Capítulo 13.
Logró salir rápidamente antes de que el hombre se percatara del gran agujero que había abierto en la pared.
El puñal temblaba como un terremoto en su mano la cual se hallaba detrás de su espalda. Su corazón latía con fuerza en su pecho mientras su cabeza se debatía sobre que hacer. Era obligatorio para él sacar a Jungkook de allí en ese instante porque sabía bien que otra oportunidad como aquella no se le presentaría. Lo habían descubierto y si fingía que no pasaba nada no le iban a creer y reforzarían la seguridad lo que dificultaba las cosas con su plan.
—Lo siento. Estaba buscando a Namjoon, pensé que podía estar aquí— se movió un poco tratando de ocultar el agujero que había abierto en la pared con su espalda.
—Esta área está clausurada. Los científicos no tienen porque estar aquí.
La mirada inquisidora del guardia lo estaba poniendo cada vez más nervioso. Tenía que actuar ahora, luego sería demasiado tarde.
Apretó más fuerte el cuchillo en su mano y comenzó a caminar.
—¿Qué pasó a...?— no terminó la frase. El cuchillo había perforado su corazón ocacionandole la muerte instantánea.
Jimin sostuvo fuerte el cuerpo y lo depositó suavemente en el suelo sin emitir ningún sonido. Sus manos estaban manchadas de sangre que nada podía borrar, ni ta siquiera, el tiempo. Lágrimas calientes calleron de sus ojos. Había matado a alguien. Le había arrebatado la vida a una persona que tenía familia e hijos, le había quitado el derecho a esos niños a tener un padre. Se sentía sucio y sin valor pero se brindó fuerza a sí mismo y se dijo que todo aquello lo hacía por la vida de Jungkook, aunque después sabía que tenía que enfrentarse a la prisión, pero trataría de que eso no pasara, dándose por sentado de que se convertiría en prófugo de la justicia.
Limpiado sus lágrimas con el dorso de su mano enrojecida, no le importó manchar su rostro de rojo, tal vez eso aliviaría su culpa. Quiso pensar de ese modo.
Observó el reloj en la parte superior de una de las paredes el cual marcaba las 12:25 de la madrugada. No le quedaba mucho tiempo.
Volvió a ingresar en la reducida área y logró quitar todos los aparatos que mantenían a Jungkook dormido, solo rezaba para que se despertara consiente y en su parte razonable.
—Vamos Jungkook, tienes que despertar, tenemos que irnos de aquí antes de que sea demasiado tarde— sacudió levemente el cuerpo dormido tratando de hacerlo reaccionar pero no daba señales de despertar.
Los segundos dieron paso a los minutos y el pelinegro no abría sus párpados. Jimin se comenzó a preocupar, había pasado tiempo desde que desconectó los monitores y no había cambio todavía.
Se dispuso a mover la camilla en la que Jungkook yacía acostado cuando una fuerte mano lo sostuvo por la muñeca. Sintió un poco de miedo al pensar que lo habían descubierto pero un alivio inmediato lo cubrió cuando vio que se trataba de aquel al que tanto amaba.
—Que bueno, que despiertas, estaba preocupado— suspiró con notorio alivio y se inclinó más cerca de su rostro— ¿Estás bien?
El contrario se encontraba mareado pero sentía que poco a poco iba volviendo en sí.
—Si, solo estoy cansado— con ayuda de sus manos se sentó.
—Te mantenían cedado mientras te extraían sangre.
El pelinegro pasó la mano por su rostro denotando frustración.
—Sabía que esto pasaría. No son tontos y tarde o temprano se darían cuenta de que mi sangre el la pieza fundamental para la vacuna.
—Cuando me enteré no lo podía creer. En serio me molestó que no valoren en nada tu vida después de todo lo que hiciste— en una muestra de apoyo sostuvo la mano de su amor.
—Así son los seres humanos, solo piensan en las riquezas y dejan de lado los sentimientos que de verdad importan— besó los nudillos de la mano que lo sostenía y lo miró a los ojos— ¿qué haces aquí?
—Vine a buscarte. Tenemos que irnos antes de que se den cuenta de lo que he hecho.
—¿Qué hiciste?— se preocupó pero a la vez la alarma se disparó en su sistema. No quería imaginar nada malo pero era inevitable.
Jimin tragó grueso. Tenia que hablar rápido, así saldrían cuanto antes de aquel lugar.
—Asesiné a un hombre— la culpa volvió a golpearlo hasta casi dejarlo sin aire.
—¿¡Qué, pero porque!?— se bajó de un salto de la dura camilla y agarró el rostro de su chico con ambas manos. Inspeccionó su rostro en busca de la respuesta que había pedido.
—Me descubrió, sabía lo que iba a hacer y no podía desperdiciar esta oportunidad. Tenía que lograr sacarte de este lugar o saldría herido— bajó su cabeza y observó sus pies— yo no puedo soportar si te hieren.
—Jimin, mírame, por favor— el contrario hizo lo que le pidieron— yo soy fuerte, puedo soportar muchas cosas. Dolor, tristeza pero tú no. Tú eres humano y corres más peligros que cualquier otra persona. No debiste hacer esto, cuando lo descubran sabrán que fuimos nosotros. No me importa lo que piensen de mí porque para ellos soy peligroso pero tú puedes ir a la cárcel y pasar allí el resto de tu vida.
—Lo se y no me importa. Tú vales más que cualquier cosa, incluso más que mi vida.
Se miraban con intensidad. Nunca era suficiente para ellos, siempre extrañaba ese toque, esa caricia y esos besos cuando hacían el amor. Anhelaban esos momentos que ahora, desgraciadamente, no tenían.
Ambos juntaron sus labios en un profundo y deseoso beso. Se abrazaron y tocaron como hacía días no hacían. Aunque siempre manteniendo los límites, esos que Jungkook no se permitía cruzar.
—Te extrañé mucho— declaró Jimin en cuanto rompieron el beso.
—Yo también te extrañé, no sabes cuanto— besó su frente y acarició sus mejillas.
—Jungkook, hay algo que me preocupa mucho.
—¿Qué es?
—Tengo la sospecha de que quieren crear a más personas como tú. Te han practicado mil y un análisis desde que te tienen y tengo miedo de que lo logren.
—No te preocupes por eso ahora, no encontrarán nada— acercó su boca al oído del pelirubio y susurró lo más bajo que pudo para evitar que las cámaras o los micrófonos posibles en la habitación captasen lo que iba a decir— solo yo puedo crear a más con el mismo nivel de mutación. Puede que den con la alternativa para crear a más Agentes Biológicos pero no les servirá para lo que desean— separó su boca de la zona solo para ver el shock en el rostro de Jimin.
—¿A que te refieres con que...— mordió su lengua antes de terminar la frase— eso que dijiste?
—Luego te lo explicaré todo, ahora tenemos que salir de aquí— tomó su mano y lo arrastró, con cautela, fuera de la habitación.
Jimin tenía algo de noción sobre el tema; pero la idea de saber más lo tentaba. Quien sabe, tal vez podía poner en práctica algo que había anhelado cuando todo comenzó.
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