aizawa, entiendo lo que estás pensando, pero no puedes simplemente anular los poderes de un mutante como Dientes de Sable sin considerar el contexto." —dijo Ciclope, con su voz firme pero calmada, intentando hacerle ver que la situación era más compleja de lo que parecía.
Aizawa lo miró fijamente, sin cambiar su expresión de determinación. No era fácil convencerlo, especialmente cuando se trataba de proteger a sus estudiantes, pero Ciclope no estaba dispuesto a rendirse tan fácilmente.
— "Lo que pasa es que, aunque Dientes de Sable es un mutante, no se trata solo de sus poderes. Es un peligro incontrolable. Si puedes anular sus habilidades, eso les dará una ventaja estratégica. Pero si lo dejas usar sus garras, sus sentidos mejorados, y su ferocidad, no podrás detenerlo, y más estudiantes podrían salir heridos." —explicó Ciclope con una mirada seria.
Aizawa frunció el ceño, reconociendo la lógica detrás de las palabras de Ciclope, pero sin querer ceder tan fácilmente. Sabía que anular los poderes de alguien, incluso un villano, no era una decisión que debía tomarse a la ligera. Sin embargo, su principal prioridad siempre había sido la seguridad de sus estudiantes.
— "No soy de los que se quedan esperando a que el enemigo se acomode a sus tácticas. Prefiero anular la amenaza cuanto antes." —respondió Aizawa, manteniendo su mirada fija en Ciclope.
Ciclope suspiró y, con una ligera sonrisa, agregó:
— "Lo entiendo. Pero aquí no estamos tratando con un villano común. Dientes de Sable es... diferente. Si lo atacas sin entender su naturaleza mutante, podrías empeorar la situación. Confía en nosotros, en nuestra experiencia luchando contra este tipo de amenazas. Nuestro enfoque es diferente, y a veces, la clave para ganar no está en anular a nuestros enemigos, sino en superarlos con nuestra habilidad y trabajo en equipo."
Aizawa observó a Ciclope por un momento, luego miró a Logan, que continuaba luchando ferozmente contra Dientes de Sable, y luego a los estudiantes, algunos de los cuales estaban ansiosos por unirse a la batalla.
Finalmente, con un suspiro de resignación, Aizawa bajó la mirada.
— "Está bien... pero si veo que mis estudiantes están en peligro, no dudaré en intervenir."
Ciclope asintió, satisfecho de haberle hecho entender a Aizawa la situación. A partir de ese momento, ambos sabían que debían confiar en las habilidades de los mutantes de la X-Men para tratar con Dientes de Sable, al menos por ahora. La batalla seguía, pero el respeto mutuo había dado un paso adelante, y la cooperación entre ellos parecía más posible que nunca.
La batalla continuaba en pleno apogeo, con Dientes de Sable demostrando su brutalidad una vez más. Logan, después de un feroz enfrentamiento, cayó al suelo, gravemente herido por su enemigo. Dientes de Sable, sin embargo, no tenía intención de quedarse mucho más tiempo. Miró hacia el grupo de X-Men y UA, sonriendo con malicia, antes de dar un paso atrás.
— "Esto no ha terminado... pero no tengo tiempo para seguir jugando con ustedes." —gruñó Dientes de Sable antes de dar un salto, desapareciendo en la distancia, dejando a los X-Men y los estudiantes de la UA con una sensación de inquietud.
Logan, aún en el suelo, comenzó a recobrarse, sus heridas ya comenzando a sanar debido a su factor de curación. Sin embargo, no pudo evitar el resoplido de frustración al ver cómo Dientes de Sable escapaba nuevamente.
— "Maldito..." —murmuró Logan, mientras trataba de levantarse, aunque sus movimientos eran algo más lentos de lo usual.
En ese momento, Morph se acercó rápidamente a Aizawa, quien estaba observando la escena con seriedad. La frustración estaba evidente en el rostro de Morph, mientras señalaba a Aizawa con el dedo.
— "¡Tu quirk solo funciona con los dones, no con los mutantes! ¿Qué esperabas que pasara al intentar usarlo contra él? ¡Estás jugando con fuego!" —exclamó Morph, claramente molesto por la situación.
Aizawa no se mostró afectado por las palabras de Morph. Él siempre había actuado con base en su juicio y sabía que, si las cosas se complicaban, su quirk sería necesario para mantener el control. Sin embargo, también reconocía que en este caso había algo diferente al tratar con los mutantes.
— "Lo sé, pero las circunstancias cambiaron. Dientes de Sable no es solo un mutante, es una amenaza que no podíamos dejar escapar." —respondió Aizawa, aún evaluando la situación.
En ese instante, la puerta de la cafetería se abrió de golpe, y Present Mic, quien había estado ausente debido a la evacuación, entró corriendo, deteniéndose en seco al ver el desastre en el lugar.
— "¡¿Qué demonios pasó aquí?! ¡¿Quién destruyó todo esto?!!" —gritó Present Mic, viendo el caos que se había desatado. Mesas volcadas, sillas rotas, y el sonido distante de la alarma aún resonando. El ambiente estaba cargado con una tensión palpable.
Todos en la sala, tanto los mutantes como los héroes de la UA, se giraron hacia Present Mic, con una mezcla de cansancio y frustración en sus rostros. La batalla había terminado, pero el impacto emocional seguía presente.
Logan, ahora levantándose del suelo, le echó un vistazo a Present Mic, sin mucho entusiasmo en su voz.
— "Un pequeño... intercambio de opiniones. Nada que no podamos arreglar después."
Present Mic, aunque preocupado por los daños, entendió la gravedad de la situación y asintió.
— "¿Y Dientes de Sable?" —preguntó rápidamente, buscando respuestas.
— "Se fue... por ahora." —respondió Gambito, mientras limpiaba la mano de polvo, su tono más calmado, aunque no exento de tensión.
Aizawa observó en silencio la escena, sus pensamientos aún en conflicto. Si bien el grupo de mutantes se había mostrado valioso, la situación era mucho más compleja de lo que había imaginado. No solo era cuestión de salvar a sus estudiantes, sino de entender las dinámicas de estos nuevos aliados... y enemigos.
Mientras tanto, los estudiantes de la UA, que se habían quedado en el fondo, observaban con cautela. Esta fue la primera vez que presenciaban una batalla tan intensa y peligrosa. Pero sabían que no sería la última.
Mientras el ambiente comenzaba a calmarse, y el grupo trataba de procesar los eventos recientes, la tranquilidad se vio interrumpida de golpe. Las luces en toda la academia comenzaron a parpadear hasta apagarse por completo, sumiendo el edificio en la penumbra. El sonido de las alarmas de emergencia resonó por los pasillos, mientras un eco metálico indicaba que las puertas de seguridad se cerraban.
— "¡¿Qué demonios pasa ahora?!" —exclamó Present Mic, claramente desconcertado por el apagón.
Nezu, que había llegado al lugar después del enfrentamiento, miró hacia las pantallas de control de la academia que ahora mostraban solo estática. Su rostro, normalmente tranquilo y calculador, reflejaba una rara pizca de preocupación.
— "Esto no es un simple fallo eléctrico. Alguien ha manipulado el sistema de seguridad." —dijo Nezu con seriedad.
En ese momento, Gambito se giró hacia Logan con una sonrisa amarga.
— "Déjame adivinar, mon ami. Esto es obra de alguien que conoces, ¿no es así?"
Logan olfateó el aire, su mirada endureciéndose de inmediato. Reconoció el aroma que flotaba en el ambiente, uno que conocía demasiado bien. Apretó los dientes mientras sus garras salían con un snikt característico.
— "Mystique..." —gruñó, sus ojos brillando con rabia contenida.
Morph, que estaba cerca, frunció el ceño y cruzó los brazos.
— "¿Por qué no me sorprende? Siempre tiene que hacer una entrada dramática."
Mientras tanto, Storm y Jean Grey intentaban usar sus habilidades para recuperar algo de control sobre la situación, pero se dieron cuenta de que el sistema de cierre de emergencia estaba diseñado para bloquear cualquier interferencia, incluso poderes mutantes.
Jean cerró los ojos, intentando extender su telepatía, pero se detuvo abruptamente.
— "Es peor de lo que parece. Mystique no está sola... siento más presencias hostiles cerca."
Aizawa, aunque molesto por la situación, se mantenía enfocado. Sacó su teléfono para intentar contactar con el equipo de seguridad, pero como temía, no había señal.
— "Nezu, ¿hay alguna manera de desactivar el cierre de emergencia manualmente?" —preguntó.
Nezu negó con la cabeza, su expresión seria.
— "No desde aquí. El control principal está en la sala de sistemas, pero si Mystique está detrás de esto, es probable que haya bloqueado el acceso."
De repente, una voz burlona resonó a través del sistema de intercomunicación de la academia.
— "Qué conmovedor. Mutantes y héroes trabajando juntos... pero siento arruinar la reunión. Les dejé un regalo en los pasillos. Espero que se diviertan encontrando la salida, si es que pueden."
La risa de Mystique resonó antes de que la conexión se cortara.
Logan apretó los puños, listo para ir tras ella, pero Gambito puso una mano en su hombro.
— "No tan rápido, amigo. Si ella preparó esto, seguro tiene más trampas esperándonos."
Jean se acercó al grupo, con una mirada determinada.
— "No podemos dejar que Mystique nos divida. Tendremos que trabajar juntos para salir de aquí y proteger a los estudiantes."
Aizawa asintió, aunque seguía desconfiando de los mutantes.
— "De acuerdo, pero esta es mi escuela. Mis reglas. Nos dividiremos en equipos para cubrir más terreno, pero si encuentran algo, no actúen solos."
El grupo se organizó rápidamente, dividiéndose en equipos compuestos por mutantes y profesores de la UA. Mientras tanto, Logan se preparaba mentalmente para el inevitable enfrentamiento con Mystique, sabiendo que, como siempre, ella tenía un plan oculto.
Mientras el grupo se organizaba para lidiar con el cierre de emergencia y las trampas de Mystique, un estruendo ensordecedor resonó por los pasillos de la UA. Nezu giró la cabeza hacia el origen del ruido justo a tiempo para ver cómo una gigantesca mano robótica atravesaba una de las paredes principales de la academia, esparciendo escombros por todas partes.
De entre el polvo emergió una figura imponente: un Centinela, uno de los letales robots cazadores de mutantes. Sus ojos brillaban con un resplandor rojo mientras analizaba su entorno. Su voz robótica, fría y monótona, resonó en el salón:
— "Mutante detectado. Procediendo con la exterminación."
Nezu, con su mente analítica trabajando a toda velocidad, retrocedió unos pasos mientras observaba al Centinela con una mezcla de fascinación y alarma.
— "Esto es... un diseño increíblemente avanzado. Pero su presencia aquí es un problema serio. ¿Cómo lograron traer algo así hasta la UA sin que nadie lo notara?"
Logan reconoció al instante al colosal robot. Sus garras se desplegaron mientras una mirada furiosa se formaba en su rostro.
— "Malditos Centinelas... No me digas que Trask está detrás de esto también."
Cíclope, que había llegado corriendo al lugar tras escuchar el estruendo, encendió su visor y tomó una posición defensiva junto a Storm y Gambito.
— "No importa quién lo haya traído aquí. Lo que importa es que lo detengamos antes de que destruya todo o hiera a alguien."
El Centinela comenzó a avanzar, su enorme figura causando que el suelo temblara con cada paso. Levantó su mano gigante, que rápidamente se transformó en un cañón láser. Sin previo aviso, disparó un rayo directo hacia el grupo.
Storm levantó las manos y desató un fuerte viento, desviando parcialmente el rayo hacia una pared cercana.
— "¡Necesitamos trabajar juntos para derribarlo antes de que cause más daño!" —gritó mientras mantenía su concentración en desviar los disparos del robot.
Aizawa, observando desde el fondo, intentó activar su Quirk para neutralizar al Centinela, pero rápidamente se dio cuenta de que no funcionaría.
— "Es un robot. Mi Quirk no tendrá efecto en él. Tendremos que confiar en ustedes."
Nezu, mientras tanto, comenzó a analizar el Centinela con calma, observando cada uno de sus movimientos.
— "Si puedo encontrar una debilidad estructural, tal vez podamos desactivarlo desde adentro." —dijo mientras sacaba un dispositivo para escanear al robot.
Mientras tanto, Gambito cargó un par de cartas y se las lanzó al Centinela, causando pequeñas explosiones que apenas lograron rayar su armadura.
— "Esto va a ser más complicado de lo que parece, mes amis. Necesitamos un plan."
Logan no esperó instrucciones. Se lanzó hacia el Centinela con un rugido, escalando rápidamente su brazo metálico para intentar llegar a su cabeza. Sin embargo, el Centinela reaccionó rápido, agitándolo y lanzándolo contra una pared cercana.
— "¿Es todo lo que tienen?" —dijo el robot mientras continuaba disparando ráfagas láser.
Jean Grey apareció junto a Jubilee, usando su telequinesis para mover escombros y proteger a los estudiantes que estaban cerca.
— "Mantendremos a los estudiantes a salvo. Ustedes encárguense del Centinela."
Cíclope ajustó su visor y lanzó un potente rayo óptico al pecho del Centinela, logrando hacerle tambalearse por un momento.
— "¡Apunten a las articulaciones! Si lo desestabilizamos, no podrá moverse con tanta facilidad."
El equipo comenzó a coordinar sus ataques, combinando las habilidades de los mutantes y los profesores de la UA. A pesar de las diferencias entre ellos, era evidente que la amenaza del Centinela los había obligado a trabajar juntos para salvar la academia.
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